
ESCARABAJO DEL ESTIERCOL: UNA NUEVA COMIDA APROBADA POR LA UE ANTE LA CRISIS
La UE permite la comercialización de alimentos derivados de insectos
Un reciente Reglamento de la Comisión Europea, aprobado el 5 de enero, autoriza la comercialización de las formas congelada, en pasta, desecada y en polvo de las larvas de “Alphitobius diaperinus” (escarabajo del estiércol) como nuevo alimento (...).
Un reciente Reglamento de la Comisión Europea, aprobado el 5 de enero, autoriza la comercialización de las formas congelada, en pasta, desecada y en polvo de las larvas de “Alphitobius diaperinus” (escarabajo del estiércol) como nuevo alimento.
El Reglamento ya fue publicado en el Boletín Oficial del Estado (*). Para evitar los vómitos de algunos de sus potenciales consumidores, han procedido a cambiar el nombre del escarabajo, argumentando que se trata solo de “Acheta domesticus”, o sea, de un “grillo doméstico”, que no se alimenta de mierda.
En 2019, una empresa, Cricket One, presentó una solicitud ante la Comisión Europea para utilizar en su territorio harina de “Acheta domesticus” en diversos alimentos, como panes, galletas o pasta seca.
En esa ocasión, la Comisión Europea aprobó la solicitud, pero solo la empresa Cricket One estaba autorizada a comercializar este nuevo alimento, por un periodo de cinco años a partir del 24 de enero de 2023. Ahora, si otras empresas lo solicitaran, también podrían obtener la autorización.
Los nuevos ingredientes en los que estará presente la harina deberán figurar en el envase con sus nombres científicos y de uso común, según las normas de etiquetado establecidas en los documentos de la Comisión Europea de enero de este año sobre la adición de insectos a los alimentos.
La UE permite la comercialización de alimentos derivados de insectos, como grillos, langostas migratorias y gusanos de la harina desde 2021 y están sometidos al correspondiente etiquetado.
Las etiquetas deben advertir de que existe riesgo de alergia y cruzaremos los dedos para que así sea… Cada día recorreremos las estanterías de los comercios y, antes de comprar nada, debemos mirar atentamente las etiquetas para comprobar cuál es origen de cada alimento…
En los bares y restaurantes también deberíamos de interesarnos en preguntar si los rebozados los hacen con harina de grillo o de escarabajo.
Si tienen alguna queja, no pidan el libro de reclamaciones; vayan directamente a hablar con el Ministro de Consumo, Alberto Garzón, que quiere quitarnos el filete del plato.
Fuente de la información: Diario Octubre
(*) https://www.boe.es/doue/2023/005/L00010-00015.pdf
Un reciente Reglamento de la Comisión Europea, aprobado el 5 de enero, autoriza la comercialización de las formas congelada, en pasta, desecada y en polvo de las larvas de “Alphitobius diaperinus” (escarabajo del estiércol) como nuevo alimento.
El Reglamento ya fue publicado en el Boletín Oficial del Estado (*). Para evitar los vómitos de algunos de sus potenciales consumidores, han procedido a cambiar el nombre del escarabajo, argumentando que se trata solo de “Acheta domesticus”, o sea, de un “grillo doméstico”, que no se alimenta de mierda.
En 2019, una empresa, Cricket One, presentó una solicitud ante la Comisión Europea para utilizar en su territorio harina de “Acheta domesticus” en diversos alimentos, como panes, galletas o pasta seca.
En esa ocasión, la Comisión Europea aprobó la solicitud, pero solo la empresa Cricket One estaba autorizada a comercializar este nuevo alimento, por un periodo de cinco años a partir del 24 de enero de 2023. Ahora, si otras empresas lo solicitaran, también podrían obtener la autorización.
Los nuevos ingredientes en los que estará presente la harina deberán figurar en el envase con sus nombres científicos y de uso común, según las normas de etiquetado establecidas en los documentos de la Comisión Europea de enero de este año sobre la adición de insectos a los alimentos.
La UE permite la comercialización de alimentos derivados de insectos, como grillos, langostas migratorias y gusanos de la harina desde 2021 y están sometidos al correspondiente etiquetado.
Las etiquetas deben advertir de que existe riesgo de alergia y cruzaremos los dedos para que así sea… Cada día recorreremos las estanterías de los comercios y, antes de comprar nada, debemos mirar atentamente las etiquetas para comprobar cuál es origen de cada alimento…
En los bares y restaurantes también deberíamos de interesarnos en preguntar si los rebozados los hacen con harina de grillo o de escarabajo.
Si tienen alguna queja, no pidan el libro de reclamaciones; vayan directamente a hablar con el Ministro de Consumo, Alberto Garzón, que quiere quitarnos el filete del plato.
Fuente de la información: Diario Octubre
(*) https://www.boe.es/doue/2023/005/L00010-00015.pdf
Maxerko | Lunes, 27 de Febrero de 2023 a las 23:29:18 horas
Yo no necesito esa porquería, yo planto mi millo y luego lo tuesto y lo llevo al molinos... y tengo gofio sobrante.
Los canarios que le tengamos amor por nuestra tierra nos sentimos asqueados de las TVs, no necesitamos comidas basura... ni halloween tampoco…
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