EL NEOIMPERIALISMO EN ÁFRICA: EL MONSTRUO QUE SOLO CAMBIÓ DE PIEL
¿Por qué se habla de neocolonialismo en Africa cuando en ese continente ya no hay ejércitos coloniales?
Aunque África alzó sus banderas y proclamó su independencia hace más de medio siglo, el control extranjero no desapareció: simplemente se transformó. En su artículo publicado en MLToday, F. Von Tramp desnuda con contundencia cómo el neocolonialismo sigue dominando al continente africano, a través de deudas, multinacionales, élites cómplices y ejércitos extranjeros. Una independencia aparente que esconde un sistema de saqueo moderno.
REDACCIÓN CANARIAS SEMANAL.ORG
¿Realmente terminó el colonialismo en África? Según el comentarista político F. Von Tramp, lo único que ha cambiado en ese gigantesco continente ha sido el disfraz.
En un texto realmente provocador, pero también necesario, publicado el pasado 29 de septiembre de 2025 en la revista norteamericana MLToday, el autor F. Von Tramp desmonta con datos, historia y ejemplos concretos la idea de que África es hoy un continente independiente.
Su artículo, titulado “Neocolonialismo en África”, arranca con una afirmación tajante: “La colonización no terminó con las independencias africanas; solo cambió de forma”.
A lo largo del texto, Von Tramp traza una línea clara que une el pasado colonial con las actuales formas de dominación económica, política y militar que padecen muchos países africanos. Según su diagnóstico, el neocolonialismo —ese fenómeno que en apariencia respeta la soberanía de los estados pero en la práctica los subordina a intereses extranjeros— es la realidad cotidiana de gran parte del continente.
UNA “INDEPENDENCIA” HECHA A MEDIDA DE LAS METRÓPOLIS
Von Tramp no se anda con rodeos al analizar las independencias africanas del siglo XX. Afirma que muchas de ellas fueron negociadas de forma que los países colonizadores, especialmente Francia y Reino Unido, conservaran el control de las estructuras económicas más estratégicas.
“La bandera cambió, pero las minas de diamantes, los oleoductos y las plantaciones siguieron siendo propiedad extranjera”, resume con crudeza.
Más aún, el autor denuncia que muchos de los nuevos estados nacieron con gobiernos cuidadosamente seleccionados o tutelados por las antiguas metrópolis. Así, las flamantes repúblicas “soberanas” seguían recibiendo órdenes desde París o Londres, aunque esta vez bajo la apariencia de “asistencia técnica”, “cooperación militar” o “acuerdos comerciales”.
EL IMPERIALISMO ECONÓMICO: CONTRATOS Y SAQUEO
Uno de los aspectos más inquietantes que aborda Von Tramp es la estructura actual del expolio africano. Según explica, el neocolonialismo ya no necesita cañones, sino contratos.
Las multinacionales extranjeras —europeas, estadounidenses, pero también chinas o indias— controlan hoy sectores enteros de la economía africana: desde la extracción de recursos naturales hasta las telecomunicaciones, pasando por el transporte, la energía o la banca.
“El neocolonialismo se manifiesta a través de acuerdos comerciales abusivos, deuda impagable, préstamos condicionados por el FMI, y tratados que obligan a los países africanos a abrir sus economías a empresas extranjeras sin posibilidad real de competir”, escribe el autor.
Añade que la deuda externa funciona como un grillete moderno, impidiendo a los gobiernos invertir en salud, educación o soberanía alimentaria, porque buena parte de su presupuesto debe destinarse a pagar intereses a acreedores del Norte global.
FRANÇA-FRIQUE: UNA RED DE PODER Y SAQUEO
Von Tramp dedica un apartado especial al caso de Francia, a la que acusa de mantener un control neocolonial particularmente agresivo sobre sus antiguas colonias. A través de acuerdos secretos, intervención militar directa y una red de gobiernos aliados, París sigue manejando buena parte de África occidental y central.
“El ejército francés tiene bases militares permanentes en varios países africanos, y ha intervenido directamente en al menos 50 ocasiones desde 1960 para sostener gobiernos amigos o reprimir insurgencias”, señala el autor.
Además, Francia impone el uso del franco CFA, una moneda controlada desde el Banco de Francia, que mantiene atadas a 14 naciones africanas a una política monetaria dictada desde Europa.
LAS ÉLITES CÓMPLICES
Una de las denuncias más duras del artículo de Von Tramp está dirigida a las élites africanas, a las que el autor del articulo acusa de colaborar activamente con el neocolonialismo. Según su análisis, muchos gobiernos africanos se han convertido en “gerentes del saqueo”, recibiendo sobornos, protección militar o respaldo diplomático a cambio de permitir la extracción sin límites de los recursos naturales.
“No se trata solo de dominación externa —advierte Von Tramp—, sino de una red de complicidades locales que hacen posible el saqueo. Las élites políticas y económicas africanas no son víctimas pasivas, sino socios estratégicos del neocolonialismo.”
¿RESISTENCIAS? TAMBIÉN LAS HAY
A pesar del panorama sombrío, el autor no cierra la puerta a la esperanza. Menciona las recientes movilizaciones populares en países como Burkina Faso, Malí o Níger, donde sectores amplios de la sociedad están cuestionando la presencia militar extranjera, los contratos de entrega de recursos, y el poder corrupto de sus élites. En su opinión, estas resistencias populares podrían abrir un nuevo ciclo de luchas por la soberanía real en África.
“Las nuevas generaciones ya no se tragan el cuento del desarrollo tutelado”, afirma Von Tramp. Y concluye con una advertencia: “el neocolonialismo solo se sostiene mientras las poblaciones lo toleren”
El artículo de F. Von Tramp en MLToday no es solo una denuncia, sino también una invitación a mirar con otros ojos lo que ocurre en África. Lejos de la imagen oficial de ayuda humanitaria, inversiones responsables y cooperación internacional, el autor muestra una realidad de dominación encubierta, saqueo legalizado y subordinación política.
Y el autor lo hace con una claridad que posiblemete incomode a no pocos , pero que también ilumina: “África no es pobre, ha sido empobrecida”. Esa frase, que parece simple, lo resume todo.
FUENTE:
F. Von Tramp, “Neocolonialismo en África”, publicado en Marxism-Leninism Today, 29 de septiembre de 2025.
Disponible en: https://mltoday.com/neocolonialism-in-africa

REDACCIÓN CANARIAS SEMANAL.ORG
¿Realmente terminó el colonialismo en África? Según el comentarista político F. Von Tramp, lo único que ha cambiado en ese gigantesco continente ha sido el disfraz.
En un texto realmente provocador, pero también necesario, publicado el pasado 29 de septiembre de 2025 en la revista norteamericana MLToday, el autor F. Von Tramp desmonta con datos, historia y ejemplos concretos la idea de que África es hoy un continente independiente.
Su artículo, titulado “Neocolonialismo en África”, arranca con una afirmación tajante: “La colonización no terminó con las independencias africanas; solo cambió de forma”.
A lo largo del texto, Von Tramp traza una línea clara que une el pasado colonial con las actuales formas de dominación económica, política y militar que padecen muchos países africanos. Según su diagnóstico, el neocolonialismo —ese fenómeno que en apariencia respeta la soberanía de los estados pero en la práctica los subordina a intereses extranjeros— es la realidad cotidiana de gran parte del continente.
UNA “INDEPENDENCIA” HECHA A MEDIDA DE LAS METRÓPOLIS
Von Tramp no se anda con rodeos al analizar las independencias africanas del siglo XX. Afirma que muchas de ellas fueron negociadas de forma que los países colonizadores, especialmente Francia y Reino Unido, conservaran el control de las estructuras económicas más estratégicas.
“La bandera cambió, pero las minas de diamantes, los oleoductos y las plantaciones siguieron siendo propiedad extranjera”, resume con crudeza.
Más aún, el autor denuncia que muchos de los nuevos estados nacieron con gobiernos cuidadosamente seleccionados o tutelados por las antiguas metrópolis. Así, las flamantes repúblicas “soberanas” seguían recibiendo órdenes desde París o Londres, aunque esta vez bajo la apariencia de “asistencia técnica”, “cooperación militar” o “acuerdos comerciales”.
EL IMPERIALISMO ECONÓMICO: CONTRATOS Y SAQUEO
Uno de los aspectos más inquietantes que aborda Von Tramp es la estructura actual del expolio africano. Según explica, el neocolonialismo ya no necesita cañones, sino contratos.
Las multinacionales extranjeras —europeas, estadounidenses, pero también chinas o indias— controlan hoy sectores enteros de la economía africana: desde la extracción de recursos naturales hasta las telecomunicaciones, pasando por el transporte, la energía o la banca.
“El neocolonialismo se manifiesta a través de acuerdos comerciales abusivos, deuda impagable, préstamos condicionados por el FMI, y tratados que obligan a los países africanos a abrir sus economías a empresas extranjeras sin posibilidad real de competir”, escribe el autor.
Añade que la deuda externa funciona como un grillete moderno, impidiendo a los gobiernos invertir en salud, educación o soberanía alimentaria, porque buena parte de su presupuesto debe destinarse a pagar intereses a acreedores del Norte global.
FRANÇA-FRIQUE: UNA RED DE PODER Y SAQUEO
Von Tramp dedica un apartado especial al caso de Francia, a la que acusa de mantener un control neocolonial particularmente agresivo sobre sus antiguas colonias. A través de acuerdos secretos, intervención militar directa y una red de gobiernos aliados, París sigue manejando buena parte de África occidental y central.
“El ejército francés tiene bases militares permanentes en varios países africanos, y ha intervenido directamente en al menos 50 ocasiones desde 1960 para sostener gobiernos amigos o reprimir insurgencias”, señala el autor.
Además, Francia impone el uso del franco CFA, una moneda controlada desde el Banco de Francia, que mantiene atadas a 14 naciones africanas a una política monetaria dictada desde Europa.
LAS ÉLITES CÓMPLICES
Una de las denuncias más duras del artículo de Von Tramp está dirigida a las élites africanas, a las que el autor del articulo acusa de colaborar activamente con el neocolonialismo. Según su análisis, muchos gobiernos africanos se han convertido en “gerentes del saqueo”, recibiendo sobornos, protección militar o respaldo diplomático a cambio de permitir la extracción sin límites de los recursos naturales.
“No se trata solo de dominación externa —advierte Von Tramp—, sino de una red de complicidades locales que hacen posible el saqueo. Las élites políticas y económicas africanas no son víctimas pasivas, sino socios estratégicos del neocolonialismo.”
¿RESISTENCIAS? TAMBIÉN LAS HAY
A pesar del panorama sombrío, el autor no cierra la puerta a la esperanza. Menciona las recientes movilizaciones populares en países como Burkina Faso, Malí o Níger, donde sectores amplios de la sociedad están cuestionando la presencia militar extranjera, los contratos de entrega de recursos, y el poder corrupto de sus élites. En su opinión, estas resistencias populares podrían abrir un nuevo ciclo de luchas por la soberanía real en África.
“Las nuevas generaciones ya no se tragan el cuento del desarrollo tutelado”, afirma Von Tramp. Y concluye con una advertencia: “el neocolonialismo solo se sostiene mientras las poblaciones lo toleren”
El artículo de F. Von Tramp en MLToday no es solo una denuncia, sino también una invitación a mirar con otros ojos lo que ocurre en África. Lejos de la imagen oficial de ayuda humanitaria, inversiones responsables y cooperación internacional, el autor muestra una realidad de dominación encubierta, saqueo legalizado y subordinación política.
Y el autor lo hace con una claridad que posiblemete incomode a no pocos , pero que también ilumina: “África no es pobre, ha sido empobrecida”. Esa frase, que parece simple, lo resume todo.
FUENTE:
F. Von Tramp, “Neocolonialismo en África”, publicado en Marxism-Leninism Today, 29 de septiembre de 2025.
Disponible en: https://mltoday.com/neocolonialism-in-africa
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