
EE.UU. PONE FIN A SU HISTÓRICA DEFENSA DEL "LIBRE MERCADO", MIENTRAS CHINA PROPUGNA LO CONTRARIO
¿Innovación vs. Proteccionismo?: El imposible equilibrio en el gran negocio de la energía Verde Global
En un contexto de tensiones comerciales y la búsqueda de sostenibilidad global, EE.UU. y China vuelven a estar en el centro de una encrucijada económica y ecológica del planeta. Paradógicamente, EEUU aparece ahora como enemiga radical del "libre mercado", mientras China se presenta como su defensora acerrima. Detrás de todo ello se encuentra, como no, en gran negocio capitalista que ya está suponiendo la reconversión industrial para la "energia verde"
POR ADAY QUESADA PARA CANARIAS SEMANAL.ORG
Janet Yellen, Secretaria del Tesoro, ha emitido una severa advertencia a China. Con la clara finalidad de intentar salvar la competitividad de las industrias emergentes de Estados Unidos, Yellen expresó la determinación de la Administración de Joe Biden de evitar a toda costa un nuevo "shock comercial chino".
El término "shock" hace referencia a la oleada de importaciones chinas a principios de la década de 2000, que según dijo la funcionaria estadounidense, había dado como resultado la pérdida de aproximadamente dos millones de empleos en el sector manufacturero estadounidense. La funcionaria no mencionó, sin embargo, que habían sido las empresas estadounidenses las que se habían encargado de "deslocalizar" su producción, invirtiendo en China para así pagar salarios más bajos.
Sin proponer nuevos aranceles o medidas comerciales, Janet Yellen señaló el desequilibrio causado en los productos estadounidenses por el apoyo estatal de China a la producción de bienes de energía verde como vehículos eléctricos, baterías y paneles solares. Este apoyo ha generado una capacidad de producción que supera ampliamente la demanda interna china, amenazando a las empresas estadounidenses "y de otros países" con una inundación de exportaciones chinas a bajo costo.
Yellen ha invocado la Historia como una lección que EEUU recordará para el futuro. Haciendo un paralelismo con las décadas pasadas, recordó cómo el apoyo gubernamental a la industria del acero en China había provocado una inundación del mercado global con productos a precios inferiores a los costos, devastando industrias a nivel mundial.
Con este inocente recurso a un precedente histórico, la funcionaria trató de fortalecer su argumento de que Estados Unidos y su Administración no están dispuestos ahora a permitir que se repita una situación similar en el ámbito de la energía verde, una suculenta área donde las empresas occidentales tenían previsto "hacer su agosto". Para ello, la Administración norteamericana ha tenido que entrar en contradicción con su eslogan emblemático, defendido durante décadas y décadas, de la defensa del llamado "libre mercado" y la libre circulación de mercancías.
LA CONTRA ARGUMENTACIÓN CHINA
China, por su parte, defiende su posición autocorrigiéndose - paradojas de los tiempos- en defensora acérrima del "libre mercado" y contraria a cualquier tipo de restricciones comerciales que lo coarten.
Frente a estas críticas de EEUU, el Congreso Nacional del Pueblo de China ha anunciado que tomará medidas para controlar el exceso de capacidad industrial. Sin embargo, Beijing sostiene que la perspectiva de Estados Unidos y Europa sobre los riesgos de su exceso de capacidad es errónea, destacando que lo que hace China es innovar sus empresas y otorgarle importancia prioritaria a sus productos de energía verde con la finalidad de alcanzar objetivos climáticos globales.
PROPUESTAS PARA UN "EQUILIBRIO COMERCIAL SOSTENIBLE"
En sus conversaciones con altos funcionarios chinos, incluidos el primer ministro Li Qiang y el ministro de Finanzas Lan Foan, Janet Yellen sugirió que una solución a corto plazo podría ser que China fomente la demanda interna de consumo. Estas medidas, junto con un cambio hacia un modelo de crecimiento menos dependiente de inversiones de Estado, podrían aliviar la presión sobre la competencia global y abrir caminos hacia una relación comercial con EEUU "más equilibrada y sostenible".
POR ADAY QUESADA PARA CANARIAS SEMANAL.ORG
Janet Yellen, Secretaria del Tesoro, ha emitido una severa advertencia a China. Con la clara finalidad de intentar salvar la competitividad de las industrias emergentes de Estados Unidos, Yellen expresó la determinación de la Administración de Joe Biden de evitar a toda costa un nuevo "shock comercial chino".
El término "shock" hace referencia a la oleada de importaciones chinas a principios de la década de 2000, que según dijo la funcionaria estadounidense, había dado como resultado la pérdida de aproximadamente dos millones de empleos en el sector manufacturero estadounidense. La funcionaria no mencionó, sin embargo, que habían sido las empresas estadounidenses las que se habían encargado de "deslocalizar" su producción, invirtiendo en China para así pagar salarios más bajos.
Sin proponer nuevos aranceles o medidas comerciales, Janet Yellen señaló el desequilibrio causado en los productos estadounidenses por el apoyo estatal de China a la producción de bienes de energía verde como vehículos eléctricos, baterías y paneles solares. Este apoyo ha generado una capacidad de producción que supera ampliamente la demanda interna china, amenazando a las empresas estadounidenses "y de otros países" con una inundación de exportaciones chinas a bajo costo.
Yellen ha invocado la Historia como una lección que EEUU recordará para el futuro. Haciendo un paralelismo con las décadas pasadas, recordó cómo el apoyo gubernamental a la industria del acero en China había provocado una inundación del mercado global con productos a precios inferiores a los costos, devastando industrias a nivel mundial.
Con este inocente recurso a un precedente histórico, la funcionaria trató de fortalecer su argumento de que Estados Unidos y su Administración no están dispuestos ahora a permitir que se repita una situación similar en el ámbito de la energía verde, una suculenta área donde las empresas occidentales tenían previsto "hacer su agosto". Para ello, la Administración norteamericana ha tenido que entrar en contradicción con su eslogan emblemático, defendido durante décadas y décadas, de la defensa del llamado "libre mercado" y la libre circulación de mercancías.
LA CONTRA ARGUMENTACIÓN CHINA
China, por su parte, defiende su posición autocorrigiéndose - paradojas de los tiempos- en defensora acérrima del "libre mercado" y contraria a cualquier tipo de restricciones comerciales que lo coarten.
Frente a estas críticas de EEUU, el Congreso Nacional del Pueblo de China ha anunciado que tomará medidas para controlar el exceso de capacidad industrial. Sin embargo, Beijing sostiene que la perspectiva de Estados Unidos y Europa sobre los riesgos de su exceso de capacidad es errónea, destacando que lo que hace China es innovar sus empresas y otorgarle importancia prioritaria a sus productos de energía verde con la finalidad de alcanzar objetivos climáticos globales.
PROPUESTAS PARA UN "EQUILIBRIO COMERCIAL SOSTENIBLE"
En sus conversaciones con altos funcionarios chinos, incluidos el primer ministro Li Qiang y el ministro de Finanzas Lan Foan, Janet Yellen sugirió que una solución a corto plazo podría ser que China fomente la demanda interna de consumo. Estas medidas, junto con un cambio hacia un modelo de crecimiento menos dependiente de inversiones de Estado, podrían aliviar la presión sobre la competencia global y abrir caminos hacia una relación comercial con EEUU "más equilibrada y sostenible".
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