
GEOGRAFÍA DE LOS CASI TRESCIENTOS CAMPOS DE CONCENTRACIÓN DE FRANCO
Entre 700.000 y un millón de españoles pasaron por los campos de concentración del franquismo. En ellos, los prisioneros eran rigurosamente catalogados en base a los informes de la Falange, de los curas párrocos y de la Guardia Civil.
Según las más recientes investigaciones, entre 700.000 y 1 millón de españoles pasaron por los casi 300 campos de concentración que desde los primeros momentos de la sublevación militar se establecieron a lo largo y ancho de la geografía bajo el dominio de los insurrectos. El artículo adjunta el mapa de los campos de concentración existente en todo el Estado español.
ADAY QUESADA PARA CANARIAS SEMANAL
Según revela una rigurosa investigación llevada a cabo por el periodista Carlos Hernández, la dictadura de Franco creó en España un centenar más de campos de concentración de los que hasta ahora se había creído. En su libro "Los campos de concentración de Franco", Hernández ha documentado un total de 296 campos. Estos nuevos datos han podido obtenerse a partir de la apertura de nuevos archivos municipales y militares que increíblemente hasta ahora habían permanecido clausurados.
Según las mismas investigaciones, por los campos de concentración pasaron entre 700.000 y 1 millón de españoles, la mayoría de los cuales sufrieron en ellos hambre, torturas, enfermedades y en no pocos casos la muerte. Asimismo, los internados fueron reclutados en batallones forzosos de trabajo.
Los campos de concentración se abrieron desde el mismo momento en el que se produjo la rebelión militar fascista, y no se cerraron hasta bien avanzada la dictadura.
Hasta ahora se habían documentado "sólo" 188 campos de concentración en todo el país. Pero, según Hernández, esa cifra se ha quedado bien corta con la aportación de estos nuevos datos.
![[Img #57460]](http://canarias-semanal.org/upload/images/03_2019/1827_campos.jpg)
Aunque resulta imposible documentar en su integridad los asesinatos y muertes que se produjeron en los campos de concentración citados, por el hecho de que no se deja dar registro de los mismos, 15 de aquellos campos han podido ser investigados. Se calcula que en ellos se produjeron entre 6.000 y 7.000 muertes. No obstante, según Hernández, no es posible establecer una proporcionalidad con el resto de los campos de concentración existentes, ya que entre los 15 citados figuraban los más letales, en los que más gente había muerto.
En los campos de concentración franquistas se realizaba un escrupuloso trabajo de "selección", investigándose a cada uno de los prisioneros. Los informes que servían para tal "categorización" estaban basados en la documentación aportada por pilares sociales básicos del régimen: los alcaldes, los curas párrocos, los jefes de la Guardia Civil y de la Falange.
LA CATALOGACIÓN DE LOS PRISIONEROS
De acuerdo con esta "selección" los presos estaban calificados en tres categorías basadas en los criterios "morales" propios del régimen franquista:
A) Los "forajidos", que eran estimados como "gente irrecuperable". Los insertos en esta categoría iban directamente a juicio, en el cual se les sentenciaba a cárcel o al paredón.
B) Los "hermanos forzados" eran aquellos internos que aunque compartían el ideario fascista, se habían visto obligados a combatir en el ejército republicano.
y C) Los "desafectos", o también estigmatizados con el calificativo de "bellacos engañados". En esta categoría estaban incluidos quienes habiendo sentido simpatías por la República, los represores estimaban que no poseían sólidos principios ideológicos y que podrían ser "recuperables".
En noviembre de 1939, seis meses después de finalizada la guerra civil, muchos campos de concentración fueron formalmente clausurados. Sin embargo, lo que sucedió realmente fue que estos sufrieron una transformación para encubrir la dureza de una represión que, incluso, llegó a escandalizar a los propios nazis, según se puede constatar en los diarios del Ministro de propaganda nazi Joseph Goebbles.
ADAY QUESADA PARA CANARIAS SEMANAL
Según revela una rigurosa investigación llevada a cabo por el periodista Carlos Hernández, la dictadura de Franco creó en España un centenar más de campos de concentración de los que hasta ahora se había creído. En su libro "Los campos de concentración de Franco", Hernández ha documentado un total de 296 campos. Estos nuevos datos han podido obtenerse a partir de la apertura de nuevos archivos municipales y militares que increíblemente hasta ahora habían permanecido clausurados.
Según las mismas investigaciones, por los campos de concentración pasaron entre 700.000 y 1 millón de españoles, la mayoría de los cuales sufrieron en ellos hambre, torturas, enfermedades y en no pocos casos la muerte. Asimismo, los internados fueron reclutados en batallones forzosos de trabajo.
Los campos de concentración se abrieron desde el mismo momento en el que se produjo la rebelión militar fascista, y no se cerraron hasta bien avanzada la dictadura.
Hasta ahora se habían documentado "sólo" 188 campos de concentración en todo el país. Pero, según Hernández, esa cifra se ha quedado bien corta con la aportación de estos nuevos datos.
Aunque resulta imposible documentar en su integridad los asesinatos y muertes que se produjeron en los campos de concentración citados, por el hecho de que no se deja dar registro de los mismos, 15 de aquellos campos han podido ser investigados. Se calcula que en ellos se produjeron entre 6.000 y 7.000 muertes. No obstante, según Hernández, no es posible establecer una proporcionalidad con el resto de los campos de concentración existentes, ya que entre los 15 citados figuraban los más letales, en los que más gente había muerto.
En los campos de concentración franquistas se realizaba un escrupuloso trabajo de "selección", investigándose a cada uno de los prisioneros. Los informes que servían para tal "categorización" estaban basados en la documentación aportada por pilares sociales básicos del régimen: los alcaldes, los curas párrocos, los jefes de la Guardia Civil y de la Falange.
LA CATALOGACIÓN DE LOS PRISIONEROS
De acuerdo con esta "selección" los presos estaban calificados en tres categorías basadas en los criterios "morales" propios del régimen franquista:
A) Los "forajidos", que eran estimados como "gente irrecuperable". Los insertos en esta categoría iban directamente a juicio, en el cual se les sentenciaba a cárcel o al paredón.
B) Los "hermanos forzados" eran aquellos internos que aunque compartían el ideario fascista, se habían visto obligados a combatir en el ejército republicano.
y C) Los "desafectos", o también estigmatizados con el calificativo de "bellacos engañados". En esta categoría estaban incluidos quienes habiendo sentido simpatías por la República, los represores estimaban que no poseían sólidos principios ideológicos y que podrían ser "recuperables".
En noviembre de 1939, seis meses después de finalizada la guerra civil, muchos campos de concentración fueron formalmente clausurados. Sin embargo, lo que sucedió realmente fue que estos sufrieron una transformación para encubrir la dureza de una represión que, incluso, llegó a escandalizar a los propios nazis, según se puede constatar en los diarios del Ministro de propaganda nazi Joseph Goebbles.
AMEAUXET | Jueves, 14 de Marzo de 2019 a las 12:45:01 horas
LA PREGUNTA DEL MILLÓN PARA QUE SIRVE EL CPI (CORTE PENAL INTERNACIONAL) TENDRÍA QUE JUZGAR EN AUSENCIA A TRUMAN (BOMBARDEO DE HIROSIMA Y NAGASAKI) JOHNNSON (VIETNAN) BUSH (IRAK) OBAMA (LIBIA Y SIRIA) Y FRANCO (GENOCIDIO CONTRA SUS DISIDENTES DURANTE 50 AÑOS SEGUIDOS, SIN PAUSA,1939 HASTA BIEN ENTRADO 1989)
Los estatutos de la CPI subrayan por eso que para poder hacerse cargo de un caso esa instancia de justicia internacional tienen que contar con el consentimiento de la justicia local.
Pero esos estatutos también prevén que la CPI
- puede juzgar un crimen cometido por un ciudadano de un país que no sea miembro de la CPI, en un país miembro de la CPI y en lugar de ese país;
- así como todo crimen cometido por cualquier persona, en cualquier lugar, cuando el Consejo de Seguridad de la ONU le presenta el caso.
En ambos casos, el ESTATUTO DE ROMA, elaborado en el seno de la ONU y firmado por algunos Estados, puede aplicarse a todos los Estados, incluso a los Estados no comprometidos con la CPI.
Es por esa razón que las 3 principales potencias mundiales –China, Estados Unidos y Rusia– se niegan a ratificar el Estatuto de creación de la CPI.
Lo ven –con toda razón– como una violación del principio de soberanía, formulado en el siglo XVIII por el jurista Emer de Vattel y consagrado en la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados en 1969
Accede para votar (0) (0) Accede para responder