POR MANUEL MEDINA(*) PARA CANARIAS SEMANAL.ORG
El 21 de enero de 2025 el flamante nuevo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunciaba, con gran pompa mediática, el "Proyecto Stargate". Una iniciativa de 500.000 millones de dólares destinada a garantizar la supremacía estadounidense en el desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA). Sin embargo, apenas dos días después, The Economist, portavoz de los intereses financieros globales, revelaba que China había avanzado a pasos agigantados en la IA de bajo costo, poniendo el modelo DeepSeek R1 a la vanguardia del mercado.
Las consecuencias no se hicieron esperar. Gigantes tecnológicos como Nvidia, Microsoft y Meta sufrieron pérdidas multimillonarias en Wall Street, mientras China consolidaba su posición como la nueva gran potencia capitalista, a la cabeza de la Cuarta Revolución Industrial. ¿Estamos presenciando el desplazamiento de EE.UU. como centro hegemónico del capitalismo tecnológico global?
EE.UU.: LA APUESTA POR LA SUPREMACÍA A CUALQUIER COSTO
Desde la conferencia de Dartmouth, en 1956, EE.UU. ha dominado la IA. En los últimos años, corporaciones como OpenAI, Meta y Google habían liderando el desarrollo de modelos avanzados - como Chat GPT - que requieren la utilización de inmensos recursos computacionales y costosos microprocesadores.
Para dimensionar el alcance de esta industria, basta señalar que las empresas estadounidenses de IA consumen aproximadamente 200 TWh anuales, lo que representa cerca del 2% del total de electricidad de EE.UU. Una cifra comparable al 80% del consumo energético de toda España.
Ante la creciente competencia de China, el gobierno estadounidense lanzó el ya mencionado "Proyecto Stargate" con el objetivo de mantener su dominio. La inversión prevista está destinada a la construcción de colosales centros de datos y supercomputadoras, apostando por una estrategia de acumulación basada en el control del hardware y la restricción del acceso a la tecnología para el resto del mundo.
Pero el capitalismo chino había optado, con discreto sigilo, por un enfoque radicalmente distinto desafiando la lógica de acumulación de sus competidores capitalistas estadounidenses.
DEEPSEEK R1: FULGURANTE OFENSIVA CHINA EN INTELIGENCIA ARTIFICIAL
A diferencia de EE.UU., que basa su estrategia en el poder computacional, China ha desarrollado DeepSeek R1, un modelo de IA que optimiza la eficiencia del software, reduciendo drásticamente los costos.
Mientras modelos como GPT-40 y Llama 3.1 dependen de microchips altamente sofisticados y caros, DeepSeek R1 alcanza resultados superiores utilizando hardware que hasta hace poco se consideraba obsoleto. Además, es completamente open source, es decir, permite que cualquier usuario acceda, modifique y personalice su código, algo impensable en las principales IAs estadounidenses, cerradas y monopolizadas por grandes corporaciones.
Esta apertura permite a China abaratar enormemente los costos de desarrollo e innovación, generando un ecosistema que puede desbaratar el modelo de negocio tecnológico estadounidense basado en la escasez y el monopolio del conocimiento.
COLAPSO EN WALL STREET: CRISIS DE LA IA EN EE.UU.
El anuncio del "Proyecto Stargate" presentado por Trump generó inicialmente una enorme euforia en los mercados. Sin embargo, su "gozo en un pozo". La revelación de los avances chinos provocó un derrumbe inmediato en la bolsa.
El 27 de enero, Nvidia sufría una caída del 17% en su cotización, perdiendo cerca de 600.000 millones de dólares en capitalización de mercado. Un colapso sin precedentes. Empresas como AMD, Broadcom y Arm también vieron como sus acciones se desplomaban, reflejando la incertidumbre ante una IA que reduce la dependencia de chips avanzados.
El índice Nasdaq, dominado por las grandes empresas tecnológicas, cayó un 3,1%, lo que algunos analistas interpretan como el estallido de una burbuja inflada por expectativas exageradas en la IA.
Este fenómeno ha demostrado que la hegemonía tecnológica no depende solo de la inversión de capital, sino también de la capacidad de innovación. Y en este terreno, China ha tomado intrépidamente la delantera.
UN NUEVO PARADIGMA TECNOLÓGICO: ¿FIN DEL DOMINIO DE ESTADOUNIDENSE?
El desplome de Wall Street, en cualquier caso, ha dejado al descubierto la fragilidad del modelo estadounidense, basado en la dependencia de chips de alto costo. DeepSeek R1 ha demostrado que una IA accesible y optimizada puede estar en condiciones de redefinir completamente las reglas del juego.
Si el modelo chino de IA prevalece, podríamos estar presenciando el fin del dominio tecnológico de EEUU y el avance de una nueva fase del capitalismo global, donde la supremacía comercial no la tendrá necesariamente el que más invierta, sino el que logre adaptar la tecnología a las necesidades del mercado global con mayor eficiencia.
El futuro de la hegemonía tecnológica sigue abierto, pero lo que es seguro es que el siglo XXI ya no pertenece exclusivamente a EE.UU. Tendrá que compartirlo con el conjunto de sus feroces competidores capitalistas. Un hecho que, pese a los espejismos que algunos se empeñan en alimentar, no beneficiará necesariamente al 99% de los humanos. Quizá, incluso, todo lo contrario.
HEGEMONÍA EN CRISIS: EL AVANCE DEL CAPITALISMO MULTIPOLAR
El ascenso chino en IA y telecomunicaciones está reconfigurando el equilibrio de poder global. Desde la desaparición de la Unión Soviética en los noventa, EE.UU. había disfrutado de un dominio capitalista unipolar. Sin embargo, la emergencia de otras potencias capitalistas como China, India, Sudáfrica o Brasil está dando lugar a un nuevo orden multipolar capitalista, muy similar al que se produjo en el siglo XIX y la primera mitad del siglo XX.
Lejos de implicar una disminución de las tensiones internacionales, este escenario probablemente potenciará los conflictos entre los bloques capitalistas, como ya están evidenciando las guerras actuales. En realidad, la historia nos sugiere que la competencia intercapitalista no conduce a la estabilidad, sino a crisis económicas, guerras comerciales y conflictos militares directos o indirectos.
(*) Manuel Medina es profesor de Historia y divulgador de temas relacionados con esa misma materia.
Fuentes consultadas:
- The Economist (23 de enero de 2025)
- South China Morning Post (enero de 2025)
- Nasdaq Market Reports (27 de enero de 2025)
- Declaraciones de Kai-Fu Lee y Tristan Greene
Maria Isabel | Jueves, 30 de Enero de 2025 a las 21:35:52 horas
está claro que ni uno ni otro nos soluciona el problema a las clases trabajadoras y populares, uno es capitalista de una forma y el otro de la otra. La técnicas y el avance han de estar en manos del socialismo, si no, leche cacharro.
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