
¿POR QUÉ LAS MEDIDAS DE “ACTUALIZACIÓN” ECONÓMICA EN CUBA NO SON NEOLIBERALES?
En medio del peor escenario en Cuba no se declara el sálvese quien pueda
Pese al calado de la reforma monetaria y los procesos económicos que acompañan el “Ordenamiento” -que afecta a todos los sectores económicos del país- y el fuerte golpe de la Covid-19, el impacto social no tendrá las nefastas consecuencias socioeconómicas que han caracterizado a los paquetazos del FMI impuestos al mundo…
Por CARLOS RAFAEL RODRÍGUEZ PARA CANARIAS SEMANAL. ORG
La implementación de las medidas anunciadas por el Gobierno de Cuba para llevar a cabo el ordenamiento económico y la unificación monetaria en el país que entrarán en vigor el venidero 1 de enero desmienten a quienes las han identificado como medidas de corte neoliberal.
¿Se encuentra alguna evidencia de los típicos “paquetazos neoliberales” en las propuestas gubernamentales cuando expresa la voluntad de “mantener la protección a los vulnerables” tras el inicio del proceso de ordenamiento monetario previsto?
De acuerdo con declaraciones de Marino Murillo, jefe de la Comisión de Implementación y Desarrollo de los Lineamientos del Partido Comunista de Cuba, -referidas por Prensa Latina- durante el próximo año será necesario “pulir” los procedimientos para lograr subvencionar a quienes realmente lo necesitan y no a los productos.
Durante su intervención el pasado martes en el programa televisivo, Mesa Redonda, Murillo aseguró que el presupuesto para el 2021 del Estado cubano prevé destinar unos 30 mil millones de pesos para mantener subsidios a bienes y servicios, especialmente los destinados a niños y enfermos.
Como se conoce, el proceso de Ordenamiento promovida por el Gobierno cubano comprende básicamente la unificación los tipos de cambio de moneda vigentes en el país caribeño, la eliminación del peso cubano convertible, una reforma general de los salarios y los precios y la eliminación progresiva de “subsidios excesivos y gratuidades indebidas”.
Al respecto, la titular de Finanzas y Precios, Meisi Bolaños, explicó que aunque los precios subirán como consecuencia de la devaluación del peso cubano en el sector empresarial, el 46 por ciento de los más de los 600 medicamentos continuarán con subvenciones: mantendrán su precio actual.
En este sentido reveló que está garantizada la protección para no afectar a la población: “el presupuesto del Estado pagará la diferencia a las empresas productoras e importadoras de insumos para la producción propia de medicamentos o de fármacos no fabrica la industria nacional".
Según el doctor Emilio Delgado, director de Medicamentos y Tecnología Médica del Ministerio de Salud Pública, que solamente subirán los precios de los medicamentos de tratamiento de ciclo corto -un total de 191 fármacos de los 353-, los vendidos en las farmacias.
No obstante, quedarán “protegidos” los productos dispensados de forma controlada para tres millones 425 mil personas con padecimientos como hipertensión y diabetes. Entre esos medicamentos, 23 son importados por un desembolso de 22 millones de dólares.
En los hechos, cualquier discusión acerca de si en las medidas que entraran en vigor a partir de enero en la mayor de las Antillas se aprecian medidas de inspiración neoliberal es preciso no perder de vista esencialmente el elemento político al margen de las discusiones académicas.
Ante todo, porque no se debe obviar que neoliberalismo es, sobre todo, un proyecto político en el que el poder de la clase trabajadora no cuenta para nada en las decisiones políticas y mucho menos respecto a las soluciones a los problemas sociales.
De hecho, la participación política de los trabajadores en materia de políticas públicas está siendo patente en el actual proceso que se desarrolla hoy en Cuba.
En su discurso en la clausura del VI Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el 17 de diciembre de 2020, el presidente cubano, Miguel Díaz Canel, manifestó:
“Seguimos con interés y respeto las preocupaciones de la población, cuyo bienestar nos empeñamos en construir. En función de responder a ellas, ministros y especialistas explican y explicarán más de una vez y de forma detallada las cuestiones que puedan generar dudas, que son casi todas por la novedad del proceso.
[…] Lo que sí podemos afirmar categóricamente es que no se trata de una política de terapia de choque, ni de “corralitos” financieros, como algunos insisten en proyectar. Se revisará lo que haya que revisar y se corregirá lo que deba y pueda ser corregido”.
Resumidamente, que no es posible solo desde una perspectiva ideológica, calificar cualquier medida -con elementos de mercado- de proyecto pro-capitalista que en su difícil situación económica Cuba se vea abocada a implementar. Para ser calificadas como medidas capitalistas tendrían que ser disposiciones específicas de componentes -claramente identificables- destinadas a reducir o suprimir el peso político de los trabajadores y de la sociedad en su conjunto en la formulación e implementación de las políticas públicas que determinan el funcionamiento de la economía cubana.
Por CARLOS RAFAEL RODRÍGUEZ PARA CANARIAS SEMANAL. ORG
La implementación de las medidas anunciadas por el Gobierno de Cuba para llevar a cabo el ordenamiento económico y la unificación monetaria en el país que entrarán en vigor el venidero 1 de enero desmienten a quienes las han identificado como medidas de corte neoliberal.
¿Se encuentra alguna evidencia de los típicos “paquetazos neoliberales” en las propuestas gubernamentales cuando expresa la voluntad de “mantener la protección a los vulnerables” tras el inicio del proceso de ordenamiento monetario previsto?
De acuerdo con declaraciones de Marino Murillo, jefe de la Comisión de Implementación y Desarrollo de los Lineamientos del Partido Comunista de Cuba, -referidas por Prensa Latina- durante el próximo año será necesario “pulir” los procedimientos para lograr subvencionar a quienes realmente lo necesitan y no a los productos.
Durante su intervención el pasado martes en el programa televisivo, Mesa Redonda, Murillo aseguró que el presupuesto para el 2021 del Estado cubano prevé destinar unos 30 mil millones de pesos para mantener subsidios a bienes y servicios, especialmente los destinados a niños y enfermos.
Como se conoce, el proceso de Ordenamiento promovida por el Gobierno cubano comprende básicamente la unificación los tipos de cambio de moneda vigentes en el país caribeño, la eliminación del peso cubano convertible, una reforma general de los salarios y los precios y la eliminación progresiva de “subsidios excesivos y gratuidades indebidas”.
Al respecto, la titular de Finanzas y Precios, Meisi Bolaños, explicó que aunque los precios subirán como consecuencia de la devaluación del peso cubano en el sector empresarial, el 46 por ciento de los más de los 600 medicamentos continuarán con subvenciones: mantendrán su precio actual.
En este sentido reveló que está garantizada la protección para no afectar a la población: “el presupuesto del Estado pagará la diferencia a las empresas productoras e importadoras de insumos para la producción propia de medicamentos o de fármacos no fabrica la industria nacional".
Según el doctor Emilio Delgado, director de Medicamentos y Tecnología Médica del Ministerio de Salud Pública, que solamente subirán los precios de los medicamentos de tratamiento de ciclo corto -un total de 191 fármacos de los 353-, los vendidos en las farmacias.
No obstante, quedarán “protegidos” los productos dispensados de forma controlada para tres millones 425 mil personas con padecimientos como hipertensión y diabetes. Entre esos medicamentos, 23 son importados por un desembolso de 22 millones de dólares.
En los hechos, cualquier discusión acerca de si en las medidas que entraran en vigor a partir de enero en la mayor de las Antillas se aprecian medidas de inspiración neoliberal es preciso no perder de vista esencialmente el elemento político al margen de las discusiones académicas.
Ante todo, porque no se debe obviar que neoliberalismo es, sobre todo, un proyecto político en el que el poder de la clase trabajadora no cuenta para nada en las decisiones políticas y mucho menos respecto a las soluciones a los problemas sociales.
De hecho, la participación política de los trabajadores en materia de políticas públicas está siendo patente en el actual proceso que se desarrolla hoy en Cuba.
En su discurso en la clausura del VI Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el 17 de diciembre de 2020, el presidente cubano, Miguel Díaz Canel, manifestó:
“Seguimos con interés y respeto las preocupaciones de la población, cuyo bienestar nos empeñamos en construir. En función de responder a ellas, ministros y especialistas explican y explicarán más de una vez y de forma detallada las cuestiones que puedan generar dudas, que son casi todas por la novedad del proceso.
[…] Lo que sí podemos afirmar categóricamente es que no se trata de una política de terapia de choque, ni de “corralitos” financieros, como algunos insisten en proyectar. Se revisará lo que haya que revisar y se corregirá lo que deba y pueda ser corregido”.
Resumidamente, que no es posible solo desde una perspectiva ideológica, calificar cualquier medida -con elementos de mercado- de proyecto pro-capitalista que en su difícil situación económica Cuba se vea abocada a implementar. Para ser calificadas como medidas capitalistas tendrían que ser disposiciones específicas de componentes -claramente identificables- destinadas a reducir o suprimir el peso político de los trabajadores y de la sociedad en su conjunto en la formulación e implementación de las políticas públicas que determinan el funcionamiento de la economía cubana.
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