PLATANEROS CANARIOS EN PIE DE GUERRA: “NO PODEMOS SEGUIR VENDIENDO POR DEBAJO DEL COSTE”
Los pequeños agricultores denuncian una "situación límite"
Aunque las cifras de exportación del plátano canario parecen positivas, los pequeños agricultores denuncian una situación límite. La Plataforma por un Precio Justo del Plátano exige cambios estructurales urgentes para salvar un sector clave para la economía e identidad del Archipiélago.
Por EUGENIO FERNÁNDEZ PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
Mediante un nuevo comunicado remitido a la redacción de Canarias-semanal, la Plataforma por un Precio Justo del Plátano de Canarias ha vuelto a lanzar un grito de alarma sobre la situación insostenible que atraviesa el sector platanero en el Archipiélago. En esta ocasión, la advertencia se centra en lo que han calificado como una "mejoría engañosa" en la comercialización de 2024, una "ilusión estadística que no se ha traducido - dicen- en beneficios reales para los pequeños y medianos agricultores, que siguen al borde del colapso económico".
A pesar de que ASPROCAN - la Asociación de Organizaciones de Productores de Plátanos de Canarias - ha publicitado un incremento del 25% en el valor de las exportaciones, alcanzando casi 400 millones de euros, la Plataforma denuncia que ese crecimiento es “puramente contable” y no refleja la realidad en el campo.
“Los precios en origen siguen sin cubrir los costes de producción, que han subido más de un 30% en los últimos dos años”, advierten.
LOS AGRICULTORES, DE ESPALDAS A LOS BENEFICIOS
Según explican desde la Plataforma, buena parte de los agricultores se han visto obligados a endeudarse para mantener sus cultivos.
“La rentabilidad ha sido inexistente durante meses. No se puede vivir de las estadísticas, se vive de la tierra, y esta ya no da”, señalan.
La estructura del sector, profundamente marcada por relaciones de poder desiguales, expone de forma clara las dinámicas de clase: los grandes comercializadores e intermediarios siguen extrayendo valor, mientras los productores apenas sobreviven.
Como explicaba un agricultor en declaraciones a Planeta Canario,
“los agricultores, en un verdadero acto de fe, entregan sus producciones sin saber a qué precio se les pagará, sin transparencia, sin garantías”.
EL FRACASO DE LA PICA Y LA BANANA IMPORTADA
Una de las estrategias históricas para intentar contener los precios ha sido la “pica”, es decir, la destrucción de parte de la producción para limitar la oferta. En 2023 se eliminaron 26,5 millones de kilos de plátano. En 2024 la cifra fue similar. Los agricultores ya no confían en esta medida.
“No se puede seguir tirando fruta mientras la gente no llega a fin de mes”, denuncia otro testimonio recogido por el digital tinerfeño La Casa de mi Tía.
“Se han tirado millones de kilos, mientras ASPROCAN y los intermediarios han seguido generando beneficios”.
A ello se suma la competencia de la banana importada desde América Latina y África, mucho más barata. La liberalización del mercado y la falta de barreras eficaces hacen que el plátano canario esté perdiendo su lugar en los lineales de los supermercados. “El consumidor está empezando a ver el plátano canario como un producto de lujo, cuando debería ser el producto local asequible”, indican desde la Plataforma.
Un elemento clave en el malestar del sector es la exclusión del plátano canario de la Ley de Cadena Alimentaria, que impide la venta de productos por debajo del coste de producción. Esta exclusión ha sido calificada por la Plataforma como una “decisión nefasta” que condena a los pequeños agricultores a competir en desigualdad.
“Es inconcebible que estemos fuera de una ley que protege a otros cultivos. ¿Por qué se permite que vendamos por debajo del coste, mientras el precio en el supermercado no baja?”, se preguntan.
La Plataforma ha manifestado, igualmente, su desconfianza hacia la Consejería de Agricultura del Gobierno de Canarias. La destitución de un alto cargo en medio de la negociación de un decreto para repartir de forma más justa las ayudas del POSEI ha despertado sospechas.
“¿Quién manda aquí? ¿El Gobierno o los grandes propietarios?”, cuestionan.
Desde la organización Amig@s del Plátano se insiste en que ASPROCAN ha actuado durante años sin consultar a la base del sector.
“Ignoran nuestra necesidad de contratos estables y precios adecuados. Exigimos un cambio total en la gestión”, denuncian.
“Solo desde una posición firme y cohesionada podremos negociar con comercializadores comprometidos y cambiar el rumbo”, afirman.
La Plataforma reclaman medidas concretas, como una nueva estrategia de comercialización que garantice precios justos y sostenibles.
Además, advierten que la pérdida del cultivo del plátano tendría consecuencias culturales y sociales graves para Canarias.
“Es más que un cultivo. Es una forma de vida y parte de nuestra identidad. Si no se protege, desaparecerá”, concluyen.
Por EUGENIO FERNÁNDEZ PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
Mediante un nuevo comunicado remitido a la redacción de Canarias-semanal, la Plataforma por un Precio Justo del Plátano de Canarias ha vuelto a lanzar un grito de alarma sobre la situación insostenible que atraviesa el sector platanero en el Archipiélago. En esta ocasión, la advertencia se centra en lo que han calificado como una "mejoría engañosa" en la comercialización de 2024, una "ilusión estadística que no se ha traducido - dicen- en beneficios reales para los pequeños y medianos agricultores, que siguen al borde del colapso económico".
A pesar de que ASPROCAN - la Asociación de Organizaciones de Productores de Plátanos de Canarias - ha publicitado un incremento del 25% en el valor de las exportaciones, alcanzando casi 400 millones de euros, la Plataforma denuncia que ese crecimiento es “puramente contable” y no refleja la realidad en el campo.
“Los precios en origen siguen sin cubrir los costes de producción, que han subido más de un 30% en los últimos dos años”, advierten.
LOS AGRICULTORES, DE ESPALDAS A LOS BENEFICIOS
Según explican desde la Plataforma, buena parte de los agricultores se han visto obligados a endeudarse para mantener sus cultivos.
“La rentabilidad ha sido inexistente durante meses. No se puede vivir de las estadísticas, se vive de la tierra, y esta ya no da”, señalan.
La estructura del sector, profundamente marcada por relaciones de poder desiguales, expone de forma clara las dinámicas de clase: los grandes comercializadores e intermediarios siguen extrayendo valor, mientras los productores apenas sobreviven.
Como explicaba un agricultor en declaraciones a Planeta Canario,
“los agricultores, en un verdadero acto de fe, entregan sus producciones sin saber a qué precio se les pagará, sin transparencia, sin garantías”.
EL FRACASO DE LA PICA Y LA BANANA IMPORTADA
Una de las estrategias históricas para intentar contener los precios ha sido la “pica”, es decir, la destrucción de parte de la producción para limitar la oferta. En 2023 se eliminaron 26,5 millones de kilos de plátano. En 2024 la cifra fue similar. Los agricultores ya no confían en esta medida.
“No se puede seguir tirando fruta mientras la gente no llega a fin de mes”, denuncia otro testimonio recogido por el digital tinerfeño La Casa de mi Tía.
“Se han tirado millones de kilos, mientras ASPROCAN y los intermediarios han seguido generando beneficios”.
A ello se suma la competencia de la banana importada desde América Latina y África, mucho más barata. La liberalización del mercado y la falta de barreras eficaces hacen que el plátano canario esté perdiendo su lugar en los lineales de los supermercados. “El consumidor está empezando a ver el plátano canario como un producto de lujo, cuando debería ser el producto local asequible”, indican desde la Plataforma.
Un elemento clave en el malestar del sector es la exclusión del plátano canario de la Ley de Cadena Alimentaria, que impide la venta de productos por debajo del coste de producción. Esta exclusión ha sido calificada por la Plataforma como una “decisión nefasta” que condena a los pequeños agricultores a competir en desigualdad.
“Es inconcebible que estemos fuera de una ley que protege a otros cultivos. ¿Por qué se permite que vendamos por debajo del coste, mientras el precio en el supermercado no baja?”, se preguntan.
La Plataforma ha manifestado, igualmente, su desconfianza hacia la Consejería de Agricultura del Gobierno de Canarias. La destitución de un alto cargo en medio de la negociación de un decreto para repartir de forma más justa las ayudas del POSEI ha despertado sospechas.
“¿Quién manda aquí? ¿El Gobierno o los grandes propietarios?”, cuestionan.
Desde la organización Amig@s del Plátano se insiste en que ASPROCAN ha actuado durante años sin consultar a la base del sector.
“Ignoran nuestra necesidad de contratos estables y precios adecuados. Exigimos un cambio total en la gestión”, denuncian.
“Solo desde una posición firme y cohesionada podremos negociar con comercializadores comprometidos y cambiar el rumbo”, afirman.
La Plataforma reclaman medidas concretas, como una nueva estrategia de comercialización que garantice precios justos y sostenibles.
Además, advierten que la pérdida del cultivo del plátano tendría consecuencias culturales y sociales graves para Canarias.
“Es más que un cultivo. Es una forma de vida y parte de nuestra identidad. Si no se protege, desaparecerá”, concluyen.





























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