
MARRUECOS UTILIZA DEPORTISTAS Y FAMOSOS PARA BLANQUEAR LA OCUPACIÓN DEL SÁHARA
SÁHARA OCCIDENTAL: AVISO A FAMOSOS Y VISITANTES. ESTÁN INCURSIONANDO EN UNA PELIGROSA "ZONA DE GUERRA"
MARRUECOS ESTÁ UTILIZANDO A DEPORTISTAS Y FAMOSOS PARA BLANQUEAR LA OCUPACIÓN DEL SÁHARA
Cristina Martinez Benitez de Lugo desentraña en este artículo los procedimientos utilizados por la Monarquía marroquí para "blanquear" su presencia colonial como país ocupante del Sahara Occidental, atrayendo la presencia de famosos para mostrar que allí "no está sucediendo nada" . Pero convendría que tales visitantes se apercibieran de que a partir del 13 de noviembre pasado el Sáhara Occidental se ha convertido en una "zona de guerra".
POR CRISTINA MARTINEZ BENITEZ DE LUGO (*)
El surfista tarifeño Jerome Cloetens aparece en un reportaje de 5 de enero en la revista SAL&ROCA (nuevatribuna.es/público) en el que se informa de que el objetivo del viaje es grabar un vídeo comercial para los hoteles Dakhla Attitude. Hasta en tres ocasiones se afirmaba en el reportaje que Dajla era Marruecos. Dos días después, la revista retira la palabra Marruecos del artículo, aunque sin especificar que esa ciudad está en el Sahara Occidental, un territorio que Marruecos invadió hace 45 años.
Es la estrategia de Marruecos: propaganda en las ciudades saharauis ocupadas para aparentar una normalidad inexistente y para arrogarse una soberanía que no le corresponde.
“Sol, calor, surf, kite, buen alojamiento, tranquilidad, naturaleza, gastronomía increíble… la lista de cosas positivas es larga” afirma Cloetens en el reportaje, sin reparar en la brutalidad que se esconde tras ese paisaje idílico. Dajla forma parte de los territorios ocupados del Sahara Occidental, un territorio no autónomo pendiente de descolonización, según establecen las Naciones Unidas. Dajla no es Marruecos.
Para informar a futuros visitantes de este lugar de ensueño es preciso avisarles de que el 13 de noviembre pasado se reanudó una guerra de liberación del Frente Polisario, el representante del pueblo saharaui, contra Marruecos, el ocupante, tras haber roto Marruecos un alto el fuego que duraba 29 años. Así que no se puede decir que sea un territorio idóneo para turistas, aspecto del que ya avisó el Frente Polisario.
También habría que recordar que Dajla es un gran centro del expolio. La riqueza extraordinaria de la pesca es esquilmada por Marruecos para su beneficio sin que los saharauis obtengan nada de ese negocio, ni riqueza ni trabajo. Lo mismo sucede con la agricultura, alimentada con agua subterránea que no tiene repuesto.
¿Saben los surfistas algo de las personas torturadas, desaparecidas y muertas, la ausencia total de derechos de los saharauis en los territorios ocupados por Marruecos, los juicios farsa, las condiciones de encarcelamiento de los presos condenados por reclamar la autodeterminación?
Y la presencia de tantos marroquíes en un lugar que no es Marruecos se debe a que en realidad son colonos, expresamente prohibidos en zonas ocupadas por la IV Convención de Ginebra. Nada es lo que parece.
La industria del surf en esa zona de viento y olas es boyante. Los surfistas llegan a los territorios ocupados a disfrutar de sol y mar. A los observadores y a los periodistas no se les permite entrar. Ni siquiera se les autoriza a bajar del avión. Los surfistas, en su burbuja, no van a caer en la cuenta de lo que allí está ocurriendo a pesar de que las fuerzas de ocupación están apostadas por todas partes. No se van a escandalizar. Por eso, estos surfistas esforzados y civilizados están contribuyendo, conscientes o no, a dar normalidad a una barbarie. Es preciso encontrar otras olas que no estén salpicadas de sangre.
”El secreto del éxito se basa en una campaña de comunicación centrada en la organización de eventos no políticos” manifestó a La Vanguardia en 2019 Driss Senoussi, propietario del grupo hotelero “Dakhla Attitude”, el patrocinador del vídeo de Cloetens. En efecto, no estamos ante un caso aislado.
Maradona y Zapatero
Sin ir más lejos, el futbolista Diego Armando Maradona, recientemente fallecido, participó en dos ocasiones en partidos amistosos entre viejas glorias africanas y del resto del mundo, en el Aaiún, capital del Sahara Occidental ocupado, invitado por las autoridades marroquíes para participar en los actos conmemorativos de la Marcha Verde, origen de la invasión marroquí.
Hace poco, la hija de la Pantoja anunció en las revistas del corazón que se iba a casar en Dajla -situándola en Marruecos- con su novio marroquí. Esa puntualización no puede ser inocente. Aunque ella no sabe nada.
En julio de 2018, el Ayuntamiento de Torremolinos organizó una “Semana de Dakhla” a la que acudió una amplia representación marroquí. Presionado por el movimiento saharaui, el alcalde, José Ortiz, del PSOE, se vio obligado a suspender los actos dos días antes de la clausura, sin dar explicaciones.
No sé si se puede justificar el ir a una zona ocupada y pretender ignorarlo; ayudar al opresor en la manipulación de la realidad, teóricamente sin saberlo. En ese sentido la prensa ha ayudado mucho con su silencio, y, paradójicamente, Donald Trump, al escupir al derecho internacional adjudicando el Sahara Occidental a Marruecos, ha conseguido aumentar con creces el gasto de tinta sobre la ocupación.
Quien de verdad está informado es José Luis Rodríguez Zapatero, expresidente de España. Acudió en 2015 a los actos organizados en Dajla por el Foro Crans Montana y sufragados por Marruecos. El Foro Crans Montana es una reunión de lobistas que pretende legitimar la ocupación marroquí del Sahara Occidental. Las 2.500 personas que acudieron al foro recibieron el mensaje de que Dajla es Marruecos. Este foro fue desautorizado por la ONU y condenado por la Unión Africana. El ministro de Asuntos Exteriores español, a la sazón José Manuel García-Margallo, declaró que celebrar “reuniones internacionales en territorios ocupados es ilegal conforme al derecho internacional” y está “en contradicción con los esfuerzos de la comunidad internacional para resolver el conflicto del Sahara Occidental”. Pasa el tiempo, y Zapatero, galardonado personalmente por Mohamed VI con la más alta condecoración marroquí, el “Cordón alauí de clase excepcional”, con la que se distinguen las acciones relevantes a favor del rey y de la nación marroquí, no pierde la ocasión de apoyar a Marruecos en su ocupación, defendiendo una autonomía saharaui bajo soberanía marroquí.
(*) De Contramutis
POR CRISTINA MARTINEZ BENITEZ DE LUGO (*)
El surfista tarifeño Jerome Cloetens aparece en un reportaje de 5 de enero en la revista SAL&ROCA (nuevatribuna.es/público) en el que se informa de que el objetivo del viaje es grabar un vídeo comercial para los hoteles Dakhla Attitude. Hasta en tres ocasiones se afirmaba en el reportaje que Dajla era Marruecos. Dos días después, la revista retira la palabra Marruecos del artículo, aunque sin especificar que esa ciudad está en el Sahara Occidental, un territorio que Marruecos invadió hace 45 años.
Es la estrategia de Marruecos: propaganda en las ciudades saharauis ocupadas para aparentar una normalidad inexistente y para arrogarse una soberanía que no le corresponde.
“Sol, calor, surf, kite, buen alojamiento, tranquilidad, naturaleza, gastronomía increíble… la lista de cosas positivas es larga” afirma Cloetens en el reportaje, sin reparar en la brutalidad que se esconde tras ese paisaje idílico. Dajla forma parte de los territorios ocupados del Sahara Occidental, un territorio no autónomo pendiente de descolonización, según establecen las Naciones Unidas. Dajla no es Marruecos.
Para informar a futuros visitantes de este lugar de ensueño es preciso avisarles de que el 13 de noviembre pasado se reanudó una guerra de liberación del Frente Polisario, el representante del pueblo saharaui, contra Marruecos, el ocupante, tras haber roto Marruecos un alto el fuego que duraba 29 años. Así que no se puede decir que sea un territorio idóneo para turistas, aspecto del que ya avisó el Frente Polisario.
También habría que recordar que Dajla es un gran centro del expolio. La riqueza extraordinaria de la pesca es esquilmada por Marruecos para su beneficio sin que los saharauis obtengan nada de ese negocio, ni riqueza ni trabajo. Lo mismo sucede con la agricultura, alimentada con agua subterránea que no tiene repuesto.
¿Saben los surfistas algo de las personas torturadas, desaparecidas y muertas, la ausencia total de derechos de los saharauis en los territorios ocupados por Marruecos, los juicios farsa, las condiciones de encarcelamiento de los presos condenados por reclamar la autodeterminación?
Y la presencia de tantos marroquíes en un lugar que no es Marruecos se debe a que en realidad son colonos, expresamente prohibidos en zonas ocupadas por la IV Convención de Ginebra. Nada es lo que parece.
La industria del surf en esa zona de viento y olas es boyante. Los surfistas llegan a los territorios ocupados a disfrutar de sol y mar. A los observadores y a los periodistas no se les permite entrar. Ni siquiera se les autoriza a bajar del avión. Los surfistas, en su burbuja, no van a caer en la cuenta de lo que allí está ocurriendo a pesar de que las fuerzas de ocupación están apostadas por todas partes. No se van a escandalizar. Por eso, estos surfistas esforzados y civilizados están contribuyendo, conscientes o no, a dar normalidad a una barbarie. Es preciso encontrar otras olas que no estén salpicadas de sangre.
”El secreto del éxito se basa en una campaña de comunicación centrada en la organización de eventos no políticos” manifestó a La Vanguardia en 2019 Driss Senoussi, propietario del grupo hotelero “Dakhla Attitude”, el patrocinador del vídeo de Cloetens. En efecto, no estamos ante un caso aislado.
Maradona y Zapatero
Sin ir más lejos, el futbolista Diego Armando Maradona, recientemente fallecido, participó en dos ocasiones en partidos amistosos entre viejas glorias africanas y del resto del mundo, en el Aaiún, capital del Sahara Occidental ocupado, invitado por las autoridades marroquíes para participar en los actos conmemorativos de la Marcha Verde, origen de la invasión marroquí.
Hace poco, la hija de la Pantoja anunció en las revistas del corazón que se iba a casar en Dajla -situándola en Marruecos- con su novio marroquí. Esa puntualización no puede ser inocente. Aunque ella no sabe nada.
En julio de 2018, el Ayuntamiento de Torremolinos organizó una “Semana de Dakhla” a la que acudió una amplia representación marroquí. Presionado por el movimiento saharaui, el alcalde, José Ortiz, del PSOE, se vio obligado a suspender los actos dos días antes de la clausura, sin dar explicaciones.
No sé si se puede justificar el ir a una zona ocupada y pretender ignorarlo; ayudar al opresor en la manipulación de la realidad, teóricamente sin saberlo. En ese sentido la prensa ha ayudado mucho con su silencio, y, paradójicamente, Donald Trump, al escupir al derecho internacional adjudicando el Sahara Occidental a Marruecos, ha conseguido aumentar con creces el gasto de tinta sobre la ocupación.
Quien de verdad está informado es José Luis Rodríguez Zapatero, expresidente de España. Acudió en 2015 a los actos organizados en Dajla por el Foro Crans Montana y sufragados por Marruecos. El Foro Crans Montana es una reunión de lobistas que pretende legitimar la ocupación marroquí del Sahara Occidental. Las 2.500 personas que acudieron al foro recibieron el mensaje de que Dajla es Marruecos. Este foro fue desautorizado por la ONU y condenado por la Unión Africana. El ministro de Asuntos Exteriores español, a la sazón José Manuel García-Margallo, declaró que celebrar “reuniones internacionales en territorios ocupados es ilegal conforme al derecho internacional” y está “en contradicción con los esfuerzos de la comunidad internacional para resolver el conflicto del Sahara Occidental”. Pasa el tiempo, y Zapatero, galardonado personalmente por Mohamed VI con la más alta condecoración marroquí, el “Cordón alauí de clase excepcional”, con la que se distinguen las acciones relevantes a favor del rey y de la nación marroquí, no pierde la ocasión de apoyar a Marruecos en su ocupación, defendiendo una autonomía saharaui bajo soberanía marroquí.
(*) De Contramutis
AMEAUXET | Lunes, 11 de Enero de 2021 a las 19:45:11 horas
LA ESTRATEGIA DEL IMPERIO ANGLO-YANQUI JUNTO CON MARRUECOS Y LA CHOCANTE PASIVIDAD DE ESPAÑA EN SU FRONTERA SUR: CEUTA, MELILLA, SAHARA, TÁNGER Y CANARIAS...
OTAN NO, BASES YANQUIS FUERAA DE ESPAÑA YA!!!
Los Gobiernos británico y marroquí están explorando la posibilidad de construir un túnel submarino que conecte el enclave británico y el puerto de TÁNGER (español) en la costa africana.
¿QUÉ HACER Y QUÉ NO HACER?
La mirada sobre nuestro sur, sin embargo, no resulta tan evidente como podríamos presuponer y ha variado con el paso del tiempo.
Sin necesidad de retroceder siglos sino solo unas cuantas décadas, España se ha movido en sus planteamientos desde considerar como base de nuestro planeamiento
EJE ESTRATÉGICO BALEARES ESTRECHO-CANARIAS
el eje estratégico Baleares-Estrecho-Canarias, hasta olvidarnos que teníamos un sur por el que preocuparnos, que es lo mismo que olvidarnos de la geografía y el lugar en que el destino decidió colocarnos.
Como Robert Kaplan afirma: «[…] el presente, a pesar de lo permanente y abrumador que pueda parecer, es fugaz.
Lo único perdurable es la ubicación de los pueblos en el mapa.
Así pues, en épocas de agitación, aumenta la importancia de los mapas» .
El Real Instituto Elcano (RIE) viene poniendo de relieve con insistencia esa necesidad de mirar al sur con algo más de atención.
SEGURIDAD DE ESPAÑA
En varios de sus documentos se pronuncia abiertamente por un giro en la estrategia de seguridad de España.
Su punto de vista puede discutirse pero no criticarlo por ambiguo, dado que afirma tajante: «En los últimos años –escribió Félix Arteaga– la actuación estratégica española se fijó en problemas de seguridad lejos de sus fronteras, mientras los riesgos se acumulaban en el Sur
Los Gobiernos británico y marroquí están explorando la posibilidad de construir un túnel submarino que conecte el enclave británico y el puerto de Tánger en la costa africana.
La longitud del túnel será de unos 28 kilómetros.
Actualmente se están considerando tres opciones.
Puede ser un túnel colocado en el fondo similar al del Canal de la Mancha, o un puente-túnel
submarino suspendido sobre soportes flotantes o fijos, informa The Arab Weekly.
En 2004, el arquitecto estadounidense Eugene Tsui, conocido por sus proyectos extravagantes al estilo del "diseño biológico", propuso construir un puente flotante, que consta de segmentos según el principio de una columna, y bajar algunos de los segmentos bajo el agua para dar paso a los barcos.
En medio del estrecho de Gibraltar, el puente de la columna vertebral debe descansar sobre una isla artificial con turbinas de viento y agua, cabañas y puertos deportivos.
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