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Domingo, 18 de Abril de 2021 Tiempo de lectura:

UCRANIA: PEÓN DE LA OTAN EN EL AUMENTO DE LA TENSIÓN CON RUSIA

Pese al alarmismo mediático, las condiciones no parecen favorecer el estallido de una guerra en Europa

Tres meses han pasado desde que Joseph Biden ascendiera a la presidencia de Estados unidos y parece que el mundo está al borde de una guerra nuclear. Rusia denuncia que Washington está presionando a Ucrania para que ataque a las repúblicas independientes del Donbass, y el Comando Europeo de EE.UU está en alerta máxima por una “potencial crisis inminente”.

 

   Por EVA LAGUNERO PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-

 

   La primera llamada telefónica que hizo Joseph Biden al presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, fue para asegurarle el apoyo incondicional de su país a la soberanía territorial e integridad de Ucrania contra la alegada agresión de Rusia en el Dombás y Crimea. Y el secretario de defensa de Biden, Lloyd Austin, dijo a su homólogo ucraniano que EE.UU respalda totalmente las integración de Ucrania en la Unión Europea y la OTAN, lo que supondría avanzar el cerco fronterizo en torno a Rusia.

 

   En los meses que lleva Biden en la presidencia, EE.UU ha seguido armando a Ucrania, lo que viene haciendo desde 2014, cuando siendo vice-presidente con Obama, promovió el golpe de Estado -conocido como Euromaidan- que desalojó al presidente electo Viktor Yanukovich. Biden, además, ha incorporado a su gobierno, como subsecretaria de Estado para asuntos políticos, a Victoria Nuland, una de las principales orquestadoras del golpe tras el cual el hijo de Joe Biden, Hunter, fue colocado en el consejo de administración de la empresa ucraniana de gas natural, Burisma Holdings, con una sustanciosa remuneración.

 

   Por primera vez en la historia de la OTAN, ésta ha desplegado bombarderos nucleares B-1 en Noruega, lo que se añade a los ejercicios militares conjuntos, dirigidos por EE.UU y Reino Unido, con Ucrania, Rumanía y Polonia.

 

   Turquía se ha metido también en este peligroso entramado. Tras ayudar a Azerbaiyán en su victoria de 2020 sobre Armenia, en la disputa por la región de Nagorno-Karabaj, ahora participa en los ejercicios militares de la OTAN contra Rusia. Este paso puede contribuir a tensar más las relaciones entre Moscú y Ankara, ya que tanto Turquía como la OTAN pretenden cerrar el Mar Negro a Rusia.

 

   De lograrse este objetivo, Ucrania establecería dos nuevas bases militares en la zona (con el apoyo financiero del Reino Unido), se apropiaría del puerto ruso de Sebastopol y con ello se consolidaría el control sobre los depósitos de petróleo y gas que Turquía reclama. Navíos turcos, estadounidense y ucranianos llevan desplegados desde enero en el Mar Negro.

 

 

   Los cambios de agenda de Zelensky  al servicio de la OTAN

 

 

   Volodymyr Zelensky, presidente desde 2019, hizo durante su campaña electoral la promesa de acabar con la corrupción. Pero esta continúa rampante en el segundo país más pobre de Europa. También prometió, como informamos en su día, acabar con la guerra en el Dombás (…) resolver las cosas diplomáticamente, trayendo a la mesa de negociación a Rusia, Alemania, Francia y Ucrania”. Por estas afirmaciones algunos medios corporativos llegaron a calificarle de “pro-ruso”. Incluso se creyó que Ucrania había votado contra el Euromaidan.

 

 

   La realidad actual es que la popularidad de Zelensky está por los suelos. Su partido, Sirvientes del Pueblo, tuvo unos resultados desastrosos en las elecciones locales del noviembre de 2020. Igual de desastrosa ha sido su gestión de la pandemia del COVID-19, rechazando incluso adquirir la vacuna rusa. Se halla, además, en medio de una crisis constitucional, ya que el órgano creado para combatir la corrupción, pero usado para perseguir a sus oponentes políticos, ha sido declarado inconstitucional por el Tribunal Constitucional del país.

 

 

   Y, mientras el partido de Zelensky se desploma, la Plataforma Partido por la Vida, que representa al Este de Ucrania, de mayoría rusoparlante, tras las persecuciones sufridas a raíz del golpe de Estado, se ha reorganizado. Según las encuestas, es ahora el partido con mayor aprobación en el país. En respuesta, Zelensky ha cerrado sus medios de comunicación, en concreto tres canales de TV. La embajada de EE.UU en Kiev celebró esta medida alegando que hay que combatir la “desinformación de Rusia que atenta a la soberanía de Ucrania”.

 

   Otra maniobra de Zelensky para salvar la legitimidad política de su partido ha consistido en lanzar a las Fuerzas Armadas de Ucrania en el Dombás, lo que supone una ruptura de facto de los Acuerdos de Minsk (2015) salidos de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, por lo que están amparados por la ley internacional. Estos acuerdos, firmados por Ucrania, las repúblicas del Dombás, Francia, Alemania y Rusia, el gobierno de Ucrania nunca ha tenido intención de llevarlos a la práctica.

 

   Zelensky ha seguido participando en ejercicios militares con la OTAN y sus fuerzas aliadas en la frontera rusa para provocar a Moscú. Las 4.000 tropas allí desplegadas por Moscú la prensa corporativa occidental las ha presentado como una tremenda amenaza, cuando, en realidad parecen a todas luces insuficientes para lanzar una invasión, teniendo en cuenta que, en lo que va de año, el número total de tropas de la OTAN y Ucrania que han participado en dichos ejercicios se estima en 100.000.

 

   En marzo, Zelensky firmó un decreto presidencial declarando política oficial de Ucrania la recuperación de Crimea. Su nueva estrategia militar tiene también el objetivo de subyugar a las repúblicas del Dombás (Donetsk y Lugansk).

 

   En 2020, la OTAN designó a Ucrania como “Socio Destacado de Oportunidad”, dándole el mismo estatus que a Georgia, Suecia, Finlandia, Australia y Jordania, con el fin de promover la iniciativa de “asociación de inter-operatividiad”, que en realidad significa que Ucrania se ha convertido en un Estado cliente de la OTAN.

 

 

    El gaseoducto North Stream 2

 

 

   El antiguo gaseoducto terrestre que desde Rusia provee de gas natural a Alemania, pasando por Ucrania y Polonia, genera ganancias a estos dos últimos países por los impuestos de tránsito que tanto Rusia como Alemania pagan. El año pasado, estos impuestos en Ucrania representaron el 18% del presupuesto del gobierno. Pero, además, cuando a Kiev no le interesaba o no podía pagar su propio consumo, recurría a taponar el gaseoducto -y, por tanto, el suministro a Europa- o directamente extraer ilegalmente el gas echándole la culpa a Rusia.

 

 

   Alemania se dio cuenta de estas maniobras y tomó la decisión de acordar con Rusia la construcción de un nuevo gaseoducto, North Stream 2, a través del Mar Báltico, que a día de hoy está completado en un 95%. La intención de EE.UU, Ucrania y Polonia es frustrar esta vía alternativa de suministro de gas a Europa. De hecho, Washington no sólo ha puesto sanciones a las empresas rusas implicadas en su construcción, sino también a las alemanas, perjudicando de rebote las inversiones de las empresas de otros países europeos como Francia o Italia. Lo que EE.UU pretende es dictar la política energética europea vendiendo su propio producto a un precio mucho más alto.

 

 

   Según el analista de asuntos internacionales Mark Sleboda, no hay peligro real de una guerra entre Rusia y la OTAN por el Dombás y Crimea. En su opinión, ni a EE.UU ni a Ucrania les interesa recobrar estas regiones, porque integrar entre 4 y 8 millones de votantes procedentes de estas zonas en Ucrania desequilibraría completamente el actual escenario político en favor del Este del país, más aún con la actual impopularidad de Zelensky. Sin embargo, mantienen la ficción para satisfacer la política ultra-nacionalista de mayor peso en el Oeste, así como el interés de EE.UU en mantener la tensión con Rusia y extender hacia el Este los dominios de la OTAN.

 

 

   En resumen, tras la reactivación del conflicto entre Ucrania y el Dombás está la intención de que Alemania renuncie a la construcción del North Stream y al mismo tiempo recobrar la popularidad de Zelensky y mantenerlo como peón de la OTAN en la frontera con Rusia.

 

 

   Tampoco parece probable que Ucrania vaya a convertirse en miembro pleno la OTAN, dada la oposición europea, la disputa con Rusia por Crimea, la persistencia de la corrupción y el hecho de que el entusiasmo Atlantista de Zelensky no lo comparte la mayoría de la población ucraniana. Según una reciente encuesta, el 51% no está a favor de la integración en la OTAN.

 

 

 

 

 

Fuentes:

https://www.mintpressnews.com/russiagate-ukraine-nato-route-nuclear-war/276634/

https://www.youtube.com/watch?v=PLF7fm6i1FM

 

 

 

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  • Maribel Santana

    Maribel Santana | Lunes, 19 de Abril de 2021 a las 23:55:54 horas

    Espero que Melker no deje de construir con Rusia sus intereses, los gasoductos y otros. Porque los imperialistas yanquis tambien les dice a los Europeos vasallos lo que tiene y con quien tienen que negociar y juntarse. Espero que los paises europeos tengan y aprendan a pasar y mandar a la mierda a los Yanquis basura. Hay que ser mas nacionalistas y menos globalistas.

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