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Martes, 25 de Febrero de 2025 Tiempo de lectura:

ELECCIONES EN ALEMANIA: ¿CAMBIO REAL O SOLO UN AJUSTE DEL SISTEMA?

Si la gente quiere un cambio, ¿por qué sigue ganando el mismo modelo económico?

Las elecciones en Alemania han mostrado una participación récord, pero lejos de ser un síntoma de estabilidad democrática, reflejan el profundo malestar de una sociedad golpeada por la recesión, la precarización laboral y el desgaste de un modelo económico que ya no responde a las necesidades de la mayoría. ¿Será posible un cambio real o solo asistimos a un nuevo intento de administrar la crisis sin transformaciones profundas?

 

 

POR HANSI QUENAU, DESDE ALEMANIA, PARA CANARIAS SEMANAL.ORG.-

 

    Las recientes elecciones en Alemania han dejado en evidencia una verdad incómoda para su clase [Img #83021]dirigente: la insatisfacción de la población con el rumbo del país es profunda y se ha manifestado en una participación electoral excepcionalmente alta. Este fenómeno no es un simple reflejo del "interés cívico", como intentan presentarlo los medios tradicionales, sino un síntoma de una crisis estructural que afecta tanto a la economía como a la política.

 

    A través del análisis de los resultados y del contexto en el que se desarrollaron estos comicios, se puede entender que la movilización electoral no responde a una fe renovada en el sistema, sino a la necesidad de una transformación real ante el empeoramiento de las condiciones de vida de las mayorías trabajadoras.

 

 

UNA ECONOMÍA EN CRISIS Y SU IMPACTO EN LA CLASE TRABAJADORA

 

     Alemania, considerada durante décadas el motor económico de Europa, atraviesa una de sus crisis más profundas. La recesión, el aumento del costo de la vida y el deterioro de las condiciones laborales han golpeado duramente a la población trabajadora. La promesa de estabilidad, que fue la base de la legitimidad del modelo económico alemán, ha colapsado ante la evidencia de que la riqueza sigue concentrándose en pocas manos mientras la mayoría enfrenta precarización.

 

   "Mientras los bancos y las grandes empresas siguen asegurando sus beneficios, la clase trabajadora enfrenta una precarización cada vez mayor."

 

    El aumento de la inflación y la caída del poder adquisitivo han generado una creciente frustración. Mientras las grandes corporaciones y bancos siguen asegurando sus beneficios mediante subsidios estatales y facilidades fiscales, los trabajadores enfrentan recortes sociales, alquileres impagables y un mercado laboral que se flexibiliza cada vez más en favor de los empresarios.

 

    Esta situación ha calado en el electorado, que ya no confía en las promesas vacías de los partidos tradicionales. La alta participación electoral expresa un intento de cambiar el rumbo del país ante el evidente fracaso de las recetas neoliberales.

 

 

LA MIGRACIÓN Y LA SEGURIDAD: UN DISCURSO MANIPULADO

 

     Uno de los temas más utilizados por los políticos y los medios de comunicación para desviar la atención de la crisis económica es la migración. La creciente criminalización de los migrantes busca construir un enemigo interno para justificar políticas represivas y evitar que la clase trabajadora identifique a los verdaderos responsables de su situación: las élites económicas y políticas.

 

 

    Si bien es cierto que la política migratoria en Alemania ha generado tensiones, el enfoque puesto exclusivamente en la “seguridad” y la “delincuencia” ignora las verdaderas causas del problema. El aumento de la pobreza y la marginación, tanto de migrantes como de ciudadanos alemanes, no es producto de la llegada de nuevos trabajadores al país, sino del modelo económico que prioriza el beneficio privado sobre las necesidades colectivas.

 

 

 ¿Puede el voto transformar un sistema que favorece siempre a los mismos?

 

 

   A pesar de ello, ciertos sectores políticos han utilizado el descontento legítimo de la población para alimentar un discurso que solo beneficia a quienes buscan dividir a los trabajadores y desviar la atención de los problemas estructurales.

 

   POLÍTICA EXTERIOR Y GUERRA: LA CARGA DEL IMPERIALISMO

 

    Otro factor clave en estas elecciones ha sido el rechazo creciente a la política exterior del gobierno, especialmente en lo referente al papel de Alemania en los conflictos internacionales. La participación activa en la guerra de Ucrania y el alineamiento con las estrategias de la OTAN han traído consecuencias económicas negativas y un mayor riesgo de participación en conflictos bélicos.

 

    El envío de recursos y armamento, mientras el país enfrenta una crisis interna, ha generado indignación en amplios sectores de la población. La percepción de que el gobierno responde más a los intereses de potencias extranjeras que a las necesidades de su propio pueblo ha sido un elemento clave en la pérdida de apoyo a los partidos gobernantes.

 

   ¿CAMBIO REAL O SIMPLE REAJUSTE DEL SISTEMA?

 

   El alto nivel de participación electoral refleja un anhelo de transformación, pero la pregunta central es: ¿realmente habrá un cambio estructural o solo un reajuste para mantener el mismo modelo con nuevos rostros?

 

   El problema de fondo sigue siendo que el sistema electoral alemán, como en muchas democracias liberales, ofrece opciones dentro de los límites del mismo modelo económico y político. Aunque algunos partidos intenten presentarse como “alternativas”, la realidad es que cualquier fuerza que no cuestione el poder de las grandes corporaciones y bancos difícilmente podrá ofrecer soluciones reales.

 

 

    "El discurso sobre la migración y la seguridad busca desviar la atención de los verdaderos responsables del deterioro económico y social."

 

 

    El verdadero cambio no llegará desde el parlamento, sino desde la organización y movilización de los trabajadores, que deben comprender que su futuro no depende únicamente del voto, sino de su capacidad para transformar las relaciones de poder en la sociedad.

 

 

    Las elecciones en Alemania han sido un reflejo de la crisis del sistema. La alta participación no es signo de estabilidad, sino de un malestar profundo. La recesión económica, la precarización laboral, la instrumentalización del discurso migratorio y la política exterior subordinada a intereses imperialistas han generado una creciente desconfianza en la clase dirigente.

 

    El desafío ahora es no permitir que este descontento sea absorbido por fuerzas que solo buscan administrar la crisis sin cuestionar sus causas. La historia ha demostrado que los verdaderos cambios no vienen desde arriba, sino desde la organización de quienes sostienen la sociedad con su trabajo.

 

 

 

 
 
 
 
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  • Chorche

    Chorche | Jueves, 27 de Febrero de 2025 a las 23:33:54 horas

    La clase trabajadora no necesita de mucha inteligencia para entender que es la dictadura del capital la responsable de que unos países se vacíen de seres humanos y otros se llenen.
    Debemos dejar de alimentarla con nuestro consumo. No confiar mucho en los políticos (y menos en la derecha que siempre ha sido la sirvienta predilecta del capital) sino más en nuestras actitudes y acciones como muy bien dice Hansi.
    Los bancos y las grandes empresas aquí en España también siguen aumentando sus beneficios y la clase trabajadora alemana veo que tiene los mismos problemas que la española.
    Socialismo o barbarie. Pero lo hemos de construir el pueblo. No confiemos demasiado en los políticos que, aunque quisieran, el sistema no les deja hacer

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