
MARCOS ROITMAN: LA DERECHA ESPAÑOLA MUESTRA SU VERDADERA CARA
"La biografía política de Largo Caballero e Indalecio Prieto es una falacia construida por los socialistas”, asegura la derecha madrileña
El Ayuntamiento de Madrid ha puesto "fuera de la ley" a dos personajes históricos de la segunda República : Indalecio Prieto y Largo Caballero, al aprobar una moción del grupo ultraderechista vox por la que se retiraban sus nombres de calles y plazas, ya que según el proponente ,Javier Ortega Smith-Molina "se trataba de personajes siniestros"
Por MARCOS ROITMAN ROSENMANN
El Ayuntamiento de Madrid, cuyo alcalde, José Luis Martínez-Almeida, a la sazón portavoz nacional del Partido Popular (PP), hombre que se autodefine dialogante y de centroderecha, decide, junto a Ciudadanos y Vox, retirar del callejero de Madrid los nombres que recordaban a dos militantes del Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Francisco Largo Caballero, secretario general de la Unión General de Trabajadores (UGT), ministro de Trabajo durante la Segunda República y presidente del consejo de ministros entre 1936 y 1937; e Indalecio Prieto, ministro de Hacienda, Obras Públicas y Defensa Nacional en el mismo periodo. Ambos murieron en el exilio. Largo Caballero (1946) tras pasar por el campo de concentración de Sachsenhausen en Francia, e Indalecio Prieto en México (1962).
La propuesta para quitar sus nombres corrió a cargo del portavoz de Vox, Javier Ortega Smith-Molina, de linaje falangista, detractor de la violencia de género y acólito de la Fundación Nacional Francisco Franco, cuyo presidente, el general en retiro Juan Chicharro Ortega es su primo carnal. Pero Ortega Smith no estuvo solo en la trama. Fue urdida por el tripartido que gobierna Madrid. Al Partido Popular y Vox se unió Ciudadanos. Begoña Villacís, vicealcaldesa y portavoz de Ciudadanos en el ayuntamiento, aplaudió y dio rotundo sí a la moción. Para ellos, Largo Caballero e Indalecio Prieto fueron “personajes siniestros” cuyos nombres “no debían formar parte de las calles y plazas”. Con mayoría absoluta en el pleno, la propuesta fue aprobada, con una adenda al gobierno: “retirar las dos estatuas de ambos políticos levantadas en el Paseo de la Castellana”.
Así, la derecha española no pierde oportunidad de recordar que ellos, no importa cuán fascistas, falangistas, monárquicos, nacionalcatólicos, liberales, conservadores o democratacristianos sean, fueron los vencedores de la guerra civil y se les debe pleitesía. Es gracias a su magnanimidad que republicanos, socialistas, anarquistas, comunistas y todo demócrata pueden respirar. Y para que no lo olviden, con estas maniobras se les recuerda quiénes mandan en la España monárquica. La decisión esconde odio, desprecio a los valores democráticos y víctimas de la dictadura.
Pero recordemos, Javier Ortega Smith-Molina es reincidente. A las trece rosas, mujeres fusiladas el 5 de agosto de 1939 por la dictadura franquista, las definió como “mujeres que torturaban, mataban y violaban vilmente”. Para él, descalificar a Largo Caballero e Indalecio Prieto no supuso nada nuevo. Su argumento: “la biografía política de ambos era una falacia construida por los socialistas”. Eso sí, no identificó en que consistían las mentiras.
¿Acaso no fueron ministros, militantes del PSOE, no defendieron la Segunda República, no murieron en el exilio? No hay respuesta. Se reafirma, fueron unos asesinos. Ángel Viñas, historiador con obra destacada en la guerra civil, apuntó:
“los concejales de Madrid que votaron la proposición de Vox son unos ignorantes (…) es completamente inadmisible históricamente hablando. Falsifica el pasado y lo hace de forma radical (…) Naturalmente, en aplicación a las máximas del maestro Goebbels, por no decir del propio Hitler de Mein Kampf, contiene unos granos de verdad indudables”.
Han pasado 84 años desde el golpe de Estado que derrocó al gobierno constitucional de la Segunda República. Los golpistas urdieron un plan donde la Italia de Mussolini y la Alemania de Hitler les tendieron la mano meses antes del alzamiento militar. El 18 de julio de 1936 los generales golpistas Emilio Mola y Francisco Franco habían fracasado y, en su regreso de Portugal, el general José Sanjurjo perdía la vida en accidente aéreo.
En Cataluña, el general Manuel Goded, fascista y monárquico confeso, fue detenido junto al general Álvaro Fernández Burriel, y tras consejo de guerra, fusilados el 12 de agosto de 1936. En Madrid, Joaquín Fanjul, correrá la misma suerte, detenido, y tras consejo de guerra, será fusilado el 17 de agosto.
El Ejército, la Aviación, la Armada, junto a la Guardia Civil, en su mayoría, mantendrían su juramento de lealtad a la Segunda República. Pero el quiebre de las Fuerzas Armadas fue el comienzo de una guerra civil. La derecha, sus organizaciones políticas, el apoyo internacional a los sublevados, acabaron con la España republicana y democrática.
Tras una guerra engendrada y defendida por las potencias del eje nazi-fascista y la inacción de las democracias occidentales, los traidores lograron imponerse. En abril de 1939, la Segunda República era desarmada militarmente. Ya en el poder, bajo la denominada “cruzada nacional” en defensa de la civilización occidental, Dios y los valores del nacionalcatolicismo, la dictadura de Francisco Franco estableció un orden de terror y miedo al aplicar políticas de exterminio. Asesinatos, fusilamientos y torturas se llevaron a cabo durante 40 años. Baste recordar que los últimos fusilamientos fueron el 27 de septiembre de 1975, con Franco agonizante. Pero como suele pasar, los verdugos de la democracia se consideran víctimas una vez que la historia les señala y destapa sus violaciones a los Derechos Humanos y crímenes de lesa humanidad. Ahí se retuercen. Su defensa, negar los hechos, mentir e insultar. La derecha española, acorralada por la verdad, destapa sus esencias, se quita la careta y muestra su verdadero rostro: el odio a todo valor democrático y republicano.
Por MARCOS ROITMAN ROSENMANN
El Ayuntamiento de Madrid, cuyo alcalde, José Luis Martínez-Almeida, a la sazón portavoz nacional del Partido Popular (PP), hombre que se autodefine dialogante y de centroderecha, decide, junto a Ciudadanos y Vox, retirar del callejero de Madrid los nombres que recordaban a dos militantes del Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Francisco Largo Caballero, secretario general de la Unión General de Trabajadores (UGT), ministro de Trabajo durante la Segunda República y presidente del consejo de ministros entre 1936 y 1937; e Indalecio Prieto, ministro de Hacienda, Obras Públicas y Defensa Nacional en el mismo periodo. Ambos murieron en el exilio. Largo Caballero (1946) tras pasar por el campo de concentración de Sachsenhausen en Francia, e Indalecio Prieto en México (1962).
La propuesta para quitar sus nombres corrió a cargo del portavoz de Vox, Javier Ortega Smith-Molina, de linaje falangista, detractor de la violencia de género y acólito de la Fundación Nacional Francisco Franco, cuyo presidente, el general en retiro Juan Chicharro Ortega es su primo carnal. Pero Ortega Smith no estuvo solo en la trama. Fue urdida por el tripartido que gobierna Madrid. Al Partido Popular y Vox se unió Ciudadanos. Begoña Villacís, vicealcaldesa y portavoz de Ciudadanos en el ayuntamiento, aplaudió y dio rotundo sí a la moción. Para ellos, Largo Caballero e Indalecio Prieto fueron “personajes siniestros” cuyos nombres “no debían formar parte de las calles y plazas”. Con mayoría absoluta en el pleno, la propuesta fue aprobada, con una adenda al gobierno: “retirar las dos estatuas de ambos políticos levantadas en el Paseo de la Castellana”.
Así, la derecha española no pierde oportunidad de recordar que ellos, no importa cuán fascistas, falangistas, monárquicos, nacionalcatólicos, liberales, conservadores o democratacristianos sean, fueron los vencedores de la guerra civil y se les debe pleitesía. Es gracias a su magnanimidad que republicanos, socialistas, anarquistas, comunistas y todo demócrata pueden respirar. Y para que no lo olviden, con estas maniobras se les recuerda quiénes mandan en la España monárquica. La decisión esconde odio, desprecio a los valores democráticos y víctimas de la dictadura.
Pero recordemos, Javier Ortega Smith-Molina es reincidente. A las trece rosas, mujeres fusiladas el 5 de agosto de 1939 por la dictadura franquista, las definió como “mujeres que torturaban, mataban y violaban vilmente”. Para él, descalificar a Largo Caballero e Indalecio Prieto no supuso nada nuevo. Su argumento: “la biografía política de ambos era una falacia construida por los socialistas”. Eso sí, no identificó en que consistían las mentiras.
¿Acaso no fueron ministros, militantes del PSOE, no defendieron la Segunda República, no murieron en el exilio? No hay respuesta. Se reafirma, fueron unos asesinos. Ángel Viñas, historiador con obra destacada en la guerra civil, apuntó:
“los concejales de Madrid que votaron la proposición de Vox son unos ignorantes (…) es completamente inadmisible históricamente hablando. Falsifica el pasado y lo hace de forma radical (…) Naturalmente, en aplicación a las máximas del maestro Goebbels, por no decir del propio Hitler de Mein Kampf, contiene unos granos de verdad indudables”.
Han pasado 84 años desde el golpe de Estado que derrocó al gobierno constitucional de la Segunda República. Los golpistas urdieron un plan donde la Italia de Mussolini y la Alemania de Hitler les tendieron la mano meses antes del alzamiento militar. El 18 de julio de 1936 los generales golpistas Emilio Mola y Francisco Franco habían fracasado y, en su regreso de Portugal, el general José Sanjurjo perdía la vida en accidente aéreo.
En Cataluña, el general Manuel Goded, fascista y monárquico confeso, fue detenido junto al general Álvaro Fernández Burriel, y tras consejo de guerra, fusilados el 12 de agosto de 1936. En Madrid, Joaquín Fanjul, correrá la misma suerte, detenido, y tras consejo de guerra, será fusilado el 17 de agosto.
El Ejército, la Aviación, la Armada, junto a la Guardia Civil, en su mayoría, mantendrían su juramento de lealtad a la Segunda República. Pero el quiebre de las Fuerzas Armadas fue el comienzo de una guerra civil. La derecha, sus organizaciones políticas, el apoyo internacional a los sublevados, acabaron con la España republicana y democrática.
Tras una guerra engendrada y defendida por las potencias del eje nazi-fascista y la inacción de las democracias occidentales, los traidores lograron imponerse. En abril de 1939, la Segunda República era desarmada militarmente. Ya en el poder, bajo la denominada “cruzada nacional” en defensa de la civilización occidental, Dios y los valores del nacionalcatolicismo, la dictadura de Francisco Franco estableció un orden de terror y miedo al aplicar políticas de exterminio. Asesinatos, fusilamientos y torturas se llevaron a cabo durante 40 años. Baste recordar que los últimos fusilamientos fueron el 27 de septiembre de 1975, con Franco agonizante. Pero como suele pasar, los verdugos de la democracia se consideran víctimas una vez que la historia les señala y destapa sus violaciones a los Derechos Humanos y crímenes de lesa humanidad. Ahí se retuercen. Su defensa, negar los hechos, mentir e insultar. La derecha española, acorralada por la verdad, destapa sus esencias, se quita la careta y muestra su verdadero rostro: el odio a todo valor democrático y republicano.
Alejandro El No-Magno | Sábado, 10 de Octubre de 2020 a las 00:23:41 horas
Creemos que los comentarios de Javier y AMEAUXET se salen del tarro del tema que aquí se trata, que es:
"El Ayuntamiento de Madrid ha puesto 'FUERA DE LA LEY' a dos personajes históricos de la segunda República : Indalecio Prieto y Largo Caballero"
(¡INCREIBLE! ¡INNAUDITO!)
Largo Caballero, secretario general de la Unión General de Trabajadores (UGT), ministro de Trabajo durante la Segunda República y presidente del consejo de ministros entre 1936 y 1937; e Indalecio Prieto, ministro de Hacienda, Obras Públicas y Defensa Nacional en el mismo periodo.
¿Dos ministros con el legítimo aval de pertenecer a la democrática II Republica española...cuándo a los que se deberían poner 'AFUERA DE LA LEY', obviamente, son a los TERRORISTAS que le dieron aquel IMPUNE Golpe de Estado a un gobierno democrático elegido por el pueblo ?
(¡INCREIBLE! ¡INNAUDITO!)
Lo que pasa, naturalmente, es que esos terroristas --vestidos con los correspondientes disfraces-- ocupan hoy el poder bajo el sucesor del Sapo Iscariote (asi llamaba León Felipe a Fanco), el idiota de don Felipe, el Sexto, y esperemos que el último (Leer a nuestro admirado coronel Amadeo Martínez Inglés)
Esto, la noticia que nos comenta Roitman, no pasa en ningún lugar del mundo mediocivilizado. Esto sólo pasa en un pais dónde nos tenemos que ir a Argentina para denunciar los crímenes franquistas de lesa humanidad (¡¡¡); en un país dónde existe, en Madrid, frente a la Ciudad Universitaria, un Arco de Triunfo franquista (¡aún NO AFUERA DE LA LEY) que dice, CON TODA LA JETA!:
ARMIS HIC VICTRICIBVS
MENS IVGITER VICTVRA
MONUMENTUM HOC
D.D.D.
A los ejércitos aquí victoriosos
la inteligencia, que siempre es vencedora,
da y dedicó este monumento
( D.D.D. es dato decreto decurionum )
(¡INCREIBLE! ¡INNAUDITO!)
Esto sólo puede pasar, como si nada pasase, en un país dónde el pueblo quedó TRAUMATIZADO al tener que REDIMIR SU PECADO ORIGINAL mediante el terror y el miedo sistemático que, sobre las ondas que se propagan en el campo mórfico social, llega hasta nuestros días. --No le vemos otra explicación--
"Durante la guerra y mucho después de la misma, aquellos de sus enemigos que no habían sido eliminados físicamente quedarían paralizados por el terror y forzados a buscar su supervivencia en el silencio, el hambre y la apatía política, en definitiva, lo que Franco llamaba la redención de su pecado original"
('Franco y la Represión: la Venganza del Justiciero', Paul Preston)
--Todo lo demás son puñetas, banalidades y tirabuzones lingüísticos que no nos llevan a ninguna parte...bueno, si, nos llevan a seguir redimiendo nuestro pecado original bajo éste TRAUMA HISTORICO que seguimos padeciendo...de lo contrario no pasarían estas abominables aberraciones en ésta tan insultiva degradación política, económica, mental, psiquica y espiritual de una nación cuyo Ex-Jefe-de-Estado sigue fugado después de haber robado 2.000 millones de euros según el New York Times.
(¡INCREIBLE! ¡INNAUDITO!)
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