Coherencia y reflexión demócrata
Nadie se cree a estas alturas de la pandemia - escribe JUAN ANTONIO SÁNCHEZ - que en China la cifra de muertos sea la que las informaciones recogen, más dado el índice de población del gigante asiático (...).
Nadie se cree a estas alturas de la pandemia que en China la cifra de muertos
sea la que las informaciones recogen, más dado el índice de población del gigante asiático, siempre usando la lógica y el hecho manifiesto de que en nuestro país estamos cercanos ya a las11000 víctimas, Es tan sospechoso el número de muertos en un país extremadamente cerrado al exterior que da por pensar lo que es inevitable. La enfermedad apareció mucho antes de que dijesen las autoridades chinas que callaron tal epidemia hasta tener claro lo que iban a mostrar al exterior para quedar como un país honesto al divulgar a tiempo la extensión del virus.
No tiene fundamentos científicos dirimir en política lo que ahora no es procedente, es el itinerante movimiento de un contagio que desborda cualquier sistema sanitario por muy fuerte que este sea. En nuestro país cabe incidir en que mejor nos hubiera ido sin la austeridad y los recortes de un partido político que ahora se pronuncia como sabedor de lo que hay no que hacer; no deseo gastar palabras en los que aluden a un Gobierno sin Presidente, basado en el poder de la ideología en lugar de usar la democracia como apoyo pues, si los demócratas no apoyan la democracia esta desaparecerá sin remedio y eso es algo que no podemos permitirnos.
Gastamos demasiadas fuerzas en proteger ideologías partidistas, conservadurismos inapropiados o extremismos repletos de polvo añejo, no queremos en España oír hablar de independentismos, nacionalismos o boicoteos parlamentarios. Este país necesita trabajar en común para servir a los ciudadanos y cuidar las plantillas sanitarias porque cuando salgamos de esta pesadilla puede que, sin darnos cuenta, venga por Asia, África o Estados Unidos una nueva enfermedad desconocida y para ponernos a resguardo las trincheras sanitarias tienen que estar bien equipadas de material, mano de obra e inversiones en ciencia e investigación.
Nos acordaremos de los recortes toda nuestra vida, esta situación tan dramática no ha sido provocada por ningún partido sino por un agente extraño del que no nos avisaron su llegada. Nunca es tarde para solventar problemas futuros y desde luego, en esto no entran ni recortes ni austeridad de ningún modo.
Nadie se cree a estas alturas de la pandemia que en China la cifra de muertos
sea la que las informaciones recogen, más dado el índice de población del gigante asiático, siempre usando la lógica y el hecho manifiesto de que en nuestro país estamos cercanos ya a las11000 víctimas, Es tan sospechoso el número de muertos en un país extremadamente cerrado al exterior que da por pensar lo que es inevitable. La enfermedad apareció mucho antes de que dijesen las autoridades chinas que callaron tal epidemia hasta tener claro lo que iban a mostrar al exterior para quedar como un país honesto al divulgar a tiempo la extensión del virus.
No tiene fundamentos científicos dirimir en política lo que ahora no es procedente, es el itinerante movimiento de un contagio que desborda cualquier sistema sanitario por muy fuerte que este sea. En nuestro país cabe incidir en que mejor nos hubiera ido sin la austeridad y los recortes de un partido político que ahora se pronuncia como sabedor de lo que hay no que hacer; no deseo gastar palabras en los que aluden a un Gobierno sin Presidente, basado en el poder de la ideología en lugar de usar la democracia como apoyo pues, si los demócratas no apoyan la democracia esta desaparecerá sin remedio y eso es algo que no podemos permitirnos.
Gastamos demasiadas fuerzas en proteger ideologías partidistas, conservadurismos inapropiados o extremismos repletos de polvo añejo, no queremos en España oír hablar de independentismos, nacionalismos o boicoteos parlamentarios. Este país necesita trabajar en común para servir a los ciudadanos y cuidar las plantillas sanitarias porque cuando salgamos de esta pesadilla puede que, sin darnos cuenta, venga por Asia, África o Estados Unidos una nueva enfermedad desconocida y para ponernos a resguardo las trincheras sanitarias tienen que estar bien equipadas de material, mano de obra e inversiones en ciencia e investigación.
Nos acordaremos de los recortes toda nuestra vida, esta situación tan dramática no ha sido provocada por ningún partido sino por un agente extraño del que no nos avisaron su llegada. Nunca es tarde para solventar problemas futuros y desde luego, en esto no entran ni recortes ni austeridad de ningún modo.

































Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.173