
RENTA CIUDADANA: LA PRIMERA GRAN ESTAFA DEL "GOBIERNO DE PROGRESO" DE CANARIAS
Los socios dicen ahora que la medida que prometieron aprobar "de manera urgente" podría tardar 4 años en aplicarse
Incluso antes de llegar a tomar posesión de sus cargos, los miembros del autoproclamado "gobierno de progreso" de Canarias acaban de reconocer, públicamente, que la que presentaron como su "medida estrella" durante el proceso electoral, la "renta ciudadana", no solo no será aplicada con carácter de "urgencia", tal y como prometieron, sino que podría llegarse al final de la legislatura sin que la mayoría de sus potenciales beneficiarios lleguen a ver un solo euro de esta ayuda económica (...).
Por EUGENIO FERNÁNDEZ / REDACCIÓN CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
Bastante menos de una legislatura hizo falta para que los llamados "ayuntamientos del cambio" dejaran muy claro que, con independencia de los nuevos ropajes con los que se puedan camuflar, organizaciones socialdemócratas como Podemos, Izquierda Unida o el PSOE no tienen nada sustancial que ofrecer a las mayorías sociales.
Pasando a velocidad de vértido del "sí se puede" al "esto es lo que hay", los ayuntamientos de Barcelona, Madrid o Zaragoza se limitaron a realizar algunos cambios cosméticos, mientras los desahucios continuaron produciéndose, las grandes empresas siguieron especulando con el suelo con el apoyo de los grupos municipales y los problemas reales de esa "gente" a la que decían representar siguieron sin resolverse.
Sucedió en estos municipios algo similar a lo que, a nivel estatal, ha ocurrido en Grecia con ese referente europeo de la socialdemocracia vergonzante que fue Alexis Tsipras, hoy descabalgado por la derecha tradicional después de hacer el trabajo sucio al gran capital vendiendo su país a trozos y a precio de saldo.
No hace falta ser ningún adivino, pues, para pronosticar que otro tanto de lo mismo va a pasar en Canarias con el autoproclamado "gobierno de progreso", integrado por el PSOE, Nueva Canarias, Podemos y el partido del cacique de La Gomera, "Don Casimiro" Curbelo.
Y ello, además, no solo por la experiencia vivida con gobiernos de semejante signo, sino porque los propios implicados se han encargado ya de poner en evidencia el carácter fraudulento de la que habían presentado como su "medida estrella".
Se trata de la "renta ciudadana". Pomposo nombre que en absoluto alude a nada parecido a la llamada "renta básica" y que, en realidad, no sería más que una ayuda de 600 euros para las personas y familias sin ingresos o de lo necesario para que lleguen a esa cantidad aquellos que cobran salarios o pensiones inferiores.
El texto del "pacto de las flores" firmado por los socios del nuevo gobierno contemplaba, explícitamente, que esta "renta ciudadana" se instauraría mediante una ley de "manera urgente". Así fue publicitado, a bombo y platillo, por los propios firmantes. Ahora, sin embargo, el próximo presidente, Ángel Víctor Torres, y su vicepresidente y consejero de Hacienda, Román Rodríguez, han anunciado que para la implantación de dicha renta habrá que esperar entre tres y cuatro años. Es decir, el mismo tiempo que corresponde a toda la actual legislatura.
Desde la Consejería de Hacienda que gobernará ese vendedor de humo que es Román Rodríguez no tienen empacho en afirmar, además, "que ven harto complicado el proceso de instauración de la nueva ayuda económica bajo las actuales condiciones presupuestarias", por no estar contemplada en el marco plurianual para los ejercicios del periodo 2019-2021. Una circunstancia que, al parecer, pretenden hacer creer que desconocía en el momento de realizar sus grandilocuentes promesas electorales.
Pero también más allá de 2021 quedará en el aire la supuesta concesión de esta ayuda a las decenas de miles de personas que, según los criterios establecidos, tendrían derecho a recibirla. Como aplicados gestores de las medidas neoliberales impuestas desde la UE, los socios progresistas tendrán que supeditar cualquier pago al cumplimiento estricto de la regla máxima de gasto, de manera que lo que finalmente "se pueda" dependerá, en el mejor de los casos, de un hipotético incremento de la recaudación pública.
Los miembros del futuro gobierno prometen ahora, como antes prometieron pagar la ayuda con "carácter de urgencia", que "habrá recursos suficientes para financiar la renta ciudadana, suprimiento bonificaciones fiscales de dudoso interés, mejorando la progresividad del impuesto al IRPF, recuperando el impuesto de sucesiones o recaudando más en el IGIC". No obstante, incluso en el caso de que los "progresistas" se atrevieran a incrementar los impuestos a la clase empresarial -cosa harto dudosa - estos no dejan de señalar que "desarrollar el sistema de la renta ciudadana llevará los ya mencionados tres o cuatro años".
"Una posibilidad - apuntan - sería ponerla en práctica gradualmente, abonando a las personas en peor situación económica". Algo no muy diferente, en definitiva, a las insuficientes y escuálidas ayudas que ya abonaba, mal y tarde, el anterior ejecutivo de Coalición Canaria.
Por EUGENIO FERNÁNDEZ / REDACCIÓN CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
Bastante menos de una legislatura hizo falta para que los llamados "ayuntamientos del cambio" dejaran muy claro que, con independencia de los nuevos ropajes con los que se puedan camuflar, organizaciones socialdemócratas como Podemos, Izquierda Unida o el PSOE no tienen nada sustancial que ofrecer a las mayorías sociales.
Pasando a velocidad de vértido del "sí se puede" al "esto es lo que hay", los ayuntamientos de Barcelona, Madrid o Zaragoza se limitaron a realizar algunos cambios cosméticos, mientras los desahucios continuaron produciéndose, las grandes empresas siguieron especulando con el suelo con el apoyo de los grupos municipales y los problemas reales de esa "gente" a la que decían representar siguieron sin resolverse.
Sucedió en estos municipios algo similar a lo que, a nivel estatal, ha ocurrido en Grecia con ese referente europeo de la socialdemocracia vergonzante que fue Alexis Tsipras, hoy descabalgado por la derecha tradicional después de hacer el trabajo sucio al gran capital vendiendo su país a trozos y a precio de saldo.
No hace falta ser ningún adivino, pues, para pronosticar que otro tanto de lo mismo va a pasar en Canarias con el autoproclamado "gobierno de progreso", integrado por el PSOE, Nueva Canarias, Podemos y el partido del cacique de La Gomera, "Don Casimiro" Curbelo.
Y ello, además, no solo por la experiencia vivida con gobiernos de semejante signo, sino porque los propios implicados se han encargado ya de poner en evidencia el carácter fraudulento de la que habían presentado como su "medida estrella".
Se trata de la "renta ciudadana". Pomposo nombre que en absoluto alude a nada parecido a la llamada "renta básica" y que, en realidad, no sería más que una ayuda de 600 euros para las personas y familias sin ingresos o de lo necesario para que lleguen a esa cantidad aquellos que cobran salarios o pensiones inferiores.
El texto del "pacto de las flores" firmado por los socios del nuevo gobierno contemplaba, explícitamente, que esta "renta ciudadana" se instauraría mediante una ley de "manera urgente". Así fue publicitado, a bombo y platillo, por los propios firmantes. Ahora, sin embargo, el próximo presidente, Ángel Víctor Torres, y su vicepresidente y consejero de Hacienda, Román Rodríguez, han anunciado que para la implantación de dicha renta habrá que esperar entre tres y cuatro años. Es decir, el mismo tiempo que corresponde a toda la actual legislatura.
Desde la Consejería de Hacienda que gobernará ese vendedor de humo que es Román Rodríguez no tienen empacho en afirmar, además, "que ven harto complicado el proceso de instauración de la nueva ayuda económica bajo las actuales condiciones presupuestarias", por no estar contemplada en el marco plurianual para los ejercicios del periodo 2019-2021. Una circunstancia que, al parecer, pretenden hacer creer que desconocía en el momento de realizar sus grandilocuentes promesas electorales.
Pero también más allá de 2021 quedará en el aire la supuesta concesión de esta ayuda a las decenas de miles de personas que, según los criterios establecidos, tendrían derecho a recibirla. Como aplicados gestores de las medidas neoliberales impuestas desde la UE, los socios progresistas tendrán que supeditar cualquier pago al cumplimiento estricto de la regla máxima de gasto, de manera que lo que finalmente "se pueda" dependerá, en el mejor de los casos, de un hipotético incremento de la recaudación pública.
Los miembros del futuro gobierno prometen ahora, como antes prometieron pagar la ayuda con "carácter de urgencia", que "habrá recursos suficientes para financiar la renta ciudadana, suprimiento bonificaciones fiscales de dudoso interés, mejorando la progresividad del impuesto al IRPF, recuperando el impuesto de sucesiones o recaudando más en el IGIC". No obstante, incluso en el caso de que los "progresistas" se atrevieran a incrementar los impuestos a la clase empresarial -cosa harto dudosa - estos no dejan de señalar que "desarrollar el sistema de la renta ciudadana llevará los ya mencionados tres o cuatro años".
"Una posibilidad - apuntan - sería ponerla en práctica gradualmente, abonando a las personas en peor situación económica". Algo no muy diferente, en definitiva, a las insuficientes y escuálidas ayudas que ya abonaba, mal y tarde, el anterior ejecutivo de Coalición Canaria.
amelia | Lunes, 16 de Septiembre de 2019 a las 23:28:58 horas
madre mia del amor hermoso,lo peor para la izquierda real y para la sociedad,son promesas que sepan que no van a cumplir,pero que a la gente le encanta oir,por eso a la calle ya,pero claro como se dice,con lindas promesas han paralizado a toda la sociedad
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