
EL SISTEMA CAPITALISTA AFINA LAS RELACIONES LABORALES PARA MANTENER ALTA SU TASA DE BENEFICIOS
AVANZA VERTIGINOSA LA "UBERIZACIÓN" LABORAL SIN QUE LOS PRECARIOS HAYAN ENCONTRADO FÓRMULAS EFICACES DE RÉPLICA
Escribe nuestro colaborador Maximo Relti que resulta evidente que en el curso de las últimas décadas el panorama laboral ha cambiado su apariencia. Los elementos esenciales del paisaje - la explotacion y la apropiacion empresarial de las plusvalias - continúan siendo los mismos, pero las aristas de su orografía se han endurecido, son más lacerantes, hostiles e, incluso, brutales que las que habiamos conocido en el curso de las últimas décadas.
POR MÁXIMO RELTI PARA CANARIAS SEMANAL
Resulta evidente que en el curso de las últimas décadas el panorama laboral ha cambiado su apariencia. Los elementos esenciales del paisaje continúan siendo los mismos, pero las aristas de su orografía se han endurecido, resultan más lacerantes y hostiles que las que habiamos conocido en las últimas décadas
La recientes innovaciones tecnológicas, la automatización de los servicios, etc., han alumbrado una suerte de "sociedad de servicios" de la que se ha querido borrar la presencia de la silueta del proletariado.
Sin embargo, esta estampa no sólo es incierta, sino que además es deliberadamente mentirosa. Para desmentirlo bastaría con una observación superficial de cómo están funcionando los actuales mercados laborales del planeta. Otra cosa es que la industria cultural y mediática, controlada por la patronal, desee hacer desaparecer, como por ensalmo, la existencia real de sus enemigos de clase . Inoculando la idea de que los asalariados como clase han desaparecido del mapa del siglo XXI, se intenta "individualizar" conciencia de aquellos que sabiéndolo o no, pertenecen al enorme conjunto de millones de personas, con los mismos intereses, con las mismas expectativas y sometidos, también, al mismo tipo de explotación económica. Si destruyes la conciencia del grupo, de la clase, destruyes igualmente sus posibilidades combativas.
![[Img #58647]](http://canarias-semanal.org/upload/images/06_2019/5391_chiste.jpg)
Lo que sí es cierto es que la aparición de un nuevo tipo de trabajadores asalariados con cualificación en altas tecnologías, está invisibilizando la multiplicación de millones de trabajadores, empleados en sectores que van desde los llamados "call-centers", telemarketing, limpieza, comercio minorista, comida rápida, servicios de atención médica, hasta los simples servicios de hostelería. Constituyen una fuerza que está agrupando imperceptiblemente a millones de asalariados.
Todos estos sectores productivos aglutinan a un inmenso ejército de trabajadores precarios, a trabajadores a tiempo parcial, a falsos autónomos… todos ellos caracterizados por varios elementos que les son comunes: sus bajísimos salarios, la ausencia total de derechos, la superexplotacion laboral y la inseguridad .
EL "CONTRATO DE LAS CERO HORAS", O LA "UBERIZACIÓN" DEL TRABAJO
Sobre este creciente y nutrido Ejército de laborantes sin derechos, se cierne la letal guadaña del contrato de las "cero horas". ¿En qué consiste esta nueva fórmula de relación laboral entre explotadores y explotados?
A través del contrato de las "cero horas", en lugar de trabajar un número fijo de horas o turnos, el "nuevo tipo de currante" del siglo XXI debe permanecer de forma permanente a disposición de sus jefes, y estar siempre al loro, atento a la espera de la inesperada llamada del empresario que lo reclama. A ello hay que agregar una peculiaridad más: una vez que reciben la orden imperativa de "¡al tajo!", sólo se le paga estrictamente el tiempo trabajado. Es decir, "el tiempo de espera", o sea, las horas, los días o las semanas en las el "nuevo tipo de currante" ha debido de permanecer "al pie del cañón", para atender ipso facto a la llamada del patrón, esos deberán correr a cuenta del precario .
Un ejemplo de esta nueva fórmula de superexplotación laboral, es el caso de la conocida empresa Uber. Los conductores que prestan servicio para ella son tratados como meros contratados independientes. Ellos deben de aportar el instrumento de trabajo, es decir, el automóvil, asegurar el mantenimiento de este, correr con los gastos de combustible, mantener impoluta la herramienta… Y la multinacional Uber proporciona la mágica aplicación tecnica que pone en marcha toda la cadena productiva.
UNA NUEVA FORMULA EN ENSAYO: EL TRABAJO POR VALES
Pero las poderosas empresas multinacionales se las han ingeniado, aún más, para incrementar la apropiación de las plusvalías de sus currantes precarios. Últimamente están ensayando renovada fórmula de relación laboral. Se trata del trabajo basado en cupones. A los trabajadores se les paga con vales, cuyo valor corresponde al número exacto de las horas trabajadas. El truco consiste en que tales vales se pagan de acuerdo con el salario mínimo legal por hora, con un componente agregado según el cual el "nuevo tipo de currante" tiene la posibilidad de hacer horas extraordinarias aunque estas, "naturalmente", se pagan a un precio inferior al mínimo legal.
En realidad, lo que se está produciendo de manera general es una suerte de "uberización" brutal del trabajo cuyo proposito evidente es poder generar más beneficios y aumentar el valor del capital a través de las formas de trabajo precario. A ello se añade el hecho de que, en muchos casos, al ser ejecutado este tipo de trabajos de forma "on line", es decir, a través de la vía digital, los espacios de ocio del "nuevo tipo de currante", se esfuman. Su vida y sus preocupaciones permanecerán permanentemente encadenadas a la conexión digital sobre la que gravitará su vida, de manera que el ocio y la expansión al margen de la tensión laboral, desaparece.
A NUEVOS RETOS, NUEVAS FORMAS DE ORGANIZACIÓN Y DE LUCHA DEL PRECARIADO
Se trata de nuevos retos que se le plantean al vertiginosamente creciente ejército de asalariados del siglo XXI. Y no siempre la clase social mayoritaria, integrada por aquellos que venden su fuerza de trabajo a cambio de un salario, sabe responder con prontitud a la ofensiva y a las artimañas urdidas por la clase social enemiga. No obstante, un movimiento que empieza a agrupar al precariado internacional, apunta ya medidas de respuesta ante ls vertiginosa ofensiva empresarial.
En Francia, Inglaterra, España, Italia y Portugal el precariado ha empezado a desarrollar fórmulas de lucha y organización. Unas veces de manera independiente, y otras vinculándose a los sindicatos clásicos. En Italia, por ejemplo, se han agrupado en torno a un movimiento denominado "San Precario", en el que además se incluyen los inmigrantes. También es conocida la actividad de los "Clash City Workers", un sólido núcleo que agrupa a jóvenes precarios y rebeldes en disposición para la movilización y la lucha.
Por eso, y parafraseando a los eslóganes usados por el Movimiento obrero de los siglos XIX y XX, hoy igual que entonces se podría gritar también: !Precarios de todos los países, unios!.
POR MÁXIMO RELTI PARA CANARIAS SEMANAL
Resulta evidente que en el curso de las últimas décadas el panorama laboral ha cambiado su apariencia. Los elementos esenciales del paisaje continúan siendo los mismos, pero las aristas de su orografía se han endurecido, resultan más lacerantes y hostiles que las que habiamos conocido en las últimas décadas
La recientes innovaciones tecnológicas, la automatización de los servicios, etc., han alumbrado una suerte de "sociedad de servicios" de la que se ha querido borrar la presencia de la silueta del proletariado.
Sin embargo, esta estampa no sólo es incierta, sino que además es deliberadamente mentirosa. Para desmentirlo bastaría con una observación superficial de cómo están funcionando los actuales mercados laborales del planeta. Otra cosa es que la industria cultural y mediática, controlada por la patronal, desee hacer desaparecer, como por ensalmo, la existencia real de sus enemigos de clase . Inoculando la idea de que los asalariados como clase han desaparecido del mapa del siglo XXI, se intenta "individualizar" conciencia de aquellos que sabiéndolo o no, pertenecen al enorme conjunto de millones de personas, con los mismos intereses, con las mismas expectativas y sometidos, también, al mismo tipo de explotación económica. Si destruyes la conciencia del grupo, de la clase, destruyes igualmente sus posibilidades combativas.
Lo que sí es cierto es que la aparición de un nuevo tipo de trabajadores asalariados con cualificación en altas tecnologías, está invisibilizando la multiplicación de millones de trabajadores, empleados en sectores que van desde los llamados "call-centers", telemarketing, limpieza, comercio minorista, comida rápida, servicios de atención médica, hasta los simples servicios de hostelería. Constituyen una fuerza que está agrupando imperceptiblemente a millones de asalariados.
Todos estos sectores productivos aglutinan a un inmenso ejército de trabajadores precarios, a trabajadores a tiempo parcial, a falsos autónomos… todos ellos caracterizados por varios elementos que les son comunes: sus bajísimos salarios, la ausencia total de derechos, la superexplotacion laboral y la inseguridad .
EL "CONTRATO DE LAS CERO HORAS", O LA "UBERIZACIÓN" DEL TRABAJO
Sobre este creciente y nutrido Ejército de laborantes sin derechos, se cierne la letal guadaña del contrato de las "cero horas". ¿En qué consiste esta nueva fórmula de relación laboral entre explotadores y explotados?
A través del contrato de las "cero horas", en lugar de trabajar un número fijo de horas o turnos, el "nuevo tipo de currante" del siglo XXI debe permanecer de forma permanente a disposición de sus jefes, y estar siempre al loro, atento a la espera de la inesperada llamada del empresario que lo reclama. A ello hay que agregar una peculiaridad más: una vez que reciben la orden imperativa de "¡al tajo!", sólo se le paga estrictamente el tiempo trabajado. Es decir, "el tiempo de espera", o sea, las horas, los días o las semanas en las el "nuevo tipo de currante" ha debido de permanecer "al pie del cañón", para atender ipso facto a la llamada del patrón, esos deberán correr a cuenta del precario .
Un ejemplo de esta nueva fórmula de superexplotación laboral, es el caso de la conocida empresa Uber. Los conductores que prestan servicio para ella son tratados como meros contratados independientes. Ellos deben de aportar el instrumento de trabajo, es decir, el automóvil, asegurar el mantenimiento de este, correr con los gastos de combustible, mantener impoluta la herramienta… Y la multinacional Uber proporciona la mágica aplicación tecnica que pone en marcha toda la cadena productiva.
UNA NUEVA FORMULA EN ENSAYO: EL TRABAJO POR VALES
Pero las poderosas empresas multinacionales se las han ingeniado, aún más, para incrementar la apropiación de las plusvalías de sus currantes precarios. Últimamente están ensayando renovada fórmula de relación laboral. Se trata del trabajo basado en cupones. A los trabajadores se les paga con vales, cuyo valor corresponde al número exacto de las horas trabajadas. El truco consiste en que tales vales se pagan de acuerdo con el salario mínimo legal por hora, con un componente agregado según el cual el "nuevo tipo de currante" tiene la posibilidad de hacer horas extraordinarias aunque estas, "naturalmente", se pagan a un precio inferior al mínimo legal.
En realidad, lo que se está produciendo de manera general es una suerte de "uberización" brutal del trabajo cuyo proposito evidente es poder generar más beneficios y aumentar el valor del capital a través de las formas de trabajo precario. A ello se añade el hecho de que, en muchos casos, al ser ejecutado este tipo de trabajos de forma "on line", es decir, a través de la vía digital, los espacios de ocio del "nuevo tipo de currante", se esfuman. Su vida y sus preocupaciones permanecerán permanentemente encadenadas a la conexión digital sobre la que gravitará su vida, de manera que el ocio y la expansión al margen de la tensión laboral, desaparece.
A NUEVOS RETOS, NUEVAS FORMAS DE ORGANIZACIÓN Y DE LUCHA DEL PRECARIADO
Se trata de nuevos retos que se le plantean al vertiginosamente creciente ejército de asalariados del siglo XXI. Y no siempre la clase social mayoritaria, integrada por aquellos que venden su fuerza de trabajo a cambio de un salario, sabe responder con prontitud a la ofensiva y a las artimañas urdidas por la clase social enemiga. No obstante, un movimiento que empieza a agrupar al precariado internacional, apunta ya medidas de respuesta ante ls vertiginosa ofensiva empresarial.
En Francia, Inglaterra, España, Italia y Portugal el precariado ha empezado a desarrollar fórmulas de lucha y organización. Unas veces de manera independiente, y otras vinculándose a los sindicatos clásicos. En Italia, por ejemplo, se han agrupado en torno a un movimiento denominado "San Precario", en el que además se incluyen los inmigrantes. También es conocida la actividad de los "Clash City Workers", un sólido núcleo que agrupa a jóvenes precarios y rebeldes en disposición para la movilización y la lucha.
Por eso, y parafraseando a los eslóganes usados por el Movimiento obrero de los siglos XIX y XX, hoy igual que entonces se podría gritar también: !Precarios de todos los países, unios!.
Gustavo | Sábado, 22 de Junio de 2019 a las 00:51:18 horas
Marx definió el proletariado como clase caracterizada por la precariedad, el término precariado a menudo no es más que una sustitución en boga y confuso del proletariado mismo -o se utiliza para referirse a una subcategoría proletaria, p.ej. el subproletariado. Esto se asemeja a las teorizaciones anteriores de “subclases” como entidades separadas, divorciadas de la clase obrera en su conjunto. En estas diversas formulaciones, la noción del precariado menudo se enfrenta a un concepto algo rígido del proletariado,- que definen como una fuerza de trabajo industrial, con empleo formal y estable, generalmente organizado en sindicatos.
En "La Situación de la Clase Obrera en Inglaterra”, F. Engels escribe: “cada nueva máquina provoca desocupación, miseria y angustia, y en un país como Inglaterra donde, sin eso, existe casi siempre 'una población excedente', el desempleo es en la mayoría de los casos, lo peor que puede suceder a los asalariados. Fuera de eso, ¡qué efecto agotador, enervante, debe tener sobre los obreros, cuya posición ya no es sólida, esa precariedad de la existencia que resulta de los progresos ininterrumpidos del maquinismo y del paro forzoso que ellos conllevan!”
En cada crisis económica la clase que posee los medios de producción privados, la supera con la innovación técnico cientifico.
Es mi opinión.
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