 
  SE REFUERZAN LOS VÍNCULOS CON WASHINGTON DE LA OPOSICIÓN DE HONG KONG
Se destapa el verdadero carácter de la “auto-determinación” de Hong Kong por la que las bandas de opositores afirman estar luchando.    
   
	    
	
    
        
    
    
        
          
		
    
        			        			        			        			        			        			        			        	
                                
                    			        			        
    
    
    El 19 de noviembre, el Senado de Estados Unidos votó por unanimidad la llamada “Hong Kong Human Rights and Democracy Act”, es decir, la Ley de Derechos Humanos y Democracia de Hong Kong, que intenta poner la ciudad china al servicio de la política exterior estadounidense.
	
	
        
        
        			        			        			        			        			        			        	
                                
                    			        			        			        
        
                
        
           Por CLARA LÓPEZ GONZÁLEZ PARA CANARIAS SEMANAL
 
 
   El pasado mes de septiembre, durante una gira internacional para recabar apoyos a las “protestas” de Hong Kong, Joshua Wong y otras prominentes figuras de la oposición hongkonesa viajaron a Washington con el fin de urgir a los legisladores estadounidenses a “tomar medidas” contra China.
 
 
   Esta delegación de opositores habló ante la Comisión Congresual-Ejecutiva sobre China, encabezada por el senador neoconservador Marco Rubio, en favor de la aprobaran de una nueva ley, la llamada Hong Kong Human Rights and Democracy Act.
 
 
   Esta ley enmienda una anterior, la Hong Kong Policiy Act de 1992, que ![[Img #60313]](http://canarias-semanal.org/upload/images/11_2019/5355_washington.jpg) regula las relaciones de Estados Unidos con Hong Kong. La recién promulgada da poder al gobierno estadounidense para supervisar y certificar periódicamente “si Hong Kong es lo suficientemente autónoma respecto a China”.
regula las relaciones de Estados Unidos con Hong Kong. La recién promulgada da poder al gobierno estadounidense para supervisar y certificar periódicamente “si Hong Kong es lo suficientemente autónoma respecto a China”.
 
 
   Sin embargo, ateniéndonos a la letra de la ley, la autonomía de Hong Kong parece más bien significar en qué medida la ciudad cumple los designios de la política exterior de Washington. Primero, la ley dicta que el gobierno de EE.UU valore si Hong Kong “pone en vigor las sanciones impuestas por EEUU” contra Corea del Norte e Irán, en particular, junto con cualquier otro país que Washington considere que “representa una amenaza a la seguridad nacional, la política exterior o la economía de EE.UU”.
 
 
   En segundo lugar, la ley permite al gobierno de EE.UU vigilar de cerca si Hong Kong pone en vigor las normas relativas a los controles a la exportación y la política comercial respecto a China, con el fin de “salvaguardar los negocios de EE.UU en Hong Kong de la coerción económica y el robo de la propiedad intelectual”.
 
 
   Si el gobierno de EE.UU considera que tales “libertades fundamentales y autonomía de Hong Kong” no son respetadas -por ejemplo, no defendiendo lo suficiente los intereses de la política exterior estadounidense en lo tocante a las sanciones contra los Enemigos Oficialmente Designados y la guerra comercial de la administración Trump contra China- la nueva ley ofrece justificación legal para que EE.UU imponga sanciones a China.
 
 
   Esta legislación pone de manifiesto asimismo el apoyo tácito de Washington a las acciones violentas perpetradas por las bandas de opositores en Hong Kong, ya que elimina la exigencia de que las protestas sean “pacíficas” de modo que dichas bandas puedan solicitar visas a EE.UU sin problema alguno.
 
 
 
   En las últimas semanas, aparte de los homicidios e intentos de homicidio perpetrados por las bandas de negro que aterrorizan Hong Kong, como informamos recientemente, estas han tomado al asalto los campus universitarios arrojando bombas incendiarias, que fabrican con bombonas de propano, lanzando flechas ardiendo y cócteles molotov. Al ofrecer impunidad a esta violencia extrema, los grupos de la oposición hongkonesa y el gobierno de EE.UU dan su aprobación tácita a estos actos y los que estén por llegar.
 
 
![[Img #60314]](http://canarias-semanal.org/upload/images/11_2019/2125_blackt.jpg)
 
   La relación simbiótica de la oposición hongkonesa con Washington ha generado otro organismo, el Hong Kong Democracy Council (HKDC), que tiene como fin “reforzar el compromiso de EE.UU con las libertades básicas y la autonomía de Hong Kong y preservar los intereses políticos y económicos de EE.UU en Hong Kong”. En su consejo asesor hay presencia de miembros de la NED (National Endowment for Democracy), la Open Society Foundation, el Council on Foreign Relations y el Freedom House, organismos todos ellos conocidos por su labor injerencista en otros países en favor de la agenda imperialista estadounidense. 
 
 
 
   El director de esta nueva entidad, Samuel Chu, ha declarado que debe “a la firme iniciativa del senador Rubio en el Senado la aprobación de la S1838 por unanimidad”, en referencia a la citada Hong Kong Human Rights and Democracy Act.
 
 
 
   Es decir, la oposición hongkonesa, que decía luchar por la “auto-determinación” de Hong Kong, se coordina abiertamente con Washington con el fin de poner Hong Kong a disposición de la agenda geo-estratégica de Estados Unidos, nada menos. Su intención de sacrificar la independencia de la ciudad a los intereses imperiales de EEUU no puede haber quedado más clara.
 
 
Fuente:
https://thegrayzone.com/2019/11/22/hong-kong-opposition-unites-washington-hardliners/
 
        
        
    
       
            
    
        
        
	
    
                                                                                            	
                                        
                                                                                                                                                                                                    
    
    
	
    
Por CLARA LÓPEZ GONZÁLEZ PARA CANARIAS SEMANAL
El pasado mes de septiembre, durante una gira internacional para recabar apoyos a las “protestas” de Hong Kong, Joshua Wong y otras prominentes figuras de la oposición hongkonesa viajaron a Washington con el fin de urgir a los legisladores estadounidenses a “tomar medidas” contra China.
 
Esta delegación de opositores habló ante la Comisión Congresual-Ejecutiva sobre China, encabezada por el senador neoconservador Marco Rubio, en favor de la aprobaran de una nueva ley, la llamada Hong Kong Human Rights and Democracy Act.
 
   Esta ley enmienda una anterior, la Hong Kong Policiy Act de 1992, que ![[Img #60313]](http://canarias-semanal.org/upload/images/11_2019/5355_washington.jpg) regula las relaciones de Estados Unidos con Hong Kong. La recién promulgada da poder al gobierno estadounidense para supervisar y certificar periódicamente “si Hong Kong es lo suficientemente autónoma respecto a China”.
regula las relaciones de Estados Unidos con Hong Kong. La recién promulgada da poder al gobierno estadounidense para supervisar y certificar periódicamente “si Hong Kong es lo suficientemente autónoma respecto a China”.
 
Sin embargo, ateniéndonos a la letra de la ley, la autonomía de Hong Kong parece más bien significar en qué medida la ciudad cumple los designios de la política exterior de Washington. Primero, la ley dicta que el gobierno de EE.UU valore si Hong Kong “pone en vigor las sanciones impuestas por EEUU” contra Corea del Norte e Irán, en particular, junto con cualquier otro país que Washington considere que “representa una amenaza a la seguridad nacional, la política exterior o la economía de EE.UU”.
 
En segundo lugar, la ley permite al gobierno de EE.UU vigilar de cerca si Hong Kong pone en vigor las normas relativas a los controles a la exportación y la política comercial respecto a China, con el fin de “salvaguardar los negocios de EE.UU en Hong Kong de la coerción económica y el robo de la propiedad intelectual”.
 
Si el gobierno de EE.UU considera que tales “libertades fundamentales y autonomía de Hong Kong” no son respetadas -por ejemplo, no defendiendo lo suficiente los intereses de la política exterior estadounidense en lo tocante a las sanciones contra los Enemigos Oficialmente Designados y la guerra comercial de la administración Trump contra China- la nueva ley ofrece justificación legal para que EE.UU imponga sanciones a China.
 
Esta legislación pone de manifiesto asimismo el apoyo tácito de Washington a las acciones violentas perpetradas por las bandas de opositores en Hong Kong, ya que elimina la exigencia de que las protestas sean “pacíficas” de modo que dichas bandas puedan solicitar visas a EE.UU sin problema alguno.
En las últimas semanas, aparte de los homicidios e intentos de homicidio perpetrados por las bandas de negro que aterrorizan Hong Kong, como informamos recientemente, estas han tomado al asalto los campus universitarios arrojando bombas incendiarias, que fabrican con bombonas de propano, lanzando flechas ardiendo y cócteles molotov. Al ofrecer impunidad a esta violencia extrema, los grupos de la oposición hongkonesa y el gobierno de EE.UU dan su aprobación tácita a estos actos y los que estén por llegar.
![[Img #60314]](http://canarias-semanal.org/upload/images/11_2019/2125_blackt.jpg)
 
La relación simbiótica de la oposición hongkonesa con Washington ha generado otro organismo, el Hong Kong Democracy Council (HKDC), que tiene como fin “reforzar el compromiso de EE.UU con las libertades básicas y la autonomía de Hong Kong y preservar los intereses políticos y económicos de EE.UU en Hong Kong”. En su consejo asesor hay presencia de miembros de la NED (National Endowment for Democracy), la Open Society Foundation, el Council on Foreign Relations y el Freedom House, organismos todos ellos conocidos por su labor injerencista en otros países en favor de la agenda imperialista estadounidense.
El director de esta nueva entidad, Samuel Chu, ha declarado que debe “a la firme iniciativa del senador Rubio en el Senado la aprobación de la S1838 por unanimidad”, en referencia a la citada Hong Kong Human Rights and Democracy Act.
Es decir, la oposición hongkonesa, que decía luchar por la “auto-determinación” de Hong Kong, se coordina abiertamente con Washington con el fin de poner Hong Kong a disposición de la agenda geo-estratégica de Estados Unidos, nada menos. Su intención de sacrificar la independencia de la ciudad a los intereses imperiales de EEUU no puede haber quedado más clara.
Fuente:
https://thegrayzone.com/2019/11/22/hong-kong-opposition-unites-washington-hardliners/
 





























 
	
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