
LOS DISCURSOS NAVIDEÑOS DE LOS BORBONES Y LA NATURALEZA DEL ESCORPIÓN (VÍDEO)
A los monárquicos con "un corazoncito republicano", habría que darles a leer esta versión ad hoc de la fábula de Esopo "El escorpión y la rana"
Según nuestro colaborador Máximo Relti, a la real familia de los Borbones españoles ya se les ha agotado hasta el discurso. Pese a la opinión expresada por los numerosos "progres" , que dicen conservar su "corazóncito republicano", en la pasada noche navideña Felipe VI volvió a repetir las mismas majaderías que en reiteradas ocasiones, y en la misma fecha, ya había dicho su padre: "la Justicia es igual para todos". Mientras, nuestra progresia monárquico-republicana lloraba desilusionada por las esquinas lamentándose por el portazo que le había propinado en las narices su graciosa majestad Felipe VI.
POR MÁXIMO RELTI PARA CANARIA SEMANAL
A la familia de los Borbones ya se les ha agotado hasta el discurso. La noche del 24 de diciembre Felipe VI ha vuelto a reiterar lo que, hipócritamente, su padre tantas veces nos había repetido: "la Justicia es igual para todos" .
En una infinita noche de la marmota, el monarca repitió los mismos tópicos y mantras que han formado parte de los discursos navideños de Juan Carlos I durante casi una década. Aunque también resulta preciso reconocer, en honor a la verdad, que el tono y forma del hijo ha resultado ser aún más tediosos y aburridos que los soporíferos mensajes pronunciados por su padre.
Aquellos que, con más cara que espalda, un día se habían declarado a sí mismos como "republicanos juancarlistas", ya no saben ni tras qué argumentos parapetarse para revalidar tan devaluada autotitulación. Incluso antes de que el discurso grabado de Felipe fuera emitido por la TVE, se habían adelantado a llorar por las esquinas de sus periódicos digitales "ni chicha ni limoná", lamentándose amargamente por la "oportunidad perdida" por el nuevo Borbón para proporcionarle un cierto "cambio" a la radiogramola real.
Pero, ni así. La cuestión es que es que ya no se trata siquiera de meras formalidades institucionales. En este país se ha llegado a un punto en que, además de otros elementos, se trata también de la genealogia y la "naturaleza" histórica de aquellos que han encabezado y siguen encabezando la feudal estructura de la institución monárquica .
Nos explicamos. A los que se empeñan erre que erre en seguir aburriéndonos con la eterna cantinela de que apoyan la continuidad de la Monarquia, pero en su pecho continúan albergando "un tierno corazoncito republicano", les recomendaríamos la lectura de esta nueva versión de la celebérrima fábula de "el escorpión y la rana", de Esopo, para ayudarles a calibrar la gravedad de la esquizofrenia ideológica en la que se encuentran atrapados:
"Cuenta la leyenda que había una vez una rana sentada apaciblemente en la orilla de un río cuando, de repente, se le aproxima un escorpión que le dice:
- Amiguita rana, ¿podrías tú ayudarme a cruzar el río? Podrias llevarme a tu espalda…
La pequeña rana, lógicamente preocupada por la suerte que podría correr su vida si se atrevía a portar sobre su lomo al escorpión, le contestó resuelta:
-¡Ni de coña! Si te llevo a mis espaldas, en un momento dado tu podrás sacar tu enorme aguijón y matarme.
- Oye, oye… No seas tonta, bonita —le respondió con tono adulón el escorpión—. ¿No te das cuenta que si yo te pincho con mi aguijón , tu te hundirás en el agua y yo, que no sé nadar, también me ahogaré?
La ranita, que en su recóndita inocencia republicana adolecía de una enorme credulidad, se lo estuvo pensando, a la vez que calculaba las posibilidades que tenía de salir indemne, e incluso beneficiada, de aquella arriesgada operación… Finalmente, reflexionando consigo misma, se dijo:
- Si este escorpión monárquico me pica a la mitad del río, nos hundiremos los dos. Ni él tendrá Monarquía, ni yo la República. La verdad es que no creo que sea tan tonto como para desear suicidarse.
- Mira, monárquico escorpión, - le dijo condescendiente la ranita republicana- lo he estado pensando y repensando, y creo que a los dos nos conviene realizar juntos esta operación de tránsito, desde la orilla de una dictadura que apesta y se desmorona, a la otra orilla firme y exuberante de la democracia. Además, si te portas bien, hasta empezaré a ver con simpatia la posibilidad de llegar a compromisos comunes entre tú y yo, y ser tu portadora oficial en tus tránsitos y negocios por el rio.
El escorpión coronado se situó sobre la verde y resbaladiza espalda de la ranita y juntos emprendieron la aventura de transitar, pacíficamente, a lo largo del proceloso río, de orilla a orilla.
Cuando ambos habían cubierto ya la mitad del trayecto, y se habían adentrado en una turbulenta área del río, la ranita republicana sintió cómo el ponzoñozo y afilado aguijón del escorpión penetraba la parte central de su espalda.
Balbuceante, con fuertes náuseas y en un estado casi preagónico, la ranita republicana, mirando boquiabierta al escorpión monárquico, le gritó perpleja y desesperadamente:
- Pero, pero… ¡No entiendo nada, estúpido escorpión coronado… ¿Por qué lo has hecho? ¡Tú también vas a perecer conmigo!
Fue entonces cuando el escorpión, mirándola con cierto gesto compasivo, le contestó con toda sinceridad:
— ¡Oh, lo lamento mucho, ranita mía! Me has estado prestando un gran servicio en este complicado trayecto. Pero no he podido dejar de ser quien soy, ni actuar en contra de mi propia naturaleza, ni en la de mi historia, ni tampoco en contra de la forma en la que me han enseñado.
Es un instinto heredado del pasado, ranita. Así fue mi antecesor Fernando VII, más conocido por el "rey felón". También actuó de igual manera mi antepasada la reina ninfómana Isabel II. No fue mejor mi ancestro Alfonso XIII, que se benefició con suculentas comisiones durante la guerra de Marruecos… ¡Y no digamos ya nada de los que les siguieron! Es, pobre ranita, la implacable naturaleza que rige la conducta de mi estirpe. ¿Qué puedo hacer yo frente al inexorable mandato de mi biología?".
MORALEJA: Al igual que resultaría disparatado pedir a un escorpión que se comporte con la misma la inocuidad que una ingenua ranita , es también insensato esperar de las "ranitas cortesanas" del Reino de España, que un día nos trajeron la Monarquía de puro contrabando, puedan en el futuro contribuir a trazar un itinerario corto y seguro hacia una auténtica democracia.
VÍDEO: BREVÍSIMO RESUMEN DE LOS DISCURSOS "CONCATENADOS" DE LOS DOS ÚLTIMOS MONARCAS
POR MÁXIMO RELTI PARA CANARIA SEMANAL
A la familia de los Borbones ya se les ha agotado hasta el discurso. La noche del 24 de diciembre Felipe VI ha vuelto a reiterar lo que, hipócritamente, su padre tantas veces nos había repetido: "la Justicia es igual para todos" .
En una infinita noche de la marmota, el monarca repitió los mismos tópicos y mantras que han formado parte de los discursos navideños de Juan Carlos I durante casi una década. Aunque también resulta preciso reconocer, en honor a la verdad, que el tono y forma del hijo ha resultado ser aún más tediosos y aburridos que los soporíferos mensajes pronunciados por su padre.
Aquellos que, con más cara que espalda, un día se habían declarado a sí mismos como "republicanos juancarlistas", ya no saben ni tras qué argumentos parapetarse para revalidar tan devaluada autotitulación. Incluso antes de que el discurso grabado de Felipe fuera emitido por la TVE, se habían adelantado a llorar por las esquinas de sus periódicos digitales "ni chicha ni limoná", lamentándose amargamente por la "oportunidad perdida" por el nuevo Borbón para proporcionarle un cierto "cambio" a la radiogramola real.
Pero, ni así. La cuestión es que es que ya no se trata siquiera de meras formalidades institucionales. En este país se ha llegado a un punto en que, además de otros elementos, se trata también de la genealogia y la "naturaleza" histórica de aquellos que han encabezado y siguen encabezando la feudal estructura de la institución monárquica .
Nos explicamos. A los que se empeñan erre que erre en seguir aburriéndonos con la eterna cantinela de que apoyan la continuidad de la Monarquia, pero en su pecho continúan albergando "un tierno corazoncito republicano", les recomendaríamos la lectura de esta nueva versión de la celebérrima fábula de "el escorpión y la rana", de Esopo, para ayudarles a calibrar la gravedad de la esquizofrenia ideológica en la que se encuentran atrapados:
"Cuenta la leyenda que había una vez una rana sentada apaciblemente en la orilla de un río cuando, de repente, se le aproxima un escorpión que le dice:
- Amiguita rana, ¿podrías tú ayudarme a cruzar el río? Podrias llevarme a tu espalda…
La pequeña rana, lógicamente preocupada por la suerte que podría correr su vida si se atrevía a portar sobre su lomo al escorpión, le contestó resuelta:
-¡Ni de coña! Si te llevo a mis espaldas, en un momento dado tu podrás sacar tu enorme aguijón y matarme.
- Oye, oye… No seas tonta, bonita —le respondió con tono adulón el escorpión—. ¿No te das cuenta que si yo te pincho con mi aguijón , tu te hundirás en el agua y yo, que no sé nadar, también me ahogaré?
La ranita, que en su recóndita inocencia republicana adolecía de una enorme credulidad, se lo estuvo pensando, a la vez que calculaba las posibilidades que tenía de salir indemne, e incluso beneficiada, de aquella arriesgada operación… Finalmente, reflexionando consigo misma, se dijo:
- Si este escorpión monárquico me pica a la mitad del río, nos hundiremos los dos. Ni él tendrá Monarquía, ni yo la República. La verdad es que no creo que sea tan tonto como para desear suicidarse.
- Mira, monárquico escorpión, - le dijo condescendiente la ranita republicana- lo he estado pensando y repensando, y creo que a los dos nos conviene realizar juntos esta operación de tránsito, desde la orilla de una dictadura que apesta y se desmorona, a la otra orilla firme y exuberante de la democracia. Además, si te portas bien, hasta empezaré a ver con simpatia la posibilidad de llegar a compromisos comunes entre tú y yo, y ser tu portadora oficial en tus tránsitos y negocios por el rio.
El escorpión coronado se situó sobre la verde y resbaladiza espalda de la ranita y juntos emprendieron la aventura de transitar, pacíficamente, a lo largo del proceloso río, de orilla a orilla.
Cuando ambos habían cubierto ya la mitad del trayecto, y se habían adentrado en una turbulenta área del río, la ranita republicana sintió cómo el ponzoñozo y afilado aguijón del escorpión penetraba la parte central de su espalda.
Balbuceante, con fuertes náuseas y en un estado casi preagónico, la ranita republicana, mirando boquiabierta al escorpión monárquico, le gritó perpleja y desesperadamente:
- Pero, pero… ¡No entiendo nada, estúpido escorpión coronado… ¿Por qué lo has hecho? ¡Tú también vas a perecer conmigo!
Fue entonces cuando el escorpión, mirándola con cierto gesto compasivo, le contestó con toda sinceridad:
— ¡Oh, lo lamento mucho, ranita mía! Me has estado prestando un gran servicio en este complicado trayecto. Pero no he podido dejar de ser quien soy, ni actuar en contra de mi propia naturaleza, ni en la de mi historia, ni tampoco en contra de la forma en la que me han enseñado.
Es un instinto heredado del pasado, ranita. Así fue mi antecesor Fernando VII, más conocido por el "rey felón". También actuó de igual manera mi antepasada la reina ninfómana Isabel II. No fue mejor mi ancestro Alfonso XIII, que se benefició con suculentas comisiones durante la guerra de Marruecos… ¡Y no digamos ya nada de los que les siguieron! Es, pobre ranita, la implacable naturaleza que rige la conducta de mi estirpe. ¿Qué puedo hacer yo frente al inexorable mandato de mi biología?".
MORALEJA: Al igual que resultaría disparatado pedir a un escorpión que se comporte con la misma la inocuidad que una ingenua ranita , es también insensato esperar de las "ranitas cortesanas" del Reino de España, que un día nos trajeron la Monarquía de puro contrabando, puedan en el futuro contribuir a trazar un itinerario corto y seguro hacia una auténtica democracia.
VÍDEO: BREVÍSIMO RESUMEN DE LOS DISCURSOS "CONCATENADOS" DE LOS DOS ÚLTIMOS MONARCAS
AMEAUXET | Sábado, 26 de Diciembre de 2020 a las 09:58:44 horas
¿ES NECESARIO EL COMUNISMO (DICTADURA) PARA REVERTIR LA ACTUAL SITUACIÓN DEPREDADORA DE LA DICTADURA CAPITALISTA?
HACIENDO PAÍS IBÉRICO EN LAS TIERRAS CELTAS DEL SUR DE EUROPA.
PANIBERISMO ACTIVO. ESPACIO IBERÓFONO PARA MIL MILLONES DE CIUDADANOS QUE QUIEREN CONFEDERARSE CONTRA EL IMPERIO DEL MAL, IMPERIO YANQUI.
¡¡¡OTAN NO Y BASES YANQUIS FUERA DE ESPAÑA YA!!!
COVID 19, ARMA BIOLÓGICA YANQUI DE DESTRUCCIÓN MASIVA DEL MEDIOESTAR DE LA CLASE TRABAJADORA.
MÁS MÉDICOS, MENOS BOMBAS Y MENOS EGOÍSMOS.
NO MÁS ENGAÑOS NI MEZQUINDADES Y QUE CESE EL SAQUEO A LA CLASE TRABAJADORA...
CFR
El CFR fue creado para generar un Nuevo Orden Mundial mediante la manipulación de la política exterior y las relaciones de los EE. UU.
Muchos de sus propios miembros admiten que el objetivo del CFR es subvertir el proceso democrático.
Casi todos los presidentes de los EE. UU. Desde su creación han sido miembros del CFR, incluidos: George Bush, Bill Clinton, Jimmy Carter, Gerald Ford, Richard Nixon, John F. Kennedy, Dwight Eisenhower y Herbert Hoover.
CLUB BILDERBERG
Club Bilderberg: La primera reunión se celebró el 29 de mayo de 1954 y fue financiado por David Rockefeller junto a Bernardo de Holanda.
La idea era que los invitados fueran dos de cada país, uno conservador y el otro progresista.
Todo marchó como se esperaba y fue un club secreto hasta que en 2005 se comenzó a publicar información en algunos medios.
Celebra reuniones anuales a las que asisten más de un centenar de invitados del ámbito político, económico y de los medios de comunicación, entre ellos algunos de los hombres y mujeres más importantes de la sociedad.
JEFES DE ESTADO
Se trata de jefes de Estado y de gobierno, ministros de economía, banqueros centrales, economistas, administradores delegados de las principales multinacionales, jefes de Estado Mayor y directores de las redes televisivas y editoriales más importantes de Europa y América del Norte.
Forman parte de este selecto club personajes como Henry Kissinger, Durao Barroso, Hilary Clinton, John Kerry, Bill Gates, George Soros, David Rockefeller o Rupert Murdoch, y personajes de casas reales europeas, entre otros miembros de la élite política y económica mundial.
También han acudido en alguna ocasión otros españoles como la anterior Reina Sofia, Ana Patricia Botín (Santander UK), Juan María Nin (Caixabank), César Alierta (Telefónica) Luis de Guindos ( como ministro de Economía), el consejero delegado de Inditex, Pablo Isla; y el de Prisa, Juan Luis Cebrián.
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