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Martes, 05 de Agosto de 2025 Tiempo de lectura:

¿EL PARTIDO FEMINISTA DE ESPAÑA ES AHORA UN GRUPO FASCISTA?

RTVE reproduce un informe estadounidense que incluye al PFE entre las organizaciones de extrema derecha

Un informe elaborado por una ONG estadounidense, financiada por el multimillonario Pierre Omidyar, ha incluido al Partido Feminista de España entre los grupos de extrema derecha. La polémica estalló cuando el programa "Malas Lenguas" de RTVE, dirigido por el periodista Jesús Cintora, reprodujo sus conclusiones sin matices ni derecho de réplica. La organización feminista afectada ha denunciado lo ocurrido y reclama una rectificación.

Por EUGENIO FERNÁNDEZ PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-

 

   En fechas recientes, la organización estadounidense Global Project Against Hate and Extremism (GPAHE) publicaba un informe titulado Mapping the Far Right, en el que se señala la existencia de una red transnacional de grupos de extrema derecha en diversos países. En el caso de España, el documento incluye a partidos y movimientos como Democracia Nacional, Se Acabó La Fiesta, el Frente Obrero, Aliança Catalana o los neonazis de Núcleo Nacional. Sorprendentemente, junto a estos actores figura también el Partido Feminista de España (PFE), fundado y liderado por Lidia Falcón.

 

   Tanto el Partido Feminista como la Red de Mujeres por la Memoria y la Democracia (REMEM) han denunciado públicamente esta inclusión, considerándola una "difamación política". Lo que más ha agravado la situación -según estas organizaciones- ha sido la cobertura del informe ofrecida por el programa Malas Lenguas de RTVE, dirigido por el periodista Jesús Cintora.  Según el comunicado del PFE y la carta formal de REMEM dirigida a la Defensora del Espectador, la emisión se habría hecho "sin contextualizar la información, sin contrastar fuentes y sin ofrecerles el derecho de réplica".

 

 

LA DENUNCIA DEL PARTIDO FEMINISTA Y DE REMEM

 

   El Partido Feminista de España ha expresado su “más rotundo rechazo” a lo que considera "una campaña de difamación por parte del GPAHE", al haber sido incluido entre grupos neofascistas, xenófobos y confesionales ultraconservadores. En un comunicado emitido el 3 de agosto, el PFE calificó el informe como un "panfleto disfrazado de análisis", acusando a la organización estadounidense de actuar con una “arrogancia colonial” al etiquetar sin contexto a organizaciones extranjeras.

 

  El PFE argumenta que el motivo de su inclusión en esta lista no responde a ninguna afinidad con la extrema derecha, sino a "su postura crítica hacia ciertos dogmas contemporáneos relacionados con la identidad de género y los derechos LGTBIQ+". En concreto, denuncia haber sido señalado por "oponerse a la medicalización de menores, cuestionar la noción de que ser mujer sea un sentimiento, y denunciar el rol de las industrias farmacéuticas en los procesos de transición".

 

  A esta denuncia del Partido Feminista se ha sumado la Red de Mujeres por la Memoria y la Democracia (REMEM), que remitió una queja formal a RTVE por "difundir esta información sin ofrecer el contexto adecuado ni permitir el derecho de réplica". En su carta, REMEM subraya que "un medio público no debería asumir sin más las categorías ideológicas importadas por una organización extranjera, sin verificar el contenido ni su repercusión".

 

 

UN INFORME DESDE ALABAMA PARA RECLASIFICAR LA POLÍTICA ESPAÑOLA

 

   El Global Project Against Hate and Extremism (GPAHE), con sede en Montgomery, Alabama, es una ONG estadounidense fundada en 2020 por Heidi Beirich y Wendy Via. Ambas provienen del Southern Poverty Law Center, una institución centrada en documentar "grupos de odio en Estados Unidos". Desde su creación, GPAHE ha expandido su foco a escala global, elaborando informes sobre movimientos "considerados de extrema derecha en distintos países".

 

  El informe, publicado en julio de 2025, presenta un mapa de supuestos actores extremistas en España, agrupando tanto a formaciones históricas del fascismo español como a nuevos movimientos derechistas que se presentan como "obreristas", influencers digitales o colectivos contrarios a las llamadas políticas de género. En este último grupo ubica al Partido Feminista de España, argumentando que su “retórica anti‑LGTBIQ+” y sus campañas públicas "lo sitúan dentro del espectro del odio".

 

  Esta clasificación ha sido duramente criticada por su falta de contextualización y por la amplitud con que se aplican los criterios. A ojos de muchos observadores, la inclusión de un partido feminista fundado en la transición democrática junto a formaciones abiertamente neofranquistas desvirtúa el concepto de extrema derecha y desinforma al público sobre los verdaderos peligros que ésta representa.

 

 

CUANDO LOS MULTIMILLONARIOS DICTAMINAN QUIÉN ES DE EXTREMA DERECHA

 

  Una de las cuestiones más relevantes del caso es quién financia y legitima este tipo de informes. GPAHE opera como una organización sin ánimo de lucro en EE.UU., y su principal financiador es el Democracy Fund, una fundación creada por Pierre Omidyar, fundador de eBay, uno de los grandes "filántropos" tecnológicos del siglo XXI, y financiador habitual del Partido Demócrata. 

 

 

  Desde 2014, Omidyar ha destinado más de 500 millones de dólares a lo que califican como "iniciativas en defensa de la democracia, los derechos humanos y el periodismo independiente". A través de fundaciones como Omidyar Network, Democracy Fund o Luminate, financia redes enteras de medios, ONG e investigaciones sobre el extremismo. GPAHE ha sido uno de los beneficiarios destacados de esta financiación.

 

 

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A la izquierda, el multimillonario Pierre Omidyar, fundador de eBay, y financista de la organización autora del polémico informe. A la derecha, Richard Branson, otro "filántropo" multimillonario que financió el concierto intervencionista contra Venezuela celebrado en Colombia en 2019

 

 

  La cuestión que se plantea es hasta qué punto puede resultar legítimo que una fundación de origen privado, dirigida por un multimillonario estadounidense, decida quién entra y quién no en la categoría de “peligro democrático” en otros países como España.

 

  Analistas políticos advierten que en un país como los Estados Unidos, con una amplísima historia de injerencias en otras naciones, a través de todo tipo de fundaciones e iniciativas en "defensa de la democracia",  lo  que se presenta como una "lucha contra el odio" puede convertirse fácilmente en una herramienta para moldear el discurso político global de acuerdo a los intereses de las grandes corporaciones norteamericanas. 

 

RTVE RESPONDE, PERO NO ACLARA

 

  La polémica llegó a RTVE tras la emisión del programa Malas Lenguas, donde se difundió parte del contenido del informe de GPAHE. Según los comunicados del Partido Feminista y de REMEM, la televisión pública habría reproducido sin matices las conclusiones del informe y sin invitar al PFE a ofrecer su versión de los hechos.

 

   En respuesta, RTVE declaró este 4 de agosto, a través de la agencia Servimedia, que el programa no mencionó expresamente al Partido Feminista ni a su presidenta, Lidia Falcón. Esta aclaración, sin embargo, ha sido considerada insuficiente por las organizaciones feministas implicadas, que insisten en que el tratamiento informativo fue parcial y contribuye a la desinformación sobre el panorama político español.

 
 
 
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  • Chorche

    Chorche | Martes, 05 de Agosto de 2025 a las 17:53:54 horas

    la organización estadounidense Global Project Against Hate and Extremism (GPAHE) ha sufrido un lapsus sin duda.
    Donde quería decir la iglesia católica ha puesto el partido feminista, sin duda.
    Véase si no:
    "Lavar los pies pero no las conciencias", (por Marc Cabanilles, Associació Valenciana d’Ateisme i Lliurepensamen).
    Siempre me pregunté porque la Iglesia publicita tanto el lavado de pies, pero no tiene ningún interés en el lavado de las conciencias.
    Desde siglos, la Iglesia Católica está en deuda con reyes, aristócratas y terratenientes por su apoyo en lograr la supremacía a base de exclusivos privilegios y generosas donaciones, tanto en tierras como edificios y rentas. Esa presencia religiosa que impregnaba todos los ámbitos de la sociedad, haciendo caso omiso a las enormes desigualdades sociales, generó una actitud radicalmente anticlerical, crítica y hostil del movimiento obrero como rechazo ante un excesivo poder eclesiástico.
    El catolicismo español, fiel a su historia y rechazando analizar las causas de ese anticlericalismo, no sólo apoyó el golpe de estado de 1936 y la posterior represión, sino que también pactaron. En 1953 firmó un Concordato con la dictadura franquista que le consolidaba privilegios, garantizaba financiación y concedía control sobre las conciencias. Se convirtió en el ministerio de la moral del régimen con censuras de todo tipo (libros, películas, bailes, currículo escolar, actividad en días festivos,…), con una amplia red de espionaje (confesionarios) para recoger el estado anímico, político y social de la población.
    La jerarquía católica, esa cúpula endogámica, rica y ultraconservadora, sigue sin romper con el franquismo sociológico. Nunca pidieron perdón por su papel durante la dictadura. Ni lo hicieron al llegar la "democracia", ni lo han hecho tras la exhumación de Franco...
    no se escucha ni una palabra sobre miles de cuerpos que yacen en cunetas, ni un gesto con los familiares, ni una condena al odio que alimentan desde los púlpitos hacia homosexuales, ni cuando cargan contra mujeres que deciden abortar, o contra la ley de eutanasia.
    De nada sirve darse golpes en el pecho si la Iglesia española superó los 1.000 casos de abusos sexuales reconocidos oficialmente por el Defensor del Pueblo. La cifra es parcial, simbólica. Es, como siempre, la punta del iceberg.
    De nada sirve disponer de poderosos medios de comunicación (COPE, 13TV, Radio María), cuando para unos temas la norma es el silencio (abusos sexuales, inmatriculación de bienes, bebés robados) y para otros temas, el ataque (homosexualidad, divorcio, aborto, eutanasia).
    De nada sirve predicar pobreza, mientras se acumulan más de 34.000 propiedades inmatriculadas desde 1998 gracias a una ley del PP, mientras reciben cada año más de 300 millones vía IRPF o los 11.000 millones de asignación, mientras controlan 2.402 centros educativos concertados y cientos de residencias, hospitales, centros sociales, casas y garajes para alquilar. Todo ello, sin rendir cuentas. ¿Qué otra organización podría permitirse este grado de impunidad?.
    De nada sirve predicar amor, cuando no se es neutral, sino un actor político con intereses particulares, con alianzas repugnantes (Vox, Hazte Oír, Fundación Franco), con una cruz que muchas veces no es símbolo de paz, sino de orden. De ese orden que niega derechos (divorcio, matrimonio igualitario, aborto, eutanasia), pero que vigila, reprime, humilla, encarcela o estigmatiza a quienes no encajan en su modelo.
    La Iglesia lava pies, pero no conciencias. Lava pies, pero no cesa en el encubrimiento. Lava pies, pero no devuelve los bienes expoliados. Lava pies, pero sigue bendiciendo misas por Franco. Lava pies, pero obstaculiza derechos y estigmatiza colectivos.
    ¿Dónde está el mea culpa? ¿Dónde la reparación?
    No hay ostia que consagre tanta mentira, ni agua bendita que pueda limpiar tanta mezquindad.
    **** s: **** **** levante-emv **** /opinion/2025/07/21/lavar-pies-conciencias-119910690.html
    Ha sido un lapsus de la GPAHE, sin duda.

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  • Maribel Santana

    Maribel Santana | Martes, 05 de Agosto de 2025 a las 14:04:40 horas

    Vaya hombre por Dios, tenia que ser los globalistas capitalistas que apoyan el proyecto LGTBI...los que decidan lo que es extrema derecha o de otro extremo.
    Los capitalistas apoyan los proyectos que les son rentables y sacan grandes tajadas, vengan de donde vengas y tengan las intenciones que tengan. Toda persona o colectivo que haga o tenga una capacidad de análisis sobre otros colectivos como lo es LGTBI..ya son tachados de malos.
    Al igual que nuestro gobierno progre que a pesar de meternos en una guerra y unos presupuestos para lo mismo, de pasarse los derechos de las personas que están en las cárceles, y en fin para no aburrir con lo que estamos viendo y gozando, tinen la cara tan dura y no se corta un pelito de llamar a todo lo que está en contra de esta barbarie , derecha o extrema derecha. Así se las gasta los capitalistas. Tienes que tragar con lo que te parece un fenómeno anormal o extraño ( respetando y sin estar en contra de las personas y sus inclinaciones), porque las leyes del capital y su ganancia así lo determina.

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  • Gloria

    Gloria | Martes, 05 de Agosto de 2025 a las 12:42:01 horas

    RTVE, con nuestros impuestos, es la sirvienta de todo lo que llega del yanqui. Teniendo en cuenta que allá se considera "izquierda" al Partido Demócrata, se puede explicar la desorientación ideológica que no admite que la crítica a lo "woke" no sólo provenga de la "extrema derecha" sino también, por otros motivos, de ámbitos izquierdistas como el PFE, entre otros. .

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