
MISIÓN IMPOSIBLE: EL PAPA FRANCISCO DICE QUERER UNIR "MORALIDAD CON CAPITALISMO"
El trecho que va de supuestamente "condenar al capitalismo" a desear "moralizarlo"
Cuando los medios de comunicación de la progresia dijeron del Papa había condenado al capitalismo, - escribe nuestro colaborador Máximo Relti -no me lo creí. Ahora cuando leo que Berdoglio ha buscado la compañía de la familia multimillonaria Rothschild para lograr unir los principios de la moralidad con el sistema capitalista, sí me lo creo. Y es que el Papa Francisco no es un podemita. Ha sabido siempre con quien se jugaba las perras. Y si no que se lo pregunten a los militares argentinos Videla y Massera.
POR MÁXIMO RELTI PARA CANARIAS SEMANAL
Los tiempos que vivimos no dejan de depararnos desconcertantes sorpresas. Hace unos meses los grandes medios de comunicación mundial nos informaron de que se había constituido una suerte de “Internacional Progresista". Los personajes más destacados que integran el invento han estado siempre adscritos a proyectos reformistas que no esconden su deseo de blanquear los derruidos muros del sistema. En la iniciativa citada aparecen comprometidos gentes de reconocidas trayectorias políticas, como la catalana Ada Colau, el griego Yanis Varoufakis o el norteamericano Bernie Sanders.
La verdad es que se trata de un proyecto un tanto extraño, pues una buena parte de los que lo integran han sido, o son, miembros confesos de Partidos Socialistas o afines. Teniendo en cuenta que los socialdemócratas ya poseen desde el año 1951 del siglo pasado su propia "Internacional Socialista”, ¿a qué vienen ahora con una recreación ad hoc como esta? ¿Qué propósitos esconde esta aparente "renovación"?
Cuando todavía nos encontrábamos sumergidos en los primeros fragores de la pandemia, los medios "progres" nos anunciaron que el Papa Francisco había realizado una contundente condena del "sistema capitalista". Dado que éramos conocedores de la sinuosa biografía de Francisco Bergoglio, no nos lo creímos. Bergoglio es un hombre que a lo largo de su vida no ha sabido más que navegar entre tinieblas. Ni blanco, ni negro. Prefiere siempre el gris difuso y confuso. Ese gris que permite disimular las incoherencias y esconder las contradicciones propias.
Fue esa la razón por la que nos vimos obligados a recurrir a las fuentes, a las palabras originales pronunciadas por su Santidad. Y, en efecto, no nos habíamos equivocado. El Papa Francisco nunca dijo - de acuerdo con el texto original de su declaración- que condenaba al sistema capitalista. Sin embargo, la progresía posmoderna, que siempre desea vendernos los gatos como si fueran liebres, prefirió poner en boca del Papa algo que nunca se hubiera atrevido a pronunciar. Y es que Jorge Bergoglio ha sido siempre muy consciente de con quién se se estaba jugando los cuartos. Y si no, que se lo pregunten a los militares argentinos general Videla y almirante Massera.
En cambio, a la progresía posmoderna le importa un bledo decir hoy que "va a asaltar los cielos", y mañana ser incapaces siquiera de tocar la "Ley Mordaza" o las "Reformas laborales" promulgadas por la derecha ultramontana. Y es que la progresía no ha dejado de estar convencida de que con sus postureos no pierde nada.
Más verosímil, sin embargo, me ha resultado la noticia aparecida hace unos días en el digital cristiano "Vida Nueva", según la cual Su Santidad ha sugerido a importantes directivos de grandes empresas multinacionales la iniciativa de intentar unir "los imperativos morales" con el sistema capitalista, logrando de esa forma que el sistema económico dominante sea "más justo" .
Lo más interesante de esta información, sin embargo, es lo que viene después. Entre los que han respondido a la entusiasta invitación papal se encuentran personajes tales como Lynn Forester de Rothschild, fundadora del Consejo y socia gerente de "Inclusive Capita"; Ajay Banga, de Mastercard; Brian Moyniham, de Bank of America; Alex Gorsky, de Johnson and Johnson; Oliver Bate, de Allianz SE; William Lauder, de Estee Lauder o el director ejecutivo de Visa, Alfred Kelly.
Les confieso que prefiero la autenticidad de noticias como la que acabo de referir. En principio, tiene la virtud de no engañar a nadie, o casi nadie, en los azarosos tiempos que transcurren. ¿Quién se va a creer a estas alturas que un miembro de la histórica familia multimillonaria Rothschild o el director del Bank of América se inclinarán por "unir los imperativos morales con el sistema capitalista", si ello acarrearía nada menos que la desaparición del propio sistema que pretenden moralizar?
Sin embargo, créanme, lo de las "Internacionales Progres", en cambio, me remueve los mismísimos tuétanos. Y es que los "posmos", - o sea, los reformistas, podemitas, psocialistas, etc, etc. - al hacer un uso fraudulento de una terminología similar a la de quienes realmente luchan por cambiar el mundo, pretenden vendernos una mercancía averiada para que nada cambie. Asi que, si he de escojer, me quedo con el Papa, ya que conozco bien la pata de la que cojea.
POR MÁXIMO RELTI PARA CANARIAS SEMANAL
Los tiempos que vivimos no dejan de depararnos desconcertantes sorpresas. Hace unos meses los grandes medios de comunicación mundial nos informaron de que se había constituido una suerte de “Internacional Progresista". Los personajes más destacados que integran el invento han estado siempre adscritos a proyectos reformistas que no esconden su deseo de blanquear los derruidos muros del sistema. En la iniciativa citada aparecen comprometidos gentes de reconocidas trayectorias políticas, como la catalana Ada Colau, el griego Yanis Varoufakis o el norteamericano Bernie Sanders.
La verdad es que se trata de un proyecto un tanto extraño, pues una buena parte de los que lo integran han sido, o son, miembros confesos de Partidos Socialistas o afines. Teniendo en cuenta que los socialdemócratas ya poseen desde el año 1951 del siglo pasado su propia "Internacional Socialista”, ¿a qué vienen ahora con una recreación ad hoc como esta? ¿Qué propósitos esconde esta aparente "renovación"?
Cuando todavía nos encontrábamos sumergidos en los primeros fragores de la pandemia, los medios "progres" nos anunciaron que el Papa Francisco había realizado una contundente condena del "sistema capitalista". Dado que éramos conocedores de la sinuosa biografía de Francisco Bergoglio, no nos lo creímos. Bergoglio es un hombre que a lo largo de su vida no ha sabido más que navegar entre tinieblas. Ni blanco, ni negro. Prefiere siempre el gris difuso y confuso. Ese gris que permite disimular las incoherencias y esconder las contradicciones propias.
Fue esa la razón por la que nos vimos obligados a recurrir a las fuentes, a las palabras originales pronunciadas por su Santidad. Y, en efecto, no nos habíamos equivocado. El Papa Francisco nunca dijo - de acuerdo con el texto original de su declaración- que condenaba al sistema capitalista. Sin embargo, la progresía posmoderna, que siempre desea vendernos los gatos como si fueran liebres, prefirió poner en boca del Papa algo que nunca se hubiera atrevido a pronunciar. Y es que Jorge Bergoglio ha sido siempre muy consciente de con quién se se estaba jugando los cuartos. Y si no, que se lo pregunten a los militares argentinos general Videla y almirante Massera.
En cambio, a la progresía posmoderna le importa un bledo decir hoy que "va a asaltar los cielos", y mañana ser incapaces siquiera de tocar la "Ley Mordaza" o las "Reformas laborales" promulgadas por la derecha ultramontana. Y es que la progresía no ha dejado de estar convencida de que con sus postureos no pierde nada.
Más verosímil, sin embargo, me ha resultado la noticia aparecida hace unos días en el digital cristiano "Vida Nueva", según la cual Su Santidad ha sugerido a importantes directivos de grandes empresas multinacionales la iniciativa de intentar unir "los imperativos morales" con el sistema capitalista, logrando de esa forma que el sistema económico dominante sea "más justo" .
Lo más interesante de esta información, sin embargo, es lo que viene después. Entre los que han respondido a la entusiasta invitación papal se encuentran personajes tales como Lynn Forester de Rothschild, fundadora del Consejo y socia gerente de "Inclusive Capita"; Ajay Banga, de Mastercard; Brian Moyniham, de Bank of America; Alex Gorsky, de Johnson and Johnson; Oliver Bate, de Allianz SE; William Lauder, de Estee Lauder o el director ejecutivo de Visa, Alfred Kelly.
Les confieso que prefiero la autenticidad de noticias como la que acabo de referir. En principio, tiene la virtud de no engañar a nadie, o casi nadie, en los azarosos tiempos que transcurren. ¿Quién se va a creer a estas alturas que un miembro de la histórica familia multimillonaria Rothschild o el director del Bank of América se inclinarán por "unir los imperativos morales con el sistema capitalista", si ello acarrearía nada menos que la desaparición del propio sistema que pretenden moralizar?
Sin embargo, créanme, lo de las "Internacionales Progres", en cambio, me remueve los mismísimos tuétanos. Y es que los "posmos", - o sea, los reformistas, podemitas, psocialistas, etc, etc. - al hacer un uso fraudulento de una terminología similar a la de quienes realmente luchan por cambiar el mundo, pretenden vendernos una mercancía averiada para que nada cambie. Asi que, si he de escojer, me quedo con el Papa, ya que conozco bien la pata de la que cojea.
maribel santana | Lunes, 14 de Diciembre de 2020 a las 23:38:16 horas
Y que pensábamos que el papa es comunista??? Ni que tuviese esquizofrenia ....
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