
MICHAEL ROBERTS: CERCA DE MEDIO MILLÓN DE UCRANIANOS HAN MUERTO EN LA GUERRA
Rusia y Ucrania en guerra: dos economías en transformación, dos futuros inciertos
A tres años del inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania, el impacto humano y económico ha sido devastador. Ucrania enfrenta un colapso social y económico, dependiendo completamente del financiamiento occidental, mientras que Rusia ha mantenido el crecimiento gracias a su economía de guerra. Sin embargo, ambos países enfrentan desafíos estructurales graves que marcarán su futuro.
REDACCIÓN CANARIAS SEMANAL.ORG
Michael Roberts es un conocido economista marxista británico especializado en el análisis del capitalismo y sus crisis. Ha trabajado durante más de 40 años como economista en el sector financiero, lo que le ha permitido estudiar de cerca las dinámicas del capital. Es autor de varios libros, entre ellos The Long Depression y Marx 200, donde analiza la economía global desde una perspectiva marxista. En su blog, Roberts publica análisis económicos detallados sobre crisis financieras, desigualdad y la dinámica del imperialismo.
En un artículo publicado recientemente en el mismo, bajo el título de "La guerra entre Rusia y Ucrania: tres años después", el economista mantiene que la guerra entre Rusia y Ucrania ha causado auténticos estragos en ambos países, pero de formas muy diferentes.
Mientras Ucrania ha sufrido un colapso humano y económico sin precedentes en su historia, Rusia ha visto fortalecida su economía gracias al aumento del gasto militar, aunque con problemas estructurales a largo plazo. A continuación, analizamos los principales impactos de este conflicto, según el economista Michael Roberts.
EL DESASTRE HUMANO Y ECONÓMICO EN UCRANIA
- Pérdidas humanas y desplazamiento de la población
En tres años de guerra, Ucrania ha perdido cerca de medio millón soldados y 46.000 civiles. A esto se suman millones de desplazados internos y refugiados en el extranjero. El saldo demográfico es catastrófico: en 2024, tres veces más personas murieron en Ucrania de las que nacieron.
Las consecuencias psicológicas y sociales, asegura Michael Roberts, son devastadoras. Estudios indican que la guerra en los primeros años de vida puede afectar la salud mental hasta la vejez. Además, la educación se ha visto gravemente afectada, lo que generará una fuerza laboral menos capacitada en el futuro.
- Colapso económico y dependencia de Occidente
El PIB de Ucrania ha caído un 25%, empobreciendo aún más a la población. A pesar de una ligera recuperación en algunos sectores como la agricultura, la producción industrial sigue muy por debajo de los niveles previos a la guerra.
El país depende completamente del financiamiento occidental para sostener su economía y su esfuerzo bélico. La Unión Europea cubre las necesidades civiles, mientras que EE.UU. financia el ejército. Sin embargo, la mayor parte de estos fondos son préstamos, no ayuda directa, lo que compromete el futuro del país.
Para reconstruirse después de la guerra, Ucrania necesitaría 486.000 millones de dólares, una cantidad que triplica su PIB actual. Si la guerra sigue, los costos aumentarán aún más.
- Privatización y entrega de recursos a capital extranjero
El Estado ucraniano está vendiendo sus activos estratégicos a empresas occidentales. El 28% de las tierras cultivables ya está en manos de oligarcas ucranianos y corporaciones extranjeras. Grandes compañías como Nestlé y Bayer están invirtiendo en el país, aprovechando las oportunidades de negocio creadas por la guerra.
El gobierno ucraniano está implementando reformas ultraliberales, como la privatización masiva de empresas estatales, la desregulación laboral y la reducción de impuestos corporativos. Esto convertirá a Ucrania en una suerte de "zona económica especial" donde el capital occidental tendrá amplias facilidades, mientras que la población trabajadora enfrentará condiciones precarias.
RUSIA: UNA ECONOMÍA DE GUERRA EN CRECIMIENTO
- Resistencia a las sanciones y expansión del comercio
A pesar de las sanciones de Occidente, Rusia ha mantenido un crecimiento económico del 3,6% en 2023 y más del 3% en 2024. Su estrategia ha sido fortalecer el comercio con China, que se ha convertido en su principal comprador de petróleo. También ha usado flotas de petroleros paralelos para vender crudo en mercados alternativos.
El comercio entre Rusia y China ha crecido un 64% desde 2021, alcanzando los 240.000 millones de dólares en 2023. China ahora suministra a Rusia productos esenciales, como automóviles y tecnología, reemplazando las importaciones occidentales.
"Rusia ha resistido las sanciones, pero su crecimiento a largo plazo sigue limitado por su dependencia de los recursos naturales."
- Escasez de mano de obra y aumento de salarios
Al igual que Ucrania, Rusia enfrenta una grave escasez de trabajadores. Muchas personas han emigrado y cientos de miles han sido reclutadas por el ejército. Sin embargo, esto ha generado mayor estabilidad laboral y aumentos salariales.
Los salarios han crecido a tasas de dos dígitos, beneficiando especialmente a los trabajadores de menores ingresos. Al mismo tiempo, el Estado ha incrementado el gasto social en pensiones, subsidios y apoyo a familias de militares.
- Inflación y problemas estructurales
La guerra ha provocado un fuerte aumento de la inflación, lo que obligó al Banco Central de Rusia a elevar las tasas de interés al 20%. El rublo se ha devaluado significativamente.
Rusia ha nacionalizado muchas empresas occidentales que abandonaron el país, pero su economía sigue dependiendo de la exportación de recursos naturales, en lugar de desarrollar industrias tecnológicas propias. A largo plazo, esta falta de diversificación limitará su crecimiento.
"El PIB de Ucrania ha caído un 25% y depende completamente del financiamiento occidental para sobrevivir."
¿QUÉ PASARÁ DESPUÉS DE LA GUERRA?
- Ucrania: reconstrucción en manos del capital extranjero
Si la guerra terminara hoy, la economía ucraniana seguiría un 15% por debajo de su nivel previo al conflicto. Sin embargo, la reconstrucción estará dominada por inversiones extranjeras y la privatización de los recursos del país.
EE.UU. ya exige que Ucrania entregue el 50% de sus reservas de tierras raras (minerales estratégicos para la tecnología) como compensación por la ayuda militar recibida. Empresas británicas y europeas también están listas para beneficiarse de la reconstrucción.
- Rusia: posibles dificultades tras la guerra
Si bien la economía de guerra ha mantenido a Rusia en crecimiento, cuando el conflicto termine podría enfrentar una crisis de producción y empleo. Su modelo económico sigue basado en la extracción de recursos, con poca inversión en tecnología e innovación.
Los expertos prevén que, después de la guerra, el crecimiento del PIB ruso se reducirá a un 1,5% anual debido a problemas estructurales como el envejecimiento de la población y la baja productividad.
"Europa está aumentando su gasto militar a costa de recortes en pensiones, salud y servicios públicos."
EL IMPACTO GLOBAL: EUROPA Y EL AUMENTO DEL GASTO MILITAR
La guerra no solo ha afectado a Ucrania y Rusia, sino también a Europa. La pérdida de energía barata rusa ha disparado los costos de producción, debilitando la economía europea.
Sin embargo, los gobiernos europeos están comprometidos con continuar la guerra. Están aumentando su gasto en defensa y podrían recortar pensiones, salud y servicios sociales para financiarlo.
Esto podría tener consecuencias graves para la economía del continente, desviando recursos que podrían usarse en inversiones tecnológicas y bienestar social hacia una industria militar improductiva.
La guerra entre Rusia y Ucrania, en definitiva, ha devastado a Ucrania y ha obligado a Rusia a adaptarse a una economía de guerra. Ucrania se enfrenta a una reconstrucción dominada por el capital occidental, mientras que Rusia, aunque ha resistido económicamente, podría enfrentar problemas estructurales en el futuro.
A nivel global, el conflicto ha llevado a un aumento del gasto militar en Europa, con implicaciones negativas para la economía y el bienestar social.
A tres años del inicio del conflicto, la incertidumbre sigue siendo el factor dominante en la región y en la economía de todo el mundo.
REDACCIÓN CANARIAS SEMANAL.ORG
Michael Roberts es un conocido economista marxista británico especializado en el análisis del capitalismo y sus crisis. Ha trabajado durante más de 40 años como economista en el sector financiero, lo que le ha permitido estudiar de cerca las dinámicas del capital. Es autor de varios libros, entre ellos The Long Depression y Marx 200, donde analiza la economía global desde una perspectiva marxista. En su blog, Roberts publica análisis económicos detallados sobre crisis financieras, desigualdad y la dinámica del imperialismo.
En un artículo publicado recientemente en el mismo, bajo el título de "La guerra entre Rusia y Ucrania: tres años después", el economista mantiene que la guerra entre Rusia y Ucrania ha causado auténticos estragos en ambos países, pero de formas muy diferentes.
Mientras Ucrania ha sufrido un colapso humano y económico sin precedentes en su historia, Rusia ha visto fortalecida su economía gracias al aumento del gasto militar, aunque con problemas estructurales a largo plazo. A continuación, analizamos los principales impactos de este conflicto, según el economista Michael Roberts.
EL DESASTRE HUMANO Y ECONÓMICO EN UCRANIA
- Pérdidas humanas y desplazamiento de la población
En tres años de guerra, Ucrania ha perdido cerca de medio millón soldados y 46.000 civiles. A esto se suman millones de desplazados internos y refugiados en el extranjero. El saldo demográfico es catastrófico: en 2024, tres veces más personas murieron en Ucrania de las que nacieron.
Las consecuencias psicológicas y sociales, asegura Michael Roberts, son devastadoras. Estudios indican que la guerra en los primeros años de vida puede afectar la salud mental hasta la vejez. Además, la educación se ha visto gravemente afectada, lo que generará una fuerza laboral menos capacitada en el futuro.
- Colapso económico y dependencia de Occidente
El PIB de Ucrania ha caído un 25%, empobreciendo aún más a la población. A pesar de una ligera recuperación en algunos sectores como la agricultura, la producción industrial sigue muy por debajo de los niveles previos a la guerra.
El país depende completamente del financiamiento occidental para sostener su economía y su esfuerzo bélico. La Unión Europea cubre las necesidades civiles, mientras que EE.UU. financia el ejército. Sin embargo, la mayor parte de estos fondos son préstamos, no ayuda directa, lo que compromete el futuro del país.
Para reconstruirse después de la guerra, Ucrania necesitaría 486.000 millones de dólares, una cantidad que triplica su PIB actual. Si la guerra sigue, los costos aumentarán aún más.
- Privatización y entrega de recursos a capital extranjero
El Estado ucraniano está vendiendo sus activos estratégicos a empresas occidentales. El 28% de las tierras cultivables ya está en manos de oligarcas ucranianos y corporaciones extranjeras. Grandes compañías como Nestlé y Bayer están invirtiendo en el país, aprovechando las oportunidades de negocio creadas por la guerra.
El gobierno ucraniano está implementando reformas ultraliberales, como la privatización masiva de empresas estatales, la desregulación laboral y la reducción de impuestos corporativos. Esto convertirá a Ucrania en una suerte de "zona económica especial" donde el capital occidental tendrá amplias facilidades, mientras que la población trabajadora enfrentará condiciones precarias.
RUSIA: UNA ECONOMÍA DE GUERRA EN CRECIMIENTO
- Resistencia a las sanciones y expansión del comercio
A pesar de las sanciones de Occidente, Rusia ha mantenido un crecimiento económico del 3,6% en 2023 y más del 3% en 2024. Su estrategia ha sido fortalecer el comercio con China, que se ha convertido en su principal comprador de petróleo. También ha usado flotas de petroleros paralelos para vender crudo en mercados alternativos.
El comercio entre Rusia y China ha crecido un 64% desde 2021, alcanzando los 240.000 millones de dólares en 2023. China ahora suministra a Rusia productos esenciales, como automóviles y tecnología, reemplazando las importaciones occidentales.
"Rusia ha resistido las sanciones, pero su crecimiento a largo plazo sigue limitado por su dependencia de los recursos naturales."
- Escasez de mano de obra y aumento de salarios
Al igual que Ucrania, Rusia enfrenta una grave escasez de trabajadores. Muchas personas han emigrado y cientos de miles han sido reclutadas por el ejército. Sin embargo, esto ha generado mayor estabilidad laboral y aumentos salariales.
Los salarios han crecido a tasas de dos dígitos, beneficiando especialmente a los trabajadores de menores ingresos. Al mismo tiempo, el Estado ha incrementado el gasto social en pensiones, subsidios y apoyo a familias de militares.
- Inflación y problemas estructurales
La guerra ha provocado un fuerte aumento de la inflación, lo que obligó al Banco Central de Rusia a elevar las tasas de interés al 20%. El rublo se ha devaluado significativamente.
Rusia ha nacionalizado muchas empresas occidentales que abandonaron el país, pero su economía sigue dependiendo de la exportación de recursos naturales, en lugar de desarrollar industrias tecnológicas propias. A largo plazo, esta falta de diversificación limitará su crecimiento.
"El PIB de Ucrania ha caído un 25% y depende completamente del financiamiento occidental para sobrevivir."
¿QUÉ PASARÁ DESPUÉS DE LA GUERRA?
- Ucrania: reconstrucción en manos del capital extranjero
Si la guerra terminara hoy, la economía ucraniana seguiría un 15% por debajo de su nivel previo al conflicto. Sin embargo, la reconstrucción estará dominada por inversiones extranjeras y la privatización de los recursos del país.
EE.UU. ya exige que Ucrania entregue el 50% de sus reservas de tierras raras (minerales estratégicos para la tecnología) como compensación por la ayuda militar recibida. Empresas británicas y europeas también están listas para beneficiarse de la reconstrucción.
- Rusia: posibles dificultades tras la guerra
Si bien la economía de guerra ha mantenido a Rusia en crecimiento, cuando el conflicto termine podría enfrentar una crisis de producción y empleo. Su modelo económico sigue basado en la extracción de recursos, con poca inversión en tecnología e innovación.
Los expertos prevén que, después de la guerra, el crecimiento del PIB ruso se reducirá a un 1,5% anual debido a problemas estructurales como el envejecimiento de la población y la baja productividad.
"Europa está aumentando su gasto militar a costa de recortes en pensiones, salud y servicios públicos."
EL IMPACTO GLOBAL: EUROPA Y EL AUMENTO DEL GASTO MILITAR
La guerra no solo ha afectado a Ucrania y Rusia, sino también a Europa. La pérdida de energía barata rusa ha disparado los costos de producción, debilitando la economía europea.
Sin embargo, los gobiernos europeos están comprometidos con continuar la guerra. Están aumentando su gasto en defensa y podrían recortar pensiones, salud y servicios sociales para financiarlo.
Esto podría tener consecuencias graves para la economía del continente, desviando recursos que podrían usarse en inversiones tecnológicas y bienestar social hacia una industria militar improductiva.
La guerra entre Rusia y Ucrania, en definitiva, ha devastado a Ucrania y ha obligado a Rusia a adaptarse a una economía de guerra. Ucrania se enfrenta a una reconstrucción dominada por el capital occidental, mientras que Rusia, aunque ha resistido económicamente, podría enfrentar problemas estructurales en el futuro.
A nivel global, el conflicto ha llevado a un aumento del gasto militar en Europa, con implicaciones negativas para la economía y el bienestar social.
A tres años del inicio del conflicto, la incertidumbre sigue siendo el factor dominante en la región y en la economía de todo el mundo.
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