
¿QUIÉNES VAN GANANDO Y QUIÉNES PERDIENDO, EN LA GUERRA DE UCRANIA?
¿Quiénes van siendo los ganadores y los perdedores en este conflicto bélico?
Marc Vandepitte, comentarista político del "Peoples Wolrd, realiza un balance sobre los resultados del "saldo" de casi medio año de guerra en Ucrania. ¿Quienes ganan y quienes están perdiendo en ese conflicto bélico que tiene lugar en la Europa del Este?.
POR MARC VANDEPITTE PARA "PEOPLES WOLRD " ´
La invasión de Ucrania dura ya más de cinco meses. Las hostilidades, sin embargo, podrían prolongarse durante bastante más tiempo. Según escribe el comentarista político Marc Vandepitte, , en términos militares el resultado de esa guerra resulta aun incierto. Sin embargo, lo que parece claro es quiénes están siendo los grandes ganadores y los grandes perdedores de este conflicto.
Para los fabricantes de armas, esta guerra les ha venido como un "regalo del cielo", según asegura en su artículo Marc Vandepitte. A instancias de la OTAN, los países europeos incrementarán sus inversiones armamentísticas en cientos de miles de millones en el curso de los próximos años. En la Europa central, por otra parte, podemos esperar tenga lugar una nueva carrera armamentista. Para ello bastaría con pensar las consecuencias que tendría la amenaza de que se podrían desplegar armas nucleares en Bielorrusia.
Algo similar puede suceder en la región del Ártico con la entrada de Finlandia y Suecia en la OTAN. El impulso a la llamada “OTAN global” también podía conducir a una nueva y peligrosa carrera armamentista en Asia.
Esta intensa militarización que se encuentra todavía sólo en una primera fase, así como las nuevas amenazas de guerra, están provocando que el valor de las acciones de las empresas de defensa en EE.UU., se estén disparando
Algo similar sucede con las grandes empresas de combustibles fósiles. El aumento, sin precedentes, de los precios del gas y del petróleo, han incrementado sus beneficios en un 350%.
El tercer gran ganador de este litigio está siendo la propia OTAN. Después de la implosión de la Unión Soviética, la razón de ser de esa Alianza militar, dejó de existir. Durante la Administración Trump, la OTAN fue, incluso, fue declarada en estado de "muerte cerebral". Hoy, sin embargo, vuelve a estar "vivita y coleando".
En Europa, se agregaron dos nuevos miembros a esa Alianza militar. Y las tropas operativas de combate pasaron de 40.000 a 300.000 integrantes. En Asia, así como en otros continentes, se está trabajando para incrementar su expansión, ya se produzca esta en base a nuevas asociaciones, o simplemente multiplicando los despliegues militares existentes.
Durante los últimos 25 años, la OTAN ha emprendido guerras en contra de Yugoslavia, Afganistán, Irak, Libia y Siria. El saldo final de las mismas ha sido casi un millón de muertos.
El cuarto ganador es EE. UU.: hace 25 años, Zbigniew Brzezinski, asesor de varios presidentes de EE. UU., escribió que, para EE. UU., el control del Continente euroasiático era esencial para mantener su hegemonía. Para ello, la cooperación entre Europa, Rusia y China debería de ser frustrada, costara lo que costara.
En el curso de la última década, habían ido creciendo las relaciones económicas entre Europa, China y Rusia. La guerra que ahora está teniendo lugar en Ucrania, revierte esa tendencia.
China también está en el punto de mira. Mike Pompeo, exdirector de la CIA y secretario de Estado de Trump, lo expresó con toda claridad: “Debemos evitar la formación de un coloso paneuroasiático que incorpore a Rusia, pero que esté liderado por China”.
¿Quiénes son los perdedores?
Los que más pueden perder con esta guerra son, sin duda, los ucranianos, con miles de muertos y heridos, así como los millones que se ven obligados a huir país. Está claro que Ucrania se dirige directamente hacia a su propia bancarrota total.
También están siendo perdedores de esta guerra, los miles de soldados rusos han perdido la vida, mientras la población en su país de origen sufre las sanciones occidentales y el aumento de la represión estatal.
Esta guerra ha sido particularmente dañina para el sistema alimentario global, ya seriamente debilitado por el Covid-19, el cambio climático y los altos precios de la energía.
Un total de 50 millones de personas en 45 países están al borde de la hambruna.
La población europea también se ha visto seriamente afectada por subidas desproporcionadas de los precios de los alimentos y la energía. Eso no solo provocará el crecimiento de la miseria, sino que igualmente aumentará la probabilidad de una recesión económica.
El prestigio de Europa también se ha visto seriamente afectado entre una gran proporción de países no occidentales, que no pueden entender cómo la UE ha entregado completamente su soberanía a EE.UU. y Gran Bretaña.
Otro gran perdedor es la estabilidad mundial. Con el auge de China y otros países emergentes, parecía que nos movíamos hacia un mundo multipolar, una evolución positiva, pero ahora el mundo se dirige hacia una división en dos campos: un bloque dominado por Occidente contra el resto del mundo.
Cabe señalar que solo una cuarta parte de los países del mundo han estado dispuestos a apoyar las sanciones contra Rusia. La guerra también ha puesto en peligro la acción urgente contra el calentamiento global.
Por último, como en todas las guerras, la verdad ha sido la primera víctima. Los principales medios de comunicación occidentales presentan la versión de los hechos de la OTAN, mientras que las voces disidentes del movimiento por la paz o de algunos académicos apenas tienen la posibilidad de que se les escuche en ninguna parte.
Antes de la guerra, Ucrania era retratada como “el país más corrupto” de Europa. Hoy, ese mismo país está siendo el epítome de los “ideales liberales”.
Está urgiendo la apertura de un frente amplio entre el movimiento por la paz, el tercer mundo, los movimientos sindicales y ambientalistas para detener la locura de esta guerra.
POR MARC VANDEPITTE PARA "PEOPLES WOLRD " ´
La invasión de Ucrania dura ya más de cinco meses. Las hostilidades, sin embargo, podrían prolongarse durante bastante más tiempo. Según escribe el comentarista político Marc Vandepitte, , en términos militares el resultado de esa guerra resulta aun incierto. Sin embargo, lo que parece claro es quiénes están siendo los grandes ganadores y los grandes perdedores de este conflicto.
Para los fabricantes de armas, esta guerra les ha venido como un "regalo del cielo", según asegura en su artículo Marc Vandepitte. A instancias de la OTAN, los países europeos incrementarán sus inversiones armamentísticas en cientos de miles de millones en el curso de los próximos años. En la Europa central, por otra parte, podemos esperar tenga lugar una nueva carrera armamentista. Para ello bastaría con pensar las consecuencias que tendría la amenaza de que se podrían desplegar armas nucleares en Bielorrusia.
Algo similar puede suceder en la región del Ártico con la entrada de Finlandia y Suecia en la OTAN. El impulso a la llamada “OTAN global” también podía conducir a una nueva y peligrosa carrera armamentista en Asia.
Esta intensa militarización que se encuentra todavía sólo en una primera fase, así como las nuevas amenazas de guerra, están provocando que el valor de las acciones de las empresas de defensa en EE.UU., se estén disparando
Algo similar sucede con las grandes empresas de combustibles fósiles. El aumento, sin precedentes, de los precios del gas y del petróleo, han incrementado sus beneficios en un 350%.
El tercer gran ganador de este litigio está siendo la propia OTAN. Después de la implosión de la Unión Soviética, la razón de ser de esa Alianza militar, dejó de existir. Durante la Administración Trump, la OTAN fue, incluso, fue declarada en estado de "muerte cerebral". Hoy, sin embargo, vuelve a estar "vivita y coleando".
En Europa, se agregaron dos nuevos miembros a esa Alianza militar. Y las tropas operativas de combate pasaron de 40.000 a 300.000 integrantes. En Asia, así como en otros continentes, se está trabajando para incrementar su expansión, ya se produzca esta en base a nuevas asociaciones, o simplemente multiplicando los despliegues militares existentes.
Durante los últimos 25 años, la OTAN ha emprendido guerras en contra de Yugoslavia, Afganistán, Irak, Libia y Siria. El saldo final de las mismas ha sido casi un millón de muertos.
El cuarto ganador es EE. UU.: hace 25 años, Zbigniew Brzezinski, asesor de varios presidentes de EE. UU., escribió que, para EE. UU., el control del Continente euroasiático era esencial para mantener su hegemonía. Para ello, la cooperación entre Europa, Rusia y China debería de ser frustrada, costara lo que costara.
En el curso de la última década, habían ido creciendo las relaciones económicas entre Europa, China y Rusia. La guerra que ahora está teniendo lugar en Ucrania, revierte esa tendencia.
China también está en el punto de mira. Mike Pompeo, exdirector de la CIA y secretario de Estado de Trump, lo expresó con toda claridad: “Debemos evitar la formación de un coloso paneuroasiático que incorpore a Rusia, pero que esté liderado por China”.
¿Quiénes son los perdedores?
Los que más pueden perder con esta guerra son, sin duda, los ucranianos, con miles de muertos y heridos, así como los millones que se ven obligados a huir país. Está claro que Ucrania se dirige directamente hacia a su propia bancarrota total.
También están siendo perdedores de esta guerra, los miles de soldados rusos han perdido la vida, mientras la población en su país de origen sufre las sanciones occidentales y el aumento de la represión estatal.
Esta guerra ha sido particularmente dañina para el sistema alimentario global, ya seriamente debilitado por el Covid-19, el cambio climático y los altos precios de la energía.
Un total de 50 millones de personas en 45 países están al borde de la hambruna.
La población europea también se ha visto seriamente afectada por subidas desproporcionadas de los precios de los alimentos y la energía. Eso no solo provocará el crecimiento de la miseria, sino que igualmente aumentará la probabilidad de una recesión económica.
El prestigio de Europa también se ha visto seriamente afectado entre una gran proporción de países no occidentales, que no pueden entender cómo la UE ha entregado completamente su soberanía a EE.UU. y Gran Bretaña.
Otro gran perdedor es la estabilidad mundial. Con el auge de China y otros países emergentes, parecía que nos movíamos hacia un mundo multipolar, una evolución positiva, pero ahora el mundo se dirige hacia una división en dos campos: un bloque dominado por Occidente contra el resto del mundo.
Cabe señalar que solo una cuarta parte de los países del mundo han estado dispuestos a apoyar las sanciones contra Rusia. La guerra también ha puesto en peligro la acción urgente contra el calentamiento global.
Por último, como en todas las guerras, la verdad ha sido la primera víctima. Los principales medios de comunicación occidentales presentan la versión de los hechos de la OTAN, mientras que las voces disidentes del movimiento por la paz o de algunos académicos apenas tienen la posibilidad de que se les escuche en ninguna parte.
Antes de la guerra, Ucrania era retratada como “el país más corrupto” de Europa. Hoy, ese mismo país está siendo el epítome de los “ideales liberales”.
Está urgiendo la apertura de un frente amplio entre el movimiento por la paz, el tercer mundo, los movimientos sindicales y ambientalistas para detener la locura de esta guerra.
Lukas | Viernes, 19 de Agosto de 2022 a las 17:33:19 horas
Y para cuando denunciareis la invasión de Rusia a un país soberano?
Y para cuando denunciareis los crímenes de guerra en Bucha Irpin?
Y para cuando denunciareis los, asesinatos de civiles en Járkov?
Y para cuando denunciareis la, devastación de Mariupol?
Y para cuando denunciareis el robo del grano ucraniano?
Y para cuando denunciareis la violación de mujeres ucranianas?
Etc etc
Esto lo hacen Putin y Rusia, no la OTAN , EEUU o mi primo Gervasio
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