REIVINDICAN EL RECONOCIMIENTO DE LA LENGUA ANDALUZA
Con motivo del 28 de septiembre, "Día de la Lengua Andaluza"
En el Día de la Lengua Andaluza, Nación Andaluza ha alzado la voz en pro de la revitalización de su idioma, un símbolo de resistencia cultural y diversidad. Esta organización política busca desentrañar y preservar el riquísimo patrimonio lingüístico andaluz (...).
El 28 de septiembre, Día de la Lengua Andaluza, conmemora el nacimiento del poeta y dramaturgo José María Martínez Álvarez de Sotomayor, mejor conocido como "Pepe Soto", quien vio la luz por primera vez en el año 1880 en Cuevas del Almanzora, Almería.
Este día ha sido tomado como una ocasión ideal por la organización política Nación Andaluza para subrayar la urgencia de la normalización lingüística de Andalucía.
"Pepe Soto, con sus textos que relataban la vida cotidiana de su comarca natal en “andalú”, demostró ser un pilar de resistencia lingüística frente a la asimilación cultural impuesta por Castilla después de la conquista de Andalucía, y más tarde por el Estado español".
"Sus escritos - afirman - son un testimonio de la persistencia del idioma andaluz, una muestra de resistencia cultural y un símbolo de la diversidad lingüística de Andalucía".
Nación Andaluza, conocedora de la importancia del idioma en la transmisión de conocimiento, historia y valores sociales, ha tomado un rol protagonista en la lucha por la preservación del andaluz.
Nación Andaluza ve el idioma como "un nexo con un pasado que se intenta ocultar, un medio de resistencia ante la colonización cultural y un reflejo del hecho nacional andaluz".
Nación Andaluza sostiene que "durante los siglos XV y XVI, los conquistadores implementaron políticas de exterminio cultural, con el fin de eliminar la lengua y escritura andaluzas, y con ello, los vínculos con su pasado, su cultura y su historia".
"Un ejemplo de esta represión - dicen - fue la prohibición de hablar y escribir en "arábigo", imponiendo severos castigos a quienes desobedecieran, y culminando con el acto de genocidio cultural en 1502, cuando millares de libros granadinos en árabe fueron quemados en la plaza de Bib Rambla de Granada por el Cardenal Cisneros".
Nación Andaluza resalta que, sin embargo, "la asimilación total nunca se concretó debido a la persistencia de formas lingüísticas distintas al idioma "oficial" impuesto, creando así un movimiento inconsciente y colectivo de resistencia cultural".
El Papel del Andalucismo Revolucionario
Según Nación Andaluza, el andalucismo revolucionario, liderado por figuras como Blas Infante, planteaba la lengua andaluza como una forma lingüística influida por las hablas medievales de Al-Ándalus y resaltando la incapacidad de las letras castellanas para expresar ciertos sonidos del andaluz.
Nación Andaluza ha propuesto varias medidas para la "normalización lingüística. Entre ellas, un plan para eliminar los estigmas del andaluz, la introducción de presentadores que hablen variedades dialectales andaluzas en Canal Sur, y la implementación de pruebas específicas de conocimientos lingüísticos para aspirantes no andaluzas en procesos de oposiciones para profesorado de lengua y literatura en Andalucía.
A través de su reivindicación por la lengua andaluza, Nación Andaluza insiste en la necesidad de preservar las lenguas como vehículos de transmisión de la cultura, la historia y los valores de un pueblo, y cómo la lengua andaluza, resistente a los intentos de asimilación y exterminio, permanece como un símbolo de identidad y resistencia cultural.
El 28 de septiembre, Día de la Lengua Andaluza, conmemora el nacimiento del poeta y dramaturgo José María Martínez Álvarez de Sotomayor, mejor conocido como "Pepe Soto", quien vio la luz por primera vez en el año 1880 en Cuevas del Almanzora, Almería.
Este día ha sido tomado como una ocasión ideal por la organización política Nación Andaluza para subrayar la urgencia de la normalización lingüística de Andalucía.
"Pepe Soto, con sus textos que relataban la vida cotidiana de su comarca natal en “andalú”, demostró ser un pilar de resistencia lingüística frente a la asimilación cultural impuesta por Castilla después de la conquista de Andalucía, y más tarde por el Estado español".
"Sus escritos - afirman - son un testimonio de la persistencia del idioma andaluz, una muestra de resistencia cultural y un símbolo de la diversidad lingüística de Andalucía".
Nación Andaluza, conocedora de la importancia del idioma en la transmisión de conocimiento, historia y valores sociales, ha tomado un rol protagonista en la lucha por la preservación del andaluz.
Nación Andaluza ve el idioma como "un nexo con un pasado que se intenta ocultar, un medio de resistencia ante la colonización cultural y un reflejo del hecho nacional andaluz".
Nación Andaluza sostiene que "durante los siglos XV y XVI, los conquistadores implementaron políticas de exterminio cultural, con el fin de eliminar la lengua y escritura andaluzas, y con ello, los vínculos con su pasado, su cultura y su historia".
"Un ejemplo de esta represión - dicen - fue la prohibición de hablar y escribir en "arábigo", imponiendo severos castigos a quienes desobedecieran, y culminando con el acto de genocidio cultural en 1502, cuando millares de libros granadinos en árabe fueron quemados en la plaza de Bib Rambla de Granada por el Cardenal Cisneros".
Nación Andaluza resalta que, sin embargo, "la asimilación total nunca se concretó debido a la persistencia de formas lingüísticas distintas al idioma "oficial" impuesto, creando así un movimiento inconsciente y colectivo de resistencia cultural".
El Papel del Andalucismo Revolucionario
Según Nación Andaluza, el andalucismo revolucionario, liderado por figuras como Blas Infante, planteaba la lengua andaluza como una forma lingüística influida por las hablas medievales de Al-Ándalus y resaltando la incapacidad de las letras castellanas para expresar ciertos sonidos del andaluz.
Nación Andaluza ha propuesto varias medidas para la "normalización lingüística. Entre ellas, un plan para eliminar los estigmas del andaluz, la introducción de presentadores que hablen variedades dialectales andaluzas en Canal Sur, y la implementación de pruebas específicas de conocimientos lingüísticos para aspirantes no andaluzas en procesos de oposiciones para profesorado de lengua y literatura en Andalucía.
A través de su reivindicación por la lengua andaluza, Nación Andaluza insiste en la necesidad de preservar las lenguas como vehículos de transmisión de la cultura, la historia y los valores de un pueblo, y cómo la lengua andaluza, resistente a los intentos de asimilación y exterminio, permanece como un símbolo de identidad y resistencia cultural.

































Antoni | Lunes, 02 de Octubre de 2023 a las 13:40:04 horas
Con todos los respetos a "Nación Andaluza". Una cosa es defender las particularidades lingüísticas del andaluz (o mejor dicho, las diferentes hablas andaluzas) que no tiene porque ser considerado un castellano mal hablado ni los andaluces tienen por qué imitar el castellano septentrional; pero otra muy diferente es considerarlo un idioma propio distinto del castellano y que incluso se relaciona con el árabe andalusí. Las hablas andaluzas son variedades diatópicas del castellano o español (eso que antes se llamaba dialectos) con sus peculiaridades fonéticas, léxicas y morfosintácticas bien respetables, y que además hay dentro de ellas variedades diástraticas (según el nivel sociolingüístico) y diafásicas (maneras de expresarse según el contexto). Por otro lado, muestra como ejemplo del idioma andaluz a un escritor de Almería, cuando precisamente en Almería es donde menos sentimiento andaluz hay, y desde el punto de vista lingüístico su habla está más relacionada con el murciano que con las hablas de la Andalucía histórica, que se corresponde grosso modo a la antigua Bética.
Los que defendemos la unidad lingüística en el caso del catalán, por ejemplo, y sus variedades ante el secesionismo blavero y gonella, hemos de ser coherentes con respecto a las variedades del castellano.
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