Sábado, 06 de Septiembre de 2025

Actualizada

Viernes, 05 de Septiembre de 2025 a las 10:13:35 horas

5
Miércoles, 16 de Julio de 2025 Tiempo de lectura:

"EL GRAN REAJUSTE": SE AVECINAN CAMBIOS SOCIALES Y ECONÓMICOS DE GRAN ENVERGADURA, PROVOCADOS POR LA INTENSIDAD DE LA CONFRONTACIÓN INTERIMPERIALISTA

Las disputas entre grandes bloques -EEUU, China, Rusia y Europa- ya no se limitan al terreno económico. Se extienden a lo militar

El lenguaje no solo sirve para comunica: también oculta, tergiversa y legitima. En esta entrevista, Cristóbal García Vera —uno de los autores de la obra "El Gran Reajuste"—, de próxima aparición, nos advierte en esta entrevista sobre una de las más peligrosas transformaciones que atraviesa el capitalismo global: la imposición de un nuevo "sentido común" a través de palabras domesticadas. Porque quienes controlan el lenguaje pueden limitar decisivamente nuestra capacidad para imaginar un mundo distinto.

REDACCIÓN CANARIAS SEMANAL.ORG

 

    "El Gran Reajuste", de próxima aparición, no es un libro de recetas políticas ni un ensayo académico más.

 

   Según sus autores, se trata de un intento de entender e interpretar en qué consisten y consistirán los profundos cambios que se están produciendo en el capitalismo global y cómo éstos afectaran de manera notoria no solo a nuestras condiciones materiales de vida, sino también a nuestras formas de pensar, de hablar y hasta de desear.

 

     El libro, cuyo contenido rebasa con creces las trescientas y pico páginas, recorre con mirada crítica, pero también extraordinariamente didáctica, los procesos de desposesión, concentración del poder, la deslocalización empresarialcrisis climática, y, especialmente, el silencioso —pero implacable— control del lenguaje por parte de las élites dominantes.

 

    En su capítulo 9, “La batalla del lenguaje”, el libro pone de manifiesto cómo las clases dirigentes han aprendido a dominar las palabras para dominar el pensamiento colectivo. Sobre este inquietante fenómeno entrevistamos a uno de sus autores, Cristóbal García Vera.

 

 

ENTREVISTA: 

 

 “Quien controla las palabras, controla también las posibilidades de cambio”

 

1. ¿Cuándo dirías que comenzó esta “batalla del lenguaje”? ¿Se trata de un fenómeno nuevo o de una táctica antigua renovada?

 

    —Esta batalla es tan vieja como la misma lucha de clases. Pero lo que sí ha cambiado es el grado de su intensidad y también su sofisticación.

    Hoy, gracias al carácter fulminante de los medios de comunicación, a la publicidad y a las redes sociales, las élites pueden moldear el lenguaje de forma masiva y casi instantánea.

    Lo que antes requería una inversión de generaciones enteras, hoy puede instalarse como "sentido común" en cuestión de meses.

    Por ejemplo, y sin ir más lejos, el uso del término “reformas” para hablar realmente de "recortes sociales" empezó hace apenas unas décadas y ahora ya nadie se escandaliza al escucharlo.

 

 

2. ¿Qué papel juegan los medios de comunicación en esa imposición de sentidos?

 

   —Un papel fundamental. No solo difunden información, sino que definen cómo deben ser entendidos los hechos. Si un gobierno que favorece al capital reprime una protesta, los medios dirán que lo hizo con el propósito de “restaurar el orden”.

   Si quien protagoniza esa acción es un gobierno con tendencias populares, dirán, en cambio, que se trató de un “acto autoritario”. Mismo hecho, palabras distintas.

 

   El lenguaje, pues, no solo describe la realidad; sino que, hasta cierto punto, tiene la capacidad de construirla o reconstruirla. Quien tiene el poder de nombrar, tiene también el poder de influir en cómo pensamos las cosas.

 

3. En el capítulo critican el uso actual del término “democracia”. ¿Qué desean señalar con ello?

 

  —Hemos tratado de poner de manifiesto que muchas palabras que parecen inocentes han sido secuestradas por el poder. Hoy se presenta como "democrático" cualquier Régimen donde, de manera más o menos regular, se celebran elecciones, aunque esas elecciones nunca lleguen a cambiar nada relevante en el país de que se trate.

    ¿Qué clase de democracia hay si las decisiones económicas clave se toman en despachos de empresas, nacionales o multinacionales, o fondos que nadie ha votado? ¿Qué democracia es esa donde el pueblo puede votar cada cuatro años, pero no tiene capacidad real de decidir sobre su trabajo, su vivienda o su salud?

 

   4. También citan el caso del término “socialismo”. ¿Cuál ha sido el destino del contenido de ese histórico concepto?

 

  —Ha sido vaciado por completo. Hoy se llama “socialismo” a políticas o a partidos que no tocan ni un centímetro la estructura de propiedad. Se etiqueta así a gobiernos que, en la práctica, aplican programas neoliberales con rostro amable.

    Al despojar a ese término de su contenido histórico —que es la transformación radical de las relaciones económicas— lo han convertido en un mero adorno. En algo inofensivo. En una suerte de "perfume ideológico",  incapaz de inquietar ni  molestar al capital.

 

   5. Dinos, ¿hasta qué punto los sectores críticos del sistema han asumido también ese lenguaje dominante?

 

    —Hasta límites realmente inverosímiles. Y este es uno de los principales peligros de los efectos que la manipulación de los conceptos en manos de las élites políticas y económicas, puede ocasionar: que sus mismos contradictores lleguen a convertirse también en sus principales propagandistas.

 

    En no pocas ocasiones, los propios movimientos populares, sin apercibirse de ello, repiten palabras que ya están cargadas de significados funcionales al poder. Recuérdese, por ejemplo,  cuando las elites lograron convertir el ambiguo término "globalización" en la palabra de moda. El propósito deliberado era neutralizar el concepto claro y terminante de "imperialismo". Y hay que reconocer que, por un periodo, lograron extender la sensación de que el uso del término era obsoleto, viejo, demodé...  Lo curioso es que fueron muchos intelectuales y políticos "de izquierdas" quienes se convirtieron en los principales difusores de ese ambiguo término de "globalización". 

 

    Otro tanto ha sucedido con conceptos tales como el de “emprendimiento social” o “competitividad”. Nociones nacidas  justamente para tratar de despolitizar la lucha de clases. Viene a ser algo así como querer construir una casa nueva con los planos sustraidos al enemigo.

 

  En el capítulo del libro que dedicamos a este tema, estudiamos algunos de los conceptos mas frecuentes que han sido y continúan siendo objeto de este tipo de burdas falsificaciones. 

 

 

  6. ¿Por qué el lenguaje tiene tanta capacidad para condicionar el pensamiento colectivo?

 

    —Pues es evidente, simplemente porque no usamos las palabras solo para comunicarnos, sino también para pensar. Las palabras son herramientas que nos permiten organizar lo que sentimos, lo que deseamos y lo que tememos.

 

    Si esas herramientas están diseñadas para que ciertas ideas no logren expresarse, entonces esas ideas ni siquiera llegarán a ser pensadas. Por eso mantenemos que quien controla las palabras, controla también las posibilidades de cambio.

 

    7. ¿Cómo se consigue imponer culturalmente un nuevo significado? ¿Qué tipo de elementos coercitivos se requieren? ¿La censura, por ejemplo?

 

    —Para nada. Esa es una de las genialidades del poder: no necesita prohibir nada. Solo necesita repetir. Repetir una y otra vez un término, con el mismo sentido, hasta que parezca "natural".

    El mejor ejemplo es la palabra “reforma”. En el siglo XIX, una reforma era sinónimo de conquista social. Hoy, en boca del poder, es sinónimo de todo lo contrario: de ajustes, recortes, retrocesos. Pero como se repite constantemente desde los medios, los economistas y los políticos, termina pareciendo "normal".

 

   8. ¿Qué rol juegan las instituciones educativas en esta disputa por el sentido?

    —En mi opinión, un rol clave. En muchas escuelas y universidades se enseña un lenguaje técnico, supuestamente neutral, que en realidad oculta las relaciones de poder.

 

     Se habla de “mercados laborales” y de “actores económicos” como si todos tuviéramos la misma fuerza en ellos. Eso genera una evanescente ilusión de igualdad que bloquea la comprensión de las injusticias reales.

 

    Y es que educar no es solo transmitir conocimientos, sino también una forma de clasificar el mundo. Y si esa clasificación ya viene sesgada no hace más  que reproducir la ideología dominante.

 

   9. ¿Las redes sociales han ampliado esta batalla o la han simplificado aún más?

 

  —En nuestra opinión, ambas cosas. Por un lado, han democratizado ciertas formas de expresión permitiendo que discursos alternativos puedan circular.

 

    Pero, por otro, han hecho del lenguaje algo más superficial y volátil. En ese contexto, las élites económicas y políticas han perfeccionado su arsenal semántico: memes, etiquetas, slogans que condensan mensajes complejos en frases ramplonamente simples. Lo que antes se decía en un editorial hoy se inocula en un “hashtag”. Y eso requiere, naturalmente, estar muy alerta. 

 

    El libro "El Gran Reajuste", nos invita a mirar allí donde muchas veces no miramos: no solo hacia las estructuras visibles del poder, sino también hacia los pliegues del lenguaje con los que interpretamos la realidad. Porque entender cómo se nos imponen las palabras es un primer paso para tratar de recuperar nuestra capacidad de nombrar —y transformar— el mundo.

 

 

    10. En el libro "El Gran Reajuste" ustedes anuncian también que se avecinan cambios sociales, políticos y económicos de gran envergadura, provocados por la intensidad de la confrontación competitiva interimperialista y la caída alarmante de las tasas de beneficio del capital.  ¿Podrías adelantarnos algo al respecto?

    — Eso está a la vista de todos los que quieran verlo. Lo que señalamos y tratamos de demostrar a lo largo del libro, de forma que cualquier lector pueda comprenderlo sin mayores dificultades, es que el sistema capitalista global está entrando en una fase de crisis estructural más profunda que ninguna de las precedentes.

 

    Las élites dominantes llevan años exprimiendo todas las fuentes posibles de ganancias: deslocalización, automatización, recortes salariales, privatizaciones, endeudamiento masivo… pero ya no hay más “margen” para extraer beneficios sin generar estallidos sociales o conflictos entre potencias. El capital se prepara, pues, ante esta eventualidad.

 

   Cuando las tasas de ganancia caen, la lógica del capital se vuelve aún más agresiva: aumenta la guerra comercial, la presión sobre los recursos naturales, las intervenciones geopolíticas, las guerras y también, naturalmente, se preparan los resortes para la represión interna.

 

    Hoy vemos que las disputas entre grandes bloques —Estados Unidos, China, Rusia, Europa— ya no se limitan al terreno estrictamente económico: se extienden a lo militar, lo tecnológico, lo ideológico. No es esta una situación novedosa. Sus aspectos más relevantes fueron descritos ya hace más de 100 años, en 1914, en plenas vísperas de la I Guerra Mundial por el bolchevique ruso Vladimir Lenin, a cuyos análisis de entonces se debería hoy prestar más atención si se desea hacer un diagnóstico certero sobre las circunstancias que está atravesando el planeta.

 

     En un contexto como el actual, pues, no solo peligra la estabilidad internacional, sino también la capacidad del sistema para mantener su propia legitimidad. Peligran seriamente las conquistas sociales obtenidas a lo largo de más de un siglo de luchas.  Por eso mantenemos que no solo se avecinan crisis, sino también reajustes profundos en nuestras vidas cotidianas. Y esos reajustes no van a ser neutrales: nos arrastrarán hacia fórmulas de organización más autoritarias, a menos que la organización social y política desde abajo pueda dar lugar a rupturas emancipadoras.

 

 
 
 
 
 
 
Comentarios (5) Comentar esta noticia
Comentar esta noticia

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.98

  • Chorche

    Chorche | Lunes, 21 de Julio de 2025 a las 10:52:25 horas

    Por qué dejar de usar WhatsApp y cuál es la alternativa. Por Redes Nuestras.
    Meta ha anunciado que va a empezar a incluir anuncios en WhatsApp. Estarán personalizados con los datos que extraen de Instagram y Facebook. Por ahora, la publicidad aparecerá en los «estados» (esa especie de stories que no todo el mundo usa) y en los canales.
    Solo un día después, algunes usuaries han recibido un mensaje dentro de la propia app que les pide su correo electrónico «para mayor seguridad». No hace falta ser muy lince para entender que ese interés repentino por tu seguridad tiene que ver con otra cosa: si les das tu email, les será más fácil saber quién eres en Instagram y/o Facebook (asumiendo que uses la misma dirección para loguearte allí) y podrán «personalizar» tus anuncios con toda la información que tienen de ti.
    No es el primer movimiento desagradable de Meta para WhatsApp este año: hace poco agregaron un agente de IA (que se puede ocultar, pero no desactivar del todo). Esta función nos resta privacidad: si bien los mensajes que intercambias con otras personas en WhatsApp están cifrados de extremo a extremo (lo que significa que solo pueden leerlos las personas que conversan, para Meta son ilegibles), lo que le digas a la IA podrá ser analizado por Meta. Lo utilizan para entrenar esa IA y, en el futuro, probablemente, servirá para personalizar la publicidad que te muestran.
    No es tampoco el segundo: Meta estrenó 2025 anunciando que dejaría de controlar las noticias falsas y los contenidos de odio, como expliqué en detalle, en un claro alineamiento con Trump.
    La alternativa es fácil: vámonos a Signal…
    **** s: **** loquesomos **** /por-que-dejar-de-usar-whatsapp-y-cual-es-la-alternativa/

    Accede para responder

  • luigi45

    luigi45 | Sábado, 19 de Julio de 2025 a las 10:12:59 horas

    ¿ "... confrontación interi-mperialista..." ?

    Jajajajajajajajajajaj

    Canarias Semanal, grandes mamporreros al servicio del ÜNICO imperio.

    El mes que viene no sé si cobraréis....

    Accede para responder

  • Chorche

    Chorche | Viernes, 18 de Julio de 2025 a las 22:14:12 horas

    De cómo Google está al servicio del sionismo. (Insurgente **** )
    Israel está gastando gigantescas cantidades de dinero bombardeando Europa con mensajes que justifican sus acciones y alarmado a los europeos diciendo que los misiles nucleares iraníes pronto convertirán sus ciudades en escombros.
    Un estudio de MintPress ha descubierto que desde el ataque a Irán el p.p. 13 junio, la agencia de publicidad del gobierno de Israel ha pagado decenas de millones de anuncios sólo en Youtube.
    En clara violación de las políticas de Google, estos anuncios justifican y exaltan el ataque como una defensa necesaria de la civilización occidental y afirman que Israel está llevando a cabo "una de las misiones humanitarias más grandes del mundo" en Gaza.
    Los países más afectados por esta campaña incluyen Reino Unido, Francia, Italia, Alemania y Grecia.
    El presupuesto de Relaciones Públicas en el extranjero del gobierno israelí ha crecido más de un 2000% y el Ministerio de Asuntos Exteriores ha recibido 150 millones de dólares adicionales para diplomacia pública.
    Transparentemente inorgánico...
    Israel y Silicon Valley....
    (Alan MacLeod - MintPress News)

    Accede para responder

  • Chorche

    Chorche | Viernes, 18 de Julio de 2025 a las 18:36:03 horas

    Qué rol juegan las instituciones educativas en esta disputa por el sentido?

    Diario de la Educación.
    La Renovación Pedagógica hoy:
    Transformación y defensa de lo Público y del Bien Común.
    ...Referentes de la Renovación Pedagógica son muy críticos con el actual concepto de innovación neoliberal educativo.
    Señalan que es fácil encontrar acciones educativas asociadas a la innovación que están al servicio del mercado o no responden a un modelo crítico de transformación, justicia y emancipación social. En estos casos se reduce fundamentalmente a técnicas y métodos de educación y no se cuestiona el porqué y el para qué enseñar: se quedan en la modificación superficial de las prácticas educativas. No ponen en duda, en ningún momento, la injusticia del capitalismo y de la sociedad actual...

    Accede para responder

  • Chorche

    Chorche | Jueves, 17 de Julio de 2025 a las 13:28:24 horas

    En este reino "bien atado" que nos impuso el "buen atador", todxs repiten a todas las horas "nuestra democracia". Aún la están esperando los últimos demócratas en cunetas y descampados mientras los golpistas siguen imponiendo su guión y siguen glorificando y santificado a sus "mártires".
    La democracia no llegará nunca a los súbditos del reino "bien atado" pues les han hecho creer que ya la tienen.
    Les han hecho confundir sufragio universal por democracia.
    Competitividad, vaya forma de llamar a lo que en realidad es insolidaridad.
    Con razón digo yo que la dictadura del capital es la más peligrosa (además de la peor) de todas las dictaduras, por su sutileza.
    Interesante artículo.
    El libro "El gran reajuste" creo que casi es de lectura obligada.

    Accede para responder

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.