
TRUMP PROPONE EXPULSAR A ESPAÑA DE LA OTAN POR NO CUMPLIR CON EL GASTO EN DEFENSA
¿QUÉ HAY DETRÁS REALMENTE DE LA NEGATIVA DE SÁNCHEZ A SUBIR EL GASTO MILITAR? ¿CONTAREMOS LOS ESPAÑOLES CON LA SUERTE DE QUE SE CUMPLAN LOS DESEOS DE TRUMP?
Apenas unas palabras bastaron para encender todas las alarmas diplomáticas. Donald Trump, con su estilo habitual de artillería verbal, ha puesto a España en la diana: propone su expulsión de la OTAN por no aumentar el gasto militar. ¿Es un simple arrebato electoral o el inicio de una crisis internacional sin precedentes? ¿Está realmente España en peligro de quedar fuera de la Alianza Atlántica o todo forma parte de un juego más complejo, lleno de gestos, tácticas y silencios estratégicos? El escenario está servido... y las respuestas, aún lejos de estar claras.
REDACCIÓN CANARIAS SEMANAL.ORG
Washington, 9 de octubre de 2025 – En una declaración que ha sacudido los cimientos de la política internacional, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha sugerido que España debería ser expulsada de la OTAN por no cumplir con el objetivo de gasto militar acordado entre los países miembros.
La polémica propuesta fue realizada este jueves durante una rueda de prensa conjunta con el presidente de Finlandia, Alexander Stubb, en la Casa Blanca. Trump no dudó en señalar con el dedo a España como “el único aliado que no está haciendo su parte”, en referencia al nuevo objetivo del 5% del PIB en defensa establecido en la última cumbre de la OTAN.
“Si no están dispuestos a asumir su responsabilidad, tal vez no deberían seguir siendo parte de la alianza. No tienen ninguna excusa para no hacerlo”, afirmó Trump, según recoge la cadena CNN.
EL INCREMENTO DE LAS EXIGENCIAS EN LA OTAN
El pasado mes de julio, durante la cumbre de la OTAN celebrada en Bruselas, los países miembros acordaron un nuevo objetivo de gasto militar del 5% del PIB para 2030, sustituyendo el umbral del 2% que había estado vigente desde 2014.
Aunque países como Estados Unidos, Polonia y Reino Unido ya se han comprometido públicamente con esta meta, España ha manifestado serias dudas sobre su viabilidad, aduciendo restricciones presupuestarias, prioridades sociales internas y un contexto económico desfavorable.
Fuentes del Ministerio de Defensa español, citadas por el diario El País, afirman que el aumento exigido implicaría duplicar el presupuesto actual en menos de cinco años, algo que califican de “insostenible sin poner en riesgo el Estado del Bienestar”.
UN ATAQUE DIRECTO A UN SOCIO HISTÓRICO
Las declaraciones de Trump han sido recibidas con sorpresa y malestar tanto en Madrid como en Bruselas. La Moncloa, en un comunicado oficial emitido pocas horas después del discurso del presidente estadounidense, lamentó el tono de sus palabras y recordó que España ha sido “un miembro comprometido con las misiones internacionales de la OTAN desde su ingreso en 1982”.
“España no necesita lecciones de compromiso. Hemos estado presentes en Kosovo, Afganistán, Irak, Líbano y actualmente lideramos misiones de seguridad en África Occidental”, recordó el comunicado.
LA TRIQUIÑUELA
Sin embargo, Trump parece no entender —o, quizás, prefiere no entender— es que la supuesta negativa del presidente Pedro Sánchez a aumentar el gasto militar no pasa de ser un hábil truco político para evitar ponerse en evidencia ante tres frentes que lo están presionando a la vez: su propio electorado, los partidos socialdemócratas con los que gobierna y sus apoyos exteriores más sensibles a los temas de militarización.
En otras palabras, Sánchez no puede mostrarse entusiasta con una escalada militar en plena crisis social y climática, pero tampoco puede cerrarse del todo a las exigencias de la OTAN. Por eso, el Gobierno ha optado por una fórmula ambigua muy similar a aquella del "OTAN, DE ENTRADA NO" que ya ensayó el PSOE con éxito en la década de los ochenta del siglo pasado: no dice que no, pero tampoco dice que sí.
Se compromete “a estudiar el objetivo”, pero aplaza cualquier decisión concreta hasta después de las elecciones europeas de 2026. Una forma idónea de ganar tiempo sin perder apoyos ni provocar rupturas internas en un Ejecutivo ya bastante tensionado por la política migratoria, el conflicto en Gaza y la crisis de la vivienda. De manera que puede desengañarse el lector: España continuará siendo miembro de la OTAN.
El ex representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, calificó las declaraciones de “inoportunas y desestabilizadoras”, y defendió el principio de consenso interno dentro de la OTAN.
Por su parte, la agencia Reuters cita fuentes diplomáticas en Bruselas que aseguran que ningún mecanismo formal permite expulsar unilateralmente a un miembro de la Alianza, lo que hace que la propuesta de Trump se interprete como una maniobra retórica de presión más que como una amenaza real.
FINLANDIA SE DESMARCÓ EN PLENO ENCUENTRO
El presidente finlandés, Alexander Stubb, que debutaba por primera vez en Washington tras la reciente incorporación de su país a la OTAN, evitó respaldar directamente la propuesta de Trump.
En su intervención, Stubb reafirmó el compromiso de Finlandia con el gasto en defensa, pero subrayó que “la unidad de la Alianza es lo más importante en un momento de crecientes tensiones internacionales”.
Según BBC News, Stubb insistió en que la seguridad europea “no puede permitirse fracturas internas” en plena escalada de tensiones con Rusia y en medio del conflicto latente en el Mar Báltico.
LA OTAN SE PRONUNCIA: “NO SE PUEDE EXPULSAR A NADIE”
Consultado por France 24, un portavoz oficial de la OTAN en Bruselas fue claro al afirmar que “no existe ningún procedimiento legal o estatutario para expulsar a un país miembro de la Alianza”.
Aun así, reconoció que las declaraciones de Trump “generan preocupación” y que este tipo de afirmaciones “pueden socavar la cohesión estratégica en momentos delicados”.
Este no es el primer encontronazo de Trump con sus aliados. Ya durante su primer mandato (2016-2020), el entonces presidente estadounidense presionó duramente a países como Alemania y Canadá por no alcanzar el 2% de gasto en defensa, amenazando incluso con “retirarse de la OTAN”, según documentos revelados por el New York Times.
CONTEXTO INTERNO: ¿MOVIMIENTO ELECTORAL?
Diversos analistas consideran que este nuevo ataque a los socios europeos forma parte de la estrategia electoral de Trump, quien busca proyectar una imagen de liderazgo fuerte y defensor de los intereses económicos de EE.UU.
La cadena NBC News señaló que estas declaraciones podrían estar dirigidas al electorado más nacionalista y militarista de cara a las elecciones presidenciales, en las que Trump buscará la reelección.
Según el analista político Richard Haas, del think tank Council on Foreign Relations,
“Trump sabe que atacar a Europa da rédito en ciertos sectores de su base electoral. Cuestionar la lealtad de países como España o Alemania le permite reforzar su narrativa de que Estados Unidos está siendo explotado”.
EN ESPAÑA, REACCIONES CRUZADAS
La propuesta ha generado una fuerte división política en el Congreso español. Mientras el gobierno de coalición ha rechazado tajantemente las palabras de Trump, asegurando que “la soberanía presupuestaria de España no se negocia con amenazas”, desde la derecha han aparecido voces que consideran que España “no puede seguir esquivando su compromiso con la defensa”.
El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, pidió una “revisión urgente” del gasto militar, mientras que el portavoz de Vox, Santiago Abascal, fue más allá y respaldó el aumento al 5% del PIB, asegurando que “la defensa nacional debe ser una prioridad estratégica”.
En cambio, partidos como Sumar y Esquerra Republicana acusaron a Trump de “imperialismo beligerante” y han exigido al gobierno “romper el seguidismo atlantista” y abrir el debate sobre la permanencia de España en la OTAN.
REDACCIÓN CANARIAS SEMANAL.ORG
Washington, 9 de octubre de 2025 – En una declaración que ha sacudido los cimientos de la política internacional, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha sugerido que España debería ser expulsada de la OTAN por no cumplir con el objetivo de gasto militar acordado entre los países miembros.
La polémica propuesta fue realizada este jueves durante una rueda de prensa conjunta con el presidente de Finlandia, Alexander Stubb, en la Casa Blanca. Trump no dudó en señalar con el dedo a España como “el único aliado que no está haciendo su parte”, en referencia al nuevo objetivo del 5% del PIB en defensa establecido en la última cumbre de la OTAN.
“Si no están dispuestos a asumir su responsabilidad, tal vez no deberían seguir siendo parte de la alianza. No tienen ninguna excusa para no hacerlo”, afirmó Trump, según recoge la cadena CNN.
EL INCREMENTO DE LAS EXIGENCIAS EN LA OTAN
El pasado mes de julio, durante la cumbre de la OTAN celebrada en Bruselas, los países miembros acordaron un nuevo objetivo de gasto militar del 5% del PIB para 2030, sustituyendo el umbral del 2% que había estado vigente desde 2014.
Aunque países como Estados Unidos, Polonia y Reino Unido ya se han comprometido públicamente con esta meta, España ha manifestado serias dudas sobre su viabilidad, aduciendo restricciones presupuestarias, prioridades sociales internas y un contexto económico desfavorable.
Fuentes del Ministerio de Defensa español, citadas por el diario El País, afirman que el aumento exigido implicaría duplicar el presupuesto actual en menos de cinco años, algo que califican de “insostenible sin poner en riesgo el Estado del Bienestar”.
UN ATAQUE DIRECTO A UN SOCIO HISTÓRICO
Las declaraciones de Trump han sido recibidas con sorpresa y malestar tanto en Madrid como en Bruselas. La Moncloa, en un comunicado oficial emitido pocas horas después del discurso del presidente estadounidense, lamentó el tono de sus palabras y recordó que España ha sido “un miembro comprometido con las misiones internacionales de la OTAN desde su ingreso en 1982”.
“España no necesita lecciones de compromiso. Hemos estado presentes en Kosovo, Afganistán, Irak, Líbano y actualmente lideramos misiones de seguridad en África Occidental”, recordó el comunicado.
LA TRIQUIÑUELA
Sin embargo, Trump parece no entender —o, quizás, prefiere no entender— es que la supuesta negativa del presidente Pedro Sánchez a aumentar el gasto militar no pasa de ser un hábil truco político para evitar ponerse en evidencia ante tres frentes que lo están presionando a la vez: su propio electorado, los partidos socialdemócratas con los que gobierna y sus apoyos exteriores más sensibles a los temas de militarización.
En otras palabras, Sánchez no puede mostrarse entusiasta con una escalada militar en plena crisis social y climática, pero tampoco puede cerrarse del todo a las exigencias de la OTAN. Por eso, el Gobierno ha optado por una fórmula ambigua muy similar a aquella del "OTAN, DE ENTRADA NO" que ya ensayó el PSOE con éxito en la década de los ochenta del siglo pasado: no dice que no, pero tampoco dice que sí.
Se compromete “a estudiar el objetivo”, pero aplaza cualquier decisión concreta hasta después de las elecciones europeas de 2026. Una forma idónea de ganar tiempo sin perder apoyos ni provocar rupturas internas en un Ejecutivo ya bastante tensionado por la política migratoria, el conflicto en Gaza y la crisis de la vivienda. De manera que puede desengañarse el lector: España continuará siendo miembro de la OTAN.
El ex representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, calificó las declaraciones de “inoportunas y desestabilizadoras”, y defendió el principio de consenso interno dentro de la OTAN.
Por su parte, la agencia Reuters cita fuentes diplomáticas en Bruselas que aseguran que ningún mecanismo formal permite expulsar unilateralmente a un miembro de la Alianza, lo que hace que la propuesta de Trump se interprete como una maniobra retórica de presión más que como una amenaza real.
FINLANDIA SE DESMARCÓ EN PLENO ENCUENTRO
El presidente finlandés, Alexander Stubb, que debutaba por primera vez en Washington tras la reciente incorporación de su país a la OTAN, evitó respaldar directamente la propuesta de Trump.
En su intervención, Stubb reafirmó el compromiso de Finlandia con el gasto en defensa, pero subrayó que “la unidad de la Alianza es lo más importante en un momento de crecientes tensiones internacionales”.
Según BBC News, Stubb insistió en que la seguridad europea “no puede permitirse fracturas internas” en plena escalada de tensiones con Rusia y en medio del conflicto latente en el Mar Báltico.
LA OTAN SE PRONUNCIA: “NO SE PUEDE EXPULSAR A NADIE”
Consultado por France 24, un portavoz oficial de la OTAN en Bruselas fue claro al afirmar que “no existe ningún procedimiento legal o estatutario para expulsar a un país miembro de la Alianza”.
Aun así, reconoció que las declaraciones de Trump “generan preocupación” y que este tipo de afirmaciones “pueden socavar la cohesión estratégica en momentos delicados”.
Este no es el primer encontronazo de Trump con sus aliados. Ya durante su primer mandato (2016-2020), el entonces presidente estadounidense presionó duramente a países como Alemania y Canadá por no alcanzar el 2% de gasto en defensa, amenazando incluso con “retirarse de la OTAN”, según documentos revelados por el New York Times.
CONTEXTO INTERNO: ¿MOVIMIENTO ELECTORAL?
Diversos analistas consideran que este nuevo ataque a los socios europeos forma parte de la estrategia electoral de Trump, quien busca proyectar una imagen de liderazgo fuerte y defensor de los intereses económicos de EE.UU.
La cadena NBC News señaló que estas declaraciones podrían estar dirigidas al electorado más nacionalista y militarista de cara a las elecciones presidenciales, en las que Trump buscará la reelección.
Según el analista político Richard Haas, del think tank Council on Foreign Relations,
“Trump sabe que atacar a Europa da rédito en ciertos sectores de su base electoral. Cuestionar la lealtad de países como España o Alemania le permite reforzar su narrativa de que Estados Unidos está siendo explotado”.
EN ESPAÑA, REACCIONES CRUZADAS
La propuesta ha generado una fuerte división política en el Congreso español. Mientras el gobierno de coalición ha rechazado tajantemente las palabras de Trump, asegurando que “la soberanía presupuestaria de España no se negocia con amenazas”, desde la derecha han aparecido voces que consideran que España “no puede seguir esquivando su compromiso con la defensa”.
El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, pidió una “revisión urgente” del gasto militar, mientras que el portavoz de Vox, Santiago Abascal, fue más allá y respaldó el aumento al 5% del PIB, asegurando que “la defensa nacional debe ser una prioridad estratégica”.
En cambio, partidos como Sumar y Esquerra Republicana acusaron a Trump de “imperialismo beligerante” y han exigido al gobierno “romper el seguidismo atlantista” y abrir el debate sobre la permanencia de España en la OTAN.
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