
LOS DESERTORES DEL EJÉRCITO VENEZOLANO ABANDONADOS A SU SUERTE EN COLOMBIA (VÍDEO)
Roma no pagaba a traidores, el Imperio yanqui y su títere Guaidó tampoco
Un grupo de militares venezolanos que desertaron a Colombia durante el intento del ingreso de la supuesta "ayuda humanitaria" a Venezuela, el pasado 23 de febrero, denunciaron el desalojo y el abandono del que son víctimas por parte de la Agencia de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y la autoridades colombianas. "Deben irse. Salgan en 3 días. Hay 350 mil pesos y una colchoneta
Por CARLOS RAFAEL RODRÍGUEZ PARA CANARIAS SEMANAL. ORG.-
Un grupo de militares venezolanos que desertó y huyo a Colombia durante el intento del ingreso de la supuesta "ayuda humanitaria" a Venezuela, el pasado 23 de febrero, denunció el desalojo y el abandono del que son víctimas por parte de la Agencia de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y la autoridades colombianas.
"Deben irse. Salgan en 3 días. Hay 350 mil pesos y una colchoneta para cada uno"- fueron las indicaciones de los representantes de Acnur a los desertores alojados en el hotel Villa Antigua de la ciudad de Cúcuta, en Colombia.
Así lo recoge una información que la presidenta de Telesur, Patricia Villegas, expuso vía Twitter el sábado 16 de marzo. La nota se hace eco de las declaraciones de uno de los militares desertores a la emisora W Radio Colombia.
Asimismo, los militares desertores hicieron un llamado al diputado de la Asamblea Nacional en desacato y autoproclamado presidente de Venezuela, Juan Guaidó, con quien no mantienen comunicación desde del día de los sucesos de la frontera con Colombia provocados por la oposición venezolana del día 23 febrero.
“Estamos a la deriva, no tenemos el apoyo de nadie. Queremos que se apersone Juan Guaidó a darnos la cara”- declaró el ex sargento segundo del Ejército venezolano, Luis González Hernández, portavoz del grupo denunciante.
La información la confirma, igualmente, el diario venezolano El Nacional este domingo 17 de marzo, asegurando que los denunciantes manifiestan que se sienten "aislados y maltratados por las autoridades de Colombia y por la organización ACNUR, dependiente de las Naciones Unidas".
En este sentido, el diario asegura que el grupo de militares no dispone de permiso para salir del hotel en el que se mantienen hospedados por las supuestas instrucciones del jefe de las oficinas de Acnur en Cúcuta, Rafael Zabala, al tiempo que son “sometidos a maltratos e insultos por haber abandonado su país”.
“Estos militares tienen estipulado un horario dentro de esas instalaciones, no se les permite salir y son tildados de traidores a la patria por desertar. Acnur tampoco permite que ningún representante político acceda a ellos”, declaró una fuente anónima.
Sin embargo, lo que realmente resulta revelador de esta información no se encuentra en el contenido sino en su contexto.
En primer lugar, porque confirma el carácter artificial de la situación política venezolana configurada por las fuerzas de la ultraderecha local y el auspicio del gobierno de Estados Unidos.
La denuncia de los militares desertores revela claramente que el motivo principal del abandono de la institución no era "el descontento y deseo de cambio” para su país, tal y como afirmaron los medios occidentales.
En las declaraciones de los desilusionados desertores se identifica uno de los acicates de las deserciones de los militares: el móvil material. Claramente, reclaman al gobierno de Colombia, a ACNUR y, sobre todo, a Juan Guaidó, que cumplan con lo que ellos consideran que les corresponde recibir, por el papel que asumieron el día en que se introduciría la supuesta ayuda humanitaria.
El 28 de febrero pasado, el ministro venezolano para la Defensa, Vladimir Padrino López, denunció que la oposición le estaba ofreciendo a los militares venezolanos hasta 20 mil dólares para desertar a Colombia.
Junto a este estímulo material, también se recurrió al miedo para intentar que los militares venezolanos desobedecieran a sus mandos y desertaran al país vecino.
Fue el mismo Juan Guaidó quien primero prometió a los militares que cambiasen de bando una amnistía en un supuesto nuevo Gobierno. También lo hicieron el senador republicano estadounidense Marco Rubio, el asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, el comandante del Comando Sur de los Estados Unidos, Craig Faller, y el mismísimo presidente de EE.UU., Donald Trump, quien también les amenazó con la posibilidad de que lo "perdieran todo", "si no se ponían del lado correcto de la historia”.
Sea cierta o no históricamente, la socorrida frase de que “Roma no paga a traidores” ilustra como ninguna otra la suerte de quienes soñaron con los beneficios personales de combatir del lado del poderoso enemigo que ataca despiadadamente a su pueblo.
VÍDEO:
Por CARLOS RAFAEL RODRÍGUEZ PARA CANARIAS SEMANAL. ORG.-
Un grupo de militares venezolanos que desertó y huyo a Colombia durante el intento del ingreso de la supuesta "ayuda humanitaria" a Venezuela, el pasado 23 de febrero, denunció el desalojo y el abandono del que son víctimas por parte de la Agencia de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y la autoridades colombianas.
"Deben irse. Salgan en 3 días. Hay 350 mil pesos y una colchoneta para cada uno"- fueron las indicaciones de los representantes de Acnur a los desertores alojados en el hotel Villa Antigua de la ciudad de Cúcuta, en Colombia.
Así lo recoge una información que la presidenta de Telesur, Patricia Villegas, expuso vía Twitter el sábado 16 de marzo. La nota se hace eco de las declaraciones de uno de los militares desertores a la emisora W Radio Colombia.
Asimismo, los militares desertores hicieron un llamado al diputado de la Asamblea Nacional en desacato y autoproclamado presidente de Venezuela, Juan Guaidó, con quien no mantienen comunicación desde del día de los sucesos de la frontera con Colombia provocados por la oposición venezolana del día 23 febrero.
“Estamos a la deriva, no tenemos el apoyo de nadie. Queremos que se apersone Juan Guaidó a darnos la cara”- declaró el ex sargento segundo del Ejército venezolano, Luis González Hernández, portavoz del grupo denunciante.
La información la confirma, igualmente, el diario venezolano El Nacional este domingo 17 de marzo, asegurando que los denunciantes manifiestan que se sienten "aislados y maltratados por las autoridades de Colombia y por la organización ACNUR, dependiente de las Naciones Unidas".
En este sentido, el diario asegura que el grupo de militares no dispone de permiso para salir del hotel en el que se mantienen hospedados por las supuestas instrucciones del jefe de las oficinas de Acnur en Cúcuta, Rafael Zabala, al tiempo que son “sometidos a maltratos e insultos por haber abandonado su país”.
“Estos militares tienen estipulado un horario dentro de esas instalaciones, no se les permite salir y son tildados de traidores a la patria por desertar. Acnur tampoco permite que ningún representante político acceda a ellos”, declaró una fuente anónima.
Sin embargo, lo que realmente resulta revelador de esta información no se encuentra en el contenido sino en su contexto.
En primer lugar, porque confirma el carácter artificial de la situación política venezolana configurada por las fuerzas de la ultraderecha local y el auspicio del gobierno de Estados Unidos.
La denuncia de los militares desertores revela claramente que el motivo principal del abandono de la institución no era "el descontento y deseo de cambio” para su país, tal y como afirmaron los medios occidentales.
En las declaraciones de los desilusionados desertores se identifica uno de los acicates de las deserciones de los militares: el móvil material. Claramente, reclaman al gobierno de Colombia, a ACNUR y, sobre todo, a Juan Guaidó, que cumplan con lo que ellos consideran que les corresponde recibir, por el papel que asumieron el día en que se introduciría la supuesta ayuda humanitaria.
El 28 de febrero pasado, el ministro venezolano para la Defensa, Vladimir Padrino López, denunció que la oposición le estaba ofreciendo a los militares venezolanos hasta 20 mil dólares para desertar a Colombia.
Junto a este estímulo material, también se recurrió al miedo para intentar que los militares venezolanos desobedecieran a sus mandos y desertaran al país vecino.
Fue el mismo Juan Guaidó quien primero prometió a los militares que cambiasen de bando una amnistía en un supuesto nuevo Gobierno. También lo hicieron el senador republicano estadounidense Marco Rubio, el asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, el comandante del Comando Sur de los Estados Unidos, Craig Faller, y el mismísimo presidente de EE.UU., Donald Trump, quien también les amenazó con la posibilidad de que lo "perdieran todo", "si no se ponían del lado correcto de la historia”.
Sea cierta o no históricamente, la socorrida frase de que “Roma no paga a traidores” ilustra como ninguna otra la suerte de quienes soñaron con los beneficios personales de combatir del lado del poderoso enemigo que ataca despiadadamente a su pueblo.
VÍDEO:
Rafael Domínguez Losada | Martes, 19 de Marzo de 2019 a las 20:27:08 horas
¡Perros locos, además de imbéciles! Está bien que los echen; pero tenían que hacerlo a palos.
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