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Jueves, 16 de Mayo de 2019 Tiempo de lectura:

EL CASO BRAULIO Y LA IZQUIERDA NEGACIONISTA

"Los ediles de la supuesta “izquierda” del Ayuntamiento de las Palmas tratan de amordazar los hechos"

En la noche del 24 al 25 de diciembre de 1936 -escriben Francisco González Tejera y Teodoro Santana - un grupo de fascistas armados asaltó el hogar de Francisco González Santana, sindicalista comunista del ayuntamiento de San Lorenzo (Gran Canaria) (...).

Por FRANCISCO GONZÁLEZ TEJERA y TEODORO SANTANA

 

“Incluso ahora no hay signo alguno de arrepentimiento o de deseo real 
de reparar lo que se pueda después de tan gigantescos asesinatos”. 
(Albert Einstein)

 

 

 

   En la noche del 24 al 25 de diciembre de 1936, un grupo de fascistas armados asaltó el hogar de Francisco González Santana, sindicalista comunista del ayuntamiento de San Lorenzo (Gran Canaria). Tras matar al perro de la familia de un disparo, los [Img #58220]asaltantes acorralaron a Lola García, la esposa del líder obrero, a Rosa García, la hermana de ésta, a los niños Diego, Lorenzo, Paco y el pequeño bebé Braulio, sus sobrinos. Uno de los fascistas, llamado Penichet, sacó de su cuna al bebé, de tan solo cuatro meses, y agarrándolo por los pies lo lanzó de cabeza contra la pared de picón de la casa, que quedó cubierta de sangre. Ante los desgarradores gritos de Lola y Rosa, los fascistas les dieron culatazos a ambas hasta dejarlas sin conocimiento. Mientras el bebé Braulio agonizaba, los fascistas –Penichet, Juan Santos, Paco Bravo, Manolo Acosta", el sargento Pernía– se marcharon.

 

 

   Hay testigos del horroroso asesinato. Cuarenta años de brutal represión fascista y otros cuarenta años de silenciamiento monárquico no pudieron doblegarlos. La soberbia y los medios de comunicación de la gran burguesía isleña, copartícipe del sangriento golpe de Estado de 1936 tampoco pudo silenciarlos.

 

 

    Sin embargo, ochenta y tres años después del crimen, los ediles de la supuesta “izquierda” del Ayuntamiento de las Palmas de Gran Canaria tratan de amordazar los hechos. De negar el crimen. Y todo por ponerle el nombre del bebé Braulio a una modesta calle –más bien callejón– de Tamaraceite, algo que se aprueba en la Junta de Distrito de Tamaraceite-San Lorenzo-Tenoya a finales de julio de 2018.

 

 

   A alguien debió sentarle mal, porque pasaron los meses y no se hacía efectivo el acuerdo. Esa resolución por la memoria y la dignidad llega a manos del concejal de Memoria Histórica –es un decir– Sergio Millares Cantero. Es entonces cuando el ayuntamiento pide por escrito a la familia del bebé que acredite su existencia, incluidos certificados de nacimiento y defunción imposibles de conseguir por la arcaica estructura organizativa de la época. Y como si tales documentos constaran en la corporación en el caso de los numerosos nombres personales de la mayoría de las calles del municipio.

 

 

   Millares, cual paladín del negacionismo del genocidio fascista, aparece airado en los medios exigiendo que “se acredite la existencia de ese supuesto niño asesinado”, “no tengo datos”, “no consta en mis investigaciones como historiador” (como si sus “investigaciones fueran toda la Historia). He aquí la “izquierda” cortesana del régimen en estado puro, la de apellidos “ilustres” que mira por encima del hombro a cualquier González o Santana, proletarios de mierda.

 

 

   El edil de Podemos verbalizó así su odio de clase contra quienes solo pedían un callejón de menos de cien metros para un niño asesinado por los fascistas a poco metros de donde se pretende rendirle homenaje a él y a todas las niñas y niños del mundo asesinados por el horror fascista.

 

 

  Millares está celebrando el éxito de su boicot, el haber conseguido su objetivo: una victoria para sus “glorias personales”. Lo imaginamos comentándolo: “a huevos no me gana nadie”, “aquí el que sabe de memoria soy yo, por mis cojones”. No es cosa menor haber logrado batir el récord de mayor miseria humana al escenificar su odio cargándose una iniciativa popular sin parangón en Canarias, mientras sus compas –Javier Doreste, Pedro Quevedo, Augusto Hidalgo– se hacen los mudos, otorgan ante Millares, se burlan de las más de cinco mil personas de bien asesinadas en Canarias por el fascismo, de quienes siguen teniendo esperanza de reparación y la dignificación de sus familiares asesinados.

 

 

  Como bien explicaba Marx, en una sociedad determinada la ideología dominante es la de la clase gobernante. Y cuando la clase que ha gobernado durante ochenta y tres años es una burguesía fascista y colonial, su ideología no sólo domina la escena, sino que impregna hasta el tuétano a la “izquierda” burguesa, siempre alicorta, siempre queriendo ser reconocida como “gente respetable” por una burguesía a la que molesta que se recuerden sus crímenes. De ahí el carácter negacionista, fascistoide, centralista, a la vez arrogante y servil, de los señoritos de la gauche divine que hemos tenido que soportar durante décadas encaramada en la clase obrera canaria.

 

 

  Braulito sigue enterrado en el cementerio de San Lorenzo con la cabeza destrozada. Sus huesos nos miran. Tal vez quede algún resto de sus lagrimas en forma de gotita de rocío, aunque el grupo de gobierno del Ayuntamiento de Las Palmas y del Cabildo de Gran Canaria PSOE-PODEMOS-NUEVA CANARIAS– siga encubriendo crímenes franquistas, al igual que ocultan los apellidos de quienes les pagan las elecciones –y otras cosas–.

 

 

   Para los que creemos en un mundo más amable, donde los niños vivan y jueguen sin el peligro del monstruo fascista, para los que creemos en la ternura, no hay olvido posible. Braulio seguirá palpitando en nuestros corazones, y en el de la humanidad decente.

 

 

 

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  • No hace falta ser historiador solo una persona ser

    No hace falta ser historiador solo una persona ser | Lunes, 20 de Mayo de 2019 a las 20:54:47 horas

    Los historiadores pueden ser todo lo que se quiera y este, en particular, también. Pero creo que aquí los defensores de González Tejera insisten en personalizar el asunto porque no son capaces de responder a algo muy básico que más de un comentarista ya ha apuntado. Yo doy clases de Primaria y he encargado algunos trabajos a mis alumnos más granditos para que conozcan la historia de sus abuelos. En todos ellos, lógicamente, les pido que registren las contestaciones de unos cuestionarios que yo les ayudo a confeccionar. Tengo que tener constancia de que, efectivamente, hicieron las entrevistas. Lo mismo sucede en los institutos y no digo ya nada de la Universidad. Esto es algo tan básico que me resulta increible que, según dicen, el señor que se ha dedicado a escribir sobre los episodios de la Guerra Civil y la postguerra no tenga este material y no lo pueda mostrar. No se trata, por tanto, de ser o no ser historiador, aunque muchos de estos piensen que solo ellos pueden investigar. Se trata de ser mínimamente serio o de vender humo, haciendo pasar gato por liebre y relatos inventados o recreados libremente por relatos fundados en una investigación. Si el señor Francisco González Tejera tiene registradas como corresponde la información de las entrevistas que tuvo que hacer, que muestre este material. Así podrá decir tranquilamente, "esto que cuento" o "aquello otro" se basa en los testimonios que fulanito de tal me dió, tal día de tal mes y tal año, y que tengo recogido, por ejemplo, en esta grabación de audio. Así callaría todas las bocas que lo cuestionan. Pero si no tiene nada de eso, me temo que las bocas que lo cuestionan podrían tener toda la razón, por más que sus amigos lo defiendan incondicionalmente.

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  • Rubén Alemán Sánchez

    Rubén Alemán Sánchez | Lunes, 20 de Mayo de 2019 a las 20:42:45 horas

    Mi más afectuosa solidaridad, amigo Paco. Contra la mezquindad humana, siempre. Venga de donde venga.

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  • ernesto

    ernesto | Lunes, 20 de Mayo de 2019 a las 15:00:47 horas

    Cierto que los historiadores, investigan y son los duchos sobre los acontecimientos históricos acontecidos. Pero también es cierto que hay historiadores de la pequeña burguesía al estilo los millares que se creen los prohombres del bocadillo, porque ni tienen para mas. Son de una soberbia supina, si otras fuentes aciertan por muy rudimentarias, que fuesen o sin muchos recursos y sobre todo si no son titulados de las escuelas burguesas que es de donde se nutren estos prohombres estilo Millares, pues entonces no me sirve porque la verdad absoluta la tienen ellos. ¡ asi nos va!

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  • Juancho R.

    Juancho R. | Domingo, 19 de Mayo de 2019 a las 20:29:12 horas

    Quizá si Francisco González no fuera tan novelesco en esos relatos que escribe, y en los que llega hasta a inventar casos salvajes de necrofilia con desenterramiento previos de cadáveres, o si alguna vez hubiera mencionado cuáles son sus fuentes y hubiera dado cuenta de su supuesto trabajo de investigación, tendría algo más de credibilidad al hablar ahora de ese presunto asesinato del bebé. Ya se sabe que los que están en el ayuntamiento son unos pejes, y lo seguirían siendo si le concedieran a González la calle que pide, pero que aquellos sean unos pejes no significa que el propio González sea creíble. Y si no, lean sus relatos y luego comparen lo que él fabula con las historias, ciertamente terribles, de quiénes sí relataron seriamente casos de la represión franquista en Canarias. Quienes prefieran tomar partido porque tienen simpatías por unos o por los otros, allá ellos. Quienes quieran acercarse a a la verdad, en la medida de lo posible, que lean críticamente, comparen, piensen con su propia cabecita y saquen sus conclusiones.

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  • Guanche

    Guanche | Domingo, 19 de Mayo de 2019 a las 19:03:27 horas

    En tiempos de elecciones algunos temas son mejor no tocarlos, y cuanto más lejos mejor,... pero cuando es para la foto de turno en la que se aparece para hacer ver que ciertos temas como la memoria histórica interesa ahí ya cambia la cosa...
    Cuando uno cuenta una tragedia familiar que la traumatiza para siempre, como es el asesinato de un bebé en manos de las brigadas del amanecer y hay personas que dudan que ese hecho sucedió, es como un doble asesinato, el de aquel momento y el hecho de ignorarlo ahora... y quién no lo crea así es complice de los que no quieren reparar y dignificar a las víctimas del franquismo...

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  • Pepe Rodriguez Navarro

    Pepe Rodriguez Navarro | Viernes, 17 de Mayo de 2019 a las 19:43:17 horas

    Mi simpatia por el Sr. Sergio Millares es ninguna, es cero, es nula. Es más, me parece un oportunista de tomo y lomo Pero ¿cree usted que es correcto entrecomillar lo que usted piensa que Sergio pensó en relacion con la batallita personal que tienen ustedes montada? ¿Construye con los mismos procedimientos sus tremebundas historietas sobre la guerra civil, Don Francisco? ¡Un pizco de seriedad, caballero!

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  • Algunas preguntas que surgen inevitablemente

    Algunas preguntas que surgen inevitablemente | Viernes, 17 de Mayo de 2019 a las 17:35:28 horas

    Los autores del artículo dicen que "hay testigos del horroroso asesinato". Bueno, incluso si esos testigos hubieran tenido tan solo 10 años en el momento de los supuestos hechos, hoy serían nonagenarios. Pero si existen, y "ni cuarenta años de brutal represión fascista, ni otros cuarenta años de silenciamiento monárquico" pudieron doblegarlos", ni "la soberbia y los medios de comunicación de la gran burguesía isleña, copartícipe del sangriento golpe de Estado de 1936 tampoco pudo silenciarlos", ¿cómo es que no se menciona quiénes son esos testigos? ¿Cómo es que si nadie ha logrado silenciarlos, no los escuchamos en ningún lado ni sabemos quiénes son? ¿Por qué los autores no los sacan a la palestra y así dan por zanjada la polémica? Demasiadas preguntas sin contestar, creo.

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  • M.R.

    M.R. | Jueves, 16 de Mayo de 2019 a las 14:57:10 horas

    Tenemos la sensación de que Francisco González Tejera está traspasando, con creces, los límites de lo aceptable. Ha terminado convirtiendo el caso de la muerte del niño Braulio - que en efecto, fue cierta - en una suerte de telenovela fantástica, a la que agrega ribetes abracadabrantes, que ya resultan chirriantes para nuestra memoria histórica canaria en recuperación.

    Los relatos novelescos, alucinados y contradictorios con los que González Tejera ha estado recreando impropiamente la terrible represión que se sufrió en Canarias durante la guerra civil a manos de la derecha autóctona son incoherentes y en gran medida increíbles. Pero sobre los limites de su verosimilitud sólo puede dar cuenta la imaginación de quien los escribe.

    Pero no es menos cierto que los relatos que Francisco González hace en su libro, convirtiendo la represión franquista en una suerte de "noche de los muertos vivientes", no han contribuído a retratar con precisión la intensidad del terror de aquellos años. Todo lo contrario. González Tejera, con sus truculentas crónicas ha tratado de convertir la represión acaecida durante la Guerra civil en una especie esperpento caricaturesco. La represión franquista no necesita de truculencias para ser relatada ni explicada. Fue terrible en sí misma. No se requiere de espejos cóncavos para mostrar a las jóvenes generaciones - a las que, por cierto, pertenece el propio González Tejera- el horror que se produjo en unas islas en las que casi todo el mundo se conocía. .

    Francisco González Tejera es, pues, dueño de los límites de su propia imaginación novelesca. Allá él y quienes entiendan que aquel baño de sangre fue un Halloween peliculero e incoherente. No obstante, la erección ahora de la muerte de Braulio ha traspasado las fronteras de la autenticidad histórica convirtiendose en un aquelarre carente de sentido. González pretende recrear a través de la distorsión de un caso familiar, un nuevo prontuario mediante el cual tratar de abanderar propósitos personales que no está a nuestro alcance juzgar. Y eso ya se convierte en algo intolerable. Intolerable desde el punto de vista de la verdad histórica, e intolerable, también, desde el respeto debido a quienes fueron victimas de la persecusión franquista.

    Afortunadamente aún se conserva el testimonio de personas que vivieron de cerca el caso . Dado que observábamos que González Tejera trataba de convertir nuevamente las circunstancias que rodearon la muerte de su pariente en una nueva banderola de autopromoción personal, decidimos proceder a la grabación del testimonio citado. Del mismo puede constatarse que Francisco González sólo ha contado una media verdad que, como es sabido, constituye siempre la peor de las mentiras. En efecto, los fascistas se presentaron amenazantes en la casa del niño Braulio para proceder a una detención . La madre del niño Braulio, que portaba al bebé en sus brazos, abrió la puerta de la vivienda. El impacto emocional que provocó en ella la presencia de los falangistas fue tal que hizo que el niño se le cayera de sus brazos. Y a consecuencia de esa caída, el niño falleció. Eso lo supo todo el barrio ¿No contiene suficiente carga dramática el hecho en sí como para agregarle, además, el ingrediente filmico de la version "Novecento"? ¿Qué ronda detrás de esta innecesaria dramatización?

    Insistimos. Esas circunstancias fueron ampliamente conocidas por todos los vecinos, incluido aquel que por razones ideológicas se encontraba, además, próximo a la familia y que nos ha permitido recoger su testimonio. Muchas décadas después, Francisco González también pudo conocer la versión citada de esos hechos por su propia familia.

    Las consideraciones políticas que en este artículo realiza González Tejera, son un caso aparte. No nos incumbe establecer nexos que él da por ciertos . Pero desde hace algún tiempo nos temíamos, sin embargo, que el llamado caso del "niño Braulio", iba a convertirse nuevamente en sujeto de personales manipulaciones. Por eso, justamente decidimos hacernos con el testimonio de quien sí vivió, en primera persona, aquellas circunstancias.

    De manera que hasta aquí hemos llegado. Ni un punto más. No deseamos abrir un potencialmente infructuoso debate sobre un hecho que sólo existió a medias. Eso no serviria más que para alimentar las patrañas de aquellos que pretenden someter a revisión, desde la derecha, la verdad histórica . Pero, repetimos, hasta aquí hemos llegado. Ni un punto, ni una fantasía más destinada a engordar egos personales. Y es que, aunque pueda haber quien no lo crea, todavía quedamos algunos que creemos que la verdad, aunque sea la histórica, es siempre revolucionaria.

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    • Respuesta del autor C-S

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  • Un observador

    Un observador | Jueves, 16 de Mayo de 2019 a las 14:24:04 horas

    Para que quede muy claro, mi opinión política acerca de lo que aquí se denomina la "izquierda del régimen" no puede ser más tajante. Para mi eso no es izquierda, sino la pata pseudoprogre del sistema. Ahora bien, esta consideración no puede estar determinada, como parece que sucede con el Sr. Francisco González, por la forma en la que estos partidos respondan a sus peticiones personales o familiares. Es decir, no menos "izquierda del régimen" es, por ejemplo, el señor presidente del Cabildo Antonio Morales, que también forma parte del partido escindido de los sinvergüenzas de CC, y que sin embargo el señor González considera un "hombre honesto y progresista", solo porque ha respondido mejor a sus reclamaciones. Esto, desde el punto de vista político, no es serio, como tampoco lo es que unas veces el señor González eche pestes de IU por socialdemócratas y luego le pidiera al señor Cayo Lara que prologase uno de sus libros, o que llegara a presentarse en unas listas de esta formación a la alcaldía del Ayuntamiento de Las Palmas. Por otro lado, lo del señor González con el señor Sergio Millares parece, a todas luces, una cuestión personal, que el primero pretende convertir en un problema de la "memoria" para ganar apoyos. Dicho esto, insisto, después de dejar clara mi opinión sobre el señor concejal que tanto tiempo revoloteó alrededor del PSOE hasta que, de forma oportunista, vio su oportunidad con los morados.

    Pero, con idependencia de esos juicios, la recuperación de la "memoria histórica" es un tema demasiado importante como para que se pretenda hacer de él también una causa personal, como parece que pretende el Señor González.

    En lo que respecta a este caso concreto, lo que sería necesario es en efecto, por más que esto enfade mucho a los autores del artículo, aportar alguna prueba de los hechos que pretenden dar por sentados. Sobre esto yo, obviamente, no puedo decir absolutamente nada, aunque sí es posible enjuiciar los relatos que, en forma de libros, ha publicado el señor Francisco González. Estos relatos se supone que están basados en hechos reales, en testimonios que habría recabado el autor a lo largo de los años. Resulta necesario preguntarse, entonces, ¿dónde y de qué forma han quedado recogidos estos testimonios? Porque, con independencia de que se sea o no se sea historiador, si uno hace una labor de investigación debe recoger estos testimonios. Ya sea en vídeo, ya en audio. En cinta magnetofónica o como sea. De lo contrario, cualquiera puede decir lo que le parezca sobre cualquier tema. Y lo cierto es que hay bastantes relatos del señor Francisco González, tan truculentos que llegan a lo pornográfico, en los que no cuadra lo relatado con su supuesta base real. Por ejemplo, un supuesto episodio de tortura con final de muerte, situado en un conocido colegio de Las Palmas sito en la calle Luis Antúnez que, efectivamene, fue centro de torturas, donde los únicos que podrían haber contado lo presuntamente sucedido fueron los propios torturadores, ya que según el relato eran los únicos presentes junto con el hombre torturado y asesinado.

    Y este es solo un ejemplo. La realidad es que los relatos del señor Francisco González no resisten ni el más mínimo análisis serio sobre su presunta credibilidad. Lo peor de todo esto es que este señor, mezclando la fantasía con la realidad en un ejercicio de pésima literatura, le hace una grave daño a la recuperación de la Memoria, porque su fantasía desacredita los relatos veraces sobre la represión que sí existió. Que existió y que fue suficientemente dura como para que no haga falta inventar truculencias.

    Sobre esto deberíamos reflexionar seriamente, con honestidad, quienes sólo tenemos interes en que se recupere la memoria para continuar la lucha de los caídos y no ganar protagonismo o vender libros de pésima calidad.

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  • Gloria

    Gloria | Jueves, 16 de Mayo de 2019 a las 12:13:19 horas

    Los falangistas que anidan en Vox y otros partidos de la derecha canaria, herederos de aquellos horrendos crímenes, estarán contentísimos con la iniquidad cometida por la coalición de "progreso" PSOE-Podemos-Nueva Canarias, que les coloca en el mismo lado de la barricada. Es bueno, con todo, que enseñen la patita de este modo, porque así evidencian cuál es su verdadera naturaleza: el engaño, la traición y la complicidad con el genocidio fascista. Nada nuevo bajo el sol. Pero que tengan por cierto que venceremos a estos miserables malparidos.

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