
UNA TRAGEDIA JUVENIL EN FRANCIA QUE HA DESENMASCARADO LA VIOLENCIA POSTCOLONIAL
Las "Banlieues "francesas: espacios de control y supremacía blanca en la Francia contemporánea"
En el corazón de Francia, una desgarradora tragedia personal ha desatado un torrente de cuestionamientos sobre la violencia estatal y el racismo estructural. A través del lente de la muerte de Nahel, un joven argelino de 17 años, examinamos la persistente influencia colonial en las instituciones policiales y la opresión que prevalece en las banlieues urbanas, donde los ecos del pasado colonial todavía resuenan.
REDACCIÓN CANARIAS SEMANAL
En el escenario metropolitano francés de Nanterre, localidad próxima a París, se escuchó el eco de un antiquísimo problema: el joven argelino de 17 años, Nahel, fue asesinado por la policía. Este hecho ha suscitado un terremoto de protestas contra el Estado francés, acusado de llevar a cabo una violencia que parece emerger de sus raíces coloniales.
Revelando el legado colonial en la policía
Emmanuel Blanchard, historiador francés, nos ha recordado que el origen colonial de la policía francesa, tanto en Francia como en Occidente, es evidente. Según él, los rastros de las tareas policiales en plantaciones esclavistas aún se pueden vislumbrar en el papel que cumple la institución hoy en día, especialmente en la vigilancia de grupos minoritarios o "no seculares", un término usado por el antropólogo Talal Asad para describir a aquellos que son considerados desviantes.
El reciclaje de tácticas coloniales en la sociedad contemporánea
En la Francia actual, los altos cargos policiales y militares han jugado roles destacados tanto en la represión de levantamientos anticoloniales en su propio territorio como fuera de él. Maurice Papon es un ejemplo de esto: fue nombrado responsable de luchar contra "la subversión norteafricana" en París en 1958, tras haber supervisado la subdirección de Argelia en el Ministerio del Interior francés. Su papel en la masacre de manifestantes argelinos en 1961 demostró que las tácticas y estrategias usadas en las guerras coloniales se habían trasplantado al territorio francés.
Las banlieues y el colonialismo moderno
En el contexto urbano francés, las banlieues, que son las áreas periféricas de las grandes ciudades, acogen principalmente a los "cuerpos no seculares" anteriormente mencionados.
Estos espacios no son simplemente lugares marginales, sino reflejos de un control político que hunde sus raíces en el supremacismo blanco colonial. El estado de excepción en que se encuentran las banlieues no es temporal, sino constante, marcando una línea divisoria persistente entre ellos y el resto de la sociedad.
Las prácticas coloniales han dejado una profunda huella en la sociedad francesa contemporánea. El trágico final de Nahel, lejos de ser un incidente aislado, es un recordatorio de cómo la lógica de la supremacía blanca aún continúa operando. Aquellos que desafían la norma, en este caso los musulmanes y otros grupos no blancos, se enfrentan a una dura represión y control.
La visión del Islam como una amenaza para el proyecto nacional francés ha llevado a intentos de domesticar y controlar la religión, moldeándola para que se ajuste a los parámetros estatales. Los cuerpos no seculares, los que se desvían de las fantasías fundacionales de modernidad y racionalidad, se convierten en el blanco de este esfuerzo disciplinario.
La historia de Nahel y las circunstancias de su muerte revelan una triste verdad: nuestra sociedad todavía está marcada por una división rígida y no dialéctica que separa a los seres humanos de "los demás", sosteniendo estructuras de poder ancladas en el pasado.
REDACCIÓN CANARIAS SEMANAL
En el escenario metropolitano francés de Nanterre, localidad próxima a París, se escuchó el eco de un antiquísimo problema: el joven argelino de 17 años, Nahel, fue asesinado por la policía. Este hecho ha suscitado un terremoto de protestas contra el Estado francés, acusado de llevar a cabo una violencia que parece emerger de sus raíces coloniales.
Revelando el legado colonial en la policía
Emmanuel Blanchard, historiador francés, nos ha recordado que el origen colonial de la policía francesa, tanto en Francia como en Occidente, es evidente. Según él, los rastros de las tareas policiales en plantaciones esclavistas aún se pueden vislumbrar en el papel que cumple la institución hoy en día, especialmente en la vigilancia de grupos minoritarios o "no seculares", un término usado por el antropólogo Talal Asad para describir a aquellos que son considerados desviantes.
El reciclaje de tácticas coloniales en la sociedad contemporánea
En la Francia actual, los altos cargos policiales y militares han jugado roles destacados tanto en la represión de levantamientos anticoloniales en su propio territorio como fuera de él. Maurice Papon es un ejemplo de esto: fue nombrado responsable de luchar contra "la subversión norteafricana" en París en 1958, tras haber supervisado la subdirección de Argelia en el Ministerio del Interior francés. Su papel en la masacre de manifestantes argelinos en 1961 demostró que las tácticas y estrategias usadas en las guerras coloniales se habían trasplantado al territorio francés.
Las banlieues y el colonialismo moderno
En el contexto urbano francés, las banlieues, que son las áreas periféricas de las grandes ciudades, acogen principalmente a los "cuerpos no seculares" anteriormente mencionados.
Estos espacios no son simplemente lugares marginales, sino reflejos de un control político que hunde sus raíces en el supremacismo blanco colonial. El estado de excepción en que se encuentran las banlieues no es temporal, sino constante, marcando una línea divisoria persistente entre ellos y el resto de la sociedad.
Las prácticas coloniales han dejado una profunda huella en la sociedad francesa contemporánea. El trágico final de Nahel, lejos de ser un incidente aislado, es un recordatorio de cómo la lógica de la supremacía blanca aún continúa operando. Aquellos que desafían la norma, en este caso los musulmanes y otros grupos no blancos, se enfrentan a una dura represión y control.
La visión del Islam como una amenaza para el proyecto nacional francés ha llevado a intentos de domesticar y controlar la religión, moldeándola para que se ajuste a los parámetros estatales. Los cuerpos no seculares, los que se desvían de las fantasías fundacionales de modernidad y racionalidad, se convierten en el blanco de este esfuerzo disciplinario.
La historia de Nahel y las circunstancias de su muerte revelan una triste verdad: nuestra sociedad todavía está marcada por una división rígida y no dialéctica que separa a los seres humanos de "los demás", sosteniendo estructuras de poder ancladas en el pasado.
Maribel Santana | Miércoles, 05 de Julio de 2023 a las 21:43:44 horas
Aaaa que guay que canrias-semanl no censura, son los únicos del mundo mundial que no la hacen.
Fue un articulo sobre el joven que asesinaron, en francia y como hablé sobre la intolerancia de los grupos y minorías, que no respetan las constituciones de los paises ajenos, que vienen a trabajar o buscarse la vida como se suele decir y necesitan viviendas, sanidad, educación, sueldos, subsidios y luego intentan imponer su religión, y cultura porque cada cual cree que la suya es la mejor, y en los paises donde se viene a trabajar y a buscarse la vida, aunque sean paises fascistas o de izquierdas, hay que respetar lo ajeno. Y como no lo publicaron, y hace dos días de esto. pues ahí la queja de que lo censuraron, pero no canarias- semanal, no lo hace. Aunque hay personas que dicen que le han censurado algunos comentarios y que pasa olímpicamente de canarias semanal por estas conductas??? En fin señores
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