¿PARA QUÉ CARAJO SIRVE LA CORTE PENAL INTERNACIONAL?, SE PREGUNTA EL PRESIDENTE DEL PARLAMENTO VENEZOLANO
Venezuela se retirará de la Corte Penal Internacional, "una institución “inútil”, subordinada a los intereses de EE.UU"
¿Puede una Corte internacional impartir justicia si obedece los intereses de las potencias? ¿Por qué Venezuela denuncia su actuación como parcial y cómplice del imperialismo? Las explosivas declaraciones de Jorge Rodríguez reabren un debate geopolítico fundamental.¿Qué papel juega EE.UU. en las decisiones de un tribunal al que ni siquiera pertenece?
REDACCIÓN CANARIAS SEMANAL.ORG
En unas declaraciones recogidas hace unas horas por la plataforma comunicacional rusa RT en su versión en castellano, el presidente del Parlamento venezolano, Jorge Rodríguez, atacó duramente a la Corte Penal Internacional (CPI), al tiempo que defendió la propuesta legislativa para que su país se retirara de dicho organismo.
Jorge Rodríguez calificó a la CPI como una institución “inútil”, subordinada a los intereses de EE.UU., denunciando su inacción ante crímenes graves, como los asesinatos de civiles en Gaza y las recientes agresiones militares estadounidenses en el Caribe.
“¿Para qué carajo sirve esa Corte Penal Internacional?”, se preguntó Rodríguez de forma retórica durante su intervención parlamentaria.
Uno de los argumentos más contundentes de Rodríguez
es la paradoja de que EE.UU. tenga tanta influencia sobre la CPI a pesar de no haber ratificado el Estatuto de Roma, documento que da origen y sustento legal a este tribunal internacional.
Para el presidente del Parlamento venezolano, esta influencia estadounidense revela el verdadero propósito de la Corte: no impartir justicia, sino atacar a los pueblos soberanos que no se alinean con las directrices del poder imperial.
El artículo explica que la Asamblea Nacional ha propuesto un proyecto de ley denominado “Ley por Palestina y la humanidad”, que busca oficializar la salida de Venezuela de la CPI. Esta decisión, según Rodríguez, se justifica en
la falta de acción del tribunal frente al genocidio perpetrado contra el pueblo palestino y las ejecuciones extrajudiciales que han ocurrido en el mar Caribe como parte de las operaciones militares de EE.UU. en la región.
Rodríguez calificó como “tarifados de los gringos” a los jueces de la Corte, acusándolos de ser cómplices silenciosos de las acciones que han dejado más de 80 muertos en el Caribe, producto de bombardeos estadounidenses contra presuntas embarcaciones de narcotraficantes. En este sentido, la denuncia va más allá del simple cuestionamiento jurídico: se trata de una acusación directa de vasallaje, hipocresía e inacción ante crímenes evidentes, cometidos por una de las principales potencias mundiales.
Washington ha justificado su despliegue militar en la región como parte de una campaña antidrogas, denominada “Operación Lanza del Sur”. No obstante, como precisa el artículo, ni la ONU ni la propia DEA consideran que Venezuela sea una ruta significativa del narcotráfico hacia EE.UU., ya que más del 80 % de las drogas circulan por el Pacífico. Además, Rodriguez recordó que el gobierno de EE.UU. ha acusado a Nicolás Maduro de encabezar un cártel del narcotráfico sin ningún tipo de pruebas, llegando a duplicar una recompensa por su captura.
La pieza informativa de RT también recoge que varios países y organizaciones internacionales, como Rusia, el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos y gobiernos latinoamericanos como los de Colombia, México y Brasil, han condenado estas acciones estadounidenses, calificándolas como violaciones del derecho internacional y ejecuciones sumarias.
Según Jorge Rodríguez "la Corte Internacional ha perdido toda legitimidad frente a los pueblos del sur". Su llamado a abandonar la CPI no es solamente una reacción nacionalista, sino una denuncia que se enmarca en una disputa geopolítica más amplia, en la que organismos internacionales como esta Corte son percibidos cada vez más como herramientas al servicio de los intereses hegemónicos occidentales.
REDACCIÓN CANARIAS SEMANAL.ORG
En unas declaraciones recogidas hace unas horas por la plataforma comunicacional rusa RT en su versión en castellano, el presidente del Parlamento venezolano, Jorge Rodríguez, atacó duramente a la Corte Penal Internacional (CPI), al tiempo que defendió la propuesta legislativa para que su país se retirara de dicho organismo.
Jorge Rodríguez calificó a la CPI como una institución “inútil”, subordinada a los intereses de EE.UU., denunciando su inacción ante crímenes graves, como los asesinatos de civiles en Gaza y las recientes agresiones militares estadounidenses en el Caribe.
“¿Para qué carajo sirve esa Corte Penal Internacional?”, se preguntó Rodríguez de forma retórica durante su intervención parlamentaria.
Uno de los argumentos más contundentes de Rodríguez
es la paradoja de que EE.UU. tenga tanta influencia sobre la CPI a pesar de no haber ratificado el Estatuto de Roma, documento que da origen y sustento legal a este tribunal internacional.
Para el presidente del Parlamento venezolano, esta influencia estadounidense revela el verdadero propósito de la Corte: no impartir justicia, sino atacar a los pueblos soberanos que no se alinean con las directrices del poder imperial.
El artículo explica que la Asamblea Nacional ha propuesto un proyecto de ley denominado “Ley por Palestina y la humanidad”, que busca oficializar la salida de Venezuela de la CPI. Esta decisión, según Rodríguez, se justifica en
la falta de acción del tribunal frente al genocidio perpetrado contra el pueblo palestino y las ejecuciones extrajudiciales que han ocurrido en el mar Caribe como parte de las operaciones militares de EE.UU. en la región.
Rodríguez calificó como “tarifados de los gringos” a los jueces de la Corte, acusándolos de ser cómplices silenciosos de las acciones que han dejado más de 80 muertos en el Caribe, producto de bombardeos estadounidenses contra presuntas embarcaciones de narcotraficantes. En este sentido, la denuncia va más allá del simple cuestionamiento jurídico: se trata de una acusación directa de vasallaje, hipocresía e inacción ante crímenes evidentes, cometidos por una de las principales potencias mundiales.
Washington ha justificado su despliegue militar en la región como parte de una campaña antidrogas, denominada “Operación Lanza del Sur”. No obstante, como precisa el artículo, ni la ONU ni la propia DEA consideran que Venezuela sea una ruta significativa del narcotráfico hacia EE.UU., ya que más del 80 % de las drogas circulan por el Pacífico. Además, Rodriguez recordó que el gobierno de EE.UU. ha acusado a Nicolás Maduro de encabezar un cártel del narcotráfico sin ningún tipo de pruebas, llegando a duplicar una recompensa por su captura.
La pieza informativa de RT también recoge que varios países y organizaciones internacionales, como Rusia, el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos y gobiernos latinoamericanos como los de Colombia, México y Brasil, han condenado estas acciones estadounidenses, calificándolas como violaciones del derecho internacional y ejecuciones sumarias.
Según Jorge Rodríguez "la Corte Internacional ha perdido toda legitimidad frente a los pueblos del sur". Su llamado a abandonar la CPI no es solamente una reacción nacionalista, sino una denuncia que se enmarca en una disputa geopolítica más amplia, en la que organismos internacionales como esta Corte son percibidos cada vez más como herramientas al servicio de los intereses hegemónicos occidentales.
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