LA MASACRE DE LA PLAZA DE TOROS DE BADAJOZ EN LA MEMORIA
Un terrible exponente de la brutalidad franquista
![[Img #59197]](http://canarias-semanal.org/upload/images/08_2019/9662_fusilamientocurast.jpg)
Un grupo de sacerdotes preparado para el fusilamiento
Por BULLFIGHT.-
El pasado domingo se cumplieron 82 años de la conocida como "Masacre de Badajoz".
Tras una sangrienta batalla en Badajoz, en plena Guerra Civil Española, las tropas fascistas encabezadas por el General Yagüe tomaron la ciudad extremeña, haciendo presos a unos 4.000 hombres (según las fuentes a consultar, la cifra puede oscilar entre los 200 y los 10.000 presos). Esto suponía un 10% de la población en aquel entonces, que evidentemente no todos eran republicanos: había campesinos, obreros, pequeños empresarios...
Esto significó un gran problema para las tropas franquistas, pues corrían riesgo de motín y de perder la ciudad si los dejaban en Badajoz. Llevarlos con ellos tampoco era una opción, pues ralentizaría mucho su marcha.
Tras reflexionar brevemente sobre ello, se decidió habilitar la plaza de toros de la ciudad y citar allí, mediante folletos, a las personalidades de la localidad: curas, señoritos, caciques... Se instalaron para la noche del 14 de agosto grandes luces y se barrió la arena. Los asistentes no tardaron en reconocer al sargento Muley, de las tropas moras, vestido de luces en la plaza.
Salió el primer preso, al que se le forzó a atacar al capote del sargento. Tras dar éste un par de pases ante las ovaciones y olés del público, se sirvió de un par de banderillas que clavó en el torso del prisionero, rompiendo los asistentes en aplausos.
Esta fue la tónica que siguieron tanto Muley como otros soldados rasos, que daban muerte a los prisioneros clavándole el cuchillo de la bayoneta en cuello o cara, mientras otros saqueaban los cadáveres de quienes ya habían sucumbido y que se iban acumulando en la plaza. Y fue así hasta que el preso Juan Gallardo Bermejo consiguió robar el fusil a su asesino y defenderse, lo que le costó la muerte instantánea por disparos del resto de las tropas franquistas. En ese momento se dio fin a la lidia de presos y comenzó un fusilamiento indiscriminado, sin juicio, que duró hasta la mañana del día siguiente.
![[Img #59198]](http://canarias-semanal.org/upload/images/08_2019/2882_plazat.jpg)
El estado en el que quedó la plaza después de la masacre
La lidia de presos es, posiblemente, uno de los actos más negros de la historia reciente de la tauromaquia. Y a pesar de que antes de la Guerra Civil los toros eran un entretenimiento generalizado sin diferenciar ideologías (hasta la propia CNT, sindicato anarquista, usaba las reses como vía de propaganda), esto comenzó a cambiar tras esta masacre.
Al general Yagüe el apelativo de “Carnicero de Badajoz” le llegó como consecuencia de la represión en la ciudad extremeña tras su toma a manos de tropas nacionales. Lejos de negarlo, el legionario, amigo de José Antonio Primo de Rivera, declaró en una entrevista en el periódico New York Herald Tribune:
“Claro que los fusilamos. ¿Qué esperaba? ¿Suponía que iba a llevar 4.000 rojos conmigo mientras mi columna avanzaba contrarreloj? ¿Suponía que iba a dejarles sueltos a mi espalda y dejar que volvieran a edificar una Badajoz roja?”.
![[Img #59197]](http://canarias-semanal.org/upload/images/08_2019/9662_fusilamientocurast.jpg)
Un grupo de sacerdotes preparado para el fusilamiento
Por BULLFIGHT.-
El pasado domingo se cumplieron 82 años de la conocida como "Masacre de Badajoz".
Tras una sangrienta batalla en Badajoz, en plena Guerra Civil Española, las tropas fascistas encabezadas por el General Yagüe tomaron la ciudad extremeña, haciendo presos a unos 4.000 hombres (según las fuentes a consultar, la cifra puede oscilar entre los 200 y los 10.000 presos). Esto suponía un 10% de la población en aquel entonces, que evidentemente no todos eran republicanos: había campesinos, obreros, pequeños empresarios...
Esto significó un gran problema para las tropas franquistas, pues corrían riesgo de motín y de perder la ciudad si los dejaban en Badajoz. Llevarlos con ellos tampoco era una opción, pues ralentizaría mucho su marcha.
Tras reflexionar brevemente sobre ello, se decidió habilitar la plaza de toros de la ciudad y citar allí, mediante folletos, a las personalidades de la localidad: curas, señoritos, caciques... Se instalaron para la noche del 14 de agosto grandes luces y se barrió la arena. Los asistentes no tardaron en reconocer al sargento Muley, de las tropas moras, vestido de luces en la plaza.
Salió el primer preso, al que se le forzó a atacar al capote del sargento. Tras dar éste un par de pases ante las ovaciones y olés del público, se sirvió de un par de banderillas que clavó en el torso del prisionero, rompiendo los asistentes en aplausos.
Esta fue la tónica que siguieron tanto Muley como otros soldados rasos, que daban muerte a los prisioneros clavándole el cuchillo de la bayoneta en cuello o cara, mientras otros saqueaban los cadáveres de quienes ya habían sucumbido y que se iban acumulando en la plaza. Y fue así hasta que el preso Juan Gallardo Bermejo consiguió robar el fusil a su asesino y defenderse, lo que le costó la muerte instantánea por disparos del resto de las tropas franquistas. En ese momento se dio fin a la lidia de presos y comenzó un fusilamiento indiscriminado, sin juicio, que duró hasta la mañana del día siguiente.
![[Img #59198]](http://canarias-semanal.org/upload/images/08_2019/2882_plazat.jpg)
El estado en el que quedó la plaza después de la masacre
La lidia de presos es, posiblemente, uno de los actos más negros de la historia reciente de la tauromaquia. Y a pesar de que antes de la Guerra Civil los toros eran un entretenimiento generalizado sin diferenciar ideologías (hasta la propia CNT, sindicato anarquista, usaba las reses como vía de propaganda), esto comenzó a cambiar tras esta masacre.
Al general Yagüe el apelativo de “Carnicero de Badajoz” le llegó como consecuencia de la represión en la ciudad extremeña tras su toma a manos de tropas nacionales. Lejos de negarlo, el legionario, amigo de José Antonio Primo de Rivera, declaró en una entrevista en el periódico New York Herald Tribune:
“Claro que los fusilamos. ¿Qué esperaba? ¿Suponía que iba a llevar 4.000 rojos conmigo mientras mi columna avanzaba contrarreloj? ¿Suponía que iba a dejarles sueltos a mi espalda y dejar que volvieran a edificar una Badajoz roja?”.






























AMEAUXET | Lunes, 19 de Agosto de 2019 a las 09:00:32 horas
ES INCOMPRENSIBLE QUE POR LOS POLÍTICOS DE TODO PELAJE ( CON MAYOR SORPRESA POR LOS POLÍTICOS EXTREMEÑOS) Y TAMBIÉN EN LOS MEDIOS DE (DES) INFORMACIÓN NACIONAL E INTERNACIONALES NO SE HABLE NADA DE ESTE TEMA Y SOLO UN POCO DE GUERNICA (BOMBARDEO NAZI SOBRE LA INDEFENSA POBLACIÓN VASCA) Y TODAVÍA MENOS DEL ASESINATO MASIVO DE LA POBLACIÓN ANDALUZA REPRIMIDA Y ASESINADA POR MAR Y AIRE CUANDO HUÍA DE LAS TROPAS DE QUEIPO DE LLANO (HUESTES FRANQUISTAS DE ARIAS NAVARRO) EN LA CARRETERA MÁLAGA ALMERIA PERO COMO DIGO NO SE ESCUCHA NI UNA SOLA PALABRA EN LOS MEDIOS OFICIALES ACTUALES (NI UNA PALABRA) DE LA MATANZA DE BADAJOZ A PESAR DE SER UN EPISODIO MISERABLE DE TODOS LOS PUNTOS DE VISTA TANTO MILITAR, COMO HUMANO Y POR SUPUESTO EL MÁS SANGRIENTO, CRUEL Y DE DESPRECIO A LA POBLACIÓN PACENSE DE LOS CONOCIDOS EN TODA LA CONTIENDA Y COMETIDOS POR LOS GENERALES SUBLEVADOS FASCISTAS. PERO ESTOS MISMOS GENERALES FASCISTAS RELATAN CON TODO GUSTO DE DETALLES Y HACEN LLEGAR A TODO EL MUNDO QUE QUIERA O NO ESCUCHAR SUS MENTIRAS Y ADEMÁS PARA MÁS INRI EXIGIENDO EXPLICACIONES DEL AJUSTICIAMIENTO DE LOS FRANQUISTAS RETENIDOS EN PARACUELLOS DEL JARAMA Y QUE FUERON AJUSTICIADOS COMO REPRESALIA A LO SUCEDIDO EN LA PLAZA DE TOROS DE BADAJOZ...
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