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Miércoles, 28 de Octubre de 2020 Tiempo de lectura:

EL "NEW YORK TIMES" MARCA LAS PAUTAS DE LAS NUEVAS VERSIONES 2.0 DEL REFORMISMO SOCIALDEMÓCRATA LATINOAMERICANO

Respuesta a las observaciones criticas de algunos lectores de Canarias Semanal

El periódico norteamericano "New York Times" es una suerte de "think tank" en el que se cocinan los más sabrosos menús ideológicos de la clase dominante norteamericana. Es un rotativo que no da nunca una puntada sin hilo. Esa es una de las razones, según nuestro colaborador Aday Quesada, por la que hay que leer con suma atención el significativo articulo aparecido este miercoles en ese periodico en relacion con la orientación que deberian tener los procesos reformistas y socialdemócratas latinoamericanos.

    

POR ADAY QUESADA PARA CANARIAS SEMANAL

 

    Les comentaba hace apenas un par de semanas que determinadas declaraciones del candidato ganador de las elecciones en Bolivia me olían a "chamusquina". A su vez, me resultaban sorprendentes las declaraciones congratulantes con el candidato triunfante del MAS,  realizadas por personajes tan siniestramente ultraderechistas o, simplemente traidorzuelos, como lo son ex dictadora Jeanine Añez, el sanguinario opositor Carlos Mesa o el repugnante Secretario General de la OEA, Luis Almagro, "el loco Almagro".

 

     Mis suspicacias y sospechas fueron duramente criticadas por algunos  lectores de mi artículo en los comentarios. Hubo un lector, que se identificaba con el nombre de "René", que llegaba a exigirme el pedigree latinoamericano para poder estar en condiciones de opinar sobre  los acontecimientos postelectorales que se estaban sucediendo en su país. Llegó incluso a calificarme como un "ultra revolucionario", por el mero hecho de que no pudiese evitar percibir un cierto tufo a chamusquina en el aquelarre de las declaraciones postelectorales, tanto por parte de los triunfadores como de los perdedores en el escrutinio. Otro comentarista, de nombre Medina Ortega, se refirió irritadamente a mi mosqueo  calificándolo como una "suspicacia de los puros".

 

     La verdad es que cuando intenté destacar el inusitado escenario en el que se habían producido las postelecciones bolivianas no trataba sino de poner de relieve el fiasco histórico que han supuesto todas las "segundas vueltas" de las experiencias socialdemócratas y reformistas latinoamericanas.

 

    Les confieso que me hubiera sentido felizmente complacido de que todo hubiera sucedido de manera distinta en Ecuador, Paraguay, Brasil, Argentina... y quizá - sólo quizá, todavía - en Bolivia. Pero es que los acontecimientos politicos son como son, y no como uno desearía que fueran.

 

 

¿NOS SERVIRÍA EL ILUSTRATIVO EJEMPLO DE BEBEL?

 

     Augusto Bebel fue un socialdemócrata alemán, de finales del siglo XIX, que en sus años mozos mantuvo una estrecha relación con Federico Engels y con Carlos Marx. Sin embargo, con el transcurso de los años Bebel no solo fue envejeciendo sino también derivando ideológicamente hacia posturas reformistas y amoldándose, él y su Partido, a las posibilidades que el sistema político alemán le toleraba. Ni que decir tiene que la integración del Partido Socialdemócrata alemán en el sistema económico capitalista llegó a ser tal que terminaría convirtiéndolo en el monstruo deformado que es en la actualidad.

 

     Mientras Bebel mantuvo posturas revolucionarias, la prensa, los partidos conservadores y el propio gobierno alemán lo atacaban sin misericordia con ditirambos, infundios  e insultos. Sin embargo, desde que fue girando paulatinamente hacia posiciones de  derechas, su trinchera enemiga lo comenzó a enaltecer con eufóricas apologías  y sonoros aplausos. Fue entonces cuando Augusto Bebel, que ya se había convertido ideologicamente en un redomado reformista pero continuó sin tener un pelo de tonto, exclamó un día, abrumado por tanta lisonja:

 

     "Ah, viejo Bebel: ¿qué tonterías estarás diciendo para que toda esta  gente te alabe con tanta pasión?"

 

     Y es que fatalmente la historia nos enseña que los elogios provenientes de la derecha y sus  medios de comunicación no son nunca gratuitos. Responden, casi invariablemente, a un cálculo deliberado. Mucha gente de izquierdas especula y realiza juegos malabares con las ideas  y con las palabras. Y eso, posiblemente, no esté mal. Pero las adhesiones y halagos de la derecha política y económica tienen, casi siempre, mucho que ver con el funcionamiento de sus cajas registradoras. Y estas no les permiten nunca jugar con ningún margen para las filigranas.

 

     El que esto escribe "ni quita ni pone el rey",  en relación con lo que está sucediendo en Bolivia. Quiero decir, que a tantos miles de kilómetros de distancia y tras un año tan convulsivo como el que ha vivido ese país resulta difícil conocer todos los parámetros que están allí en juego. Me limito, pues, a señalar los indicios más cantosos que nos está mostrando el subsuelo de la situación que allí está teniendo lugar.

 

     No obstante, aunque sólo fuera por una simple deformación profesional, me niego a que mis criterios se construyan sobre una base de "tics" emocionales o de  adhesiones incondicionales, sin  tener en cuenta las valiosas lecciones que tantas veces nos ha aportado la Historia. La factura que han tenido que pagar los que no las tuvieron en cuenta  fueron siempre demasiado altas en sangre o desmoralización. Y fueron sus respectivos pueblos los que más duramente las sufrieron.

 

 

EL SIGNIFICATIVO ARTÍCULO DEL PERIÓDICO ESTADOUNIDENSE "NEW YORK TIMES"

 

    El periódico norteamericano "New York Times" es una suerte de "think tank"  en el que se  cocinan los más sabrosos menús ideológicos de la clase dominante norteamericana. Es un rotativo que no da nunca una puntada sin hilo.  Pues bien,  esa  especie de arcano conceptual  de los sectores más clarividentes del capitalismo yanqui que es el New York Times se expresaba este miércoles 28 de esta forma en relación al proceso electoral boliviano y al triunfo de su candidato Luis Arce y la dirección del resto de los procesos reformistas latinoamericanos. Una lectura atenta por parte del lector le ayudará a comprender  por dónde parecen ir los tiros en el hemisferio sur del continente americano.

 

 

 

La lección de Bolivia para la política latinoamericana

Por Brendan O’Boyle - New York Times

 

    El 18 de octubre, los bolivianos eligieron a Luis Arce, el[Img #64429] candidato presidencial del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido político de Evo Morales, y a quien el expresidente había elegido como su sucesor. Algunos vieron su victoria como un llamado a que Morales regrese al poder.

 

    Pero quizás el alud electoral pueda entenderse mejor como un ejemplo de cómo avanzar tras un año tumultuoso para el mundo. También es una lección sobre cómo movimientos políticos similares, agobiados por el peso de sus antiguos líderes, pueden mantener la relevancia política sin su influencia amenazante.
 

    Como candidato, Arce manifestó su voluntad de pasar la página respecto a Morales, cuyas tácticas controvertidas y su intento inconstitucional por gobernar durante un cuarto periodo presidencial provocaron su expulsión del país el año pasado, luego de que los militares lo instaran a abandonar el cargo. Arce se comprometió a volver a la estabilidad y la inclusión que definieron gran parte del gobierno de Morales. Con Arce en las boletas electorales, un líder más moderado, el MAS sobrepasó las expectativas al incrementar los votos obtenidos ocho puntos porcentuales en comparación con los resultados del año pasado.

 

     En última instancia, el “MAS no ganó por Evo sino a pesar [Img #64430]de Evo”, tuiteó Pablo Solón, quien fue embajador de las Naciones Unidas durante el mandato de Morales.

 

     Evo Morales formó parte de la ola de líderes de izquierda que llegaron a la presidencia en la década de los 2000, cuando las economías de sus países recibían el impulso de los altos precios de las materias primas. Morales usó el torrente de ganancias para reducir la pobreza y ampliar la clase media. Pero desde Bolivia hasta Ecuador y Argentina, los buenos tiempos dieron paso a escándalos de corrupción, ataques contra la prensa, acaparamiento de poder, en algunos de estos países se generaron recesiones causadas por la deuda y, finalmente, se dio un viraje a la derecha.

 

     Luego de abandonar el cargo, estos líderes continuaron ejerciendo su influencia en la política nacional, y sus polémicos intentos por retornar al poder amenazaron con socavar los mismos movimientos que ayudaron a fundar.

 

    “La persistencia de los expresidentes impide que la [Img #64432]nación avance”, escribió Javier Corrales, un politólogo del Amherst College, en Americas Quaterly en 2018. “Liberar a los países de su influencia es un beneficio colectivo porque contribuye a la renovación del liderazgo”.

 

      La victoria de Arce indica que esa renovación es posible. Él mismo se ha distanciado de Evo Morales diciendo que el empeño del expresidente por gobernar durante un cuarto mandato fue un “error”. Prometió que Morales no tendrá un rol en su gobierno.
 

        Morales renunció el año pasado, en lo que muchos han definido como un golpe de Estado, después de que su intento de mantenerse en la presidencia un periodo más desencadenó múltiples disturbios y terminó en una controvertida elección. Pero si los líderes como él pueden pasar la batuta a figuras menos polarizantes, quizá puedan inyectar nueva vida a sus movimientos políticos.

 

       De hecho, la ausencia de Evo Morales ayudó a vigorizar al MAS, en vez de debilitarlo, sostiene Pablo Stefanoni, un periodista radicado en Bolivia que opina que la crisis que rodeó su renuncia “permitió la emergencia de una nueva camada de dirigentes” cuyo ascenso estuvo limitado durante el gobierno de Morales.

 

       No es fácil convencer de seguir con sus vidas a los líderes [Img #64431]populares que han probado el poder y que a menudo buscan volver a sus cargos como una solución a los problemas legales que enfrentan. En Argentina, se esperaba que Cristina Fernández de Kirchner, cercada por numerosos cargos de corrupción, contendiera por un tercer mandato en 2019, pero abandonó la campaña debido a que las encuestas sugirieron que perdería. En cambio, promovió como candidato presidencial de su partido a Alberto Fernández, un profesor de derecho y exjefe de gabinete a quien se percibe como menos ideológico, y ella se postuló para vicepresidenta. Alberto Fernández ganó por una inmensa mayoría.

 

     En Ecuador, el ex presidente Rafael Correa está siguiendo el mismo camino. Su partido político nominó a Andrés Arauz, un economista de 35 años y exministro de gobierno, como su candidato para la elección presidencial de febrero. Las posibilidades de Arauz podrían depender de su distanciamiento del polémico Rafael Correa, quien en abril fue sentenciado a ocho años de prisión por cargos de corrupción.

 

      Otros líderes se consideran los únicos que pueden derrotar a la oposición. En Brasil, hay rumores de que el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva podría postularse como candidato a la presidencia en 2022. Pero, aunque Da Silva se mantiene como una figura mítica en la política brasileña, para ese entonces tendrá 76 años y su respaldo tiene límites: tal vez logre llegar a una segunda vuelta en la que, según las encuestas, perdería contra el presidente Jair Bolsonaro. Pasar la batuta a los nuevos líderes que han surgido durante la presidencia de Bolsonaro puede ser la mejor apuesta del Partido de los Trabajadores, el movimiento político de Da Silva....

 

 

PARA LEER EL  ARTÍCULO COMPLETO DEL "NEW YORK TIMES" SOBRE BOLIVIA, PINCHE AQUÍ

 

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  • juanfri

    juanfri | Domingo, 01 de Noviembre de 2020 a las 11:36:46 horas

    Ninguno de quienes critican las más que fundadas sospechas de Aday ha visto esa entrevista de Emir Sader a Gª Linera. En esa hora larga ni menciona la creación de MILICIAS POPULARES ARMADAS, aunque sí la depuración de responsabilidades de los mandos armados bolivianos.
    NO podrán renacionalizar ni aubvencionar al pueblo indígena que constituye la amplísima mayoría que les ha votado si no afilan sus garras.

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  • René

    René | Viernes, 30 de Octubre de 2020 a las 17:59:37 horas

    Pues que quiere que le diga Ernesto, el tiempo dirá. No obstante cuando una movilización popular como la sucedida en Bolivia en los últimos meses, se traduce en un triunfo de las clases populares (ya si luego la dirigencia traiciona este proceso veremos) . Desde este lado del océano y dado que los procesos de lucha son mucho más debiles y menos profundos, además de la crítica que siempre sera necesaria, tal vez deberíamos abandonar ciertos aires de superioridad e intentar aprender de los pueblos que luchan y se dejan la vida por derrotar al imperialismo con niveles de organización, entrega y conciencia muy superiores a los países europeos a día de hoy.

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  • Ernesto

    Ernesto | Viernes, 30 de Octubre de 2020 a las 14:28:54 horas

    Por supuesto que hay que criticar con "fundamento" y también la crítica de la crítica deber tener ese fundamento. Por ejemplo, cuando se dice que en "Bolivia las clases populares han recuperado el gobierno y derrotado a los golpistas" eso no deja de ser una afirmación que, por el momento, está por demostrar y que usted pretende colarnos como un axioma. Es decir, esa es la apariencia que pocos se han atrevido a cuestionar, pero si realmente "se ha recuperado el Gobierno" para dar una continuidad al proceso reformista es una realidad que está todavía por comprobar. Lo que apunta Quesada, o el análisis positivo del New York Times sobre la victoria del MAS son, en cualquier caso, indicios que permiten al menos dudar de que la apariencia se corresponda con la realidad. Lo mismo se puede decir sobre el triunfo apabullante del MAS y la suposición de que, sí o sí, esta es la razón por la que la derecha ha tenido que tragar y aceptar su victoria. Existe una apabullante evidencia histórica sobre las múltiples formas en las que se puede torcer, a posteriori o preventivamente, un resultado electoral. Suponer que en este caso la derecha boliviana e internacional simplemente renunció a utilizar esta opción no creo que se "fundamente" en dicha evidencia. Por otro lado, no hace falta que Arce sea un "Lenin Moreno". Eso, con todo el respeto, es una manera muy simplista de analizar la cuestión. Es perfectamente posible que la oposición actúe de una forma más sutil e inteligente, simplemente apoyándose en la concepción "razonablemente moderada" y socialdemócrata de un economista, ahora presidente, cuya políticas han sido aplaudidas por medios de comunicación conservadores. Mientras el Gobierno no pretenda ir más allá de lo que se le permita todo estará bien para los dueños de Bolivia. Finalmente, pensar que pueda ser un factor importante que Evo Morales y Linera puedan ahora "formar cuadros" para que el proceso se profundice, cuando tuvieron 20 años para hacerlo desde el Gobierno, sí que me parece la mayor de las fantasías infundadas. Fantasía que quizá se conecte con la incapacidad para reconocer la responsabilidad de los propios Evo Morales y Linera, el teorizador del "capitalismo andino", en el desenlace del Golpe que sufrieron, así como en que ni siquiera existiera una fuerza organizada para que el pueblo no tuviera que pagar con sus muertos la imprevisión de sus dirigentes. A fin de cuentas, nadie ha sido capaz todavía de dar una explicación convincente al hecho de que tantos derechistas aplaudan o acepten de buen grado el resultado electoral en Bolivia y de que hasta el terrorista venezolano Leopoldo López dijera esta semana en Madrid que lo que quiere para su país es un desenlace con elecciones libres como el de Bolivia. Todo lo que han sido capaces de hacer es criticar, sin fundamento y con simples clichés y la utilización de calificativos como el de "ultrarrevolucionarios", el cuestionamiento que hace Quesada. El resultado es que las supuestas "críticas con fundamento y estrategia" acaban teniendo muy poco o casi nada de verdadera crítica, y menos de "fundamento". Por no hablar del nulo alcance y el carácter errático de sus pretendidas "estrategias". Al final, lo peor de todo esto es que, pase lo que pase, también serán incapaces de reconocer que pudieron equivocarse.

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  • René

    René | Viernes, 30 de Octubre de 2020 a las 12:41:21 horas

    Hay que criticar, pero con fundamento y estrategia. Las clases populares han recuperado el gobierno y derrotado a los golpistas con mucho esfuerzo y sacrificio. Peto la situación es inestable porque entre otras cosas hay: Grupos de derecha rezando (esto no es retórico sibo literal) en lado puertas de los cuarteles pidiendo un golpe militar, cúpulas militares y policiales que hace menos de 1 año perpetraron un golpe de estado, una oligarquía racista y violenta con financiación ilimitada de Estados Unidos y con grupos parapoliciales,una economía al borde de la bancarrota por un año de saqueo neoliberal en plena pandemia. Esa es la situación que, sumada a un triunfo apabullante del MAS por más de 20 puntos porcentuales en unas elecciones que se arrancaron a la dictadura con una movilización popular impresionante, hacen que esta haya preferido devolver el gobierno al MAS e iniciar un esquema de sabotaje económico y desestabilización social similar a Venezuela. Hay que tomar en cuenta que no aceptar el resultado con una diferencia tan grande hubiese desatado un conflicto cercano a una guerra civil que, como se vio en las movilizaciones previas a las elecciones rebasaba al mismo MAS. Por otra parte es poco probable que Arce haga un "Lenin Moreno" más que pot él mismo por la estructura orgánica del Mas y su estrecho vinculo con los sindicatos y organizaciones indígenas que lo dejarían solo en la aventura. No es lo mismo que el partido de Correa, mucho más débil orgánicamente y mas centrado en el evidente carisma de Rafael Correa. Finalmente será importante el rol que puedan jugar Evo y Linera, no en el gobierno sino en el instrumento político y en la formación de cuadros que ese si que es un evidente déficit del proceso. En resumen, como en el caso de Venezuela hay que ser todo lo critico del mundo, peto sin dejar de apoyar los principales focos de resistencia antiimperialista en forma de gobierno en el continente a excepción de la Cuba revolucionaria.

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  • juanfri

    juanfri | Viernes, 30 de Octubre de 2020 a las 11:47:57 horas

    Hay en La Haine el video de una larga entrevista al Gª Linera que alimenta las sospechas y suspicacias sobre el reformismo Boliviano.
    Hace tiempo que los del MAS fueron amenazados por los violentísimos ultras Crucistas y NO armaron ni instruyeron al pueblo indígena; tuvieron suficiente tiempo y recursos económicos para hacerlo en lugar de aquella payasada de los "ponchos amarillos".

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  • ¿Ya habrá tiempo de opinar?

    ¿Ya habrá tiempo de opinar? | Viernes, 30 de Octubre de 2020 a las 11:06:03 horas

    ¿Ya habrá tiempo de opinar? ¿Y cuándo? ¿Qué necesitan para opinar? ¿Necesitan que haya algo tan evidente como un Lenin Moreno? Pues la realidad es que los cambios de rumbo no tienen que darse de forma tan evidente y con traiciones abiertas como las de Moreno. Basta con no hacer determinadas cosas, amoldándose a los límites impuestos por los golpistas, basta con que el nuevo gobierno sea todavía más "razonable" que el de Evo Morales, con una política económica que no perjudique los intereses de la oligarquía boliviana y los EE.UU. Me van a perdonar, pero eso de "opinar" siempre a posteriori, aunque ni a posteriori se atreven muchos a analizar objetivamente, no vale absolutamente para nada. Quesada se ha atrevido a poner en evidencia una serie de indicios claros que, efectivamente, obligan a tener la mosca detrás y delante de la oreja, y que solo la costumbre de no pensar con cabeza propia puede llevar a ignorar. Esto sirve para educar y para educarnos políticamente, así que es de agradecer que alguien se atreva a hacerlo aunque sea enfrentándose a recibir los cabezazos de algunos adelantados del rebaño.

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  • Marco

    Marco | Viernes, 30 de Octubre de 2020 a las 09:02:39 horas

    Hay que dar tiempo al tiempo y ser cautos a la hora de juzgar.
    Hay un importante sector del MAS pidiendo profundizar las medidas de transformación. Pero ante la situación dada hay que implementar una estrategia, las prisas, lo impulsivo y la unilateralidad nunca fueron buenas consejeras. Ya habrá tiempo de opinar.

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  • Javier Velilla

    Javier Velilla | Jueves, 29 de Octubre de 2020 a las 22:37:09 horas

    Inmaculado el artículo de NYT. Puro fascismo disfrazado de democracia. Un mundo feliz. Yo, Aday, fue de los que dijo en tu anterior artículo sobre Bolivia que no había nada que hacer. Creo ahora que es imposible que esta inevitable victoria del MÁS no haya sido pactada por los fascistas de dentro y fuera de Bolivia. Es todo pura actuación, y más pronto que tarde veremos la traición consumarse. Hay que ser Fidel, hay que ser Chávez, hay que ser el Ché para que realmente estallen en pedazos las cabezas de los fascistas. Lo demás (Morales, Correa, Fernández, incluso Lula) son pura paja para los pueblos de América en su emancipación del imperialismo terrorista. Ojalá me equivoque.

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  • Juan Ramón Medina

    Juan Ramón Medina | Jueves, 29 de Octubre de 2020 a las 22:01:40 horas

    Cuando opino firmo con mi verdadero nombre. En la ocasión que nos trae solo usé mi primer apellido. A estas alturas de mi vida ya resulta inútil ocultar mi identidad. Hubo un tiempo en que no nos quedaba otro remedio. Entiendo, comparto y recomiendo que otros sí lo sigan haciendo por elementales normas de prevención. Antes las llamábamos de seguridad.
    Ahora bien, no sé de dónde el suspicaz articulista obtuvo -y se consideró- en el derecho de hacer público mi segundo apellido ¿Ha indagado sobre mi? Que sepa que lo puede seguir haciendo conmigo, pero que se cuide un poco. Y es que todo el mundo no es tan permisivo como yo en lo que respecta al uso, sin permiso, de sus datos personales.
    Por otra parte, y ya concluyo, René nunca le pidió "pedigree latinoamericano". Mentir para replicar a la defensiva, a lo que fue un torpedo de realismo revolucionario bajo la línea de flotación de su superficial "argumentación" es algo muy feo y desacredita a quien lo hace...Suma y sigue, camarada.

    Ahora sí. Firma Juan Ramón Medina ORTEGA.

    Punto ...seguido, final o definitivo. Según decida y se me permita.

    Salud.

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  • René

    René | Jueves, 29 de Octubre de 2020 a las 21:30:36 horas

    Señor Aday, siento que haya interpretado que yo piense que para hablar de latinoamerica haya que ser de allí, nunca estuvo en mi intención. Por otra parte repito que puedo comprender y hasta compartir muchas de sus criticas al carácter reformista de los gobiernos de izquierda en latinoamericana, lo que me molestó mas en los comentarios que un su artículo en si, es que en el análisis no se tome en cuenta los sacrificios heroicos de mi pueblo para recuperar este proceso antiimperialista, aun con sus evidentes contradicciones. Al señor Ernesto decirle que he vivido en Canarias y ahora en Euskal Herria, ninguno de los dos territorios los considero España, si acaso territorios ocupados por España. Finalmente nunca he "dado catedra" de nada, pero opinar y escribir sobre lo que pienso si, como lo hacen ustedes con todo el derecho del mundo.

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