EL RESCATE DE TRUMP A MILEI: ¿RESCATE FINANCIERO O MANIOBRA ESTRATÉGICA?
¿Qué intereses hay tras los 40.000 millones prometidos por EE.UU. "si gana las elecciones"?
¿Es el millonario apoyo de Trump a Argentina un salvavidas para la economía del país sudamericano o una jugada geopolítica en el ajedrez global? ¿Qué papel juegan las grandes tecnológicas, el litio y las alianzas ideológicas en esta operación? El periodista Pablo Calvi desentraña los intereses que se ocultan tras el “rescate” de Javier Milei.
REDACCIÓN CANARIAS SEMANAL.ORG
En medio de una grave crisis económica en Argentina, el presidente estadounidense Donald Trump ha anunciado un paquete financiero que podría alcanzar los 40.000 millones de dólares para respaldar al gobierno de Javier Milei. Lejos de tratarse de un acto de generosidad, el periodista argentino Pablo Calvi ha sostenido en una entrevista concedida al digital estadounidense Democracy Now, que este rescate obedece a motivos políticos, estratégicos y económicos, y no beneficiarán ni a los argentinos ni a los estadounidenses comunes.
![[Img #87314]](https://canarias-semanal.org/upload/images/10_2025/4367_calvi.jpg)
Trump dejó claro que el rescate está condicionado al éxito electoral del partido de Milei en las legislativas. Esta injerencia directa en los asuntos internos argentinos generó preocupación incluso en los mercados, lo que llevó al secretario del Tesoro, Scott Bessent, a suavizar el discurso. Aun así, el mensaje fue explícito: la ayuda depende de la continuidad del actual gobierno.
Una herramienta para controlar la economía argentina
El dinero no será entregado a Argentina directamente. Permanecerá en las arcas del Tesoro de Estados Unidos y actuará como garantía en caso de crisis cambiaria.
Según manifestó Calvi, esta “ayuda” se limita a ser un reaseguro que busca calmar a los inversores más que beneficiar al pueblo argentino. Si la inflación no se controla o el peso argentino se devalúa, el mecanismo habrá fracasado.
Esto representa una forma de control financiero, donde el respaldo estadounidense busca proteger sus intereses económicos y mantener estabilidad en un país gobernado por un aliado estratégico.
Geopolítica: recuperar terreno en América Latina
Desde la perspectiva geopolítica, Trump busca reconstruir la presencia de Estados Unidos en una región que, tras el 11-S, fue relegada en favor del Medio Oriente. La consolidación de gobiernos progresistas, como el de Petro en Colombia, y la creciente influencia de China en América Latina, obligan a Washington a actuar con mayor pragmatismo.
Argentina aparece en este contexto como una ficha clave para reposicionar a Estados Unidos en el tablero regional. La estrategia se aleja del intervencionismo militar clásico y se acerca más al estilo chino: inversiones, préstamos y seducción económica.
Tecnología, litio y capitales: las verdaderas prioridades
Detrás del respaldo financiero, hay un fuerte interés por los recursos naturales y el potencial tecnológico de Argentina. Según Calvi, las corporaciones tecnológicas aliadas de Trump —como las de Elon Musk, Peter Thiel o los hermanos Ellison— tienen en la mira los recursos esenciales para la inteligencia artificial, las criptomonedas y los centros de datos: energía, agua y tierras ricas en minerales.
Ejemplo de ello es el anuncio del director de OpenAI, Sam Altman, sobre una inversión de 25.000 millones de dólares en un centro de inteligencia artificial en la Patagonia. El litio y otros minerales “raros” son clave en esta ecuación, en un contexto de bloqueo al acceso a los recursos ucranianos y disputa con China por el abastecimiento global.
Trump y Milei: populismos complementarios
La afinidad personal y política entre Trump y Milei es notoria. Aunque tienen diferencias —Trump es proteccionista y Milei apuesta por el libre mercado— comparten un discurso populista, provocador y formalmente "antielitista". Su cercanía quedó simbolizada en la CPAC, cuando Milei regaló a Musk una motosierra, ícono de sus políticas de recorte.
Para Calvi, Milei se alinea claramente con la visión de Trump, más que con otros líderes latinoamericanos como Petro o Maduro. Esta afinidad refuerza una alianza que trasciende lo económico y se inscribe en una cruzada ideológica global.
Rechazo interno y escepticismo popular
El respaldo de Trump a Milei no goza de apoyo en la sociedad argentina. Un 60% de la población ve con malos ojos la figura de Trump y desconfía de las intervenciones extranjeras, especialmente cuando se trata de préstamos o condicionamientos económicos. La experiencia con el FMI ha dejado huellas profundas, con políticas que han generado desempleo, ajuste y apertura indiscriminada de la economía.
Si el “rescate” no logra estabilizar la economía y frena la inflación, no habrá servido para nada, advierte Calvi. Mientras tanto, los sectores más poderosos, incluidos los inversores de firmas como BlackRock o Fidelity —amigos de Bessent—, esperan salir beneficiados.

REDACCIÓN CANARIAS SEMANAL.ORG
En medio de una grave crisis económica en Argentina, el presidente estadounidense Donald Trump ha anunciado un paquete financiero que podría alcanzar los 40.000 millones de dólares para respaldar al gobierno de Javier Milei. Lejos de tratarse de un acto de generosidad, el periodista argentino Pablo Calvi ha sostenido en una entrevista concedida al digital estadounidense Democracy Now, que este rescate obedece a motivos políticos, estratégicos y económicos, y no beneficiarán ni a los argentinos ni a los estadounidenses comunes.
Trump dejó claro que el rescate está condicionado al éxito electoral del partido de Milei en las legislativas. Esta injerencia directa en los asuntos internos argentinos generó preocupación incluso en los mercados, lo que llevó al secretario del Tesoro, Scott Bessent, a suavizar el discurso. Aun así, el mensaje fue explícito: la ayuda depende de la continuidad del actual gobierno.
Una herramienta para controlar la economía argentina
El dinero no será entregado a Argentina directamente. Permanecerá en las arcas del Tesoro de Estados Unidos y actuará como garantía en caso de crisis cambiaria.
Según manifestó Calvi, esta “ayuda” se limita a ser un reaseguro que busca calmar a los inversores más que beneficiar al pueblo argentino. Si la inflación no se controla o el peso argentino se devalúa, el mecanismo habrá fracasado.
Esto representa una forma de control financiero, donde el respaldo estadounidense busca proteger sus intereses económicos y mantener estabilidad en un país gobernado por un aliado estratégico.
Geopolítica: recuperar terreno en América Latina
Desde la perspectiva geopolítica, Trump busca reconstruir la presencia de Estados Unidos en una región que, tras el 11-S, fue relegada en favor del Medio Oriente. La consolidación de gobiernos progresistas, como el de Petro en Colombia, y la creciente influencia de China en América Latina, obligan a Washington a actuar con mayor pragmatismo.
Argentina aparece en este contexto como una ficha clave para reposicionar a Estados Unidos en el tablero regional. La estrategia se aleja del intervencionismo militar clásico y se acerca más al estilo chino: inversiones, préstamos y seducción económica.
Tecnología, litio y capitales: las verdaderas prioridades
Detrás del respaldo financiero, hay un fuerte interés por los recursos naturales y el potencial tecnológico de Argentina. Según Calvi, las corporaciones tecnológicas aliadas de Trump —como las de Elon Musk, Peter Thiel o los hermanos Ellison— tienen en la mira los recursos esenciales para la inteligencia artificial, las criptomonedas y los centros de datos: energía, agua y tierras ricas en minerales.
Ejemplo de ello es el anuncio del director de OpenAI, Sam Altman, sobre una inversión de 25.000 millones de dólares en un centro de inteligencia artificial en la Patagonia. El litio y otros minerales “raros” son clave en esta ecuación, en un contexto de bloqueo al acceso a los recursos ucranianos y disputa con China por el abastecimiento global.
Trump y Milei: populismos complementarios
La afinidad personal y política entre Trump y Milei es notoria. Aunque tienen diferencias —Trump es proteccionista y Milei apuesta por el libre mercado— comparten un discurso populista, provocador y formalmente "antielitista". Su cercanía quedó simbolizada en la CPAC, cuando Milei regaló a Musk una motosierra, ícono de sus políticas de recorte.
Para Calvi, Milei se alinea claramente con la visión de Trump, más que con otros líderes latinoamericanos como Petro o Maduro. Esta afinidad refuerza una alianza que trasciende lo económico y se inscribe en una cruzada ideológica global.
Rechazo interno y escepticismo popular
El respaldo de Trump a Milei no goza de apoyo en la sociedad argentina. Un 60% de la población ve con malos ojos la figura de Trump y desconfía de las intervenciones extranjeras, especialmente cuando se trata de préstamos o condicionamientos económicos. La experiencia con el FMI ha dejado huellas profundas, con políticas que han generado desempleo, ajuste y apertura indiscriminada de la economía.
Si el “rescate” no logra estabilizar la economía y frena la inflación, no habrá servido para nada, advierte Calvi. Mientras tanto, los sectores más poderosos, incluidos los inversores de firmas como BlackRock o Fidelity —amigos de Bessent—, esperan salir beneficiados.
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