
MARRUECOS CEDE A ISRAEL AGUAS SAHARAUIS PARA EXPLOTACIÓN DE GAS: UN CONFLICTO GEOPOLÍTICO QUE SALPICA A CANARIAS
La alianza entre Marruecos e Israel refuerza la represión contra el pueblo saharaui y amenaza la estabilidad regional
Marruecos ha concedido a la empresa israelí NewMed Energy la explotación de hidrocarburos en 34.000 km² del Atlántico, en aguas del Sáhara Occidental. Sin embargo, este territorio no pertenece a Marruecos, sino que es una región ocupada ilegalmente, cuyo saqueo de recursos viola el derecho internacional. La creciente presencia de Israel en Marruecos no solo refuerza la represión contra el pueblo saharaui con apoyo militar y tecnológico, sino que también agrava las tensiones con España y pone en el centro del conflicto a Canarias, situada a solo 200 kilómetros de la zona en disputa.
Por CRISTÓBAL GARCÍA VERA PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
A pesar de sus importantes repercusiones geopolíticas y económicas, la reciente concesión de Marruecos a la empresa israelí NewMed Energy, para la exploración de hidrocarburos en 34.000 kilómetros cuadrados del Atlántico, ha tenido un escaso seguimiento en la prensa canaria y del resto del Estado. Quizá haya podido influir en dicho tratamiento el entreguismo del gobierno español a las tesis marroquíes que buscan legitimar la ocupación del Sáhara Occidental, que recomienda pasar por alto que las aguas cedidas por el reino alauita a la compañía israelí en realidad forman parte de los territorios ocupados. Y es que Marruecos no solo usurpa la tierra del Sáhara, sino que también se apropia de sus recursos marítimos. Ahora con Israel, que se ha convertido en un socio clave en la estrategia expansionista de la monarquía alauita, como nuevo beneficiario de este expolio.
Sin embargo, la cesión de estos permisos para la explotación de gas y petróleo no solo tiene graves consecuencias para el pueblo saharaui, sino que afecta directamente a Canarias, situada a apenas 200 kilómetros de la zona en disputa.
Además, el progresivo desembarco de Israel en Marruecos, con su arsenal militar y la intervención del Mossad en la represión de los saharauis, convierte al Norte de África en un polvorín en el que España y Canarias parecen ser meros convidados de piedra.
EL DERECHO INTERNACIONAL Y LA IMPUNIDAD DE MARRUECOS
Desde el punto de vista del derecho internacional, Marruecos no tiene ningún derecho legítimo sobre el Sáhara Occidental ni sobre sus aguas. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha dictaminado en repetidas ocasiones que el Sáhara es un territorio no autónomo pendiente de descolonización, lo que significa que Marruecos está explotando ilegítimamente sus recursos naturales, sin el consentimiento del pueblo saharaui representado por el Frente Polisario.
Rabat ha actuado durante décadas con total impunidad, firmando acuerdos con empresas extranjeras para saquear las riquezas del Sáhara Occidental, desde la pesca hasta el fosfato, y ahora también el gas y el petróleo. La concesión a NewMed Energy y Adarco Energy es un paso más en este expolio. El 75% del control de esta explotación queda en manos de empresas israelíes y marroquíes, mientras que el 25% restante pertenece a ONHYM, la compañía estatal marroquí. Ni un solo céntimo de estos recursos beneficiará al pueblo saharaui, que sigue sufriendo el bloqueo, la represión y el exilio.
LA ALIANZA ENTRE MARRUECOS E ISRAEL: UN PELIGRO PARA TODA LA REGIÓN
Desde la firma de los Acuerdos de Abraham en 2020, Israel y Marruecos han estrechado su cooperación militar, económica y diplomática. A cambio del reconocimiento marroquí a Israel, Tel Aviv ha reafirmado su apoyo a la ocupación del Sáhara Occidental por parte de Marruecos. Un respaldo que ha sido correspondido con la compra de armas y tecnología de vigilancia israelí. Entre los acuerdos más peligrosos está la venta de drones de ataque y sistemas de ciberespionaje como el Pegasus, utilizado por Marruecos para vigilar y reprimir a periodistas, activistas y líderes saharauis y, como ahora es sabido, también a miembros del gobierno español de Pedro Sánchez. El Mossad también ha colaborado en el fortalecimiento de la inteligencia marroquí, proporcionando asesoramiento en tácticas de control social y represión.
El Frente Polisario ha denunciado en numerosas ocasiones que Israel ha convertido a Marruecos en su plataforma para intervenir en el norte de África, con el Sáhara como laboratorio de represión.
Pero la presencia de Israel en Marruecos no es solo una amenaza para los saharauis, sino también para toda la región, incluyendo Canarias. Tel Aviv ha encontrado en Rabat un aliado para expandir su influencia en el Atlántico y contrarrestar a sus rivales, como Argelia, que apoya la causa saharaui y mantiene una postura crítica con Israel. Este juego de equilibrios geopolíticos tiene consecuencias directas para el archipiélago canario, que se encuentra en medio de una zona de tensión creciente.
LA COLISIÓN ENTRE MARRUECOS, ESPAÑA Y CANARIAS POR LA SOBERANÍA MARÍTIMA
El área cedida a las empresas israelíes se encuentra a solo 200 kilómetros de Canarias, en una zona que Marruecos delimitó unilateralmente en 2020 como parte de
su Zona Económica Exclusiva. España nunca ha reconocido esta delimitación y sostiene que esas aguas pertenecen legalmente a la ZEE española, reconocida por la ONU desde 1981. Teóricamente, si Marruecos explota estos recursos sin acuerdos con España, se debería abrir conflicto diplomático directo entre ambos países, si bien la actual sumisión española al reino alauita podría traducirse también en una aceptación del nuevo status quo como un hecho consumado. El gobierno canario ha manifestado en múltiples ocasiones su rechazo a este tipo de actividades pero, si bien es cierto que la falta de competencias en política exterior deja a Canarias en una posición de vulnerabilidad frente a las decisiones que se tomen en Madrid y Rabat, el propio presidente regional, y por extensión todo su ejecutivo, pueden considerarse también cómplices de los planes expansionistas del reino alauita, después de que Fernando Clavijo viajara a Marruecos para "asumir enteramente la postura del Estado español sobre el Sáhara Occidental".
El impacto ambiental de la extracción de hidrocarburos es otro de los puntos de preocupación para Canarias. La exploración de gas y petróleo en aguas tan próximas al archipiélago conlleva riesgos de derrames y contaminación en un ecosistema clave para la pesca y el turismo, dos sectores fundamentales para la economía del Archipiélago.
CANARIAS EN EL TABLERO GEOPOLÍTICO DEL ATLÁNTICO
El Gobierno español, por su parte, ha mantenido al respecto de estos movimientos una política de "dejar hacer" a Marruecos en la zona, pese a no reconocer la ZEE marroquí. La tibieza tibieza diplomática española, huelga decirlo, solo ha servido para envalentonar a Rabat, que ya ha demostrado en múltiples ocasiones que no respeta los acuerdos si no existe una presión efectiva que lo oblige a hacerlo. Ante la inacción del gobierno español, resulta más que previsible que Marruecos continúe avanzando en la usurpación de las aguas y los recursos del Sáhara y afectando a Canarias en el proceso.
El tablero geopolítico en el Atlántico ha cambiado drásticamente. Con Marruecos actuando como un peón de Estados Unidos e Israel, y una Argelia que se cuenta entre los socios de Rusia, el riesgo de conflicto en la región se incrementa peligrosamente. Por otro lado, un endurecimiento de la represión contra el pueblo saharaui es más previsible, con el respaldo de Israel en tecnología militar y espionaje. La consolidación del eje Marruecos-Israel en el Norte de África refuerza un bloque que no solo desafía a Argelia y al Frente Polisario, sino que también altera los equilibrios de poder en el Mediterráneo y el Atlántico.
Todo ello tiene consecuencias directas para Canarias, que no solo se encuentra en medio de esta zona de tensión, sino que también podría verse afectada por la militarización creciente de Marruecos y su relación con Israel. La cesión de Marruecos al Estado sionista para la explotación de hidrocarburos en aguas saharauis no es solo un tema relacionado con la soberanía usurpada al pueblo saharaui o con los propios beneficios de la explotación de estos valiosos recursos naturales. Es también un síntoma de la expansión israelí en el norte de África, en alianza con la dictadura de Mohamed VI.
Por CRISTÓBAL GARCÍA VERA PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
A pesar de sus importantes repercusiones geopolíticas y económicas, la reciente concesión de Marruecos a la empresa israelí NewMed Energy, para la exploración de hidrocarburos en 34.000 kilómetros cuadrados del Atlántico, ha tenido un escaso seguimiento en la prensa canaria y del resto del Estado. Quizá haya podido influir en dicho tratamiento el entreguismo del gobierno español a las tesis marroquíes que buscan legitimar la ocupación del Sáhara Occidental, que recomienda pasar por alto que las aguas cedidas por el reino alauita a la compañía israelí en realidad forman parte de los territorios ocupados. Y es que Marruecos no solo usurpa la tierra del Sáhara, sino que también se apropia de sus recursos marítimos. Ahora con Israel, que se ha convertido en un socio clave en la estrategia expansionista de la monarquía alauita, como nuevo beneficiario de este expolio.
Sin embargo, la cesión de estos permisos para la explotación de gas y petróleo no solo tiene graves consecuencias para el pueblo saharaui, sino que afecta directamente a Canarias, situada a apenas 200 kilómetros de la zona en disputa.
Además, el progresivo desembarco de Israel en Marruecos, con su arsenal militar y la intervención del Mossad en la represión de los saharauis, convierte al Norte de África en un polvorín en el que España y Canarias parecen ser meros convidados de piedra.
EL DERECHO INTERNACIONAL Y LA IMPUNIDAD DE MARRUECOS
Desde el punto de vista del derecho internacional, Marruecos no tiene ningún derecho legítimo sobre el Sáhara Occidental ni sobre sus aguas. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha dictaminado en repetidas ocasiones que el Sáhara es un territorio no autónomo pendiente de descolonización, lo que significa que Marruecos está explotando ilegítimamente sus recursos naturales, sin el consentimiento del pueblo saharaui representado por el Frente Polisario.
Rabat ha actuado durante décadas con total impunidad, firmando acuerdos con empresas extranjeras para saquear las riquezas del Sáhara Occidental, desde la pesca hasta el fosfato, y ahora también el gas y el petróleo. La concesión a NewMed Energy y Adarco Energy es un paso más en este expolio. El 75% del control de esta explotación queda en manos de empresas israelíes y marroquíes, mientras que el 25% restante pertenece a ONHYM, la compañía estatal marroquí. Ni un solo céntimo de estos recursos beneficiará al pueblo saharaui, que sigue sufriendo el bloqueo, la represión y el exilio.
LA ALIANZA ENTRE MARRUECOS E ISRAEL: UN PELIGRO PARA TODA LA REGIÓN
Desde la firma de los Acuerdos de Abraham en 2020, Israel y Marruecos han estrechado su cooperación militar, económica y diplomática. A cambio del reconocimiento marroquí a Israel, Tel Aviv ha reafirmado su apoyo a la ocupación del Sáhara Occidental por parte de Marruecos. Un respaldo que ha sido correspondido con la compra de armas y tecnología de vigilancia israelí. Entre los acuerdos más peligrosos está la venta de drones de ataque y sistemas de ciberespionaje como el Pegasus, utilizado por Marruecos para vigilar y reprimir a periodistas, activistas y líderes saharauis y, como ahora es sabido, también a miembros del gobierno español de Pedro Sánchez. El Mossad también ha colaborado en el fortalecimiento de la inteligencia marroquí, proporcionando asesoramiento en tácticas de control social y represión.
El Frente Polisario ha denunciado en numerosas ocasiones que Israel ha convertido a Marruecos en su plataforma para intervenir en el norte de África, con el Sáhara como laboratorio de represión.
Pero la presencia de Israel en Marruecos no es solo una amenaza para los saharauis, sino también para toda la región, incluyendo Canarias. Tel Aviv ha encontrado en Rabat un aliado para expandir su influencia en el Atlántico y contrarrestar a sus rivales, como Argelia, que apoya la causa saharaui y mantiene una postura crítica con Israel. Este juego de equilibrios geopolíticos tiene consecuencias directas para el archipiélago canario, que se encuentra en medio de una zona de tensión creciente.
LA COLISIÓN ENTRE MARRUECOS, ESPAÑA Y CANARIAS POR LA SOBERANÍA MARÍTIMA
El área cedida a las empresas israelíes se encuentra a solo 200 kilómetros de Canarias, en una zona que Marruecos delimitó unilateralmente en 2020 como parte de su Zona Económica Exclusiva. España nunca ha reconocido esta delimitación y sostiene que esas aguas pertenecen legalmente a la ZEE española, reconocida por la ONU desde 1981. Teóricamente, si Marruecos explota estos recursos sin acuerdos con España, se debería abrir conflicto diplomático directo entre ambos países, si bien la actual sumisión española al reino alauita podría traducirse también en una aceptación del nuevo status quo como un hecho consumado. El gobierno canario ha manifestado en múltiples ocasiones su rechazo a este tipo de actividades pero, si bien es cierto que la falta de competencias en política exterior deja a Canarias en una posición de vulnerabilidad frente a las decisiones que se tomen en Madrid y Rabat, el propio presidente regional, y por extensión todo su ejecutivo, pueden considerarse también cómplices de los planes expansionistas del reino alauita, después de que Fernando Clavijo viajara a Marruecos para "asumir enteramente la postura del Estado español sobre el Sáhara Occidental".
El impacto ambiental de la extracción de hidrocarburos es otro de los puntos de preocupación para Canarias. La exploración de gas y petróleo en aguas tan próximas al archipiélago conlleva riesgos de derrames y contaminación en un ecosistema clave para la pesca y el turismo, dos sectores fundamentales para la economía del Archipiélago.
CANARIAS EN EL TABLERO GEOPOLÍTICO DEL ATLÁNTICO
El Gobierno español, por su parte, ha mantenido al respecto de estos movimientos una política de "dejar hacer" a Marruecos en la zona, pese a no reconocer la ZEE marroquí. La tibieza tibieza diplomática española, huelga decirlo, solo ha servido para envalentonar a Rabat, que ya ha demostrado en múltiples ocasiones que no respeta los acuerdos si no existe una presión efectiva que lo oblige a hacerlo. Ante la inacción del gobierno español, resulta más que previsible que Marruecos continúe avanzando en la usurpación de las aguas y los recursos del Sáhara y afectando a Canarias en el proceso.
El tablero geopolítico en el Atlántico ha cambiado drásticamente. Con Marruecos actuando como un peón de Estados Unidos e Israel, y una Argelia que se cuenta entre los socios de Rusia, el riesgo de conflicto en la región se incrementa peligrosamente. Por otro lado, un endurecimiento de la represión contra el pueblo saharaui es más previsible, con el respaldo de Israel en tecnología militar y espionaje. La consolidación del eje Marruecos-Israel en el Norte de África refuerza un bloque que no solo desafía a Argelia y al Frente Polisario, sino que también altera los equilibrios de poder en el Mediterráneo y el Atlántico.
Todo ello tiene consecuencias directas para Canarias, que no solo se encuentra en medio de esta zona de tensión, sino que también podría verse afectada por la militarización creciente de Marruecos y su relación con Israel. La cesión de Marruecos al Estado sionista para la explotación de hidrocarburos en aguas saharauis no es solo un tema relacionado con la soberanía usurpada al pueblo saharaui o con los propios beneficios de la explotación de estos valiosos recursos naturales. Es también un síntoma de la expansión israelí en el norte de África, en alianza con la dictadura de Mohamed VI.
Chorche | Martes, 18 de Marzo de 2025 a las 23:57:06 horas
Si Israel es genocida y usurpador del Territorio palestino, Marruecos hace lo que puede.
Tienen mucho de malo para compartir. Un peligro esa unión no sólo para la región sino para el mundo.
Los malvados se saben unir, más que lo estamos la ciudadanía para luchar contra ellos.
A España le falta autonomía y altura moral para enfrentarse con Marruecos. No hará nada que pueda molestar al gran amo gringo. USA y Israel son hermanos siameses que pretenden repartirse el mundo así sea acabando con la población.
Si en algún lugar del espacio mora la justicia que baje pronto a la Tierra y actúe con los asesinos/verdugos de los Pueblos mártires, Palestina y el Sáhara entre ellos.
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