LA EDUCACIÓN SUPERIOR A LA VENTA: LAS MATRÍCULAS EN UNIVERSIDADES PRIVADAS SE DISPARAN UN 713%
El auge de las universidades privadas reconfigura el mapa educativo en el archipiélago
El crecimiento explosivo de las matrículas en universidades privadas en Canarias refleja un cambio profundo en el modelo educativo regional. Mientras los centros públicos resisten con recursos menguantes, la lógica del mercado se instala en la educación superior, consolidando una estructura cada vez más desigual.
Por ERNESTO GUTIÉRREZ PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
El reciente informe del Instituto Canario de Estadística (ISTAC) destapa una tendencia preocupante en el sistema educativo de Canarias: el auge de la privatización en la educación superior. En un periodo de solo cinco años, las universidades privadas han visto un aumento alarmante del 713% en sus matrículas. Este fenómeno contrasta fuertemente con la realidad de las universidades públicas, que actualmente enfrentan serios desafíos financieros y operativos.
Los datos de 2023 muestran que 7.252 estudiantes eligieron centros privados, dominados por una mayoría femenina (4.950 chicas frente a 2.302 chicos). Este incremento refleja no solo un cambio en las preferencias estudiantiles sino también subraya una problemática mayor: la inclinación hacia la mercantilización de la educación superior.
El área de Ciencias Sociales y Jurídicas es la más afectada por este cambio, seguida de cerca por las Ciencias de la Salud. Mientras tanto, las disciplinas como Ingeniería, Arquitectura, Artes y Humanidades también experimentan este giro hacia lo privado.
Desde la apertura de la Universidad Europea de Canarias en 2014, el número de estudiantes en centros privados ha crecido de manera continua y significativa. Este incremento constante revela una tendencia alarmante: una preferencia creciente por la educación privada sobre la pública, lo que podría tener repercusiones a largo plazo en la igualdad de acceso y en la calidad de la educación superior en la región.
El Consejo Universitario de Canarias está considerando añadir un quinto centro privado, una decisión que ha generado preocupaciones legítimas entre las universidades públicas. Francisco García, rector de la Universidad de La Laguna, expresó su preocupación por la disminución de la "capacidad de acción" de las instituciones públicas en este nuevo escenario educativo.
Aunque las universidades públicas, como la ULL y la ULPGC, han mantenido números estables de matriculaciones, la competencia de los nuevos centros privados podría desestabilizar este equilibrio. Esta situación resalta una cuestión crítica: la creciente privatización y comercialización de la educación superior en Canarias, que amenaza con socavar los principios de igualdad y accesibilidad que definen a las instituciones públicas.
El informe de la exconsejera de Educación, Manuela de Armas, señala otra preocupación: la disparidad en los costos de los programas de máster entre universidades públicas y privadas. Esto no solo evidencia una desigualdad económica sino también pone en riesgo la integridad y el carácter inclusivo del sistema educativo superior.
La proliferación de universidades privadas en Canarias, con cuatro en funcionamiento y una más en proyecto, marca un punto de inflexión crítico. Este cambio de panorama invita a reflexionar sobre el futuro de la educación superior en la región y sobre el papel de las instituciones públicas frente a la creciente ola de privatización.
Por ERNESTO GUTIÉRREZ PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
El reciente informe del Instituto Canario de Estadística (ISTAC) destapa una tendencia preocupante en el sistema educativo de Canarias: el auge de la privatización en la educación superior. En un periodo de solo cinco años, las universidades privadas han visto un aumento alarmante del 713% en sus matrículas. Este fenómeno contrasta fuertemente con la realidad de las universidades públicas, que actualmente enfrentan serios desafíos financieros y operativos.
Los datos de 2023 muestran que 7.252 estudiantes eligieron centros privados, dominados por una mayoría femenina (4.950 chicas frente a 2.302 chicos). Este incremento refleja no solo un cambio en las preferencias estudiantiles sino también subraya una problemática mayor: la inclinación hacia la mercantilización de la educación superior.
El área de Ciencias Sociales y Jurídicas es la más afectada por este cambio, seguida de cerca por las Ciencias de la Salud. Mientras tanto, las disciplinas como Ingeniería, Arquitectura, Artes y Humanidades también experimentan este giro hacia lo privado.
Desde la apertura de la Universidad Europea de Canarias en 2014, el número de estudiantes en centros privados ha crecido de manera continua y significativa. Este incremento constante revela una tendencia alarmante: una preferencia creciente por la educación privada sobre la pública, lo que podría tener repercusiones a largo plazo en la igualdad de acceso y en la calidad de la educación superior en la región.
El Consejo Universitario de Canarias está considerando añadir un quinto centro privado, una decisión que ha generado preocupaciones legítimas entre las universidades públicas. Francisco García, rector de la Universidad de La Laguna, expresó su preocupación por la disminución de la "capacidad de acción" de las instituciones públicas en este nuevo escenario educativo.
Aunque las universidades públicas, como la ULL y la ULPGC, han mantenido números estables de matriculaciones, la competencia de los nuevos centros privados podría desestabilizar este equilibrio. Esta situación resalta una cuestión crítica: la creciente privatización y comercialización de la educación superior en Canarias, que amenaza con socavar los principios de igualdad y accesibilidad que definen a las instituciones públicas.
El informe de la exconsejera de Educación, Manuela de Armas, señala otra preocupación: la disparidad en los costos de los programas de máster entre universidades públicas y privadas. Esto no solo evidencia una desigualdad económica sino también pone en riesgo la integridad y el carácter inclusivo del sistema educativo superior.
La proliferación de universidades privadas en Canarias, con cuatro en funcionamiento y una más en proyecto, marca un punto de inflexión crítico. Este cambio de panorama invita a reflexionar sobre el futuro de la educación superior en la región y sobre el papel de las instituciones públicas frente a la creciente ola de privatización.






























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