
"CAMBIO CLIMÁTICO Y FENÓMENOS EXTREMOS: ¿POR QUÉ LAS DANAS SON CADA VEZ MÁS VIOLENTAS?"
El papel de los océanos: Calentamiento global y lluvias torrenciales en aumento
Las DANAs que asolan el Mediterráneo no son solo fenómenos naturales: son eventos potenciados por la crisis climática, agravados por modelos económicos y urbanísticos que amplifican su impacto. Las comunidades más vulnerables son las más afectadas, mientras la ciencia advierte de la necesidad urgente de cambiar nuestro enfoque para enfrentar un futuro de fenómenos cada vez más intensos.
POR MARTÍN ÁLVAREZ PARA CANARIAS SEMANAL.ORG
Los recientes episodios de DANA (Depresión Aislada en
Niveles Altos) que azotaron la costa mediterránea española nos han dejado con escenas devastadoras. Más allá de los titulares y las imágenes de inundaciones, estos eventos extremos revelan un problema más profundo: el cambio climático. La ciencia confirma que el calentamiento global está incrementando la frecuencia y la intensidad de estos fenómenos, y es en este contexto que debemos entender su creciente virulencia y sus consecuencias.
¿QUÉ ES UNA DANA Y POR QUÉ ES CADA VEZ MÁS VIOLENTA?
Una DANA es una depresión atmosférica que se forma al separarse de la circulación general de la atmósfera, dando lugar a precipitaciones torrenciales y tormentas. Tradicionalmente, las áreas del Mediterráneo han experimentado fenómenos de este tipo. Sin embargo, estudios recientes muestran que el cambio climático está haciendo estos eventos más intensos y destructivos.
Un informe del Instituto Pierre Simon Laplace en París revela que las DANAs actuales son hasta un 15% más húmedas que las de hace unas décadas, un fenómeno que responde a la subida de temperaturas en el Mediterráneo, donde el mar actúa como una especie de caldera, calentando el aire y generando una atmósfera cargada de humedad.
La relación entre el cambio climático y la frecuencia de las DANAs es evidente. Los científicos han demostrado que el calentamiento global, acelerado principalmente por la emisión de gases de efecto invernadero derivados de actividades industriales y el consumo de combustibles fósiles, ha elevado las temperaturas del planeta en más de 1°C desde la era preindustrial.
Esta subida hace que la atmósfera pueda retener más humedad, intensificando las lluvias y aumentando las probabilidades de eventos extremos, como confirma un informe reciente del World Weather Attribution (WWA). Este estudio señala que, debido al calentamiento global, las lluvias torrenciales de las DANAs son ahora un 12% más intensas y tienen el doble de probabilidades de ocurrir en comparación con hace unas décadas.
IMPACTOS SOCIALES: DESIGUALDADES Y VULNERABILIDAD
La crisis climática y sus consecuencias afectan de manera desigual a las poblaciones. Las comunidades en zonas costeras y en áreas inundables son las más vulnerables a los efectos de las DANAs. Esta situación empeora en contextos donde la ocupación del suelo y la falta de planificación agravan los impactos de estos fenómenos. La Fundación Nueva Cultura del Agua (FNCA) subraya que la expansión urbanística y la ocupación de áreas inundables han aumentado el riesgo de inundaciones y sus costos humanos y materiales. Al mismo tiempo, los monocultivos intensivos, que destruyen los sistemas naturales de absorción de agua, y la impermeabilización del suelo por el desarrollo urbano, agravan los daños por inundaciones.
Además, en un sistema económico que prioriza la rentabilidad sobre la sostenibilidad, la falta de una cultura de gestión del riesgo es otra limitación. Las políticas preventivas y de adaptación quedan rezagadas frente a las necesidades inmediatas de crecimiento económico. Así, las medidas que se podrían implementar para reducir los efectos de las DANAs son vistas como un gasto más que como una inversión en resiliencia y protección social.
EL CALENTAMIENTO DE LOS OCÉANOS: UNA VARIABLE CLAVE
Las temperaturas oceánicas juegan un papel fundamental en el comportamiento de fenómenos como las DANAs. Según un estudio de Climate Central, el aumento de temperaturas en el Atlántico incrementa entre 50 y 300 veces la probabilidad de que eventos como estas depresiones mediterráneas se vuelvan más destructivos. Este calentamiento de los océanos es impulsado en gran medida por la quema masiva de combustibles fósiles, que también emite gases como el dióxido de carbono y el metano, contribuyendo así al efecto invernadero. Estas alteraciones climáticas amplifican el ciclo natural de sequías y lluvias torrenciales en el Mediterráneo, generando eventos que superan la capacidad de respuesta de las infraestructuras y sistemas sociales actuales.
HACIA UNA RESPONSABILIDAD COLECTIVA Y UNA TRANSFORMACIÓN PROFUNDA
Para mitigar los impactos de fenómenos como las DANAs, es necesario replantear nuestras relaciones con el entorno. La investigadora Friederike Otto, del Instituto Grantham de Cambio Climático y Medio Ambiente, insiste en que disponemos de la tecnología y el conocimiento necesarios para frenar el calentamiento global, pero para ello hace falta un cambio profundo y colectivo. La urgencia no solo está en reducir las emisiones, sino en transformar los modelos productivos que explotan sin descanso los recursos naturales y que exacerban las desigualdades sociales.
El desafío de enfrentar las DANAs y otros fenómenos extremos está íntimamente ligado al sistema económico en el que vivimos. La dependencia de los combustibles fósiles y el afán de crecimiento a cualquier costo han incrementado el calentamiento global y, con él, los eventos climáticos extremos. Para combatir este problema de raíz, se requiere un enfoque transformador que ponga en el centro la sostenibilidad y la justicia social. Es urgente transitar hacia un modelo que reduzca las emisiones y que proteja a las comunidades más vulnerables, que son, en última instancia, quienes pagan el precio más alto.
La intensificación de las DANAs en el Mediterráneo y otros fenómenos climáticos extremos es una llamada de atención. No son simplemente eventos naturales; son el resultado de decisiones humanas que nos han llevado a un punto crítico. Para proteger el planeta y a sus habitantes, es imperativo adoptar políticas de mitigación y adaptación climática que promuevan un desarrollo equitativo y sostenible. La crisis climática no discrimina, pero sus efectos sí lo hacen, y es nuestra responsabilidad colectiva revertir esta situación antes de que se torne irreversible.
POR MARTÍN ÁLVAREZ PARA CANARIAS SEMANAL.ORG
Los recientes episodios de DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que azotaron la costa mediterránea española nos han dejado con escenas devastadoras. Más allá de los titulares y las imágenes de inundaciones, estos eventos extremos revelan un problema más profundo: el cambio climático. La ciencia confirma que el calentamiento global está incrementando la frecuencia y la intensidad de estos fenómenos, y es en este contexto que debemos entender su creciente virulencia y sus consecuencias.
¿QUÉ ES UNA DANA Y POR QUÉ ES CADA VEZ MÁS VIOLENTA?
Una DANA es una depresión atmosférica que se forma al separarse de la circulación general de la atmósfera, dando lugar a precipitaciones torrenciales y tormentas. Tradicionalmente, las áreas del Mediterráneo han experimentado fenómenos de este tipo. Sin embargo, estudios recientes muestran que el cambio climático está haciendo estos eventos más intensos y destructivos.
Un informe del Instituto Pierre Simon Laplace en París revela que las DANAs actuales son hasta un 15% más húmedas que las de hace unas décadas, un fenómeno que responde a la subida de temperaturas en el Mediterráneo, donde el mar actúa como una especie de caldera, calentando el aire y generando una atmósfera cargada de humedad.
La relación entre el cambio climático y la frecuencia de las DANAs es evidente. Los científicos han demostrado que el calentamiento global, acelerado principalmente por la emisión de gases de efecto invernadero derivados de actividades industriales y el consumo de combustibles fósiles, ha elevado las temperaturas del planeta en más de 1°C desde la era preindustrial.
Esta subida hace que la atmósfera pueda retener más humedad, intensificando las lluvias y aumentando las probabilidades de eventos extremos, como confirma un informe reciente del World Weather Attribution (WWA). Este estudio señala que, debido al calentamiento global, las lluvias torrenciales de las DANAs son ahora un 12% más intensas y tienen el doble de probabilidades de ocurrir en comparación con hace unas décadas.
IMPACTOS SOCIALES: DESIGUALDADES Y VULNERABILIDAD
La crisis climática y sus consecuencias afectan de manera desigual a las poblaciones. Las comunidades en zonas costeras y en áreas inundables son las más vulnerables a los efectos de las DANAs. Esta situación empeora en contextos donde la ocupación del suelo y la falta de planificación agravan los impactos de estos fenómenos. La Fundación Nueva Cultura del Agua (FNCA) subraya que la expansión urbanística y la ocupación de áreas inundables han aumentado el riesgo de inundaciones y sus costos humanos y materiales. Al mismo tiempo, los monocultivos intensivos, que destruyen los sistemas naturales de absorción de agua, y la impermeabilización del suelo por el desarrollo urbano, agravan los daños por inundaciones.
Además, en un sistema económico que prioriza la rentabilidad sobre la sostenibilidad, la falta de una cultura de gestión del riesgo es otra limitación. Las políticas preventivas y de adaptación quedan rezagadas frente a las necesidades inmediatas de crecimiento económico. Así, las medidas que se podrían implementar para reducir los efectos de las DANAs son vistas como un gasto más que como una inversión en resiliencia y protección social.
EL CALENTAMIENTO DE LOS OCÉANOS: UNA VARIABLE CLAVE
Las temperaturas oceánicas juegan un papel fundamental en el comportamiento de fenómenos como las DANAs. Según un estudio de Climate Central, el aumento de temperaturas en el Atlántico incrementa entre 50 y 300 veces la probabilidad de que eventos como estas depresiones mediterráneas se vuelvan más destructivos. Este calentamiento de los océanos es impulsado en gran medida por la quema masiva de combustibles fósiles, que también emite gases como el dióxido de carbono y el metano, contribuyendo así al efecto invernadero. Estas alteraciones climáticas amplifican el ciclo natural de sequías y lluvias torrenciales en el Mediterráneo, generando eventos que superan la capacidad de respuesta de las infraestructuras y sistemas sociales actuales.
HACIA UNA RESPONSABILIDAD COLECTIVA Y UNA TRANSFORMACIÓN PROFUNDA
Para mitigar los impactos de fenómenos como las DANAs, es necesario replantear nuestras relaciones con el entorno. La investigadora Friederike Otto, del Instituto Grantham de Cambio Climático y Medio Ambiente, insiste en que disponemos de la tecnología y el conocimiento necesarios para frenar el calentamiento global, pero para ello hace falta un cambio profundo y colectivo. La urgencia no solo está en reducir las emisiones, sino en transformar los modelos productivos que explotan sin descanso los recursos naturales y que exacerban las desigualdades sociales.
El desafío de enfrentar las DANAs y otros fenómenos extremos está íntimamente ligado al sistema económico en el que vivimos. La dependencia de los combustibles fósiles y el afán de crecimiento a cualquier costo han incrementado el calentamiento global y, con él, los eventos climáticos extremos. Para combatir este problema de raíz, se requiere un enfoque transformador que ponga en el centro la sostenibilidad y la justicia social. Es urgente transitar hacia un modelo que reduzca las emisiones y que proteja a las comunidades más vulnerables, que son, en última instancia, quienes pagan el precio más alto.
La intensificación de las DANAs en el Mediterráneo y otros fenómenos climáticos extremos es una llamada de atención. No son simplemente eventos naturales; son el resultado de decisiones humanas que nos han llevado a un punto crítico. Para proteger el planeta y a sus habitantes, es imperativo adoptar políticas de mitigación y adaptación climática que promuevan un desarrollo equitativo y sostenible. La crisis climática no discrimina, pero sus efectos sí lo hacen, y es nuestra responsabilidad colectiva revertir esta situación antes de que se torne irreversible.
Chorche | Lunes, 11 de Noviembre de 2024 a las 13:07:03 horas
CASO SPORA
Muches de nosotres llevamos varios años realizando acciones de desobediencia civil, al igual que ha pasado en muchos lugares de Europa. E igual que aumentaron los colectivos contra la crisis climática, en los últimos años también ha aumentado la represión contra los mismos. Se nos emepezó a multar individualmente, después a finales de 2022 comenzaron las detenciones por las que pasamos casi tres días en calabozos, momento en el que comenzó la investigación que nos lleva a este caso.
Durante todo diciembre de 2023 y enero de 2024, la Policía Nacional detuvo a 24 personas por “conformar una estructura criminal” la cual es inexistente. Entre ellas estábamos nosotres. Los arrestos se produjeron de forma coordinada y escalonada en el tiempo en Madrid, Barcelona, Murcia, Alicante, Cádiz, Zaragoza, Granada, Valencia, Soria, Santander y San Sebastián.
Desde que empezó la investigación del caso se nos ha perseguido y hemos sido acosades por nuestras acciones de desobediencia civil. Entre otras cosas, la Brigada Provincial de Información de la Policía Nacional nos ha seguido por las calles, ha intervenido nuestros dispositivos móviles, estos últimos meses ha estado bloqueando nuestras cuentas bancarias y, para comunicarnos esta acusación, acudió a nuestros hogares, a donde trabajamos o estudiamos e incluso en plena calle para detenernos y llevarnos a comisaría.
Ahora nos vemos envueltes en un largo proceso legal en el cual se nos acusa de algo muy grave, una acusación basada en la represión judicial y política simplemente por hacer activismo climático. Aunque siempre hemos sido conscientes de que la protesta implica muchas veces enfrentarse a la represión, a día de hoy tenemos miedo de ir a prisión y enfrentarnos a multas desproporcionadas. Nuestras vidas y las de las personas que nos rodean se encuentran en gran medida paralizadas y nos vemos en un callejón sin salida….
**** s: **** pepaloba **** /project/absolucion-caso-spora?lang=es
Accede para votar (0) (0) Accede para responder