LAS EMPRESAS ARMAMENTISTAS Y EL NEGOCIO DE LA GUERRA CONTRA IRÁN
Los fabricantes de muerte y destrucción hablan a sus inversores de las ganancias que les dejará la guerra.
A mediados de mayo, los ejecutivos de las empresas de armamento de Estados Unidos se reunieron en la deslumbrante torre de Goldman Sachs en Manhattan, para asistir a una conferencia de banqueros y analistas financieros.
![[Img #58366]](http://canarias-semanal.org/upload/images/05_2019/2948_put.jpg)
Por CLARA LÓPEZ GONZÁLEZ PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
Mientras el mundo se halla en vilo por la situación en Oriente Medio, donde Estados Unidos y sus aliados están tensando las relaciones con Irán, los hombres y mujeres del negocio de la guerra, que asistieron a la conferencia de banqueros y analistas financieros en la sede de Goldman Sachs, se dedicaron a hablar de oportunidad.
Eric DeMarco, presidente de Kratos Defense & Security Solutions, se dirigió a los asistentes para anunciar que su empresa está “muy bien situada” de cara al cambio que se prevé en el presupuesto militar. Dijo que las tensiones con Irán, Rusia y China, podrían poner en riesgo la fuerza naval de EEUU, lo que requeriría la puesta al día de los misiles balísticos, precisamente el tipo de sistemas en los que Kratos Defense se especializa.
Los mayores fabricantes de toda la industria armamentista han asegurado a sus inversores que la escalada del conflicto con Irán puede ser bueno para los negocios. En enero pasado, Thomas Kennedy, director de Raytheon, dijo en una entrevista radiofónica, según la transcripción, que “el mayor interés es Irán”. La empresa -añadió- había obtenido recientemente la aprobación para proveer sistemas de misiles a Arabia Saudita, país que está movilizando sus sistemas de defensa en previsión de una guerra potencial. Al mes siguiente, Kennedy se presentó en la conferencia de inversores de Cowen Aerospace, donde volvió a poner el acento en el aumento de beneficios que reportaría el conflicto armado con Irán. Dijo, además, que había estado mucho tiempo en la Colina del Capitolio debatiendo “toda la información que vemos de Rusia, China y hasta cierto punto todavía de Corea del Norte, y lo que Irán está haciendo”. De estas conversaciones en Washington D. C. -aseguró- salió “con mucho optimismo de que el presupuesto de defensa se incrementará”.
La directora de Lockeed Martin, Marillyn Mewson, durante la reunión de los inversores de su empresa en enero pasado, también habló de la amenaza creciente de Irán. La Estrategia Nacional de Defensa del Departamento de Defensa, un borrador publicado a comienzos de este año para la planificación militar -dijo Hewson- trata de “la gran competencia por el poder con China y Rusia y otros actores como Irán y Corea del Norte”. Esta Estrategia -aseguró-, junto con “el apoyo de los dos partidos al gasto en defensa”, hizo mejorar las perspectivas de su compañía.
Estas declaraciones a los inversores de las grandes empresas armamentistas se producen al tiempo que EEUU amenaza abiertamente con iniciar una nueva guerra. En las últimas semanas, la administración Trump habló de enviar 120.000 soldados a Oriente Medio para preparar la guerra con Irán, decisión que llega tras dos años de sanciones y retórica militarista sobre las supuestas amenazas que plantea el gobierno de Teherán. Esta escalada de tensiones, que aumenta la posibilidad de catástrofe y pérdida de vidas humanas, reporta, sin embargo, sustanciosos beneficios a todas las empresas implicadas en la industria bélica.
Esta industria no es un observador pasivo del conflicto. Las mayores empresas invierten grandes sumas de dinero en grupos de presión o lobbies para influir en el presupuesto del Pentágono. La última Ley de Autorización de Defensa Nacional incluye varias directivas sobre Irán, entre ellas una que contempla que los aliados de EEUU “construyan una arquitectura interpolable de misiles defensivos ante la amenaza de los misiles de la República Islámica de Irán” y que el Secretario de Defensa desarrolle un plan para contrarrestar las “actividades desestabilizadoras de Irán”.
Fuente:
https://theintercept.com/2019/05/28/arms-manufacturers-investors-iran-business/
Por CLARA LÓPEZ GONZÁLEZ PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
Mientras el mundo se halla en vilo por la situación en Oriente Medio, donde Estados Unidos y sus aliados están tensando las relaciones con Irán, los hombres y mujeres del negocio de la guerra, que asistieron a la conferencia de banqueros y analistas financieros en la sede de Goldman Sachs, se dedicaron a hablar de oportunidad.
Eric DeMarco, presidente de Kratos Defense & Security Solutions, se dirigió a los asistentes para anunciar que su empresa está “muy bien situada” de cara al cambio que se prevé en el presupuesto militar. Dijo que las tensiones con Irán, Rusia y China, podrían poner en riesgo la fuerza naval de EEUU, lo que requeriría la puesta al día de los misiles balísticos, precisamente el tipo de sistemas en los que Kratos Defense se especializa.
Los mayores fabricantes de toda la industria armamentista han asegurado a sus inversores que la escalada del conflicto con Irán puede ser bueno para los negocios. En enero pasado, Thomas Kennedy, director de Raytheon, dijo en una entrevista radiofónica, según la transcripción, que “el mayor interés es Irán”. La empresa -añadió- había obtenido recientemente la aprobación para proveer sistemas de misiles a Arabia Saudita, país que está movilizando sus sistemas de defensa en previsión de una guerra potencial. Al mes siguiente, Kennedy se presentó en la conferencia de inversores de Cowen Aerospace, donde volvió a poner el acento en el aumento de beneficios que reportaría el conflicto armado con Irán. Dijo, además, que había estado mucho tiempo en la Colina del Capitolio debatiendo “toda la información que vemos de Rusia, China y hasta cierto punto todavía de Corea del Norte, y lo que Irán está haciendo”. De estas conversaciones en Washington D. C. -aseguró- salió “con mucho optimismo de que el presupuesto de defensa se incrementará”.
La directora de Lockeed Martin, Marillyn Mewson, durante la reunión de los inversores de su empresa en enero pasado, también habló de la amenaza creciente de Irán. La Estrategia Nacional de Defensa del Departamento de Defensa, un borrador publicado a comienzos de este año para la planificación militar -dijo Hewson- trata de “la gran competencia por el poder con China y Rusia y otros actores como Irán y Corea del Norte”. Esta Estrategia -aseguró-, junto con “el apoyo de los dos partidos al gasto en defensa”, hizo mejorar las perspectivas de su compañía.
Estas declaraciones a los inversores de las grandes empresas armamentistas se producen al tiempo que EEUU amenaza abiertamente con iniciar una nueva guerra. En las últimas semanas, la administración Trump habló de enviar 120.000 soldados a Oriente Medio para preparar la guerra con Irán, decisión que llega tras dos años de sanciones y retórica militarista sobre las supuestas amenazas que plantea el gobierno de Teherán. Esta escalada de tensiones, que aumenta la posibilidad de catástrofe y pérdida de vidas humanas, reporta, sin embargo, sustanciosos beneficios a todas las empresas implicadas en la industria bélica.
Esta industria no es un observador pasivo del conflicto. Las mayores empresas invierten grandes sumas de dinero en grupos de presión o lobbies para influir en el presupuesto del Pentágono. La última Ley de Autorización de Defensa Nacional incluye varias directivas sobre Irán, entre ellas una que contempla que los aliados de EEUU “construyan una arquitectura interpolable de misiles defensivos ante la amenaza de los misiles de la República Islámica de Irán” y que el Secretario de Defensa desarrolle un plan para contrarrestar las “actividades desestabilizadoras de Irán”.
Fuente:
https://theintercept.com/2019/05/28/arms-manufacturers-investors-iran-business/
AMEAUXET | Domingo, 02 de Junio de 2019 a las 07:33:44 horas
DESDE LA GUERRA, APARTE DE MUERTE Y DESTRUCCIÓN, SE PUEDE SACAR ALGO DE PROVECHO QUE NO SEA LA PROPIA DESTRUCCIÓN
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