
MARCO RUBIO Y LA CRUZ DE CENIZA: ENTRE LA FARSA Y LA DEVOCIÓN TELEVISADA
Religión, política y cinismo: el nuevo teatro mediático de Marco Rubio
Marco Rubio, secretario de Estado de Estados Unidos, se presentó en televisión con una cruz de ceniza en la frente, en un gesto de piedad pública que rápidamente se convirtió en objeto de burlas y críticas. Tras años de políticas ultraderechistas y servilismo trumpista, el intento de vestir de humildad su rostro quedó como lo que realmente es: un espectáculo electoral cargado de hipocresía.
VICTORIA MARTÍNEZ, DESDE MÉXICO PARA CANARIAS SEMANAL
El guion era perfecto: Marco Rubio, secretario de Estado y orgulloso halcón republicano, se presenta en Fox News con una
solemne cruz de ceniza estampada en la frente. El político floridano, conocido más por su fervor neoliberal que por su caridad cristiana, aprovechó la ocasión para hablar de reflexión, humildad y fe. Un espectáculo digno de un telepredicador venido a menos.
«Hoy es Miércoles de Ceniza, un día de reflexión y humildad», explicó Rubio, sin que el presentador pudiera contener la curiosidad ante el llamativo adorno religioso. Así, con la misma naturalidad con la que suele pedir sanciones, intervenciones militares y recortes sociales, el ex niño mimado del Tea Party se presentó como el apóstol de la piedad y el recogimiento espiritual.
"Marco Rubio puede llevar ceniza en la frente, pero sus manos siguen manchadas de sufrimiento".
La imagen se viralizó en cuestión de minutos. No por devoción, sino por el festín de memes, comentarios sarcásticos y críticas que generó. Porque hay algo profundamente ridículo —y revelador— en ver a un tipo de la ultraderecha que lleva años ensalzando muros, endureciendo leyes migratorias y predicando la guerra cultural, hablar de fragilidad humana y hacer el bien.
EL CAMINO DEL FARISEO: BREVE BIOGRAFÍA DE UN ULTRADERECHISTA
Marco Rubio es el producto perfecto de la maquinaria ultraderechista estadounidense. Hijo de inmigrantes cubanos, convertido en estrella ascendente del Partido Republicano gracias a su servilismo hacia el Tea Party, Rubio aprendió rápido que el odio vende. Su carrera ha estado marcada por ataques constantes a inmigrantes (incluyendo a los que se parecen a sus propios padres), defensa ciega de las corporaciones y un fanatismo religioso cuidadosamente coreografiado para encantar al electorado evangélico.
"Su "cruz de ceniza" no es símbolo de humildad, sino de una desvergüenza política sin límites".
Durante la era Trump, Rubio fue un fiel escudero del magnate. Aplaudió el veto migratorio a musulmanes, celebró la separación de familias en la frontera y exigió mano dura contra Venezuela y Cuba. Todo ello, claro, en nombre de la libertad y la defensa de los valores cristianos. Porque si algo ha dominado el discurso de Rubio es esa mezcla tóxica de cruz y bandera, donde la fe se convierte en coartada para justificar lo injustificable.
RELIGIÓN TELEVISADA Y FARSA ELECTORAL
No es la primera vez que Rubio se cuelga el escapulario ante las cámaras. En 2016, durante las primarias republicanas, ya hizo gala de su devoción con sermones y citas bíblicas, convencido de que la salvación eterna pasa por las urnas de Florida. Ahora, en 2025, la puesta en escena es aún más burda: una cruz de ceniza y un mensaje de humildad en la cadena de televisión que lleva años azuzando el odio y el miedo.
Pero el público ya no es tan ingenuo. En las redes sociales, el espectáculo fue recibido con el desprecio que merece.
"Marco Rubio: del "tea party" al altar televisivo, pasando por la frontera y el muro".
TESTIMONIOS REALES: EL DESMANTELAMIENTO DE UN MONTAJE
Sarah Kendzior, periodista y analista, lo resumió sin adornos:
«Rubio puede llevar ceniza en la frente todo lo que quiera, pero sus manos siguen manchadas con el sufrimiento de inmigrantes, mujeres y comunidades pobres a las que lleva años atacando».
Mehdi Hasan, presentador y voz crítica de MSNBC, fue aún más directo:
«Este es el mismo tipo que habla de humildad cristiana mientras apoya políticas que separan familias en la frontera y recorta ayudas sociales. Hipocresía pura».
Y un usuario anónimo en DailyKos dejó la frase más certera:
«Lo de Rubio con la cruz de ceniza es como si el diablo se disfrazara de monaguillo. Nadie se traga su cuento».
CRUZ, POLÍTICA Y FARSA
Marco Rubio no es el primer político ultraconservador que utiliza la religión como disfraz, pero sí uno de los más descarados. Su cruz de ceniza no es símbolo de humildad, sino de la desvergüenza con la que la derecha estadounidense convierte la fe en un producto electoral más.
No hay reflexión ni arrepentimiento en su gesto, solo una cruz vacía colocada sobre una frente llena de ambiciones y mentiras.
VICTORIA MARTÍNEZ, DESDE MÉXICO PARA CANARIAS SEMANAL
El guion era perfecto: Marco Rubio, secretario de Estado y orgulloso halcón republicano, se presenta en Fox News con una solemne cruz de ceniza estampada en la frente. El político floridano, conocido más por su fervor neoliberal que por su caridad cristiana, aprovechó la ocasión para hablar de reflexión, humildad y fe. Un espectáculo digno de un telepredicador venido a menos.
«Hoy es Miércoles de Ceniza, un día de reflexión y humildad», explicó Rubio, sin que el presentador pudiera contener la curiosidad ante el llamativo adorno religioso. Así, con la misma naturalidad con la que suele pedir sanciones, intervenciones militares y recortes sociales, el ex niño mimado del Tea Party se presentó como el apóstol de la piedad y el recogimiento espiritual.
"Marco Rubio puede llevar ceniza en la frente, pero sus manos siguen manchadas de sufrimiento".
La imagen se viralizó en cuestión de minutos. No por devoción, sino por el festín de memes, comentarios sarcásticos y críticas que generó. Porque hay algo profundamente ridículo —y revelador— en ver a un tipo de la ultraderecha que lleva años ensalzando muros, endureciendo leyes migratorias y predicando la guerra cultural, hablar de fragilidad humana y hacer el bien.
EL CAMINO DEL FARISEO: BREVE BIOGRAFÍA DE UN ULTRADERECHISTA
Marco Rubio es el producto perfecto de la maquinaria ultraderechista estadounidense. Hijo de inmigrantes cubanos, convertido en estrella ascendente del Partido Republicano gracias a su servilismo hacia el Tea Party, Rubio aprendió rápido que el odio vende. Su carrera ha estado marcada por ataques constantes a inmigrantes (incluyendo a los que se parecen a sus propios padres), defensa ciega de las corporaciones y un fanatismo religioso cuidadosamente coreografiado para encantar al electorado evangélico.
"Su "cruz de ceniza" no es símbolo de humildad, sino de una desvergüenza política sin límites".
Durante la era Trump, Rubio fue un fiel escudero del magnate. Aplaudió el veto migratorio a musulmanes, celebró la separación de familias en la frontera y exigió mano dura contra Venezuela y Cuba. Todo ello, claro, en nombre de la libertad y la defensa de los valores cristianos. Porque si algo ha dominado el discurso de Rubio es esa mezcla tóxica de cruz y bandera, donde la fe se convierte en coartada para justificar lo injustificable.
RELIGIÓN TELEVISADA Y FARSA ELECTORAL
No es la primera vez que Rubio se cuelga el escapulario ante las cámaras. En 2016, durante las primarias republicanas, ya hizo gala de su devoción con sermones y citas bíblicas, convencido de que la salvación eterna pasa por las urnas de Florida. Ahora, en 2025, la puesta en escena es aún más burda: una cruz de ceniza y un mensaje de humildad en la cadena de televisión que lleva años azuzando el odio y el miedo.
Pero el público ya no es tan ingenuo. En las redes sociales, el espectáculo fue recibido con el desprecio que merece.
"Marco Rubio: del "tea party" al altar televisivo, pasando por la frontera y el muro".
TESTIMONIOS REALES: EL DESMANTELAMIENTO DE UN MONTAJE
Sarah Kendzior, periodista y analista, lo resumió sin adornos:
«Rubio puede llevar ceniza en la frente todo lo que quiera, pero sus manos siguen manchadas con el sufrimiento de inmigrantes, mujeres y comunidades pobres a las que lleva años atacando».
Mehdi Hasan, presentador y voz crítica de MSNBC, fue aún más directo:
«Este es el mismo tipo que habla de humildad cristiana mientras apoya políticas que separan familias en la frontera y recorta ayudas sociales. Hipocresía pura».
Y un usuario anónimo en DailyKos dejó la frase más certera:
«Lo de Rubio con la cruz de ceniza es como si el diablo se disfrazara de monaguillo. Nadie se traga su cuento».
CRUZ, POLÍTICA Y FARSA
Marco Rubio no es el primer político ultraconservador que utiliza la religión como disfraz, pero sí uno de los más descarados. Su cruz de ceniza no es símbolo de humildad, sino de la desvergüenza con la que la derecha estadounidense convierte la fe en un producto electoral más.
No hay reflexión ni arrepentimiento en su gesto, solo una cruz vacía colocada sobre una frente llena de ambiciones y mentiras.
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