
CUANDO SE PONE EN EVIDENCIA QUE LA "LINEAS ROJAS" ERAN SOLO UN CUENTO DE MIEDO
LOS SOCIALDEMÓCRATAS CATALANES A LA GRESCA POR LA ALCALDÍA DE BARCELONA
Las corrientes socialdemócratas catalanas, ERC y Podemos, sostienen una encarnizada trifulca por la alcaldía, en la que motivo principal son los puestos y no los programas.
Las dos corrientes de la socialdemocracia catalana, Esquerra Republicana de Cataluña y Podem Comú, libran una encarnizada batalla en la que se disputan la primera poltrona municipal y los consiguientes puestos, clientelas, prebendas e ingresos crematísticos que ello genera.
POR ADAY QUESADA PARA CANARIAS SEMANAL
Las dos corrientes de la socialdemocracia catalana, Esquerra Republicana de Cataluña y En Comú Podem , libran una encarnizada batalla en la que se disputan la primera poltrona municipal y los consiguientes puestos, clientelas, prebendas e ingresos crematísticos que todo ello genera.
Por eso no resultaba hoy extraña la crispada expresión de soberano cabreo que podía apreciarse en el rostro de Ernest Maragall, el candidato más votado para la alcaldía de Barcelona, al que la actual alcaldesa, Ada Colau ha dado un portazo en plenas narices al suscribir un acuerdo con el candidato del partido derechista Ciudadanos para que apoye su nominación como primera edil de una de las ciudades más importantes del Estado español.
Los intentos de Maragall para lograr hilvanar una coalición socialdemócrata, - que no es otra la identidad ideológica del propio ERC y de la versión catalana de Podemos-, se han visto frustrados porque la ambición de Colau por seguir ocupando la poltrona municipal, por encima de cualquier otra consideración política o ideológica, tiene dimensiones monumentales.
En el curso de estos días, los podemitas catalanes, como otras tantas formaciones políticas en todo el país, no han dudado ni un solo minuto en desdecirse de todo lo que hasta hace unas horas habían estado prometiendo y reprometiendo a sus electores. Para justificarse, razonan que las cosas en "el juego político" son como son, y que por tanto es obligatorio adaptarse dócilmente a este tipo de mercadeo con los votos de sus electores. "Esto es lo que hay", nos decía estos días un connotado podemita.
No obstante, el veterano Maragall ha estado tratado de hacer un esfuercito y ha puesto rienda a la verbosidad de sus improperios, intentando apelar a la cordura de las bases de los comú podemitas.
Y es que la cuestión es que cerca de diez mil "inscritos" de la versión catalana de Podemos tendrán derecho a teclear desde su ordenador este mismo viernes, 13 junio, en votación telemática, si optan por pactar con los sociatas catalanes o por Ernest Maragall. Si eligen la primera alternativa, la Colau continuará bien pegada con poxipol a su poltrona municipal. Pero si, por el contrario, votan por la primera, el alcalde será Maragall.
Según Ernest Maragall, la disyuntiva que se les plantea a la base podemita catalana no es otra que: "alcaldía con Valls sí o no". El candidato de ERC argumentó que si las bases podemitas votaran NO a Valls, ello sería una excelente "lección" que le darían a la dirección de su organización para que así aprendieran a ser coherentes. Si por el contrario, votarán SI , ello significaría que le estarían poniendo en las manos del derechista hispano-francés la llave de la ciudad de Barcelona.
Maragall se ha mostrado duramente crítico con Colau, a quien acusó de estar preocupada fundamentalmente por la "silla" o el "trono", dijo. Ha acusado, igualmente, a la Colau de haberle hecho una jugarreta estafadora. "Hoy hemos salido de dudas. Han caído todas las caretas", dijo. Maragall dice que Colau se había comportado con él de manera sibilinamente malévola, apostando "tácticamente" por un tripartito imposible, con el deliberado propósito "de tratar de ganar unos días, tiempo y espacio ".
"Lo único que le interesa a ella es la alcaldía", se lamentó Maragall, reprochándole a la alcaldesa podemita que haya dejado de hablar de la ciudad de Barcelona. "Barcelona en Comú" ha renunciado a la B de sus siglas"- dijo.
Maragall, a pesar de reconocer que las posibilidades de ocupar la alcaldía son ahora muy escasas, porque a Colau y Collboni les basta con los tres votos de Valls para salir elegidos, manifestó que él continuará "estando abierto", defendiendo que mantendrá su investidura hasta el último momento.
POR ADAY QUESADA PARA CANARIAS SEMANAL
Las dos corrientes de la socialdemocracia catalana, Esquerra Republicana de Cataluña y En Comú Podem , libran una encarnizada batalla en la que se disputan la primera poltrona municipal y los consiguientes puestos, clientelas, prebendas e ingresos crematísticos que todo ello genera.
Por eso no resultaba hoy extraña la crispada expresión de soberano cabreo que podía apreciarse en el rostro de Ernest Maragall, el candidato más votado para la alcaldía de Barcelona, al que la actual alcaldesa, Ada Colau ha dado un portazo en plenas narices al suscribir un acuerdo con el candidato del partido derechista Ciudadanos para que apoye su nominación como primera edil de una de las ciudades más importantes del Estado español.
Los intentos de Maragall para lograr hilvanar una coalición socialdemócrata, - que no es otra la identidad ideológica del propio ERC y de la versión catalana de Podemos-, se han visto frustrados porque la ambición de Colau por seguir ocupando la poltrona municipal, por encima de cualquier otra consideración política o ideológica, tiene dimensiones monumentales.
En el curso de estos días, los podemitas catalanes, como otras tantas formaciones políticas en todo el país, no han dudado ni un solo minuto en desdecirse de todo lo que hasta hace unas horas habían estado prometiendo y reprometiendo a sus electores. Para justificarse, razonan que las cosas en "el juego político" son como son, y que por tanto es obligatorio adaptarse dócilmente a este tipo de mercadeo con los votos de sus electores. "Esto es lo que hay", nos decía estos días un connotado podemita.
No obstante, el veterano Maragall ha estado tratado de hacer un esfuercito y ha puesto rienda a la verbosidad de sus improperios, intentando apelar a la cordura de las bases de los comú podemitas.
Y es que la cuestión es que cerca de diez mil "inscritos" de la versión catalana de Podemos tendrán derecho a teclear desde su ordenador este mismo viernes, 13 junio, en votación telemática, si optan por pactar con los sociatas catalanes o por Ernest Maragall. Si eligen la primera alternativa, la Colau continuará bien pegada con poxipol a su poltrona municipal. Pero si, por el contrario, votan por la primera, el alcalde será Maragall.
Según Ernest Maragall, la disyuntiva que se les plantea a la base podemita catalana no es otra que: "alcaldía con Valls sí o no". El candidato de ERC argumentó que si las bases podemitas votaran NO a Valls, ello sería una excelente "lección" que le darían a la dirección de su organización para que así aprendieran a ser coherentes. Si por el contrario, votarán SI , ello significaría que le estarían poniendo en las manos del derechista hispano-francés la llave de la ciudad de Barcelona.
Maragall se ha mostrado duramente crítico con Colau, a quien acusó de estar preocupada fundamentalmente por la "silla" o el "trono", dijo. Ha acusado, igualmente, a la Colau de haberle hecho una jugarreta estafadora. "Hoy hemos salido de dudas. Han caído todas las caretas", dijo. Maragall dice que Colau se había comportado con él de manera sibilinamente malévola, apostando "tácticamente" por un tripartito imposible, con el deliberado propósito "de tratar de ganar unos días, tiempo y espacio ".
"Lo único que le interesa a ella es la alcaldía", se lamentó Maragall, reprochándole a la alcaldesa podemita que haya dejado de hablar de la ciudad de Barcelona. "Barcelona en Comú" ha renunciado a la B de sus siglas"- dijo.
Maragall, a pesar de reconocer que las posibilidades de ocupar la alcaldía son ahora muy escasas, porque a Colau y Collboni les basta con los tres votos de Valls para salir elegidos, manifestó que él continuará "estando abierto", defendiendo que mantendrá su investidura hasta el último momento.
ernesto | Viernes, 14 de Junio de 2019 a las 15:41:29 horas
Si tanto le preocupa la alcaldía a Maragall contra los Valls ( Cs) y los PSC, que se la ceda a la ambiciosa Colau y así ésta se acuesta con los independentistas. Nadie cede nada, pues toma poltronas !
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