
CANARIAS: UNA SOCIEDAD FRACTURADA, SIN CONCIENCIA POLÍTICA Y A LAS PUERTAS DE UNA NUEVA CRISIS
El coordinador del "Informe Foessa" sobre exclusión social ofrece datos escalofriantes acerca de la situación que se avecina en el Archipiélago
El nuevo rebrote de la crisis económica que, según los propios economistas del sistema, se encuentra a la vuelta de la esquina, puede adquirir tintes verdaderamente dramáticos en el Archipiélago canario. Al carácter dependiente de la economía isleña en relación al sector turístico se suman, en esta ocasión, los catastróficos efectos provocados por las políticas impuestas para "salir de la crisis" desatada a partir del año 2008 (...).
Por CRISTÓBAL GARCÍA VERA PARA CANARIAS SEMANAL
El nuevo rebrote de la crisis económica que, según los propios economistas del sistema, se encuentra a la vuelta de la esquina, puede adquirir tintes verdaderamente dramáticos en el Archipiélago canario.
Al carácter dependiente de la economía isleña en relación al sector turístico se suman, en esta ocasión, los catastróficos efectos provocados por las políticas impuestas para "salir de la crisis" desatada a partir del año 2008.
Al respecto de la situación actual de la sociedad canaria, el coordinador del informe Foessa sobre exclusión social, Guillermo Fernández, ofreció datos escalofriantes.
En una entrevista concedida a la prensa local de grancanaria, Fernández reconoció, sin ambages, que la llamada "salida de la crisis" se efectuó al precio de provocar "un crac en la sociedad canaria".
Los datos aportados por el analista vienen a confirmar -aun cuando pudiera desconocerla- la interpretación marxista de las crisis capitalistas, sobre la concentración creciente de la riqueza y la depauperación de capas sociales cada vez más amplias que éstas generan.
"La problemática en Canarias – admitió Guillermo Fernández - está marcada por la polarización de la situación económica, donde los que menos tenían antes de la crisis ahora tienen todavía menos, mientras que los que más tenían ahora tienen todavía más".
Entre un 35% de la población según el Instituto Nacional de Estadística, y un 29% según el propio informe Foessa, se encuentran hoy en situación de exclusión social o en riesgo de padecerla en el Archipiélago.
LA INCERTIDUMBRE VITAL DE MILES DE CANARIOS
Ello provoca - apuntó Guillermo Fernández - una situación de creciente "inestabilidad de un amplio espectro de canarios".
"Ahora mismo vemos que los jóvenes van saltando de un contrato a otro, si es que lo tienen. Eso supone que no se puede poner en marcha un proyecto vital y tiene también un mal impacto en la demografía".
El informe Foessa advierte que hasta 250.000 personas caerían en la exclusión social si se desata la nueva recesión económica que ya se avizora.
Algo - puntualizó Fernández - que se produciría con una diferencia sustancial con respecto al año 2008.
"En esta ocasión - recordó - no tenemos el colchón que había la otra vez".
"De hecho - explicó - hay mucha gente transitando permanentemente en esa situación. Gente que está con multicontratos, con ingresos muy débiles, yendo del campo a la ciudad. Están siempre cruzando en esa línea. Y es un grupo de gente muy numeroso. En las grandes cifras ese gran grupo de 250.000 personas son las que primero van a caer. Y lo van a hacer en un grupo que está ahí aunque a veces se nos olvida".
SIN CONCIENCIA SOCIO-POLÍTICA Y AL BORDE DEL ABISMO
En su análisis sobre estas oscuras perspectivas socio-económicas, Fernández apuntó también a una realidad apreciable incluso sin poseer datos sociológicos que la constaten.
"Todo esto está pasando - afirmó - con un cierto grado de indiferencia en la población".
"Del mismo modo que en el año 2007, cuando teóricamente parecía que en este país todo iba fenomenal, poníamos encima de la mesa que había un 18% de exclusión social y la gente no se lo creía porque no lo veía, ahora –alertó Fernández - se está adoptando lo que pasa con una cierta situación de normalidad".
"La gente va asumiendo que el modelo de salida de la crisis, que al principio se discutía, es algo normal. Con lo cual se está dejando de tener conciencia, individual y política de la situación".
UNA PETICIÓN QUIMÉRICA: "PONERSE DE ACUERDO AL MARGEN DE IDEOLOGÍAS Y CREENCIAS"
Realmente, los datos aportados por el informe Foessa contribuyen a dibujar el rostro fracturado de la sociedad canaria, así como a advertir sobre una situación que podría tornarse absolutamente caótica.
Sin embargo, el tímido apunte de Guillermo Fernández sobre lo que – en su opinión - se podría hacer para que "eso cambie en Canarias", solo puede calificarse como una quimera.
"Somos una unidad de diagnóstico, no nos dedicamos a la prospección política ni de recursos -apuntó al ser preguntado a este respecto -. Pero no creemos en que la gente se esté poniendo de acuerdo para tomar decisiones sobre lo que tenemos que hacer. Hay que ponerse de acuerdo hacia dónde tirar, independientemente de ideologías o creencias".
La aspiración expresada por Fernández resulta sencillamente impracticable, toda vez que el gran reto que se le plantea a la sociedad canaria, como al resto del planeta, carece de soluciones meramente “técnicas” y, por tanto, es irresoluble por la acción de “especialistas” pretendidamente asépticos en lo ideológico.
La dirección de la economía, en provecho de unos pocos o en beneficio de las mayorías, tiene que ver estrictamente con la lucha de clases. Un terreno de confrontación entre bandos inconciliables, donde el conocimiento crítico de la realidad social necesario para superar la "fractura social" solo se convierte en fuerza de cambio cuando inspira la acción de grandes masas sociales.
Por CRISTÓBAL GARCÍA VERA PARA CANARIAS SEMANAL
El nuevo rebrote de la crisis económica que, según los propios economistas del sistema, se encuentra a la vuelta de la esquina, puede adquirir tintes verdaderamente dramáticos en el Archipiélago canario.
Al carácter dependiente de la economía isleña en relación al sector turístico se suman, en esta ocasión, los catastróficos efectos provocados por las políticas impuestas para "salir de la crisis" desatada a partir del año 2008.
Al respecto de la situación actual de la sociedad canaria, el coordinador del informe Foessa sobre exclusión social, Guillermo Fernández, ofreció datos escalofriantes.
En una entrevista concedida a la prensa local de grancanaria, Fernández reconoció, sin ambages, que la llamada "salida de la crisis" se efectuó al precio de provocar "un crac en la sociedad canaria".
Los datos aportados por el analista vienen a confirmar -aun cuando pudiera desconocerla- la interpretación marxista de las crisis capitalistas, sobre la concentración creciente de la riqueza y la depauperación de capas sociales cada vez más amplias que éstas generan.
"La problemática en Canarias – admitió Guillermo Fernández - está marcada por la polarización de la situación económica, donde los que menos tenían antes de la crisis ahora tienen todavía menos, mientras que los que más tenían ahora tienen todavía más".
Entre un 35% de la población según el Instituto Nacional de Estadística, y un 29% según el propio informe Foessa, se encuentran hoy en situación de exclusión social o en riesgo de padecerla en el Archipiélago.
LA INCERTIDUMBRE VITAL DE MILES DE CANARIOS
Ello provoca - apuntó Guillermo Fernández - una situación de creciente "inestabilidad de un amplio espectro de canarios".
"Ahora mismo vemos que los jóvenes van saltando de un contrato a otro, si es que lo tienen. Eso supone que no se puede poner en marcha un proyecto vital y tiene también un mal impacto en la demografía".
El informe Foessa advierte que hasta 250.000 personas caerían en la exclusión social si se desata la nueva recesión económica que ya se avizora.
Algo - puntualizó Fernández - que se produciría con una diferencia sustancial con respecto al año 2008.
"En esta ocasión - recordó - no tenemos el colchón que había la otra vez".
"De hecho - explicó - hay mucha gente transitando permanentemente en esa situación. Gente que está con multicontratos, con ingresos muy débiles, yendo del campo a la ciudad. Están siempre cruzando en esa línea. Y es un grupo de gente muy numeroso. En las grandes cifras ese gran grupo de 250.000 personas son las que primero van a caer. Y lo van a hacer en un grupo que está ahí aunque a veces se nos olvida".
SIN CONCIENCIA SOCIO-POLÍTICA Y AL BORDE DEL ABISMO
En su análisis sobre estas oscuras perspectivas socio-económicas, Fernández apuntó también a una realidad apreciable incluso sin poseer datos sociológicos que la constaten.
"Todo esto está pasando - afirmó - con un cierto grado de indiferencia en la población".
"Del mismo modo que en el año 2007, cuando teóricamente parecía que en este país todo iba fenomenal, poníamos encima de la mesa que había un 18% de exclusión social y la gente no se lo creía porque no lo veía, ahora –alertó Fernández - se está adoptando lo que pasa con una cierta situación de normalidad".
"La gente va asumiendo que el modelo de salida de la crisis, que al principio se discutía, es algo normal. Con lo cual se está dejando de tener conciencia, individual y política de la situación".
UNA PETICIÓN QUIMÉRICA: "PONERSE DE ACUERDO AL MARGEN DE IDEOLOGÍAS Y CREENCIAS"
Realmente, los datos aportados por el informe Foessa contribuyen a dibujar el rostro fracturado de la sociedad canaria, así como a advertir sobre una situación que podría tornarse absolutamente caótica.
Sin embargo, el tímido apunte de Guillermo Fernández sobre lo que – en su opinión - se podría hacer para que "eso cambie en Canarias", solo puede calificarse como una quimera.
"Somos una unidad de diagnóstico, no nos dedicamos a la prospección política ni de recursos -apuntó al ser preguntado a este respecto -. Pero no creemos en que la gente se esté poniendo de acuerdo para tomar decisiones sobre lo que tenemos que hacer. Hay que ponerse de acuerdo hacia dónde tirar, independientemente de ideologías o creencias".
La aspiración expresada por Fernández resulta sencillamente impracticable, toda vez que el gran reto que se le plantea a la sociedad canaria, como al resto del planeta, carece de soluciones meramente “técnicas” y, por tanto, es irresoluble por la acción de “especialistas” pretendidamente asépticos en lo ideológico.
La dirección de la economía, en provecho de unos pocos o en beneficio de las mayorías, tiene que ver estrictamente con la lucha de clases. Un terreno de confrontación entre bandos inconciliables, donde el conocimiento crítico de la realidad social necesario para superar la "fractura social" solo se convierte en fuerza de cambio cuando inspira la acción de grandes masas sociales.
ernesto | Domingo, 13 de Octubre de 2019 a las 15:05:02 horas
Cierto que en todos lados se impone lo mismo el capitalismo y los desgraciados en la inopia, viendo el fútbol
Canarias es un problema aparte, que no quieran mezclar una cosa con la otra , al igual que el problema catalán es otro y todos los pueblos tienen lo suyo, suyo: opresión, hambre miseria y otras barbaries. Pero no mezclar a nivel político una cosa con otra, pues tienen su propia idiosincrasia.
Accede para votar (0) (0) Accede para responder