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Martes, 27 de Diciembre de 2022 Tiempo de lectura:

POR QUÉ LAS BATALLAS DE LA “GUERRA TOTAL” NO SON UNA LUCHA ENTRE IMPERIOS (1)

Rusia está lejos de poder ser calificada como “imperialista”

Según el sociólogo Andrés Piqueras, "Rusia está intentado frenar la desestabilización de sus fronteras y en sus fronteras, causada por la OTAN, y busca marcar su posición en el mundo como potencia soberana a respetar. Entre otras muchas opciones -opina Piqueras -  promoviendo el proyecto multipolar frente a la dominación unilateral norteamericana, en estrecha unión con China para el desarrollo, entre otras variadas opciones, de la Ruta de la Seda".

 

 

   Por ANDRÉS PIQUERAS (*) PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-

 

   En contra de tanta obstinación por parte de los centros de inteligencia de la OTAN de presentar a esta formación socioestatal -la Federación Rusa- como un imperio más, y a su pugna con la OTAN como una “lucha entre imperios”, consignas que siguen tan acrítica como absurdamente buena parte de las izquierdas integradas europeas(1), Rusia está lejos de poder ser calificada como “imperialista”. Veamos algunas razones.

 

   Rusia viene de una URSS disuelta y vencida en una guerra que duró unos 45 años tras la ya previa agresión masiva contra la URSS desatada como 2ª Guerra Mundial. Brutalmente empobrecida y condenada a una reprimarización (a exportar de nuevo sus recursos básicos y la producción del sector primario), con una altísima destrucción del tejido productivo y de los pilares sociales.

 

   En la actualidad, y a pesar de su proceso de re-soberanización, no forma parte del grupo económico dominante del capitalismo mundial. No tiene apenas importancia dentro del mundo financiero. En la década pasada contaba con una sola entidad entre los principales 50 bancos del mundo (en términos de activos) y sólo dos entre los 100 mayores.

 

   Arrastra, además, un bajísimo desarrollo del circuito crediticio interno. Al contrario de lo que ocurre con las potencias imperiales, Rusia ha venido sufriendo una permanente fuga de divisas (la primera formación socio-estatal del mundo en fuga de divisas, acometida por la nueva oligarquía que EE.UU.-OTAN propiciaron en el país y cuyos fondos están centrados en inversiones inmobiliarias o paraísos fiscales, además de especulación financiera global: nada que ver con inversiones de corte “imperialista”). A continuación, algunos datos de Katz:

 

   “La economía rusa tampoco es influyente en la exportación de capitales. En este plano se ubica apenas por encima de Finlandia y por debajo de Noruega.

 

   Esa reducida incidencia es coherente con la baja gravitación de sus exportaciones de mercancías. En 2017 el país ocupó el puesto 17 en el volumen de las ventas mundiales, detrás de varias economías que nadie situaría en el club de los imperios (México, Emiratos Árabes Unidos, Singapur).

 

   El petróleo y el gas representan el grueso de los productos comercializados en el exterior, que están integrados en un 82% por materias primas. Este perfil primarizado no se amolda con el retrato de una economía imperialista.

 

   El país cuenta con un PIB inferior a la mitad del prevaleciente en Estados Unidos y la productividad de su mano de obra se ubica también en la mitad de la media europea. La producción manufacturera no dista de India, Taiwán, México o Brasil y suele lidiar con serios escollos para ascender a un escalón superior de la división global del trabajo.”

 

   Fijémonos en lo que nos dice otro solvente autor sobre el tema:

 

   “El papel de Rusia en ‘la formación de asociaciones capitalistas monopolistas internacionales que se reparten el mundo entre ellas’ puede medirse por la posición de las corporaciones del país entre las 2000 corporaciones internacionales más importantes.

 

   Forbes hizo una lista de las 2000 empresas más importantes del mundo basándose en las ventas totales, los beneficios, los activos y el valor de mercado. De las 10 primeras empresas, 5 son chinas y 5 estadounidenses. China alberga 291 empresas del Global 2000 (frente a sólo 43 en 2003). Estados Unidos está a la cabeza con 560. Canadá tiene 50, Australia 39, India 58.

 

   Rusia sólo tiene 4 entre las 100 primeras, en los puestos 43, 47, 73 y 98. Sólo tiene 6 entre las 500 primeras y 25 entre las 2000 primeras.

 

   Su cuota empresarial total muestra una ligera tendencia descendente, no ascendente: en el periodo 2008-2013, entre 29 y 30 empresas rusas entraron en la lista Global 2000. Las 2000 empresas de esta lista representan 39,1 billones de dólares en ventas, 3,2 billones en beneficios, 189 billones en activos y 56,8 billones en valor de mercado.

 

   Las ventas de las 252 empresas rusas ascienden a 568.000 millones de dólares, apenas un 1,45% del total. Sus activos colectivos ascienden a 1.757.300 millones de dólares, lo que supone algo menos del 1% del total. Entre los monopolios internacionales, Rusia es un actor muy minoritario.” [Stansfield Smith, EsRusiaImperialista.pdf (recomiendo su lectura completa)].

 

   Si nos vamos al gasto militar, las razones sobre su condición imperial tampoco se sostienen.

 

   Reconocido oficialmente (los gastos militares siempre son mayores de los que se admiten en las cuentas del PIB), EEUU representaba en 2019 un 38% del gasto militar total, con 732.000 millones de dólares (más de 800.000 en 2021 y superará el billón en 2027: dos terceras partes del dinero público de Estados Unidos pasa por los bolsillos de los militaresEl presupuesto del Pentágono superará el billón de dólares dentro de 5 años.

 

   Por su parte, el conjunto de la UE gastó en 2020, 198.000 millones de euros. Es decir, entre ambas entidades políticas sumaron cerca de 1 billón de dólares. Teniendo en cuenta que el gasto militar total en 2019 fue de 1,91 billones de dólares, quiere decir que entre las dos -EE.UU y UE- reúnen casi el 50% del gasto militar mundial [El gasto de los países de la OTAN en defensa, estadísticas, datos y gráficos].

 

   Si terminamos de incluir ahí al conjunto de la OTAN, e]n 2021 el total del gasto militar de los 30 países que integran la OTAN ascendió a 1.048.511 millones de dólares constantes de 2015, y representa un incremento del 2,11 % respecto a 2020.  Presupuesto que financia a 3.317.000 militares que integran los ejércitos de los países OTAN (120.000 son los efectivos que corresponden a España) [El gasto en Defensa de los países OTAN]

 

   Es decir, la OTAN da cuenta de alrededor del 56% del gasto militar mundial.

 

   Frente a toda esa monstruosa suma armamentista, Rusia destinó 65.000 millones de dólares a defensa, lo que representa alrededor del 3% del gasto mundial. El 3% contra el 56%.  Mala situación para ser “imperialista” [Lista de países por gastos militares – List of countries by military expenditures; Rusia – Gasto público Defensa 2020; Rusia: gasto militar].

 

   Eso sí, sus necesidades de defensa ante el acoso occidental obligan a Rusia a emplear en gasto militar en torno al 3,9 por ciento de su PIB, lo que proporcionalmente es muy alto, impidiendo que más parte de esa suma sea destinada a fines productivos o sociales (proceso recurrente que está detrás de las agresiones del Eje Anglosajón más la red mundial sionista (rms) para obligar a los países, como ya se hizo con la URSS y como se viene haciendo desde más de medio siglo con Cuba y Corea del Norte, a gastar más de lo que sería “económicamente sano” al esfuerzo militar).

 

   En cuanto a la activación de organizaciones defensivas regionales, como la Comunidad de Estados Independientes (CEI), la Unión Económica Euroasiática (UEEA) y la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), lejos de indicar una expansión imperial rusa, viene urgida por los mortíferos intentos de desestabilización que el Eje Anglosajón-rms ha acentuado en las dos últimas décadas -como acabamos de ver en el apartado anterior-, ya sea en territorios de ex-repúblicas soviéticas, en la más estrecha zona de seguridad rusa, junto a sus mismas fronteras, o incluso en el propio interior de Rusia.

 

   Otro test todavía digno de tomar en cuenta, para que una formación socioestatal pueda ser considerada imperialista, como sostiene Smith siguiendo a Lenin, es que debe cumplir con los siguientes cinco criterios, o al menos con alguno de ellos añadiría yo a las izquierdas europeas (pero Rusia no cumple ninguno):

 

   1- La concentración de la producción y del capital se ha desarrollado a un nivel tan alto que ha creado monopolios que juegan un papel decisivo en la vida económica [¿dónde están los monopolios rusos dominando nuestras vidas hoy?];

 

   2- La fusión del capital bancario con el capital industrial y la creación, sobre la base de este ‘capital financiero’, de una oligarquía financiera [los capitalistas más ricos de Rusia están involucrados predominantemente en la industria, no en las finanzas; solo uno de los 100 principales bancos del mundo es ruso, el estatal Sberbank];

 

   3- La exportación de capital a diferencia de la exportación de mercancías adquiere una importancia excepcional [Las mayores exportaciones de Rusia son materias primas, no capital; ¿Dónde están los fideicomisos y monopolios de capital financiero ruso que explotan el trabajo del mundo y repatrían su riqueza a Rusia?];

 

   4- La formación de asociaciones capitalistas monopolistas internacionales que se reparten el mundo entre sí [esos cárteles, por supuesto, existen, pero no incluyen a los monopolios rusos];

 

   5-  Se completa la división territorial de todo el mundo entre las mayores potencias capitalistas [tal división efectivamente ha tenido lugar, pero Rusia no fue parte de la división y no recoge el botín de la dominación imperialista y la guerra; de hecho, su principal delito es salir en defensa de los que luchan contra el ataque imperialista (Siria, el este de Ucrania) y tratar de mantener su propio territorio libre de dominación y superexplotación imperialistas]. ¿Quién se beneficia al etiquetar falsamente a Rusia como ‘imperialista’?

 

   El caso de China, que examinaré con más detenimiento en un próximo escrito, es mucho más singular. Aquí estamos ante el segundo gasto armamentístico del mundo (unos 293.000 millones de $, frente a más de 800.000 de EE.UU., al finalizar 2021), pero a diferencia del Occidente Colectivo, China no tiene ninguna expansión militar y cuenta sólo con una base militar externa (“contra la piratería” en el estratégico paso del índico por el cuerno de África, en Djibuti). Es decir, que su ejército es clara y palmariamente defensivo (frente al hostigamiento y la envoltura de bases estadounidenses que padece).

 

   En cuanto a sus empresas, es cierto que se benefician del juego capitalista de explotación del trabajo en unos y otros lugares, pero no forman parte del entramado de dominación económica-financiera que hoy rige el Sistema.

 

   Como no podemos extendernos aquí en este punto, voy a proporcionar sólo dos citas para la comprensión de por qué esta formación socioestatal está alejada de tener una política imperial. De nuevo Katz [Página Oficial de Claudio Katz » China: Tan distante de imperialismo como del Sur Global]:

 

   “La preeminencia de los monopolios en su territorio sólo confirma la incidencia habitual de esos conglomerados en cualquier país. Lo mismo ocurre con la influencia de los capitales financieros, que gravitan menos que en otras economías de gran porte. A diferencia de sus competidores, el gigante asiático escaló posiciones en la globalización prescindiendo de la financiarización neoliberal. No mantiene, además, ninguna semejanza con el modelo bancario alemán de principio del siglo XX que estudió Lenin. (…)

 

   China es un imperio en formación tan sólo en términos potenciales. Gestiona el segundo producto bruto del planeta, es el primer fabricante de bienes industriales y recibe el mayor volumen de fondos del mundo. Pero esa gravitación económica no tiene correlato equivalente en la esfera geopolítico-militar que define el estatus imperial.

 

   En China conviven la ausencia de subordinación a otra potencia, con una gran cautela en la injerencia sobre otros países. No se verifica la dependencia, ni el imperialismo.

 

   La caracterización de China como una potencia que completó su maduración capitalista -sin poder saltar al escalón siguiente de desarrollo imperial- supone que el primer curso no brinda soportes suficientes, para consumar avances hacia la dominación mundial.”

 

   Sobre lo dicho en los dos últimos párrafos, veamos esta otra constatación expresada por Elbaum:

 

   “La Estrategia para la Asociación Económica, conocida como BRICS 2025, se propone como una plataforma para la conformación de un escenario multipolar capaz de respetar las particularidades nacionales y las soberanías. El programa, que fue recalcado por Xi Jinping en la inauguración de la Cumbre, consta de tres ejes centrales: la seguridad concertada, el desarrollo global sostenible y el comercio justo sin proscripciones ni sanciones.

 

   Respecto a la primera dimensión, se propone instaurar un concepto de seguridad común, integral, cooperativa y sostenible que respete la integridad y autonomía territorial de todos los países. El proyecto, que se titula Iniciativa para la Seguridad Global (ISG), pretende establecer modelos multilaterales de negociación, ajenos a la lógica vertical impuesta por el G7, y refiere a la solución de conflictos –entre ellos el de Ucrania– en los que ningún país puede garantizar su seguridad a costa de una tercera entidad nacional soberana. Ese ha sido el designio de Kiev: insistir en el emplazamiento de aparatología bélica en la frontera con Rusia financiada por Washington y la OTAN.

 

   El segundo eje remite a un desarrollo global sostenible y está basado en la exitosa experiencia china de crecimiento e inclusión. Propone reforzar la coordinación de las políticas macroeconómicas con la ayuda del Nuevo Banco de Desarrollo (NDB) y el aporte de los Acuerdos de Reserva de Contingencia (ARC).

 

   El ARC buscará garantizar un esquema de protección financiera mundial para contener la volatilidad de los mercados ante la retirada de inversiones, fuga de capitales o ataques especulativos sobre monedas nacionales.

 

   Por su parte, el NDB buscará paliar los déficits de infraestructura. Su esquema para los próximos cuatro años contempla la asistencia financiera para los países miembros por un total de 30.000 millones de dólares, o su equivalente en una potencial canasta de monedas de los países miembros.

 

   La tercera dimensión es la del comercio, orientada a superar los esquemas de discriminación basados en sanciones unilaterales y consideraciones político-ideológicas. ‘Los hechos han demostrado una y otra vez –señaló Xi Jinping durante la Inauguración del Foro Empresarial de los BRICS el último 22 de junio– que las sanciones no son más que bumeranes y espadas de doble filo. Los que politicen, instrumentalicen y armamenticen la economía mundial, e impongan a su antojo sanciones valiéndose de su posición predominante en los sistemas financiero y monetario internacionales, sólo terminarán perjudicando los intereses propios y los de los demás, y harán sufrir a todos’.

 

   El cuarto eje se relaciona con la institucionalización y la expansión del bloque que incluye la incorporación de nuevos Estados, mediante una hoja de ruta aprobada durante la conferencia, y la configuración de áreas de cooperación en ciencia, tecnología, innovación productiva y problemáticas ligadas al medio ambiente.”

 

   BRICS, G7 y OTAN como expresiones de la reconfiguración geopolítica global

 

   El respeto entre países, sin imposiciones políticas, ni financieras, sin extorsiones económicas, en dinámicas de ganar-ganar, es lo que ha caracterizado hasta ahora a la internacionalización china. Rasgos antitéticos con la globalización unilateral anglosajona. Razón de más para que se presente como el enemigo sistémico a batir.

 

   Hoy por hoy EE.UU. sigue siendo todavía el único país que puede emprender una ofensiva bélica en varios puntos del mundo a la vez, y en cualquier lugar del mundo, por la disponibilidad de efectivos para actuar, el poderío de sus armas, la capacidad logística o la geografía militarizada que acompaña a su liderazgo mundial y su domino financiero-monetario, económico-tecnológico y comercial, con pleno control de las instituciones de gestión del orden global (que Washington  utiliza, sin contrapesos, para imponer la privatización de la infraestructura mundial, controlar la tecnología, el petróleo, el gas, los alimentos, los minerales, los recursos básicos y un largo etc.).

 

   Y porque tiene más de 173.000 tropas en todo el planeta desplegadas en 254 bases e instalaciones militares (según informe del Conflict Management and Peace Science Journal; ver también Secret Wars: El ejército de EEUU interviene directamente sin Autorización en más de 77 países – Responsible Statecraft ; y por supuesto, el libro de Daniele Ganser, Los ejércitos secretos de la OTAN, El Viejo Topo. Barcelona, 2010).

 

   No hay “imperio” que pueda surgir bajo este Imperio Mundial (más allá de una condición subimperial subordinada al hegemón), no hay lugar para más “imperios” mientras él exista.

 

 

 

 

   Notas:

 

   (1) [la mayoría de las izquierdas integradas están financiadas, infiltradas o cooptadas para ello (ver al respecto, por ejemplo, Michael Hudson: «La guerra es contra Europa y Alemania»; pero especialmente de interés es la entrevista a Frances Stonors: «LA CIA Y A LA GUERRA FRÍA CULTURAL» [1999]» Entrevista a la Autora:Frances Stonors Saunders, así como la conferencia de Gabriel Rockhill, “Critical and Revolutionary Theory");  además: Slavoj Žižek y la izquierda como defensores del capitalismo de guerra OTAN-Occidente], -sobre todo agresivas las provenientes del mundo del trotskismo, el anarquismo, el “verdismo” y las del ámbito “post” o neo-socialdemócrata.

 

   (*) Andrés Piqueras es profesor titular de Sociología y Antropología Social en la Universidad Jaume I de Castellón, y miembro del Observatorio Internacional de la Crisis (OIC). Es autor de varios libros, el último de los cuales es “De la decadencia de la política en el capitalismo terminal. Un debate crítico con los «neo» y los «post» marxismos. También con los movimientos sociales” (El Viejo Topo).

 

   Puede consultarse el artículo completo y sus notas, en:

   https://observatoriocrisis.com/2022/12/04/porque-las-batallas-de-la-guerra-total-no-son-una-lucha-entre-imperios/

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  • Angel

    Angel | Viernes, 30 de Diciembre de 2022 a las 10:20:42 horas

    Felicitaciones a Andres Piqueras, hacia falta un sociologo como él en la España, actual vendida al imperialismo Anglosajón. Desgraciadamente tenemos muy pocos activistas como él en España, en contra del imperio USA.
    Este articulo viene muy bien para desenmascarar a los falsos partidos comunistaS SOBRE TODO AL GRIEGO de acusar a Rusia de ser imperialista, aquí en España tambien lo hay, me acuerdo que hace meses "una reunion de pequeños partidos " comunistas" del mundo a la cabeza el PC Griego hicieron una manifestacion de acusar a Rusia en esta guerra, de ser imperialista, haciendo el juEgo a la OTAN, EEUU, UNION EUROPEA, Y AL "MUNDO" LIBRE OCCIDENTAL.

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