
UNA VACUNA CUBANA NO SERÁ NINGÚN MILAGRO
Científicos aseguran que Cuba tendrá su propia vacuna contra el SARS-Cov-2
La vacuna cubana contra el coronavirus sigue avanzando prometedoramente. Se trata de un diseño de vacuna contra la Covid-19 que comenzó a trabajarse desde los inicios mismos de la pandemia (...).
Por CARLOS RAFAEL RODRÍGUEZ PARA CANARIAS SEMANAL.ORG.-
Uno de los silencios más herméticos impuesto por los medios de comunicación corporativos es el del ocultamiento del desarrollo de Cuba como potencia de la biotecnología y de la medicina.
Poco han importado los resultados científicos palpables de los centros de investigación del país caribeño, ni su política de puertas abiertas para quienes se interesen por sus grandes avances científicos en los ámbitos de la salud humana, animal y de plantas.
Ni siquiera en los tiempos de la Covid-19 -cuando tan desesperadamente se necesita una vacuna- los medos corporativos rompen su silencio para mencionar, siquiera, los logros espectaculares de la Isla en su camino para obtener una vacuna contra el coronavirus.
El pasado martes, 11 de agosto, la prensa cubana informaba acerca de la sesión de chequeo de los proyectos de vacunas que encabeza el reconocido centro de investigación, desarrollo y producción de vacunas, Instituto Finlay, de La Habana.
Según las fuentes locales, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, reiteró su confianza en que científicos de la isla logren sus objetivos de formular una vacuna contra la COVID-19, patógeno que se ha cobrado la vida de más de 728.000 personas en el mundo.
"Científicos de BioCubaFarma (grupo de industrias biotecnológicas y farmacéuticas de Cuba) avanzan en la búsqueda de una vacuna contra el COVID-19 y estoy seguro que lo lograran", aseveró el líder cubano a través de Twitter.
Las fuentes dan cuenta –igualmente- de las declaraciones del presidente de la citada institución científica (BioCubaFarma), el doctor Eduardo Martínez Díaz, quien asegura que los avances en las investigaciones son alentadores y tienen el propósito de cumplir los protocolos de un proyecto como este.
"Lograr una vacuna efectiva contra el COVID-19 es prioridad para todos nuestro sistema de ciencia e innovación en BioCubaFarma. Hoy vemos en el Finlay Instituto como se ha avanzado con solidez y de forma acelerada en este proyecto", manifestó Martínez Díaz en su cuenta de Twitter.
Lo relevante, en este caso, no radica específicamente en el proyecto de vacuna, que se inserta en los más de 200 proyectos con idéntico objetivo que se desarrollan actualmente en todo el mundo
Lo importante es que se trata de un proyecto de Cuba - único país del Tercer Mundo que investiga, produce y exporta productos punteros de ingeniería genética como si de un país desarrollado se tratara. Y que esta logro se ha alcanzado en las peores condiciones de una guerra económica que le impone el más poderoso Imperio de la historia.
Entre los medicamentos ya desarrollados por Cua se puede destacar el el Interferón Alfa 2B, recombinante de probada efectividad en el tratamiento de pacientes infectados por coronavirus.
En cualquier caso, ni el silencio mediático es una casualidad, ni los resultados de Cuba son un milagro.
Estos avances que se tratan de ocultar son el resultado de la revolución de enero de 1959, liderada por Fidel Castro Ruz, cuyo espíritu se expresa -desde entonces- en la firme voluntad política del Estado cubano, la eficiente cooperación entre las instituciones de investigación y el incalculable factor humano que representan los jóvenes científicos y técnicos de alta calidad, que son la verdadera fuerza motriz de la biotecnología cubana.
De allí los resultados científicos únicos y la probada calidad internacional de los productos de la biotecnología cubana, de los que los medios hegemónicos no quieren hablar.
Por CARLOS RAFAEL RODRÍGUEZ PARA CANARIAS SEMANAL.ORG.-
Uno de los silencios más herméticos impuesto por los medios de comunicación corporativos es el del ocultamiento del desarrollo de Cuba como potencia de la biotecnología y de la medicina.
Poco han importado los resultados científicos palpables de los centros de investigación del país caribeño, ni su política de puertas abiertas para quienes se interesen por sus grandes avances científicos en los ámbitos de la salud humana, animal y de plantas.
Ni siquiera en los tiempos de la Covid-19 -cuando tan desesperadamente se necesita una vacuna- los medos corporativos rompen su silencio para mencionar, siquiera, los logros espectaculares de la Isla en su camino para obtener una vacuna contra el coronavirus.
El pasado martes, 11 de agosto, la prensa cubana informaba acerca de la sesión de chequeo de los proyectos de vacunas que encabeza el reconocido centro de investigación, desarrollo y producción de vacunas, Instituto Finlay, de La Habana.
Según las fuentes locales, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, reiteró su confianza en que científicos de la isla logren sus objetivos de formular una vacuna contra la COVID-19, patógeno que se ha cobrado la vida de más de 728.000 personas en el mundo.
"Científicos de BioCubaFarma (grupo de industrias biotecnológicas y farmacéuticas de Cuba) avanzan en la búsqueda de una vacuna contra el COVID-19 y estoy seguro que lo lograran", aseveró el líder cubano a través de Twitter.
Las fuentes dan cuenta –igualmente- de las declaraciones del presidente de la citada institución científica (BioCubaFarma), el doctor Eduardo Martínez Díaz, quien asegura que los avances en las investigaciones son alentadores y tienen el propósito de cumplir los protocolos de un proyecto como este.
"Lograr una vacuna efectiva contra el COVID-19 es prioridad para todos nuestro sistema de ciencia e innovación en BioCubaFarma. Hoy vemos en el Finlay Instituto como se ha avanzado con solidez y de forma acelerada en este proyecto", manifestó Martínez Díaz en su cuenta de Twitter.
Lo relevante, en este caso, no radica específicamente en el proyecto de vacuna, que se inserta en los más de 200 proyectos con idéntico objetivo que se desarrollan actualmente en todo el mundo
Lo importante es que se trata de un proyecto de Cuba - único país del Tercer Mundo que investiga, produce y exporta productos punteros de ingeniería genética como si de un país desarrollado se tratara. Y que esta logro se ha alcanzado en las peores condiciones de una guerra económica que le impone el más poderoso Imperio de la historia.
Entre los medicamentos ya desarrollados por Cua se puede destacar el el Interferón Alfa 2B, recombinante de probada efectividad en el tratamiento de pacientes infectados por coronavirus.
En cualquier caso, ni el silencio mediático es una casualidad, ni los resultados de Cuba son un milagro.
Estos avances que se tratan de ocultar son el resultado de la revolución de enero de 1959, liderada por Fidel Castro Ruz, cuyo espíritu se expresa -desde entonces- en la firme voluntad política del Estado cubano, la eficiente cooperación entre las instituciones de investigación y el incalculable factor humano que representan los jóvenes científicos y técnicos de alta calidad, que son la verdadera fuerza motriz de la biotecnología cubana.
De allí los resultados científicos únicos y la probada calidad internacional de los productos de la biotecnología cubana, de los que los medios hegemónicos no quieren hablar.
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