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Martes, 11 de Julio de 2023 Tiempo de lectura:

¿PODRÁ LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL SUPERAR A LA INTELIGENCIA HUMANA?

El auge de la Inteligencia Artificial: Retos, beneficios y consecuencias

    La Inteligencia Artificial (IA) está en auge. Con su capacidad para transformar todos los aspectos de la vida productiva, desde la banca y los seguros hasta la música y la defensa, la IA ha demostrado ser una fuerza que, necesariamente, hay que tener en cuenta.

 Por MARTÍN ÁLVAREZ PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-

 

    La Inteligencia Artificial (IA) está en auge. Con su capacidad para transformar todos los aspectos de la vida productiva, desde la banca y los seguros hasta la música y la defensa, la IA ha demostrado ser una fuerza que, necesariamente hay que tener en cuenta.

 

 

    Pero también plantea preocupaciones éticas, como su posible uso para la desinformación, la difamación y el engaño, lo que lleva a preguntas urgentes sobre su futuro en la sociedad y la humanidad en general.

 

 

    Uno de los subconjuntos de la IA es el aprendizaje automático, del que ChatGPT, un chatbot desarrollado por OpenAI, es un buen ejemplo. Este programa es capaz de generar respuestas similares a las de los humanos, ilustrando el gran potencial que tiene la IA. Pero, ¿puede la IA ser más inteligente que los humanos?

 

 

     La "inteligencia" de la IA no es una reproducción de la inteligencia humana. Por ejemplo, aunque los sistemas de IA pueden superar a los humanos en tareas específicas como el ajedrez, carecen de la facultad moral y la capacidad de comprender el mundo como lo hacemos nosotros. La IA no puede replicar el pensamiento humano, simplemente simula ciertos aspectos de la cognición humana.

 

 

     Los fundadores de la IA la consideraban una ciencia, una parte de las ciencias cognitivas emergentes. Pero con el tiempo, esta visión se ha desvanecido y la IA ha adoptado una orientación más orientada a la ingeniería. No obstante, la IA tiene un potencial significativo en la ciencia. Un buen ejemplo de esto es su aplicación en el estudio del plegamiento de proteínas, donde ha demostrado ser útil.

 

 

  El conocido lingüista Noam Chomsky aporta una perspectiva valiosa sobre la IA. Distingue entre ingeniería pura y ciencia y, a pesar de reconocer que ya existen programas que superan las capacidades humanas en ciertos aspectos, también recalca las limitaciones de la IA.

 

 

     El desarrollo de la IA debe realizarse con cautela, y algunos investigadores incluso han pedido una moratoria sobre su desarrollo debido a sus posibles peligros. Es fundamental que los beneficios de la tecnología se equilibren con sus costos potenciales.

 

 

     La IA también puede aprender de las hazañas de animales e insectos, aunque las comparaciones con las capacidades humanas deben hacerse con cuidado. La neurofisiología y la evolución de estos sistemas son complejas y no pueden ser simplemente replicadas en una máquina.

 

 

    La adquisición del lenguaje es un ejemplo de cómo la IA puede simular, pero no replicar, las capacidades humanas. Aunque los modelos de lenguaje extenso (LLM) pueden simular el comportamiento humano, no pueden replicar el rico conocimiento que los bebés tienen de los idiomas de su entorno. Los LLM no pueden decirnos nada sobre el lenguaje, el aprendizaje u otros aspectos de la cognición.

 

 

     Dada la potencialidad de la IA, se están haciendo llamados a su regulación. Esto es especialmente relevante en el caso de los LLM, que pueden ser usados para la desinformación, la difamación y el engaño. El marco regulatorio debe ser capaz de gestionar estas amenazas sin sofocar el potencial beneficioso de la tecnología.

 

     Finalmente, es crucial entender la IA desde una perspectiva de la facultad de lenguaje. Esta facultad es una verdadera propiedad de especie, propia de los seres humanos y no existente en las máquinas. Aunque la IA puede simular el uso del lenguaje, nunca poseerá la facultad del lenguaje codificada en nuestro cerebro.

 

    La IA, pues, posee un extraordinario potencial y ya está transformando muchos aspectos de nuestras vidas. Sin embargo, también plantea serias preocupaciones laborales, éticas y prácticas. A medida que avanzamos, es crucial abordar estos problemas y asegurarnos de que la tecnología se desarrolle de una manera que beneficie  al conjunto de la humanidad.

 
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