VENEZUELA "ROMPE LA BARAJA ENERGÉTICA" CON TRINIDAD Y TOBAGO
¿Qué hay detrás de la ruptura entre Venezuela y Trinidad y Tobago?
¿Está Trinidad y Tobago colaborando con operaciones militares de EE.UU. contra Venezuela? ¿Qué motivó la abrupta ruptura de acuerdos energéticos entre estos países vecinos? La tensión escala en el Caribe.
REDACCIÓN CANARIAS SEMANAL.ORG.-
En un artículo publicado por la versión francesa de Russia Today (RT) con el título “Le Venezuela rompt ses accords gaziers avec Trinité-et-Tobago, accusée de soutenir les opérations américaines”, se informa de una medida diplomática y económica significativa tomada por el gobierno venezolano: la ruptura de todos los acuerdos de cooperación gasífera con el Estado caribeño de Trinidad y Tobago.
Según afirma el medio, esta decisión fue provocada por la supuesta colaboración del archipiélago con los Estados Unidos en la incautación de un petrolero que transportaba crudo venezolano.
De acuerdo a lo expresado por RT, Caracas considera que esta incautación no fue un hecho aislado, sino parte de una operación de mayor envergadura dirigida por Washington, a la que califica como una forma de “piratería internacional” y una violación directa del derecho internacional.
La respuesta venezolana no se limitó a una protesta diplomática. Tal como recoge el texto, el presidente Nicolás Maduro ordenó la cancelación inmediata de todos los contratos bilaterales en materia energética, incluyendo el prometedor proyecto del campo gasífero Dragon, negociado previamente bajo el alivio parcial de sanciones estadounidenses.
El artículo destaca las acusaciones realizadas por Delcy Rodríguez, vicepresidenta y ministra del Petróleo, quien acusó directamente al gobierno de Trinidad y Tobago de haber convertido al país en una base operativa del poder militar estadounidense.
Según sus palabras, la primera ministra trinitense Kamla Persad-Bissessar habría permitido la instalación de radares militares y cedido aeropuertos a las fuerzas armadas de EE.UU., configurando así una amenaza directa contra la soberanía venezolana.
La redacción del texto enfatiza que este conflicto se inscribe en un contexto regional más amplio, caracterizado por una creciente militarización del Caribe. Según se señala, en los últimos meses, Estados Unidos ha incrementado su presencia militar bajo el pretexto de combatir el narcotráfico. No obstante, Caracas interpreta estas acciones como parte de un plan geopolítico para derrocar al gobierno bolivariano y apropiarse de los recursos energéticos del país.
Según afirma el autor del artículo, esta escalada ha sido acompañada por ejercicios militares en los que participaron tropas estadounidenses, incluyendo el despliegue del destructor USS Gravely y la instalación de tecnología militar de alta gama en aeropuertos de Tobago. La tensión alcanzó su punto máximo con la declaración del expresidente Donald Trump, quien confirmó públicamente la incautación del buque petrolero, calificándola como la más importante hasta la fecha bajo el régimen de sanciones.
El artículo concluye con un claro posicionamiento del gobierno venezolano frente a estas amenazas. Según recoge el texto, Caracas se reafirma en su postura soberanista y su rechazo a cualquier tipo de injerencia extranjera. La frase final del comunicado gubernamental, “El Venezuela se respeta”, sintetiza la narrativa de defensa nacional que busca proyectar el Ejecutivo bolivariano.
Asimismo, se menciona que
la reacción venezolana ante la extensión de las sanciones europeas contra funcionarios del país, es considerada como ilegítima, evidenciando la pérdida de relevancia de la Unión Europea en la política internacional.
REDACCIÓN CANARIAS SEMANAL.ORG.-
En un artículo publicado por la versión francesa de Russia Today (RT) con el título “Le Venezuela rompt ses accords gaziers avec Trinité-et-Tobago, accusée de soutenir les opérations américaines”, se informa de una medida diplomática y económica significativa tomada por el gobierno venezolano: la ruptura de todos los acuerdos de cooperación gasífera con el Estado caribeño de Trinidad y Tobago.
Según afirma el medio, esta decisión fue provocada por la supuesta colaboración del archipiélago con los Estados Unidos en la incautación de un petrolero que transportaba crudo venezolano.
De acuerdo a lo expresado por RT, Caracas considera que esta incautación no fue un hecho aislado, sino parte de una operación de mayor envergadura dirigida por Washington, a la que califica como una forma de “piratería internacional” y una violación directa del derecho internacional.
La respuesta venezolana no se limitó a una protesta diplomática. Tal como recoge el texto, el presidente Nicolás Maduro ordenó la cancelación inmediata de todos los contratos bilaterales en materia energética, incluyendo el prometedor proyecto del campo gasífero Dragon, negociado previamente bajo el alivio parcial de sanciones estadounidenses.
El artículo destaca las acusaciones realizadas por Delcy Rodríguez, vicepresidenta y ministra del Petróleo, quien acusó directamente al gobierno de Trinidad y Tobago de haber convertido al país en una base operativa del poder militar estadounidense.
Según sus palabras, la primera ministra trinitense Kamla Persad-Bissessar habría permitido la instalación de radares militares y cedido aeropuertos a las fuerzas armadas de EE.UU., configurando así una amenaza directa contra la soberanía venezolana.
La redacción del texto enfatiza que este conflicto se inscribe en un contexto regional más amplio, caracterizado por una creciente militarización del Caribe. Según se señala, en los últimos meses, Estados Unidos ha incrementado su presencia militar bajo el pretexto de combatir el narcotráfico. No obstante, Caracas interpreta estas acciones como parte de un plan geopolítico para derrocar al gobierno bolivariano y apropiarse de los recursos energéticos del país.
Según afirma el autor del artículo, esta escalada ha sido acompañada por ejercicios militares en los que participaron tropas estadounidenses, incluyendo el despliegue del destructor USS Gravely y la instalación de tecnología militar de alta gama en aeropuertos de Tobago. La tensión alcanzó su punto máximo con la declaración del expresidente Donald Trump, quien confirmó públicamente la incautación del buque petrolero, calificándola como la más importante hasta la fecha bajo el régimen de sanciones.
El artículo concluye con un claro posicionamiento del gobierno venezolano frente a estas amenazas. Según recoge el texto, Caracas se reafirma en su postura soberanista y su rechazo a cualquier tipo de injerencia extranjera. La frase final del comunicado gubernamental, “El Venezuela se respeta”, sintetiza la narrativa de defensa nacional que busca proyectar el Ejecutivo bolivariano.
Asimismo, se menciona que
la reacción venezolana ante la extensión de las sanciones europeas contra funcionarios del país, es considerada como ilegítima, evidenciando la pérdida de relevancia de la Unión Europea en la política internacional.
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