
BBVA, SANTANDER Y CAIXABANK: LA BANCA ESPAÑOLA ALIMENTA LA INDUSTRIA DE LA GUERRA
"La banca pública y los fondos estatal también participan en el negocio de le guerra"
BBVA, Santander y Caixabank encabezan la lista de entidades españolas que están financiando masivamente la expansión de la industria militar europea. Según los últimos análisis, cerca de 10.000 millones de dólares han sido canalizados por bancos españoles hacia fabricantes de armas, consolidando un lucrativo negocio que se beneficia del rearme del continente. La complicidad entre la banca y la industria de defensa pone en evidencia cómo los beneficios económicos de unos pocos se anteponen a la paz y la estabilidad de millones.
Por EUGENIO FERNÁNDEZ PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
Mientras las tensiones bélicas en Europa se intensifican y la industria armamentística celebra ganancias sin precedentes, un poderos sector económico resuena con especial protagonismo: la banca española. Entidades como BBVA, Banco Santander y Caixabank se encuentran en el centro de una maquinaria financiera que ha canalizado miles de millones de dólares hacia la industria de las armas, consolidándose como socios estratégicos de un rearme que no deja de acelerar.
El dato es elocuente: casi 10.000 millones de dólares provenientes de bancos españoles se han destinado recientemente a financiar a empresas del sector defensa europeo, que hoy gozan de cotizaciones disparadas y beneficios récord. No se trata de operaciones marginales ni de decisiones aisladas, sino de un patrón sistemático que evidencia cómo los bancos españoles han decidido atar su suerte al crecimiento del negocio armamentístico.
EL TRÍO DE CABEZA: BBVA, SANTANDER Y CAIXABANK
Los dos grandes bancos privados del país, BBVA y Banco Santander, lideran con comodidad este particular ranking de la llamada "banca armada". En ellos, la financiación de proyectos militares se integra plenamente en su modelo de negocio, generando dividendos millonarios a costa de alimentar un complejo militar-industrial que ve crecer sus pedidos al calor del rearme europeo.
Caixabank, por su parte, se suma al pelotón de cabeza, consolidando un trío financiero que ha apostado fuerte por respaldar económicamente a fabricantes de armas como Indra o Airbus, así como a gigantes internacionales del sector como Rheinmetall o Leonardo.
Otros bancos españoles de menor tamaño, como Kutxabank, Banco Sabadell, Ibercaja o Unicaja, participan también en esta lucrativa actividad económica. Todos ellos configuran una red de apoyo financiero que sostiene la expansión del negocio bélico.
BANCOS PÚBLICOS Y FONDOS ESTATALES: LA COMPLICIDAD INSTITUCIONAL
El mapa no estaría completo sin la mención expresa a la participación de la banca pública y de fondos estatales en este circuito financiero. La SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) ocupa asientos destacados en los consejos de administración de las principales empresas españolas del sector defensa, asegurando que el Estado también obtenga su porción de los beneficios derivados de la militarización europea.
Igualmente, el Banco Europeo de Inversiones (BEI), del que España es socio clave, ha comenzado a abrir líneas de financiación para la industria de defensa europea, alimentando aún más un ciclo económico que convierte la carrera armamentista en una oportunidad de negocio rentable.
EL VÍNCULO ENTRE LAS ARMAS Y LA BANCA: UNA RELACIÓN DE DEPENDENCIA
La industria de defensa no podría sostener su ritmo de producción ni su expansión sin el apoyo financiero de los bancos. Cada proyecto de fabricación de armamento, cada nuevo contrato de suministro a gobiernos europeos, requiere enormes cantidades de capital adelantado, garantías financieras y líneas de crédito que estas entidades están dispuestas a ofrecer.
Este vínculo estrecho convierte a la banca española no solo en cómplice, sino en motor activo de la proliferación de armamento en Europa. Los beneficios no tardan en reflejarse en las cuentas de resultados: solo en el periodo más reciente, la banca involucrada ha registrado cifras de ganancias que superan los 181.000 millones de euros.
ACTIVISTAS PLANTAN CARA A LOS BANCOS
Las protestas contra este negocio de la guerra se han hecho esperar. Activistas de la campaña Banca Armada han irrumpido en las juntas de accionistas de BBVA, Banco Sabadell, Santander y Caixabank, denunciando la implicación de estas entidades en la financiación de la industria militar.
Desde estos colectivos se alerta de la responsabilidad directa que asumen estas entidades al sostener financieramente un negocio que perpetúa conflictos y alimenta la carrera armamentista, en un momento particularmente peligroso en el que la Unión Europea parece decidida a salir al rescate de las principales burguesías del continente, en una lucha global por el control de recursos y territorios en la que no deja de perder posiciones estratégicas frente competidores tan poderosos como los Estados Unidos o China.
Por EUGENIO FERNÁNDEZ PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
Mientras las tensiones bélicas en Europa se intensifican y la industria armamentística celebra ganancias sin precedentes, un poderos sector económico resuena con especial protagonismo: la banca española. Entidades como BBVA, Banco Santander y Caixabank se encuentran en el centro de una maquinaria financiera que ha canalizado miles de millones de dólares hacia la industria de las armas, consolidándose como socios estratégicos de un rearme que no deja de acelerar.
El dato es elocuente: casi 10.000 millones de dólares provenientes de bancos españoles se han destinado recientemente a financiar a empresas del sector defensa europeo, que hoy gozan de cotizaciones disparadas y beneficios récord. No se trata de operaciones marginales ni de decisiones aisladas, sino de un patrón sistemático que evidencia cómo los bancos españoles han decidido atar su suerte al crecimiento del negocio armamentístico.
EL TRÍO DE CABEZA: BBVA, SANTANDER Y CAIXABANK
Los dos grandes bancos privados del país, BBVA y Banco Santander, lideran con comodidad este particular ranking de la llamada "banca armada". En ellos, la financiación de proyectos militares se integra plenamente en su modelo de negocio, generando dividendos millonarios a costa de alimentar un complejo militar-industrial que ve crecer sus pedidos al calor del rearme europeo.
Caixabank, por su parte, se suma al pelotón de cabeza, consolidando un trío financiero que ha apostado fuerte por respaldar económicamente a fabricantes de armas como Indra o Airbus, así como a gigantes internacionales del sector como Rheinmetall o Leonardo.
Otros bancos españoles de menor tamaño, como Kutxabank, Banco Sabadell, Ibercaja o Unicaja, participan también en esta lucrativa actividad económica. Todos ellos configuran una red de apoyo financiero que sostiene la expansión del negocio bélico.
BANCOS PÚBLICOS Y FONDOS ESTATALES: LA COMPLICIDAD INSTITUCIONAL
El mapa no estaría completo sin la mención expresa a la participación de la banca pública y de fondos estatales en este circuito financiero. La SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) ocupa asientos destacados en los consejos de administración de las principales empresas españolas del sector defensa, asegurando que el Estado también obtenga su porción de los beneficios derivados de la militarización europea.
Igualmente, el Banco Europeo de Inversiones (BEI), del que España es socio clave, ha comenzado a abrir líneas de financiación para la industria de defensa europea, alimentando aún más un ciclo económico que convierte la carrera armamentista en una oportunidad de negocio rentable.
EL VÍNCULO ENTRE LAS ARMAS Y LA BANCA: UNA RELACIÓN DE DEPENDENCIA
La industria de defensa no podría sostener su ritmo de producción ni su expansión sin el apoyo financiero de los bancos. Cada proyecto de fabricación de armamento, cada nuevo contrato de suministro a gobiernos europeos, requiere enormes cantidades de capital adelantado, garantías financieras y líneas de crédito que estas entidades están dispuestas a ofrecer.
Este vínculo estrecho convierte a la banca española no solo en cómplice, sino en motor activo de la proliferación de armamento en Europa. Los beneficios no tardan en reflejarse en las cuentas de resultados: solo en el periodo más reciente, la banca involucrada ha registrado cifras de ganancias que superan los 181.000 millones de euros.
ACTIVISTAS PLANTAN CARA A LOS BANCOS
Las protestas contra este negocio de la guerra se han hecho esperar. Activistas de la campaña Banca Armada han irrumpido en las juntas de accionistas de BBVA, Banco Sabadell, Santander y Caixabank, denunciando la implicación de estas entidades en la financiación de la industria militar.
Desde estos colectivos se alerta de la responsabilidad directa que asumen estas entidades al sostener financieramente un negocio que perpetúa conflictos y alimenta la carrera armamentista, en un momento particularmente peligroso en el que la Unión Europea parece decidida a salir al rescate de las principales burguesías del continente, en una lucha global por el control de recursos y territorios en la que no deja de perder posiciones estratégicas frente competidores tan poderosos como los Estados Unidos o China.
Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.98