
UNA PELI DE KEN LOACH QUE DOCUMENTA CRÍTICAMENTE LAS PRESTACIONES SOCIALES BRITÁNICAS (VÍDEO TRAILER)
Una verificación descarnada sobre lo que sucede en la realidad social cotidiana del Reino Unido
El pasado domingo, la televisión estatal británica - BBC- exhibió en sus pantallas el último film de Ken Load, "Daniel Blake" una película que documenta la brutal realidad de las llamadas "prestaciones sociales" en ese país A través de una conmovedora historia de relación solidaria entre un hombre y una mujer, el director británico Ken Loach describe críticamente cuáles son los riesgos que entraña en su país ser miembro de la clase social asalariada. Una denuncia que será difícil ver de forma similar en TVE sobre, por ejemplo, las consecuencias que suponen para decenas de miles de personas las " listas de espera" en la Sanidad española.
REDACCIÓN CANARIAS SEMANAL
El pasado sábado 5 de enero, la BBC londinense reprodujo la multigalardonada película de Ken Loach, "Yo, Daniel Blake" .
El film, que es una durísimo embate contra de la política social de los sucesivos gobiernos conservadores británicos, ya habia sido proyectada en las salas cinematográficas hace más de dos años. Ahora, por fin, ha podido verse en la televisión pública británica
La película describe la historia de dos personas atrapadas en la pesadilla del sistema de "ayudas sociales" existente en el Reino Unido. Ambientada en Newcastle, el film le sigue la pista a Daniel Blake - Dave Johns -, un hombre de 59 años, que después de haber sufrido un ataque al corazón, se ve obligado a solicitar, por primera vez en su vida, una ayuda social a su imprevista minusvalía .
Para poder obtener una prestación económica gubernamental, Blake necesita pasar antes por una "prueba de capacidad de trabajo" (WCA). Los funcionarios de instituciones establecidas para el cometido, son los que se encargan de determinar si las personas con ese tipo de discapacidad tienen o no derecho a recibir determinadas pretaciones por parte del Estado.
Sin embargo, la solicitud de subsidio que Blake reclama es expeditivamente rechazada por una funcionaria porque después de su accidente cardiovascular todavía conserva la capacidad para caminar una conta distancia y levantar los dos brazos sobre su cabeza.
La 'asesora encargada de la atención médica', siguiendo un conjunto de normas burocraticamente establecidas, se niega a mirar el historial médico de Blake, y ateniéndose estrictamente a lo que le dictaba el formulario reglamentario, rechaza aceptar a analizar lo que el certificado médico de Daniel Blake recomienda.
En realidad, la película de Ken Loach no hace otra cosa que verificar lo que sucede en la realidad social cotidiana del Reino Unido. En abril de 2018, el periódico "The Mirror" informaba que el 68% de las personas que apelaron una decisión evaluatoria de este tipo fueron rechazadas por los tribunales encargados de las revaluaciones. Algo de eso fue lo que le sucedió también al protagonista de la película de Loach.
La estricta funcionaria le recomienda a Blake que si estaba disconforme con su decisión la apelara, vía Internet, a una instancia superior. Pero para Blake al drama de no conocer el mundo de las computadoras, pues la carpintería había sido el oficio de toda su vida, tenía que agregar a su vez el hecho de que su médico de cabecera, conocedor de su delicado estado de salud le aconseja encarecidamente de que no trabaje hasta que no recuperará minimamente de los efectos del infarto. Justamente es en ese punto donde comienza la tortuosa espiral en la que se ve apresado Daniel Blake.
Mientras todo ello le está sucediendo, Daniel tiene la suerte de conocer a Katie Morgan - Hayley Squires -, una madre soltera con dos hijos. En su centro de trabajo Katie ha sido sancionada por llegar tarde a firmar en la hoja de entrada. Daniel interviene en su vida para ofrecerle apoyo moral. Después de dos años en un alojamiento temporal en Londres, la han trasladado a 300 millas de distancia a Newcastle. Lejos de su red de familiares y amigos, Daniel es la primera persona que le ofrece un atisbo de humanidad y empatía en Newcastle.
En definitiva, la pelí narra la hermosa amistad solidaria que se establece entre Katie y Daniel, mientras ambos luchan denodadamente para poder sobrevivir en medio de una jungla que les impide sobrevivir.
El film es, en sintesis, un testimonio doblemente brutal que documenta el auténtico significado de las llamadas "prestaciones sociales" establecidas por los gobiernos conservadores británicos.
REDACCIÓN CANARIAS SEMANAL
El pasado sábado 5 de enero, la BBC londinense reprodujo la multigalardonada película de Ken Loach, "Yo, Daniel Blake" .
El film, que es una durísimo embate contra de la política social de los sucesivos gobiernos conservadores británicos, ya habia sido proyectada en las salas cinematográficas hace más de dos años. Ahora, por fin, ha podido verse en la televisión pública británica
La película describe la historia de dos personas atrapadas en la pesadilla del sistema de "ayudas sociales" existente en el Reino Unido. Ambientada en Newcastle, el film le sigue la pista a Daniel Blake - Dave Johns -, un hombre de 59 años, que después de haber sufrido un ataque al corazón, se ve obligado a solicitar, por primera vez en su vida, una ayuda social a su imprevista minusvalía .
Para poder obtener una prestación económica gubernamental, Blake necesita pasar antes por una "prueba de capacidad de trabajo" (WCA). Los funcionarios de instituciones establecidas para el cometido, son los que se encargan de determinar si las personas con ese tipo de discapacidad tienen o no derecho a recibir determinadas pretaciones por parte del Estado.
Sin embargo, la solicitud de subsidio que Blake reclama es expeditivamente rechazada por una funcionaria porque después de su accidente cardiovascular todavía conserva la capacidad para caminar una conta distancia y levantar los dos brazos sobre su cabeza.
La 'asesora encargada de la atención médica', siguiendo un conjunto de normas burocraticamente establecidas, se niega a mirar el historial médico de Blake, y ateniéndose estrictamente a lo que le dictaba el formulario reglamentario, rechaza aceptar a analizar lo que el certificado médico de Daniel Blake recomienda.
En realidad, la película de Ken Loach no hace otra cosa que verificar lo que sucede en la realidad social cotidiana del Reino Unido. En abril de 2018, el periódico "The Mirror" informaba que el 68% de las personas que apelaron una decisión evaluatoria de este tipo fueron rechazadas por los tribunales encargados de las revaluaciones. Algo de eso fue lo que le sucedió también al protagonista de la película de Loach.
La estricta funcionaria le recomienda a Blake que si estaba disconforme con su decisión la apelara, vía Internet, a una instancia superior. Pero para Blake al drama de no conocer el mundo de las computadoras, pues la carpintería había sido el oficio de toda su vida, tenía que agregar a su vez el hecho de que su médico de cabecera, conocedor de su delicado estado de salud le aconseja encarecidamente de que no trabaje hasta que no recuperará minimamente de los efectos del infarto. Justamente es en ese punto donde comienza la tortuosa espiral en la que se ve apresado Daniel Blake.
Mientras todo ello le está sucediendo, Daniel tiene la suerte de conocer a Katie Morgan - Hayley Squires -, una madre soltera con dos hijos. En su centro de trabajo Katie ha sido sancionada por llegar tarde a firmar en la hoja de entrada. Daniel interviene en su vida para ofrecerle apoyo moral. Después de dos años en un alojamiento temporal en Londres, la han trasladado a 300 millas de distancia a Newcastle. Lejos de su red de familiares y amigos, Daniel es la primera persona que le ofrece un atisbo de humanidad y empatía en Newcastle.
En definitiva, la pelí narra la hermosa amistad solidaria que se establece entre Katie y Daniel, mientras ambos luchan denodadamente para poder sobrevivir en medio de una jungla que les impide sobrevivir.
El film es, en sintesis, un testimonio doblemente brutal que documenta el auténtico significado de las llamadas "prestaciones sociales" establecidas por los gobiernos conservadores británicos.
Guillermo | Jueves, 10 de Enero de 2019 a las 19:59:20 horas
Yo la he visto y es una película EXTRAORDINARIA.
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