
LA UGT DE PEPE ÁLVAREZ PIDE A LOS TRABAJADORES QUE PAGUEN EL REARME EUROPEO (VÍDEO)
El brazo "sindical" del militarismo europeo
Este 1º de mayo de 2025, mientras los trabajadores siguen golpeados por el paro, la precariedad y los recortes, el Secretario General de la UGT, Pepe Álvarez no ha convocado a los trabajadores a luchar contra el paro, los recortes o la precariedad laboral. Ha preferido pedir que se cree un nuevo impuesto europeo para que todos estos trabajadores financien la industria de guerra y el rearme de los Ejércitos de la UE (...).
Por A. RAMÍREZ PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
A veces la historia parece que se despelota sin pudor ante nuestra propia cara. Quienes debían ser la voz de los trabajadores terminan hablando el idioma del amo. Y si en estos días hay algo que pueda ilustrar este tipo de traiciones con claridad cristalina, es la propia trayectoria de Pepe Álvarez, el Secretario General de la UGT, y el lamentable rumbo que ha tomado este sindicato histórico.
Este 1º de mayo de 2025, Álvarez no ha convocado a los trabajadores a luchar contra el paro, los recortes o la precariedad laboral. No. Ha convocado para pedir, sin una pizca de vergüenza, que se cree un nuevo impuesto europeo destinado a financiar la industria de guerra y el rearme de los Ejércitos de la UE.
Que se grave la economía de los trabajadores para engordar a las multinacionales armamentistas, no deja de mandar pelotas. Y todo ello, mientras repite una y otra vez el mantra vacío de su jefe, Pedro Sanchez, de que el rearme "no afectará a los gastos sociales". Como si el dinero público creciera en las ramas de los árboles.
"LA UGT DE PEPE ÁLVAREZ HA CAMBIADO DE BANDO: DEL OBRERO AL CAPITAL ARMAMENTÍSTA."
Pero no hay que equivocarse. Esto no es una desviación aislada o un lapsus del líder sindical. Es el resultado natural de años de degeneración de un sindicato que ha dejado de ser una herramienta de lucha, para concluir convirtiéndose en una simple palanca del sistema.
DE SINDICALISTA A APÓSTOL DEL REARME
Cuando la UGT nació en 1888. Y lo hizo como una organización de trabajadores que luchaba contra una burguesía rapaz que existía en España en el siglo XIX. Pero el germen de su futura claudicación ya habia sido sembrado: su estrecha ligazón con el PSOE.
Durante la Segunda República, la UGT vaciló entre la lucha y la colaboración. La colaboración ya la había desplegado con la dictadura de Primo de Rivera, quien la llegó a considerarla como "su criatura".
Durante el franquismo fue ilegalizada, y a diferencia de otros sindicatos que siguieron luchando duramente en la clandestinidad, la UGT solo vino a despertar, oh, casualidad, justamente después de la muerte del dictador, en plena transición pactada.
No obstante, tras la transición, la UGT se convirtió rápidamente en una especie de engranaje del nuevo Régimen monárquico. Pactó "Acuerdos de Concertación", destinados a lograr la domesticación de la clase obrera en beneficio de una transición "pactada" entre la vieja oligarquía franquista y una nueva "democracia" al servicio del capital.
La degeneración se aceleró bajo la dirección de Cándido Méndez (1994–2016), alcanzando ya su paroxismo con la llegada de Pepe Álvarez. Su elección como Secretario General en 2016 no trajo renovación, sino continuidad en la subordinación: acuerdos de salarios de miseria, pactos sociales ruinosos y una absoluta incapacidad para organizar la más mínima resistencia obrera.
Pero lo que ha sucedido la pasada semana, al pedir que sean los trabajadores los que financien a los Ejércitos de la burguesía europea, ha sido todo un salto cualitativo: es pasar, ni más ni menos, que de la pasividad cómplice a la acción activa contra la propia clase trabajadora.
EL SINDICALISMO REFORMISTA Y LA TRAICIÓN HISTÓRICA
Nada de esto es nuevo. Ya durante la Primera Guerra Mundial, muchos sindicatos reformistas en Europa —incluida la socialdemocracia alemana— traicionaron a los trabajadores apoyando los créditos de guerra y arrastrando a millones a las trincheras y a la muerte.
El reformismo siempre termina —cuando se le pone a prueba— eligiendo el orden existente. Es decir: eligiendo el capitalismo, la explotación, la guerra. Han preferido siempre un obrero muerto en el frente o alienado en la fábrica, antes que un obrero consciente y rebelde.
La propuesta de Álvarez al pedir un "impuesto europeo para la defensa" repite este mismo patrón de forma obscena. Y lo hace, además, en un contexto histórico gravísimo, donde el bloque imperialista europeo busca —ante el declive de EE.UU.— rearme masivo, expansión geopolítica y saqueo de recursos en nuevas guerras.
EL LENGUAJE DEL AMO EN BOCA DEL SIERVO
Si analizamos sus declaraciones, Álvarez utiliza todos los tópicos de la ideología imperialista: "autonomía estratégica europea", "dependencia absurda de Estados Unidos", "desarrollo industrial y tecnológico". No habla como un sindicalista. Habla como un burócrata de Bruselas o un ejecutivo de Airbus Military.
No hay ni una palabra sobre los millones de parados. Ni una sobre los trabajadores precarios. Ni una sobre los desahuciados, los migrantes explotados, los jóvenes que sobreviven en la miseria. Para Álvarez, el "desarrollo" no pasa por garantizar viviendas, escuelas, hospitales o salarios dignos. Pasa por fabricar más armas, más drones, más misiles.
UGT: EL BRAZO SINDICAL DEL NEOLIBERALISMO EUROPEO
Pero esta posición del dirigente ugetista no es casual. Forma parte de un movimiento más amplio: los sindicatos reformistas —en especial UGT y CCOO— llevan décadas siendo cooptados por el Estado y el capital. Se benefician de subvenciones millonarias, de cargos institucionales, de acuerdos secretos.
Ya no dependen de sus bases. Dependen del Estado de los patrones. Por eso sus dirigentes, como Álvarez, no sienten la mas mínima vergüenza al pedir sacrificios obreros para que puedan cumplirse los objetivos imperialistas.
La razón estriba en que ya no responden ante los trabajadores, sino ante los gobiernos y las patronales. Han pasado de ser "representantes de clase" a "burócratas obreros" que defienden el orden social existente. Esa es la realidad,
LA URGENCIA DE RECUPERAR EL SINDICALISMO DE CLASE
Frente a esta deriva, la tarea es clara: reconstruir sindicatos de lucha, independientes del Estado, que no colaboren con el capital, que no vendan la sangre de los trabajadores por un plato de lentejas.
La propuesta de Pepe Álvarez es una señal de alarma. No es un "error" corregible. Es la prueba definitiva de que estos aparatos sindicales no están en "crisis": simplemente han cambiado de bando. Han elegido su lugar en la barricada, y ellos están del otro lado. Y es que no existe fórmula más clara para identificar un sindicato traidor que verlo pedir más impuestos para financiar la guerra. Cuando quien debía defender a los trabajadores les pide que financien a las fábricas de armas, el veredicto está dado. Que nadie se confunda: UGT de Pepe Álvarez no está «desviándose». Ha cambiado de naturaleza. Ya no es una organización obrera. Es una correa de transmisión del capital europeo, un cómplice de su expansionismo
VÍDEO: LAS INSÓLITAS DECLARACIONES DE ÁLVAREZ.
Por A. RAMÍREZ PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
A veces la historia parece que se despelota sin pudor ante nuestra propia cara. Quienes debían ser la voz de los trabajadores terminan hablando el idioma del amo. Y si en estos días hay algo que pueda ilustrar este tipo de traiciones con claridad cristalina, es la propia trayectoria de Pepe Álvarez, el Secretario General de la UGT, y el lamentable rumbo que ha tomado este sindicato histórico.
Este 1º de mayo de 2025, Álvarez no ha convocado a los trabajadores a luchar contra el paro, los recortes o la precariedad laboral. No. Ha convocado para pedir, sin una pizca de vergüenza, que se cree un nuevo impuesto europeo destinado a financiar la industria de guerra y el rearme de los Ejércitos de la UE.
Que se grave la economía de los trabajadores para engordar a las multinacionales armamentistas, no deja de mandar pelotas. Y todo ello, mientras repite una y otra vez el mantra vacío de su jefe, Pedro Sanchez, de que el rearme "no afectará a los gastos sociales". Como si el dinero público creciera en las ramas de los árboles.
"LA UGT DE PEPE ÁLVAREZ HA CAMBIADO DE BANDO: DEL OBRERO AL CAPITAL ARMAMENTÍSTA."
Pero no hay que equivocarse. Esto no es una desviación aislada o un lapsus del líder sindical. Es el resultado natural de años de degeneración de un sindicato que ha dejado de ser una herramienta de lucha, para concluir convirtiéndose en una simple palanca del sistema.
DE SINDICALISTA A APÓSTOL DEL REARME
Cuando la UGT nació en 1888. Y lo hizo como una organización de trabajadores que luchaba contra una burguesía rapaz que existía en España en el siglo XIX. Pero el germen de su futura claudicación ya habia sido sembrado: su estrecha ligazón con el PSOE.
Durante la Segunda República, la UGT vaciló entre la lucha y la colaboración. La colaboración ya la había desplegado con la dictadura de Primo de Rivera, quien la llegó a considerarla como "su criatura".
Durante el franquismo fue ilegalizada, y a diferencia de otros sindicatos que siguieron luchando duramente en la clandestinidad, la UGT solo vino a despertar, oh, casualidad, justamente después de la muerte del dictador, en plena transición pactada.
No obstante, tras la transición, la UGT se convirtió rápidamente en una especie de engranaje del nuevo Régimen monárquico. Pactó "Acuerdos de Concertación", destinados a lograr la domesticación de la clase obrera en beneficio de una transición "pactada" entre la vieja oligarquía franquista y una nueva "democracia" al servicio del capital.
La degeneración se aceleró bajo la dirección de Cándido Méndez (1994–2016), alcanzando ya su paroxismo con la llegada de Pepe Álvarez. Su elección como Secretario General en 2016 no trajo renovación, sino continuidad en la subordinación: acuerdos de salarios de miseria, pactos sociales ruinosos y una absoluta incapacidad para organizar la más mínima resistencia obrera.
Pero lo que ha sucedido la pasada semana, al pedir que sean los trabajadores los que financien a los Ejércitos de la burguesía europea, ha sido todo un salto cualitativo: es pasar, ni más ni menos, que de la pasividad cómplice a la acción activa contra la propia clase trabajadora.
EL SINDICALISMO REFORMISTA Y LA TRAICIÓN HISTÓRICA
Nada de esto es nuevo. Ya durante la Primera Guerra Mundial, muchos sindicatos reformistas en Europa —incluida la socialdemocracia alemana— traicionaron a los trabajadores apoyando los créditos de guerra y arrastrando a millones a las trincheras y a la muerte.
El reformismo siempre termina —cuando se le pone a prueba— eligiendo el orden existente. Es decir: eligiendo el capitalismo, la explotación, la guerra. Han preferido siempre un obrero muerto en el frente o alienado en la fábrica, antes que un obrero consciente y rebelde.
La propuesta de Álvarez al pedir un "impuesto europeo para la defensa" repite este mismo patrón de forma obscena. Y lo hace, además, en un contexto histórico gravísimo, donde el bloque imperialista europeo busca —ante el declive de EE.UU.— rearme masivo, expansión geopolítica y saqueo de recursos en nuevas guerras.
EL LENGUAJE DEL AMO EN BOCA DEL SIERVO
Si analizamos sus declaraciones, Álvarez utiliza todos los tópicos de la ideología imperialista: "autonomía estratégica europea", "dependencia absurda de Estados Unidos", "desarrollo industrial y tecnológico". No habla como un sindicalista. Habla como un burócrata de Bruselas o un ejecutivo de Airbus Military.
No hay ni una palabra sobre los millones de parados. Ni una sobre los trabajadores precarios. Ni una sobre los desahuciados, los migrantes explotados, los jóvenes que sobreviven en la miseria. Para Álvarez, el "desarrollo" no pasa por garantizar viviendas, escuelas, hospitales o salarios dignos. Pasa por fabricar más armas, más drones, más misiles.
UGT: EL BRAZO SINDICAL DEL NEOLIBERALISMO EUROPEO
Pero esta posición del dirigente ugetista no es casual. Forma parte de un movimiento más amplio: los sindicatos reformistas —en especial UGT y CCOO— llevan décadas siendo cooptados por el Estado y el capital. Se benefician de subvenciones millonarias, de cargos institucionales, de acuerdos secretos.
Ya no dependen de sus bases. Dependen del Estado de los patrones. Por eso sus dirigentes, como Álvarez, no sienten la mas mínima vergüenza al pedir sacrificios obreros para que puedan cumplirse los objetivos imperialistas.
La razón estriba en que ya no responden ante los trabajadores, sino ante los gobiernos y las patronales. Han pasado de ser "representantes de clase" a "burócratas obreros" que defienden el orden social existente. Esa es la realidad,
LA URGENCIA DE RECUPERAR EL SINDICALISMO DE CLASE
Frente a esta deriva, la tarea es clara: reconstruir sindicatos de lucha, independientes del Estado, que no colaboren con el capital, que no vendan la sangre de los trabajadores por un plato de lentejas.
La propuesta de Pepe Álvarez es una señal de alarma. No es un "error" corregible. Es la prueba definitiva de que estos aparatos sindicales no están en "crisis": simplemente han cambiado de bando. Han elegido su lugar en la barricada, y ellos están del otro lado. Y es que no existe fórmula más clara para identificar un sindicato traidor que verlo pedir más impuestos para financiar la guerra. Cuando quien debía defender a los trabajadores les pide que financien a las fábricas de armas, el veredicto está dado. Que nadie se confunda: UGT de Pepe Álvarez no está «desviándose». Ha cambiado de naturaleza. Ya no es una organización obrera. Es una correa de transmisión del capital europeo, un cómplice de su expansionismo
VÍDEO: LAS INSÓLITAS DECLARACIONES DE ÁLVAREZ.
Chorche | Domingo, 04 de Mayo de 2025 a las 19:08:50 horas
Muy fuerte lo de este sinvergüenza.
Por lo que veo la desviación de UGT viene casi desde su fundación.
Lo que no entiendo es por qué se afilia el trabajador a un sindicato como éste que ni representa al trabajador ni lo defiende.
CCOO tampoco se parece en nada al sindicato que fundó Marcelino Camacho.
Este hombre fue de los incorruptibles. Hasta sus últimos días vivió en un pequeño y humilde piso con su mujer, Josefina.
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