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Lunes, 07 de Agosto de 2023 Tiempo de lectura:

¿SON CHINA Y RUSIA PAISES "IMPERIALISTAS"?: UNA PREGUNTA MAL FORMULADA

Algunos apuntes acerca de la celebrada multipolaridad capitalista

Más de un siglo después de su publicación, el magistral análisis de Lenin sobre el imperialismo sigue siendo un faro iluminador en un mundo sacudido por tensiones geopolíticas. A medida que Rusia y China emergen en el nuevo escenario mundial, ¿vemos eco de las teorías de Lenin en la lucha contemporánea por el dominio? Este artículo profundiza en el imperialismo del siglo XXI, desentrañando sus complejidades y desafiando las percepciones comunes sobre el capitalismo y su inevitable tendencia hacia la expansión imperialista.

 

POR ADAY QUESADA PARA CANARIAS SEMANAL.ORG.-

 

 
     El conocido folleto de V.I. Lenin "Imperialismo, fase superior del capitalismo", pese a los años transcurridos, continúa siendo una referencia teórica ineludible para todos aquellos interesados en conocer el funcionamiento del capitalismo y su evolución. Con una vigencia realmente extraordinaria, quizá ahora más que décadas atrás, sigue siendo una guía para entender las dinámicas globales de este fenómeno económico desde finales del siglo XIX hasta la fecha.

 

 

     Al analizar el capitalismo podemos observar que ha pasado por múltiples transformaciones. Ha girado, ha tomado distintas rutas, y a veces, ha tomado desvíos que pueden llegar a sorprendernos. Sin embargo, el núcleo del capitalismo, tal y como mantuvo Lenin en el año 1916 cuando lo describió, sigue siendo el mismo: la explotación del trabajo en busca de beneficios, sin importar dónde se encuentren los trabajadores y los recursos.

 

 

Capitalismo y Monopolio: Dos Caras de la Misma Moneda

 

   Una de las revelaciones más impactantes del folleto de Lenin es la relación entre el capitalismo y el monopolio. Muchos pasan por alto el subtítulo del libro del folleto citado: la frase "etapa superior del capitalismo". La cuestión es que Lenin además de describir el capitalismo en general, se sumergió en una fase específica  del mismo dominada por el capital financiero y monopolista. En lo referente a esta etapa constató cómo las "grandes potencias" se repartían el mundo, buscando dominar y explotar todos los recursos posibles. Ese expansionismo no era expresión de la voluntad personal de unos u otros hombres, ni de la idiosincracia de los miembros de una nación determinada, sino que era la propia dinámica del desarrollo del sistema económico la que determinaba que este, invariablemente, se comportará de esa forma.

 

   Y mientras que este reparto parecía final, Lenin enfatizó que siempre hay espacio para nuevas particiones y repartos. Es decir, el imperialismo no tiene un punto final; está en constante evolución, adaptándose y redefiniéndose según las necesidades y las dinámicas del momento.

 

 

El Impacto Global de la Revolución Bolchevique

 

    Tras la revolución bolchevique, el mundo experimentó un cambio radical. La dominación del capitalismo monopolista fue desafiada por la existencia de la Unión Soviética. Las grandes potencias capitalistas se vieron obligadas a enfrentar este nuevo desafío en forma de una superpotencia comunista. Pero, a pesar de estos desafíos, el objetivo y la dinámica esencial del capitalismo permaneció: expandir su influencia y control.

 

    El surgimiento de múltiples naciones "independientes" en Asia y África tras la Segunda Guerra Mundial también marcó un cambio en la dinámica expansionista del imperialismo capitalista. Sin embargo, el sistema encontró nuevas formas de extender su influencia, a través de una nueva forma de dominio a la que conocimos con el nombre de neocolonialismo. Aunque  los países  que hasta entonces habían sido colonias se convirtieron en formalmente independientes, continuaban estando bajo dominio económico  de las grandes potencias.

 

 

El Neocolonialismo y el Nuevo Rostro del Imperialismo

 

    El neocolonialismo puede ser traducido como una suerte de "imperialismo suave". Ya no se trata, como antaño, de ocupar un país con la  fuerza militar, sino de controlar su economía y, por ende, su política. Las "esferas de influencia", como eran definidas en el siglo XIX, permitieron a las potencias capitalistas mantener el control sin necesidad de protagoniar una ocupación  directa de las antiguas colonias.

 

    Con la caída de la Unión Soviética, el mundo entró en una nueva fase en relación con el fenómeno que describimos. Lo cambió todo, aunque muchos no se apercibieran de la magnitud del fenómeno. Los mercados se abrieron, las barreras cayeron, y el capitalismo se vio a sí mismo en una oportunidad dorada. Esta nueva etapa se parecía al imperialismo clásico, descrito por el líder bolchevique a principios del siglo XX, como si de dos gotas de agua se tratara.

 

     La visión de Lenin sobre el imperialismo no es simplemente un análisis del pasado. Es también una herramienta para entender nuestro presente. A medida que el capitalismo trata de expandirse, enfrenta desafíos y crea violentas tensiones, múltiples incidencias bélicas. Estas tensiones, si no son convenientemente abordadas por los pueblos, pueden llevar a conflictos infinitamente mayores. Por lo tanto, resulta esencial entender el imperialismo desde la perspectiva  que Lenin lo describió, para poder navegar en el complejo y peligroso mundo de hoy.

 

 

Rusia, China en el contexto del imperialismo del Siglo XXI

 

    Llegados a este punto, aparece una inevitable interrogante: ¿Son Rusia, China u otras naciones emergentes, países "imperialistas" sensu strictu como tradicionalmente hemos entendido ese término? La pregunta, aunque apasionante, quizá esté desenfocada. Lo realmente relevante es observar como estos  y otros países se desenvuelven en el tablero global, y cuál es su impacto en la geometría de poder mundial.

 

    Rusia, por ejemplo, vivió una auténtica metamorfosis tras la desintegración de la Unión Soviética. Dejó atrás el socialismo, y los oligarcas rusos, que se apoderaron salvajemente de la propiedad colectiva que arrebataron al pueblo soviético, abrazaron con gran entusiasmo el capitalismo, creando un panorama social donde una poderosa oligarquía  empezó a jugar sus fichas en el ajedrez de la geopolítica mundial.

 

    La China y la Rusia de hoy no solo están tratando de defender su territorio frente a sus agresivos contrincantes: el imperialismo occidental capitaneado por los Estados Unidos.  Intentan, igual y simultáneamente, expandir con inusitado vigor su hegemonía comercial y económica hacia otros países.

 

     Algunos, los más benévolos, argumentarán que en sus políticas exteriores solo podremos encontrar algunos "rasgos" aparentes propios del imperialismo clásico e incluso pueden considerar como positivo su papel como "contrapeso" frente a las injerencias de Washington y sus aliados.   Pero teniendo en cuenta cuál es la poderosa esencia económica capitalista,  que domina en las economías de ambos países del mismo modo que lo hace en las de sus adversarios políticos, habría que preguntarse cuál podría ser la enigmática razón económica por la que la dialéctica del sistema podría funcionar de forma diferente en Rusia o China en relación con el sistema capitalista mundial.

 

    Si, tal y como advirtió Lenin y la evidencia histórica se ha encargado de corroborar, el fenómeno imperialista está íntimamente ligado al modo de desarrollo capitalista, ¿cuál será la magia que impediría que las características del sistema evolucionen de igual forma en los dos países referidos?

 

   Si desglosamos el término "imperialismo" nos podremos apercibir con facilidad que este permanece ligado a ciertos rasgos del capitalismo, como la concentración de capital y la división territorial en zonas de influencia. Pero el imperialismo no es privativo de unas  naciones determinadas. Es una etapa que involucra a varios actores globales en distintos tiempos y contextos y en la que el papel de cada uno de estos actores varía en la medida que lo hace también su nivel de desarrollo económico y  militar y, en consecuencia, su capacidad para ir conquistando "áreas de influencia" en competencia directa con sus otros contrincantes.  

 

    Incluso antes de la época soviética, Rusia ya era un contendiente en este juego de poder. Y aunque su economía hoy no tenga la robustez industrial de otras potencias, y no forme parte en este sentido del grupo de países más desarrollados del planeta,  su imponente riqueza en recursos esenciales la coloca en una posición ciertamente destacada. Asumir que Rusia no tiene peso en la actual fase imperialista del capitalismo, solo porque no todas sus piezas encajan en el  conjunto del molde, porque no cumple uno por uno todos los rasgos descritos para una potencia imperialista, resulta bastante simplista.

 

    El imperialismo es, en definitiva un sistema global y cambiante. Los países, grandes o pequeños, buscan su lugar en este engranaje, compitiendo por recursos, mercados y poder. Es una danza constante donde algunos lideran y la mayoría les siguen.

 

    Lenin criticó duramente a quienes, ya en su época, intentaron separar el imperialismo del capitalismo. Según él, sin reconocer la conexión entre ambos, combatir al imperialismo se reduce a un ideal inalcanzable. Y fue especialmente implacable con aquellos que, como Kautsky, pretendían reducir el imperialismo a "una forma especifica" en la que las potencias podían ejercer su influencia, suponiendo - como también hacen hoy muchos defensores ingenuos de la "multipolaridad capitalista"- que habría otras formas más benévolas y mutamente beneficiosas de actuar bajo el marco del actual sistema económico.    

 

 

El actual panorama y la vieja ilusión renovada del "capitalismo con rostro humano"


    Y, ¿qué podemos decir del actual panorama geopolítico? Pues que el siglo XXI presenta un imperialismo con más similitudes al de la era de Lenin de lo que muchos imaginan.  El recientemente ruidoso clamor por un mundo "multipolar", y las fuertes  tensiones entre potencias, rememoran justamente la época previa a la Primera Guerra Mundial.

 

    Hoy, algunas voces progresistas parecen ver con optimismo la aparición de la "multipolaridad" capitalista como un fenómeno que- en su opinión- podría frenar los excesos de las grandes potencias. Pero, ¿realmente va a ser así? La historia nos ha mostrado que las  rivalidades interimperialistas, lejos de ser la solución, han sido la chispa de grandes conflictos que han acabado con la vida de centenares de millones de personas.

 

    Por ello, en vez de preguntarnos si Rusia o China son o no son imperialistas deberíamos reflexionar sobre el rol que  ambos países están jugando en el tablero global y si acaso la historia ofrece alguna evidencia empírica que permita sostener la hipótesis de que sería posible crear un capitalismo de rostro humano, liderado por nuevas potencias integradas en este sistema, si las viejas potencias lograran se efectivamente derrotadas.  

 

     No se trata de colocar etiquetas, sino de no olvidar cuáles son las dinámicas que rigen este sistema económicoentender las dinámicas que mueven el mundo de hoy, aprender de la historia y buscar caminos que nos puedan conducir a un futuro más justo tratando de no construir expectativas ilusorias que, a la postre, solo pueden conducir a la desmovilización y al desánimo. 

 
 
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  • PadrecitoJose

    PadrecitoJose | Sábado, 12 de Agosto de 2023 a las 17:25:29 horas

    Una vez Fidel Castro fue preguntado por una compañera como saber de que lado posicionarse correcto ante un conflicto en el que parecía tener muchas aristas o no se ajustaba a la ortodoxia comunista. El comandante le respondió: Nadie tiene la certeza segura de todo, pues eso es poco dialectico y antimarxista, pero si Estados Unidos (occidente) esta de un lodo, yo automaticamente opto por el contrario. Asi siempre estoy seguro de no equivocarme.
    Ya para ir terminando lo que veo que algunos no es que usen anteojeras, sino gafas de madera. Pero nada mas porque así el relato no se les viene abajo y pueden seguir apoyando al imperialismo, el de verdad, desde la comodidad intelectual y saber que eso no les acarrea problemas sino todo lo contrario, grandes recompensas personales por su colaboracionismo.

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  • Redstar

    Redstar | Jueves, 10 de Agosto de 2023 a las 08:36:58 horas

    Sr. Fidalgo:

    1) Está por ver quién lleva las anteojeras puestas.

    2) Las ilusiones respecto a China y Rusia se limitan a que, AQUÍ y AHORA, son los únicos dispuestos a parar los pies al mayor criminal del planeta, como vd. mismo reconoce.

    3) Desgraciadamente, quienes no son conscientes de la importancia de que estos países se enfrenten CON HECHOS al horror otanazi son los que no dirán "me equivoqué" si Rusia y China fracasan en su empeño por acabar con el monstruo.

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  • Enrique Fidalgo

    Enrique Fidalgo | Miércoles, 09 de Agosto de 2023 a las 18:25:08 horas

    Que la OTAN es la OTAN y Estados Unidos es Estados Unidos lo sabe cualquiera con dos dedos de frente, igual que se sabe que son los principales criminales del planeta. Lo que parece más difícil de entender es que una potencia capitalista es una potencia capitalista, vease China o Rusia. El momento que vivimos se está viendo con demasiadas anteojeras y casi seguro que cuando pasen unos años y las cosas estén más claras ninguno de los que se hacen ilusiones con estos países va a decir "me equivoque".

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  • Redstar

    Redstar | Miércoles, 09 de Agosto de 2023 a las 09:37:38 horas

    Totalmente de acuerdo con el comentario de Padrecitojose.

    Hacía tiempo que no pasaba por aquí pero veo que insistís en lo mismo.

    El artículo confunde aún más, si cabe, al personal.

    1) La pregunta Sl está bien formulada y la respuesta es, evidentemente, NO. Rusia y China no son países imperialistas. Si todavía hay que explicar aquí la lista de destrozos de países enteros, asesinatos, derrocamientos, atentados, invasiones, reciclado de nazis, mentiras, genocidios, golpes de estado, dolarización, sanciones, bloqueos, redes Gladio.... que han cometido EEUU y sus mariachis y que NO HAN cometido Rusia o China es que Quesada y CS no se enteran de nada o, lo que es peor, no se quieren enterar.
    De verdad que parece mentira que aún haya que estar diciendo esto.

    2) La OTAN perpetró un golpe en Ucrania y ha estado asesinando y AGREDIENDO el Donbass desde 2014, Rusia DEFENDIÓ a su población. No ha invadido nada. El mismo razonamiento vale para China y Taiwán.

    2) Hoy es ESENCIAL combatir a los ucronazis y al terrorismo otanista y quien lo haga merece todo el respeto. Sea quien sea... y luego ya veremos cómo redirigimos el tema hacia el socialismo.
    Insisto. Hoy, lo primero es acabar con los nazis y con la OTAN y estos artículos sólo sirven a los quintacolumnistas.

    3) Es cierto que Rusia y China no son la Unión Soviética pero la OTAN sí sigue siendo la OTAN.

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  • PadrecitoJose

    PadrecitoJose | Martes, 08 de Agosto de 2023 a las 22:33:04 horas

    El socialista de otro país no puede desenmascarar el Gobierno y la burguesía de un Estado que está en guerra con “su propia” nación, y no sólo porque desconozca el idioma, la historia, las características específicas, etc., de ese pueblo, sino porque tal desenmascaramiento es una intriga imperialista y no un deber internacionalista. No es internacionalista quien jura y perjura por el internacionalismo. Sólo es internacionalista quien de manera realmente internacionalista lucha contra su propia burguesía, contra sus propios socialchovinistas, contra sus propios kautskistas.
    En un conflicto donde el imperialismo español toma parte activa e interviene como parte agresora, un comunista que elige ponerse de perfil y hacer hincapié en los pecados del gobierno ruso no consigue más que bailarle el agua a su propia burguesía imperialista. Cualquier comunista que —anclado en consignas de hace cien años, sin haber realizado el menor esfuerzo por comprender las particularidades del imperialismo contemporáneo, sin haber prestado la menor atención al estudio del carácter imperialista del Estado español— decide de todos modos alinearse con la prensa occidental en su denuncia del “imperialismo” ruso, se convierte, por enésima vez, en un cómplice objetivo de las campañas de su propio imperialismo.
    Estos análisis sesgados y imbuidos de eurocentrismo, los podrían firmar tranquilamente los trotskistas o los socialtraidores de el programa la base del inclito Pablo Igleisas. Solo contribuyen al blanqueamiento del imperialismo de la OTAN. El comunista que no combata o se ponga de perfil ante el imperialismo occidental o es un charlatan o no entiende que fase de la lucha por la transformación mundial estamos. No se puede pedir el voto para el mal menor y luego decir que estos paises o no son comunistas o lo son poco. Lo que vale para lo uno vale para lo otro. O como se creen que se defienden Cuba, Nicaragua, Venezuela, La República Democrática de Corea, Vietnam o ahora Niger ¿Con las obras completas de Karl Marx, Engels, Lenin, Stalin o Mao Tse-Tung? Sino fuera porque hay un contrapeso económico y militar como Rusia y China. Nunca habrían podido resistir los embates del imperialismo. Holy la derrota en Ucrania de la organización criminal mas grande de la historia de la humanidad (la OTAN), es esencial para el triunfo de un sistema mundial basado en el respeto, la igualdad y la fraternidad. **** s: **** iniciativacomunista **** /2022/01/25/la-otan-rusia-y-el-fetiche-del-interimperialismo/?fbclid=IwAR0F34fjFEmynjjyIVMIKtHiEZsjhLT-WEuh8_aRecRX4dE_9-RtSI_Sq9s

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  • Angel

    Angel | Martes, 08 de Agosto de 2023 a las 10:16:18 horas

    Como decía Fidel hay que elegir trinchera frente al imperialismo.Muy buen artículo.

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  • Fantasma Rojo

    Fantasma Rojo | Martes, 08 de Agosto de 2023 a las 00:40:33 horas

    Buen artículo sobre la concepción simplista del imperialismo que impera en buena parte del MCI, y sobre cómo apoyar a un estado imperialista frente a otro para debilitar al segundo conduce solo a la decepción y el economicismo puro y duro.

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  • Camarada Yolda

    Camarada Yolda | Martes, 08 de Agosto de 2023 a las 00:39:50 horas

    Um bom artigo. Trata sobre que é o "imperialismo" (uma fase HISTÓRICA superior do modo de produção capitalista). Também sobre o "multi polarismo" como um período histórico de disputa do poder político entre as potências Imperialistas.

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  • El Metabarón Rojo

    El Metabarón Rojo | Martes, 08 de Agosto de 2023 a las 00:39:09 horas

    De acuerdo con que son potencias imperialistas emergentes. Sin embargo cualquier debilitamiento del imperialismo dominante puede tener efectos positivos, como algo mejores perspectivas de liberación nacional en sus neocolonias.

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  • @RojoOctubre1917

    @RojoOctubre1917 | Martes, 08 de Agosto de 2023 a las 00:38:35 horas

    Muy interesante artículo, como siempre, de los compañeros de Canarias Semanal, sobre las ilusiones multipolaristas y el auge de los nuevos kautskystas.

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