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Jueves, 10 de Abril de 2025 Tiempo de lectura:

DEL OCASO IMPERIAL AL CAOS GLOBAL: ECOS DEL PASADO EN LA AMÉRICA DE TRUMP

¿Está repitiendo Estados Unidos los errores de los imperios en bancarrota?

La Administración Trump 2.0 no es un capricho aislado, sino el intento desesperado del imperialismo estadounidense por recomponer su hegemonía. Según el autor de este artículo, Manuel Medina, uno de los aspectos que resultan más interesantes del momento histórico por el que atraviesa EEUU es que el pasado nos ofrece abundantes e inquietantes claves sobre el mismo (...).

POR MANUEL MEDINA (*) PARA CANARIAS SEMANAL.ORG

      La Administración Trump 2.0 ha irrumpido como una auténtica tormenta en el tablero global.  No asistimos a una mera continuación de sus políticas anteriores, implementadas durante su primer mandato, sino de un giro cualitativo que busca transformar profundamente las bases del poder estadounidense.  Lo que a primera vista parecen decisiones erráticas o impulsos personales, con abruptas "reorientaciones" -aunque en el curso de las últimas horas haya concedido una tregua arancelaria de tres meses a sus damnificados-   responde a una lógica que se repite en la Historia cada vez que un Imperio se ve obligado a enfrentarse al desgaste de su hegemonía.

 

     Lo que se está viviendo hoy es un intento deliberado de recomposición de la economía nacional, de fortalecimiento militar y de rediseño del Estado para adaptarlo a los nuevos tiempos. Este tipo de maniobras no es nuevo. A lo largo de la historia, las grandes potencias han recurrido a estas mismas estrategias cuando su dominio mundial comenzaba a resquebrajarse.

     Y es que la historia, cuando se le presta atención, ofrece poderosas claves  para comprender el presente o parte de él.

 

REORIENTACIÓN DEL IMPERIO: EL ESPEJO DE LAS VIEJAS GUERRAS FRÍAS

 

     Uno de los elementos más notables de la Administración Trump 2.0 es la escalada hacia una nueva confrontación global, esta vez con China como principal rival. Lejos de ser una improvisación, este giro estratégico sigue similares patrones a los que otras potencias en declive han seguido anteriormente. 

     El proteccionismo agresivo, los aranceles  y la presión sobre empresas extranjeras para que trasladen su producción a Estados Unidos son maniobras clásicas para proteger una economía que ya no es competitiva globalmente (1).

 

     La rivalidad tecnológica con China se ha convertido en el eje central de la estrategia estadounidense. No se trata solamente de controlar los mercados tradicionales, sino de dominar la producción de semiconductores, la inteligencia artificial y las infraestructuras digitales. 

 

     Este viraje recuerda inevitablemente a los grandes esfuerzos industriales y científicos de la antigua guerra fría, donde cada adelanto tecnológico era también un campo de batalla .

 

      "La historia demuestra que las potencias que intentan frenar su decadencia con sanciones y bloqueos terminan profundizando su aislamiento.

 

 

      Así, cada movimiento actual de Estados Unidos encaja dentro de una lógica de repliegue defensivo, de cierre sobre sí mismo, que pretende recuperar la fuerza perdida mediante la coerción económica y la presión militar.

 

   DESTRUCCIÓN DEL ESTADO HEREDADO: EL CAMINO DE LA RECONFIGURACIÓN

 

    Otro rasgo esencial de este proceso es la ofensiva interna contra el aparato del Estado. Las purgas en las estructuras gubernamentales, la eliminación de departamentos clave y la asignación de figuras empresariales al frente de organismos públicos marcan un intento de redefinir las funciones del Estado para que se convierta en una herramienta más flexible al servicio del gran capital (3).

 

        En la historia reciente, este tipo de maniobras se han observado cada vez que las élites dominantes consideran que el Estado tradicional ya no responde a sus necesidades. Lo hicieron, por ejemplo, los regímenes de entreguerras, cuando las democracias liberales se vaciaron de contenido y se transformaron en dictaduras abiertas o disfrazadas para contener la creciente conflictividad social y proteger los intereses de las clases dominantes.

 

     "Cuando las estructuras del Estado se convierten en un obstáculo para las necesidades del capital, las élites no dudan en arrasarlas para levantar otras más acordes a sus intereses".

 

      Este desmantelamiento interno no tiene solamente consecuencias administrativas: abre la puerta a una privatización radical de áreas estratégicas del Estado, delegando en los monopolios tecnológicos funciones que tradicionalmente fueron públicas. Así, Silicon Valley se convierte en el socio preferente del poder político, como motor económico y como brazo ejecutor de la nueva política exterior y de defensa.

 

EL COMPLEJO TECNOLÓGICO-MILITAR: UNA NUEVA CONFIGURACIÓN DEL PODER

 

     La actual alianza entre el poder político y los gigantes tecnológicos es una de las señas más reveladoras del momento histórico que atraviesa Estados Unidos. Las grandes corporaciones de la tecnología protagonizan la competencia económica global, pero también asumen tareas militares y de seguridad, integrándose de lleno en la estrategia imperialista.

 

     Empresas que antes se dedicaban exclusivamente al desarrollo de plataformas digitales o redes sociales, ahora diseñan sistemas de inteligencia artificial para la guerra, drones autónomos, y softwares de análisis masivo de datos para el campo de batalla. Este fenómeno no es accidental. Responde a una tendencia histórica de militarización de las fuerzas productivas en momentos de crisis profunda .

 

     "En tiempos de crisis imperial, las fuerzas productivas se transforman en fuerzas destructivas para intentar reactivar la acumulación de capital".

 

       Este proceso también contribuye a un fenómeno aún más inquietante: la fusión entre el capital financiero, el capital industrial y el capital militar en un bloque único que pretende garantizar la supervivencia del orden existente. Pero como también ha enseñado la historia, estas alianzas no son garantía de éxito, sino señales de desesperación.

 

 

UNA CONCLUSIÓN INEVITABLE: LA REPETICIÓN DE UN PATRÓN HISTÓRICO

 

      La trayectoria de la Administración Trump 2.0 es la manifestación contemporánea de un patrón que la historia ha repetido una y otra vez. La combinación de militarización, proteccionismo, ataques al aparato estatal y alianza con los monopolios no es novedosa. Es, más bien, la receta habitual de los imperios en decadencia.

 

      Estados Unidos, como en su día el Imperio Británico o el alemán, busca desesperadamente contener su pérdida de hegemonía mediante políticas agresivas que, lejos de resolver sus contradicciones internas, no hacen mas que profundizarlas. La sobreacumulación de capital, la polarización social extrema y la pérdida de influencia global son heridas que este tipo de medidas no logran cicatrizar.

 

    "Ningún imperio ha logrado sobrevivir a la combinación de declive económico, fractura interna y creciente aislamiento internacional".

 

 

    Más allá de la figura de Trump o de sus acólitos tecnológicos, lo que está en juego es la propia viabilidad del modelo imperialista estadounidense. La historia muestra que cuando un sistema no puede resolver sus crisis internas, las externaliza en forma de conflictos y guerras, arrastrando al mundo a escenarios de inestabilidad y confrontación global.

 

      Sin embargo, la historia también enseña que  los momentos de crisis con estas características abren grietas por las que pueden aparecer nuevas alternativas. Si las masas trabajadoras, organizadas y conscientes, lograran irrumpir en este proceso, se podría transformar la actual agonía imperial en una oportunidad para construir una sociedad que deje atrás la explotación y el militarismo. Claro que para eso tendrían que producirse determinadas condiciones.

 

REFERENCIAS

1) Venancio Andreu Baldó, El mundo en que vivimos

2) Franz Mehring, El materialismo histórico alemán.

 .

(*) Manuel Medina es profesor de Historia y divulgador de temas relacionados con esa materia

 
 
 
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  • Ana B.

    Ana B. | Jueves, 10 de Abril de 2025 a las 12:10:25 horas

    Me parece un analisis correcto solo que en la desesperacion Estados Unidos puede arrastrar al mundo al desastre. O al caos, como dice el titulo.

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  • Pepín

    Pepín | Jueves, 10 de Abril de 2025 a las 08:17:13 horas

    Rogelio, hace más frio en las redes sociales que en la calle... con eso te digo todo.

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  • Rogelio Bidones

    Rogelio Bidones | Jueves, 10 de Abril de 2025 a las 08:16:50 horas

    Señor Medina, ¿ las masas trabajadoras qué tipo de organización necesitan para hacer frente a tanta barbarie?.

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  • Pepín

    Pepín | Jueves, 10 de Abril de 2025 a las 08:16:25 horas

    Rogelio... no hay que auto-flagelarse. Comprendo tu frustración: las cosas van muy despacio y son tenebrosas. La correlación de fuerzas es la que es, pero hay que dar la lucha social en los frentes que se pueda. No hay que tirar por la borda todo el trabajo revolucionario que se ha hecho.

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