
DE LOS CAMPOS DE EXTERMINIO NAZIS A LA MASACRE DE GAZA: EL CRUEL GIRO DE LA HISTORIA
"Los horrores que una vez sufrieron los judíos son infligidos a los palestinos"
En los últimos ocho meses, los ataques aéreos y terrestres de Israel en la Franja de Gaza han generado una oleada de indignación internacional sin precedentes (...).
Por ERNESTO GUTIÉRREZ PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
En los últimos ocho meses, los ataques aéreos y terrestres de Israel en la Franja de Gaza han generado una oleada de indignación internacional sin precedentes. A medida que las bombas caen y los civiles sufren, la comunidad mundial observa con horror y desesperación.
El 24 de mayo, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) emitía una directiva instando a Israel a cesar su ofensiva en Rafah, en respuesta a una demanda por genocidio presentada por Sudáfrica. Dire Tladi, juez sudafricano del tribunal, declaró: "No hay más palabras para describir los horrores que se viven en Gaza. Las palabras ‘apocalíptica’, ‘excepcionalmente grave’, ‘desastrosa’ y ‘catastrófica’ se han utilizado para describir la situación actual [en el enclave palestino], pero parece que ninguna de ellas logra capturar realmente la magnitud de lo que se está desarrollando ante nuestros propios ojos".
Esta declaración refleja el abismo de sufrimiento en el que se encuentra Gaza. Sin embargo, en un acto de desafiante desprecio, Israel intensificó su ofensiva bombardeando un campamento de refugiados en las afueras de Rafah, previamente designado como "zona segura". La periodista independiente Shrouq Aila, en una entrevista con Democracy Now!, relató cómo "lanzaron al menos dos cohetes contra un campamento de desplazados situado cerca de la base logística de la UNRWA [Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina] […] el fuego [se propagó rápidamente] porque las tiendas están hechas básicamente de madera y telas de nailon". Este ataque resultó en 45 muertos y cerca de 200 heridos, exacerbando una crisis humanitaria ya insostenible.
Las imágenes de video de la devastación muestran la brutalidad sin censura: un hombre, sobreviviente del ataque, sostiene el cuerpo carbonizado y decapitado de un niño. Estas imágenes, difundidas por CNN, revelan que las municiones utilizadas fueron producidas en Estados Unidos por la empresa Boeing. Este dato añade una capa de complicidad internacional en la tragedia, subrayando cómo los intereses económicos y políticos globales perpetúan la violencia en Gaza.
En un desarrollo paralelo en La Haya, el fiscal jefe de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, solicitó órdenes de arresto contra el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, el ministro de Defensa Yoav Gallant y tres líderes de Hamás, acusándolos de crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad. "Independientemente de los objetivos militares que pueda tener, […] los medios que Israel eligió para conseguir esos objetivos en Gaza —causar de manera deliberada muertes, inanición, grandes sufrimientos y daños graves al cuerpo o la salud de la población civil— son criminales", argumentó Khan. Esta acusación marca un intento significativo por parte de la justicia internacional para abordar las atrocidades cometidas en Gaza, aunque la ejecución de estas órdenes de arresto enfrenta numerosos obstáculos políticos y diplomáticos.
El reconocimiento internacional de la soberanía palestina ha ganado impulso en medio de esta crisis. Irlanda, Noruega y España se unieron recientemente a otros 140 países miembros de la ONU y a dos estados no reconocidos por la organización, la Ciudad del Vaticano y la República Árabe Saharaui Democrática, en el reconocimiento de Palestina como Estado. Simon Harris, primer ministro de Irlanda, evocó la lucha histórica de su propio país por la independencia al anunciar esta decisión, subrayando la solidaridad internacional con el pueblo palestino. "El 21 de enero de 1919 Irlanda pidió al mundo que reconociera nuestro derecho a ser un Estado independiente... Hoy utilizamos el mismo lenguaje para apoyar el reconocimiento de Palestina como Estado", declaró Harris, llamando a otros líderes a seguir el ejemplo de Irlanda.
La Asamblea General de las Naciones Unidas también ha mostrado su apoyo, votando a favor de reconsiderar la incorporación de Palestina como miembro pleno de la ONU. Sin embargo, el poder de veto de Estados Unidos en el Consejo de Seguridad sigue siendo un obstáculo formidable. A pesar de los llamados públicos del presidente Joe Biden por un alto el fuego, la continua provisión de armas a Israel demuestra una desconexión entre las palabras y las acciones del gobierno estadounidense. Este doble discurso no solo socava los principios de justicia y derechos humanos, sino que también perpetúa el ciclo de violencia y sufrimiento en Gaza.
El fiscal de la CPI, Karim Khan, ha dejado claro que no dudará en solicitar nuevas órdenes de arresto si la situación en Gaza no mejora. La comunidad internacional observa con creciente preocupación y exige una respuesta contundente que detenga la masacre de civiles y ponga fin a la ofensiva israelí. La inacción y el apoyo continuo de Estados Unidos a Israel, frente a las atrocidades en Gaza, se perciben cada vez más como un acto criminal en sí mismo, socavando los principios de justicia y derechos humanos que la comunidad internacional se esfuerza por defender.
En medio de esta devastación, la respuesta de la comunidad internacional es crucial. La guerra en Gaza no solo afecta a los palestinos; su impacto resuena en todo el mundo, desafiando a la comunidad internacional a actuar con decisión y compasión. La tragedia que se despliega ante nuestros ojos es un llamado urgente a la acción, una demanda de justicia para aquellos que han perdido todo en medio de la violencia y la destrucción.
En un cruel giro de la historia, los horrores que una vez sufrieron los judíos bajo el yugo nazi ahora son infligidos por el Estado de Israel a los palestinos.
Las imágenes de destrucción, los relatos de familias destrozadas y las escenas de desesperación evocan un pasado oscuro. La memoria del Holocausto, con sus campos de concentración y exterminio, resuena dolorosamente en los campos de refugiados bombardeados y en las calles devastadas de Gaza.
Los judíos humanistas, conscientes de esta amarga ironía, reconocen con dolor que las cicatrices de su propio genocidio resuenan en las heridas abiertas de un pueblo que, al igual que ellos, clama por justicia y humanidad.
La historia nos juzgará no solo por las atrocidades cometidas, sino también por nuestra respuesta a ellas. La masacre de Gaza es una mancha en la conciencia global, y es nuestro deber colectivo buscar justicia.
Por ERNESTO GUTIÉRREZ PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
En los últimos ocho meses, los ataques aéreos y terrestres de Israel en la Franja de Gaza han generado una oleada de indignación internacional sin precedentes. A medida que las bombas caen y los civiles sufren, la comunidad mundial observa con horror y desesperación.
El 24 de mayo, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) emitía una directiva instando a Israel a cesar su ofensiva en Rafah, en respuesta a una demanda por genocidio presentada por Sudáfrica. Dire Tladi, juez sudafricano del tribunal, declaró: "No hay más palabras para describir los horrores que se viven en Gaza. Las palabras ‘apocalíptica’, ‘excepcionalmente grave’, ‘desastrosa’ y ‘catastrófica’ se han utilizado para describir la situación actual [en el enclave palestino], pero parece que ninguna de ellas logra capturar realmente la magnitud de lo que se está desarrollando ante nuestros propios ojos".
Esta declaración refleja el abismo de sufrimiento en el que se encuentra Gaza. Sin embargo, en un acto de desafiante desprecio, Israel intensificó su ofensiva bombardeando un campamento de refugiados en las afueras de Rafah, previamente designado como "zona segura". La periodista independiente Shrouq Aila, en una entrevista con Democracy Now!, relató cómo "lanzaron al menos dos cohetes contra un campamento de desplazados situado cerca de la base logística de la UNRWA [Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina] […] el fuego [se propagó rápidamente] porque las tiendas están hechas básicamente de madera y telas de nailon". Este ataque resultó en 45 muertos y cerca de 200 heridos, exacerbando una crisis humanitaria ya insostenible.
Las imágenes de video de la devastación muestran la brutalidad sin censura: un hombre, sobreviviente del ataque, sostiene el cuerpo carbonizado y decapitado de un niño. Estas imágenes, difundidas por CNN, revelan que las municiones utilizadas fueron producidas en Estados Unidos por la empresa Boeing. Este dato añade una capa de complicidad internacional en la tragedia, subrayando cómo los intereses económicos y políticos globales perpetúan la violencia en Gaza.
En un desarrollo paralelo en La Haya, el fiscal jefe de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, solicitó órdenes de arresto contra el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, el ministro de Defensa Yoav Gallant y tres líderes de Hamás, acusándolos de crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad. "Independientemente de los objetivos militares que pueda tener, […] los medios que Israel eligió para conseguir esos objetivos en Gaza —causar de manera deliberada muertes, inanición, grandes sufrimientos y daños graves al cuerpo o la salud de la población civil— son criminales", argumentó Khan. Esta acusación marca un intento significativo por parte de la justicia internacional para abordar las atrocidades cometidas en Gaza, aunque la ejecución de estas órdenes de arresto enfrenta numerosos obstáculos políticos y diplomáticos.
El reconocimiento internacional de la soberanía palestina ha ganado impulso en medio de esta crisis. Irlanda, Noruega y España se unieron recientemente a otros 140 países miembros de la ONU y a dos estados no reconocidos por la organización, la Ciudad del Vaticano y la República Árabe Saharaui Democrática, en el reconocimiento de Palestina como Estado. Simon Harris, primer ministro de Irlanda, evocó la lucha histórica de su propio país por la independencia al anunciar esta decisión, subrayando la solidaridad internacional con el pueblo palestino. "El 21 de enero de 1919 Irlanda pidió al mundo que reconociera nuestro derecho a ser un Estado independiente... Hoy utilizamos el mismo lenguaje para apoyar el reconocimiento de Palestina como Estado", declaró Harris, llamando a otros líderes a seguir el ejemplo de Irlanda.
La Asamblea General de las Naciones Unidas también ha mostrado su apoyo, votando a favor de reconsiderar la incorporación de Palestina como miembro pleno de la ONU. Sin embargo, el poder de veto de Estados Unidos en el Consejo de Seguridad sigue siendo un obstáculo formidable. A pesar de los llamados públicos del presidente Joe Biden por un alto el fuego, la continua provisión de armas a Israel demuestra una desconexión entre las palabras y las acciones del gobierno estadounidense. Este doble discurso no solo socava los principios de justicia y derechos humanos, sino que también perpetúa el ciclo de violencia y sufrimiento en Gaza.
El fiscal de la CPI, Karim Khan, ha dejado claro que no dudará en solicitar nuevas órdenes de arresto si la situación en Gaza no mejora. La comunidad internacional observa con creciente preocupación y exige una respuesta contundente que detenga la masacre de civiles y ponga fin a la ofensiva israelí. La inacción y el apoyo continuo de Estados Unidos a Israel, frente a las atrocidades en Gaza, se perciben cada vez más como un acto criminal en sí mismo, socavando los principios de justicia y derechos humanos que la comunidad internacional se esfuerza por defender.
En medio de esta devastación, la respuesta de la comunidad internacional es crucial. La guerra en Gaza no solo afecta a los palestinos; su impacto resuena en todo el mundo, desafiando a la comunidad internacional a actuar con decisión y compasión. La tragedia que se despliega ante nuestros ojos es un llamado urgente a la acción, una demanda de justicia para aquellos que han perdido todo en medio de la violencia y la destrucción.
En un cruel giro de la historia, los horrores que una vez sufrieron los judíos bajo el yugo nazi ahora son infligidos por el Estado de Israel a los palestinos.
Las imágenes de destrucción, los relatos de familias destrozadas y las escenas de desesperación evocan un pasado oscuro. La memoria del Holocausto, con sus campos de concentración y exterminio, resuena dolorosamente en los campos de refugiados bombardeados y en las calles devastadas de Gaza.
Los judíos humanistas, conscientes de esta amarga ironía, reconocen con dolor que las cicatrices de su propio genocidio resuenan en las heridas abiertas de un pueblo que, al igual que ellos, clama por justicia y humanidad.
La historia nos juzgará no solo por las atrocidades cometidas, sino también por nuestra respuesta a ellas. La masacre de Gaza es una mancha en la conciencia global, y es nuestro deber colectivo buscar justicia.
Chorche | Viernes, 07 de Junio de 2024 a las 09:19:13 horas
Víctimas del fascismo en 1945 y en 2024.
Campo de concentración de Alemania y campo de concentración de Gaza.
Fascismo alemán y sionista.
La misma cara del fascismo, ayer alemán y hoy sionista.
(Daniel Mayakovski)
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