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Lunes, 15 de Junio de 2020 Tiempo de lectura:

ODIO Y FALACIA CONTRA EL SISTEMA DE SALUD PÚBLICO DE NICARAGUA

La oposición derechista usa el Covid-19 como arma de desestabilización política

Lo que la intentona golpista no hizo en abril de 2018 se pretende hacer con la pandemia: sacar al Presidente electo para octubre de 2020. Lo importante para la oposición es hacer uso de los más de 16 millones de dólares que han recibido para “combatir” el COVID-19 en Nicaragua. Con esta agenda, un grupito de médicos especialistas organizados, financiados y con cobertura mediática desde las redes sociales hasta las agencias de noticias internacionales, al unísono, repiten uno tras otro el mismo mensaje falaz.

   POR MAGDA LANUZA PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-

 

 

   En tiempos de la pandemia, la rutina de los/as trabajadores de la salud en Nicaragua tiene dos tendencias: 1) La mayoría de las enfermeras y médicos que trabajan día a día, sin descanso, bajo estrés absoluto, pero con mucho cariño y empeño para salvaguardar vidas con ética y total responsabilidad. 2) Y otro grupo de médicos que tampoco descansa desde el 18 de marzo de 2020, cuando salió el primer caso de COVID-19, para hacer lo contrario, que hace el primer grupo. Estos últimos no están en los hospitales, sino que trabajan en una campaña sin tregua, liderados por especialistas en batas blancas, pero con oscuras intenciones.

 

 

   La primera etapa de campaña fue: EL GOBIERNO NO ESTA HACIENDO NADA. Para ello recurrieron al miedo haciendo uso de sus títulos de especialistas para dar “opiniones” a medios golpistas y haciendo uso de las redes sociales. Repiten y aseguran que el pueblo nicaragüense está en total abandono por las autoridades y, por lo tanto, desprotegido ante esta pandemia. Sus cálculos matemáticos (sacados de las mangas de alguna camisa) servían para alarmar a la población. Para el 10 de mayo predijeron habría 23,000 muertos y 238,00 infectados. Las cifras al 09 de junio de 2020 son 1,464 casos con 55 muertos solamente.

 

 

   La segunda etapa ha sido el constante intento para desacreditar a las autoridades del MINSA (Ministerio de Salud de Nicaragua) y a los/as colegas que trabajan para el sistema de salud. Para este fin, aparecen detrás de nombres pomposos de organizaciones como la Asociación Médica Nicaragüense (activa desde el intento de golpe de 2018), un Comité Científico Multidisciplinario (activada en tiempos de COVID-19), la Sociedad Medica de Estelí y otras más recientes. Todas alimentan a la advenediza organización Observatorio Ciudadano, solo conocida desde abril de 2020.

 

 

   Esta organización de especialistas tiene otra “especialidad” y es la de dar números de muertos y enfermos, por cienes y miles, sin que digan las fuentes ni nombres, pues no pueden tener acceso a las estadísticas oficiales. Sus números solo tienen una lógica maquiavélica, poner cada día cienes y miles de enfermos, muertos y entierros. Acusan al MINSA de no haberse preparado para la emergencia y que el sistema de salud es anaquel desmantelado, por lo que para la población la mejor opción es, morirse en sus casas.

 

 

   La etapa más reciente de su campaña estratégica es la del pájaro de mal agüero: hablar, repetir y llamar hasta la saciedad a la muerte. Han sacado listas de muertos de los hospitales públicos (no de quienes mueren en sus hospitales privados), y como si no les bastara, sacaron una lista de médicos y enfermeras que según ellos han muerto hasta la primera semana de junio. En esa lista de sus propios excolegas, sacaron las fotografías, pero como era de esperarse, médicos que no han enfermado ni han muerto como el Dr. Rubén Flores Villavicencio y la Dra. Guadalupe Joya y otros más, han desmentido y demandado legalmente a quienes están detrás de la campaña de muertos. Esto no es nada nuevo, también lo hicieron en abril de 2018.

 

 

   Todas estas acciones forman parte de la demencia y el odio que tiene la oposición en Nicaragua. La estrategia está diseñada para hacer creer y, en el mejor de los casos convencer, a la población nicaragüense que estos “médicos” sí están preocupados y trabajando por la salud del pueblo, y se atreven a hacer recomendaciones de salud pública (jugando a hacer las autoridades de salud), a dar órdenes y hacer llamados a cuarentenas. Esta táctica pretende alcanzar la siguiente expectativa: Lo que la intentona golpista no hizo en abril de 2018, lo hará la pandemia: sacar al Presidente electo para octubre de 2020.

 

 

   Lo importante para la oposición es aprovecharse de la pandemia y hacer uso de los más de 16 millones de dólares que han recibido para “combatir” el COVID-19 en Nicaragua. Con esta agenda es que un grupito de médicos especialistas organizados, financiados y con cobertura mediática desde las redes sociales hasta las agencias de noticias internacionales, al unísono repiten uno tras otro el mismo mensaje.

 

 

   Así como algunos estudiantes fueron muy útiles para iniciar el golpe fallido en abril de 2018; ahora con pandemia, la oposición política entró en alianza perfecta con el grupito de médicos. Cada uno de ellos que trabaja para este "golpe sanitario" tiene una historia clara de resentimiento, están saturados de odio, faltan a su ética médica y en vez de dar asistencia médica, están especializándose en campañas de difamación y de activismo político.

 

 

   En verdad, si en Nicaragua estuviéramos llenos de tantos enfermos, con miles de muertos, y fuera genuina su preocupación por la salud del pueblo nicaragüense, deberían ponerse a la orden del Ministerio de Salud para trabajar en forma coordinada, dando sus aportes desde dentro del problema de forma responsable. Esto hacen muchos médicos privados en el mundo, pero prefieren pasearse por las televisoras, frente a micrófonos y pasar en las redes sociales escribiendo cualquier cantidad de mentiras para crear pánico en la población.

 

 

   ¿Porque hay tanto odio?

 

 

   La constitución de Nicaragua garantiza el derecho a la salud pública. Pero en 16 años de 3 gobiernos neoliberales (1990 a 2006), no solo redujeron el presupuesto a la salud, sino que también iniciaron la privatización del sector, en varias etapas, mientras los/as pacientes se morían en los pisos de los hospitales y tenían que pagar por cualquier servicio, aun en los hospitales públicos. Para algunos profesionales de la salud, sobre todo los especialistas, fue la oportunidad para aprender a lucrarse desde los hospitales públicos.

 

 

   En 2007 cuando regresó el gobierno Sandinista y el derecho a la salud fue restituido, implicó el despido de una cantidad de médicos por deshonestidad y tomar ventaja de los recursos públicos. Ahí empezó su descontento que luego se transformó en odio, aunque les ha ido muchísimo mejor en la medicina privada y en las Universidades como profesores. Algunos han logrado hacerse de hospitales y clínicas privadas de lujo cuyos servicios se pagan en dólares. Para ellos, la salud deja de ser un derecho y pasa a ser un producto más del mercado.

 

 

   A esta generación, le siguió otro grupo menor con el intento golpista de abril de 2018. Los del 2007 eran los profesores y mentores de este segundo grupo que trabajaba en los hospitales públicos. Estos abandonaban sus puestos de trabajo de los hospitales del MINSA de León, Jinotepe y Estelí y salían a marchar contra el MINSA y el gobierno.

 

 

   En agosto de 2018 y a presión del pueblo, el MINSA como cualquier empleador de cualquier país del mundo, en su derecho prescindió de los servicios de más de 100 médicos de estos hospitales. El empleador estaba en todo su derecho pues pusieron en riesgo la salud de los pacientes. Sin embargo, aún hoy quedan algunos en los Hospitales públicos y desde su puesto de trabajo, alimentan con información falsa mientras descuidan sus labores. Esta es otra estrategia, no dar asistencia a la población que busca ayuda, o dar “mala atención” y así seguir desacreditando al servicio público que es único en Centro América con una inversión de 21% de su presupuesto nacional.

 

 

   Estas dos olas de médicos están al frente de la nueva campaña política en Nicaragua. No les importa aprovecharse de las circunstancias para desacreditar, alarmar y mentir al pueblo. Son ellos responsables de la salud mental y emocional que ahora está sufriendo el pueblo nicaragüense, pues desde que comenzó la pandemia cada día rocían sus dosis de locura. Esto ha traído como resultado la paranoia colectiva dejando a su paso las negativas consecuencias a la salud de las personas. Sus declaraciones alarmantes y fuera de la realidad se copian sin pudor por las cadenas internacionales.

 

 

   Tratan de fingir preocupación por la salud de los nicaragüenses, cuando se trata de otra patraña para seguir coludidos con las fuerzas opositoras, a quienes nunca les interesó ni les interesa la salud del pueblo. Es obsceno, pero es un hecho que, a raíz de la campaña en contra del sistema de salud público, los más beneficiados han sido las clínicas y hospitales privados, pues ha sido la oportunidad para vender tratamientos y prometer salud a cambio de los dólares. Después que sacan los dólares, y los pacientes con COVID-19 llegan a un estado crítico, llaman para pedir las transferencias a los hospitales públicos.

 

 

   Es antiético e ilegal desde todo punto de vista que en medio de una pandemia manipulen, mientan y siembren odio. Ningún gobierno, ninguna autoridad de salud y ningún médico del mundo estuvo preparado para esto. Es letal aprovecharse de las dificultades que pueda tener el sistema de salud después que su economía fuera destruida en 2018 y que ahora quieren seguir ahogándolo más.

 

 

   Junto a esta campaña, siguen solicitando más sanciones para llevar a Nicaragua a un bloqueo económico hasta ahogarlo financieramente. Es perverso aprovecharse del dolor que está dejando el COVID-19 en todas las familias de nuestro país para sacar réditos políticos y económicos (al mejor estilo de los mafiosos).

 

 

   Su gran empeño radica en despedazar al que piensa diferente y especular que pueden destituir gobiernos electos, al mejor estilo de los pedidos que suenan los fascistas en España. En tiempos de crisis, conocemos lo mejor y lo peor de los seres humanos. Por eso en esta emergencia, se les ha ido cayendo la careta, pues su juramento Hipocrático lo han tirado por el caño, y solo revelan la miseria humana que habita en ellos.

 

 

   ¡Honor y Gloria al personal hospitalario que cuida cada día a nuestros pacientes en cada uno de los 87 hospitales públicos del MINSA, 17 construidos en los últimos 15 años, 8 de ellos construidos simultáneamente!

 

 

   10 de junio de 2020

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  • Soraya Gadea

    Soraya Gadea | Miércoles, 02 de Septiembre de 2020 a las 18:33:48 horas

    Soy nicaraguense y vivo en Tenerife, lkegue huyendo de la Dictadura y me sorprende la irresponsabilidad de este medio, a todas luces emisarios convenientes del Dictador Ortega.

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  • Ernesto Medina

    Ernesto Medina | Sábado, 20 de Junio de 2020 a las 18:01:53 horas

    No se si la persona que escribe este articulo vive en Nicaragua, si es así, debe vivir en el mundo paralelo que la dictadura Ortega-Murillo ha creado para sus seguidores y para los pocos que aun creen que aquí se construye una revolución que busca justicia, libertad y democracia para todas y todos los nicaragüenses.
    Yo vivo en Nicaragua, soy profesor universitario jubilado, tengo cuatro semanas de luchar contra el Covid-19. Aunque como jubilado tengo el derecho a recibir atención médica, no se me ocurre ir a ninguno de los “maravillosos” hospitales a que se refiere la autora del artículo, para ser atendido por médicos que, siguiendo instrucciones “superiores” falsifican certificados de defunción o no se atreven a diagnosticar los casos de Covid-19. He tenido dos momentos de crisis en los que el nivel de saturación de oxígeno bajó a niveles peligrosos y tuve que ir a un hospital privado para que me atendieran, todo esto a un costo económico muy alto para alguien que vive solo de su pensión.
    El maravilloso sistema de salud de que habla esta persona ha despedido a más de 15 médicos en estas últimas semanas en represalia porque firmaron un llamado a que se dotara al personal de salud de equipo de protección personal adecuado y que se tomaran medidas para contener los contagios. Solo un sistema de salud sin corazón y sin conciencia puede despedir a médicos con largos años de experiencia en medio de una pandemia y con el déficit crónico de personal que tenemos en Nicaragua. No puede ignorarse tampoco que este sistema de salud es parte de un sistema que tuvo tiempo suficiente para prepararse y enfrentar la pandemia, aun con las limitaciones que sabemos existen en un país empobrecido como Nicaragua. En lugar de esto, se han seguido organizando actividades masivas, convocadas por el gobierno, las clases no se han suspendido en ninguno de los niveles educativos, las ligas deportivas no se han interrumpido a pesar que desde hace varias semanas ya no se puede ocultar la tragedia que se está viviendo en el país. Los funerales express a cualquier hora del día o de la noche son el testimonio más cruel de esta tragedia.
    Sin duda alguna el personal de salud en su gran mayoría, está realizando una labor heroica, a pesar de las condiciones difíciles y de la ineptitud de sus dirigentes. También hay que reconocer el enorme esfuerzos de esos médicos, a los que esta señora menosprecia que, ante el vacío y el silencio por parte del gobierno, desde hace meses orientan y ayudan a la población para que se cuide y tome medidas para su protección. Gracias a este trabajo una buena parte de la población vive en una cuarentena de hecho, a pesar del discurso oficial que sigue diciendo que en Nicaragua todo está normal y que tenemos el sistema de salud más maravilloso del mundo que nos salvará de este mal.
    Cómo nicaragüense, lo único que pido es que se diga la verdad. Es el requisito fundamental para enfrentar la tragedia que estamos viviendo.
    Managua, 20 de junio de 2020
    Ernesto Medina Sandino

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  • Elisa

    Elisa | Jueves, 18 de Junio de 2020 a las 10:54:38 horas

    Cómo se nota que están muy activos (porque tienen el ocio suficiente) quienes intentaron dar un golpe de Estado en Nicaragua en 2018 para instaurar un régimen lacayo de Washington. Enredan, manipulan y tergiversan cualquier noticia que vaya contra sus intereses.

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  • Francisco

    Francisco | Miércoles, 17 de Junio de 2020 a las 23:57:11 horas

    Me quedó con el octavo párrafo escrito, relacionado al activismo político, pues no es más que eso este artículo. Mentira y manipulación así concluyó.

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  • Fernando Cerezal

    Fernando Cerezal | Miércoles, 17 de Junio de 2020 a las 16:38:28 horas

    Los Ortega-Murillo e Hijos SL han usurpado los ideales de Sandino y la revolución para enriquecerse a costa de la pobreza del pueblo de Nicaragua

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  • AzulCielo

    AzulCielo | Miércoles, 17 de Junio de 2020 a las 15:46:15 horas

    Igualito al discurso de cada medio día de la vice dictarura una mezcla de amor dice ella y denigración a los que dicen la verdad , ningún sistema ha podido contra Covid peor en centro America
    Todos los países tiene literalmente controlado el contagio comunitario menos Nicaragua ahí no dice que medidas ha implementado el estado para detener el Covid , simple porque no ha implementado medidas en vez de llamar al distanciamiento social liman cada día a fiestas ferias y desfiles una muy famosa fue al marcha por amor en tiempos del Covid , cuando las recomendaciones principal es el distanciamiento social las clases no se han interrumpido ni antes que llegara el Covid ni ahora que ya tiene 3 meses que apareció el Primer paciente nicaragüense , en Nicaragua nos están matando es u. Genocidio virosico somos 6 y medios millones de habitantes 17 hospitales uno por región no aguanta ni el suspiro lo mejor es el distanciamiento Social y quein lo hace es tachado de golpista y opositor , es a sabido que dentro de la mismas estructuras estatales y en las bases en secreto a voces hay disputas es inconformidades de cómo están manejando la pandemia pues hay muchos muertos que son trabajadores del estado y cuando los ministros del gobierno decían no hay virus no va venir ni entrar ningún virus a nicaragua les crecieron y siguieron exponiéndose los resultados sin ahora el sistema de salud está colapsado desde hace dos meses y porque la gente se queda en sus casas primero porque no alcanza ya prefiere morir en sus casas y segundo los trabajadores del sistema de salud sin operarios del gobierno en turno no hay profesionalismos de una gran mayoría han corrido a neumólogos anestesista Internistas porque se negaban a trabajar desprotegidos y en cambio han metido mucha gente sin experiencia pero fiel al Orteguismo muchas veces la gente van con los síntomas y si no Tenes fiebre te dicen eso no es nada eso es histeria
    Señores el sol no se tapa con un dedo
    Soy nicaragüense viviendo en Nicaragüa no mientan para engañar el pueblo

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  • Javier Amor

    Javier Amor | Miércoles, 17 de Junio de 2020 a las 11:07:57 horas

    Nicaragua es una dictadura criminal. Su artículo está lleno de mentiras y lugares comunes. Pareciera dictado x la bruja que nos ha hundido el país a punta de fusil y ahora de una pandemia promovida x ella. Me tuve que venir con mi familia en 2018 y soy sandinocomunista. Infórmese bien

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