
¿QUÉ QUEDA HOY DE LOS ANTIGUOS CANARIOS?: UNA REALIDAD INCÓMODA Y ALEJADA DE LOS MITOS
"En Canarias se produjo un etnocidio tras la llegada de los conquistadores"
El historiador canario Sergio Baucells propone una mirada crítica y rigurosa sobre el pasado aborigen de las islas, alejándose de los relatos románticos y mitificados que han dominado el imaginario popular. A través del análisis de fuentes históricas y arqueológicas, Baucells sostiene que el mundo cultural indígena fue prácticamente anulado tras la conquista, dando lugar a una identidad contemporánea construida más sobre fragmentos y nostalgias que sobre auténticas continuidades étnicas.
Por CLAUDIA MELIÁN SANTANA PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
La historia que nos contaron sobre los antiguos habitantes de Canarias suele ser una mezcla extraña entre nostalgia romántica y relatos sobre héroes derrotados.
Sin embargo, el historiador canario Sergio Baucells nos propone otra mirada, mucho más rigurosa y, justamente por ello, quizá más incómoda. El mundo aborigen quedó absorbido bajo el peso de la conquista europea, en un proceso de aculturación que dio lugar a una verdadera anulación cultural.
A través de un trabajo paciente y profundamente crítico, Baucells desarma mitos, pone en su sitio los relatos deformados y nos invita a entender el pasado con herramientas científicas y no con fantasías. Y en ese ejercicio nos enfrenta a una pregunta incómoda: ¿qué queda realmente de las culturas aborígenes en la Canarias de hoy?
"En Canarias se produjo un etnocidio que provocó la desaparición de las formas específicas de vida, relación y producción que caracterizaban a las primeras sociedades insulares"
LOS PROCESOS DE ACULTURACIÓN: UNA HISTORIA DE DESAPARICIÓN
Baucells explica que el concepto de aculturación no hace referencia a un proceso de un intercambio dulce entre iguales. Es, en realidad, la descripción de cómo una sociedad sufre transformaciones profundas al entrar en contacto con otra más poderosa, que reconfigura sus sistemas de vida, sus relaciones sociales y sus modos de pensar y entender el mundo.
En el caso canario, Baucells identifica cuatro fases que marcaron este proceso brutal: Contacto inicial en el siglo XIV, pre-conquista, conquista violenta y colonización definitiva.
"No hubo convivencia equilibrada"- explica Baucells- sino una progresiva asimilación que acabó por anular la cultura originaria". No es que los aborígenes se mezclaran: es que fueron arrasados en lo esencial de su existencia cultural.
IDENTIDAD Y ETNICIDAD: LA GRAN CONFUSIÓN
Uno de los aportes más valiosos de Baucells es su insistencia en distinguir entre identidad y etnicidad. Mientras la primera es la dimensión subjetiva, aquello que creemos ser o queremos ser, la segunda hace referencia la materialidad de lo que somos en términos de prácticas, relaciones y estructuras sociales.
"La distancia entre lo que creemos ser y lo que realmente somos puede ser enorme", explica Baucells con mucha claridad.
Y en Canarias, esa distancia es abismal. Se ha construido una identidad "guanche" a partir de fragmentos folklóricos, reinterpretaciones románticas y mitificaciones modernas, pero la estructura étnica real, la forma de vida aborigen, desapareció tras el proceso de aculturación.
Para Baucells es fundamental comprender que la cultura no reside en los genes ni en el ADN, sino en las relaciones sociales y los modos de producción. Tener sangre aborigen no significa actuar, pensar o vivir como lo hacían los antiguos canarios".
Durante los siglos posteriores a la conquista -añade el historiador- los propios descendientes indígenas adoptaron las formas sociales y culturales impuestas por el colonizador, desde el idioma hasta las estructuras económicas y religiosas.
LA CRÍTICA A LAS VISIONES ROMÁNTICAS Y ACADÉMICAMENTE INACEPTABLES
Sergio Baucells no tiene reparos en criticar abiertamente las visiones distorsionadas y esotéricas que a menudo dominan el imaginario popular sobre los aborígenes canarios.
Desde las referencias a supuestos rituales ancestrales inventados hasta interpretaciones de fenómenos arqueológicos al estilo "Iker Jiménez", el historiador denuncia la banalización de un pasado que merece ser comprendido con respeto y rigor.
Para Baucells, el daño no es solo académico: estas visiones distorsionadas perpetúan una visión infantilizada del pasado, dificultando una relación madura y crítica con nuestra historia. Frente a la tentación del mito, propone la ciencia histórica, la arqueología y la etnohistoria como herramientas para rescatar lo rescatable y comprender lo irrecuperable.
Un ejemplo que utiliza es el de las ceremonias festivas actuales (como las romerías o el Beñesmen), que suelen ser interpretadas como "fiestas guanches", cuando en realidad son reconstrucciones modernas sin conexión documentada directa con las prácticas aborígenes.
"La cultura no reside en los genes ni en el ADN, sino en las relaciones sociales y los modos de producción. Tener sangre aborigen no significa actuar o pensar como lo hacían los antiguos canarios"
HERENCIA, SUPERVIVENCIA Y PÉRDIDA
¿Quedó algo del mundo aborigen? Sí, pero menos de lo que a veces queremos creer. Elementos como el gofio, algunos topónimos o ciertas prácticas pastoriles sí son claras supervivencias. Sin embargo, en la mayoría de los casos, las herencias son fragmentarias, modificadas y reinterpretadas dentro de un nuevo marco cultural colonial.
Baucells es tajante: "las culturas aborígenes canarias se extinguieron". No se trata de un genocidio físico total, como a veces se dice, sino de un genocidio cultural, un etnocicio, marcado por la desaparición de las formas específicas de vida, relación y producción que caracterizaban a aquellas sociedades insulares.
Un paralelo que plantea el autor es muy ilustrativo: en América Latina, pese a la conquista, pervivieron pueblos indígenas con sus lenguas y culturas, gracias a factores como la geografía o el tamaño de las poblaciones.
En Canarias, por el contrario, el proceso de asimilación fue tan efectivo que las formas culturales aborígenes no pudieron sobrevivir como entidades independientes.
EL PAPEL DEL HISTORIADOR: ENTRE LA RIGUROSIDAD Y LA PEDAGOGÍA
Para Sergio Baucells, el historiador no puede ser un mero recopilador de anécdotas ni un romántico del pasado. Su tarea es explicar los porqués, contextualizar los fenómenos y, sobre todo, usar las herramientas conceptuales del materialismo histórico para entender las dinámicas profundas que modelan la historia.
Así, en su enfoque, vemos la impronta de una concepción crítica y dialéctica de la historia: no basta con describir los hechos; hay que comprender las relaciones sociales, los modos de producción, las luchas de poder que hacen que unas culturas sobrevivan y otras desaparezcan.
Su insistencia en el análisis de las fuentes —cronistas, registros arqueológicos, documentos coloniales— nos recuerda que la historia no puede ser un relato libre ni un campo para la fantasía, sino un trabajo minucioso de crítica y reconstrucción.
Sergio Baucells Mesa es doctor en Historia y también posee un doctorado en Prehistoria. Es especialista en el estudio de los procesos de aculturación e identidad en la transición entre las antiguas culturas canarias y la asimilación de la cultura europea tras la conquista. Actualmente, trabaja como profesor de secundaria. Está afiliado al Departamento de Historia de la Universidad de La Laguna y ha sido miembro de los equipos de investigación "Arqueología del territorio. Arqueología de las prácticas sociales" y "Arqueología, historiografía e identidad".
Su investigación se centra fundamentalmente en las fases posteriores a la conquista de las sociedades aborígenes y su interacción con los europeos, analizando los cambios sustanciales y las transformaciones profundas que experimentaron estas sociedades en contacto.
Es autor de los libros "Aculturación y etnicidad: el proceso de interacción entre guanches y europeos (siglos XIV-XVI)" y "Los aborígenes canarios y la reconstrucción de la identidad: de la antítesis a la síntesis", así como de numerosos artículos científicos como "El "pleito de los naturales" y la asimilación guanche: de la identidad étnica a la identidad de clase", "Las fuentes narrativas canarias y la construcción ideológica del indígena" o "El indio canario. Consideraciones en torno a la dialéctica americana como referente a la construcción ideológica del aborigen canario".
VÍDEO RELACIONADO:
Por CLAUDIA MELIÁN SANTANA PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
La historia que nos contaron sobre los antiguos habitantes de Canarias suele ser una mezcla extraña entre nostalgia romántica y relatos sobre héroes derrotados.
Sin embargo, el historiador canario Sergio Baucells nos propone otra mirada, mucho más rigurosa y, justamente por ello, quizá más incómoda. El mundo aborigen quedó absorbido bajo el peso de la conquista europea, en un proceso de aculturación que dio lugar a una verdadera anulación cultural.
A través de un trabajo paciente y profundamente crítico, Baucells desarma mitos, pone en su sitio los relatos deformados y nos invita a entender el pasado con herramientas científicas y no con fantasías. Y en ese ejercicio nos enfrenta a una pregunta incómoda: ¿qué queda realmente de las culturas aborígenes en la Canarias de hoy?
"En Canarias se produjo un etnocidio que provocó la desaparición de las formas específicas de vida, relación y producción que caracterizaban a las primeras sociedades insulares"
LOS PROCESOS DE ACULTURACIÓN: UNA HISTORIA DE DESAPARICIÓN
Baucells explica que el concepto de aculturación no hace referencia a un proceso de un intercambio dulce entre iguales. Es, en realidad, la descripción de cómo una sociedad sufre transformaciones profundas al entrar en contacto con otra más poderosa, que reconfigura sus sistemas de vida, sus relaciones sociales y sus modos de pensar y entender el mundo.
En el caso canario, Baucells identifica cuatro fases que marcaron este proceso brutal: Contacto inicial en el siglo XIV, pre-conquista, conquista violenta y colonización definitiva.
"No hubo convivencia equilibrada"- explica Baucells- sino una progresiva asimilación que acabó por anular la cultura originaria". No es que los aborígenes se mezclaran: es que fueron arrasados en lo esencial de su existencia cultural.
IDENTIDAD Y ETNICIDAD: LA GRAN CONFUSIÓN
Uno de los aportes más valiosos de Baucells es su insistencia en distinguir entre identidad y etnicidad. Mientras la primera es la dimensión subjetiva, aquello que creemos ser o queremos ser, la segunda hace referencia la materialidad de lo que somos en términos de prácticas, relaciones y estructuras sociales.
"La distancia entre lo que creemos ser y lo que realmente somos puede ser enorme", explica Baucells con mucha claridad.
Y en Canarias, esa distancia es abismal. Se ha construido una identidad "guanche" a partir de fragmentos folklóricos, reinterpretaciones románticas y mitificaciones modernas, pero la estructura étnica real, la forma de vida aborigen, desapareció tras el proceso de aculturación.
Para Baucells es fundamental comprender que la cultura no reside en los genes ni en el ADN, sino en las relaciones sociales y los modos de producción. Tener sangre aborigen no significa actuar, pensar o vivir como lo hacían los antiguos canarios".
Durante los siglos posteriores a la conquista -añade el historiador- los propios descendientes indígenas adoptaron las formas sociales y culturales impuestas por el colonizador, desde el idioma hasta las estructuras económicas y religiosas.
LA CRÍTICA A LAS VISIONES ROMÁNTICAS Y ACADÉMICAMENTE INACEPTABLES
Sergio Baucells no tiene reparos en criticar abiertamente las visiones distorsionadas y esotéricas que a menudo dominan el imaginario popular sobre los aborígenes canarios.
Desde las referencias a supuestos rituales ancestrales inventados hasta interpretaciones de fenómenos arqueológicos al estilo "Iker Jiménez", el historiador denuncia la banalización de un pasado que merece ser comprendido con respeto y rigor.
Para Baucells, el daño no es solo académico: estas visiones distorsionadas perpetúan una visión infantilizada del pasado, dificultando una relación madura y crítica con nuestra historia. Frente a la tentación del mito, propone la ciencia histórica, la arqueología y la etnohistoria como herramientas para rescatar lo rescatable y comprender lo irrecuperable.
Un ejemplo que utiliza es el de las ceremonias festivas actuales (como las romerías o el Beñesmen), que suelen ser interpretadas como "fiestas guanches", cuando en realidad son reconstrucciones modernas sin conexión documentada directa con las prácticas aborígenes.
"La cultura no reside en los genes ni en el ADN, sino en las relaciones sociales y los modos de producción. Tener sangre aborigen no significa actuar o pensar como lo hacían los antiguos canarios"
HERENCIA, SUPERVIVENCIA Y PÉRDIDA
¿Quedó algo del mundo aborigen? Sí, pero menos de lo que a veces queremos creer. Elementos como el gofio, algunos topónimos o ciertas prácticas pastoriles sí son claras supervivencias. Sin embargo, en la mayoría de los casos, las herencias son fragmentarias, modificadas y reinterpretadas dentro de un nuevo marco cultural colonial.
Baucells es tajante: "las culturas aborígenes canarias se extinguieron". No se trata de un genocidio físico total, como a veces se dice, sino de un genocidio cultural, un etnocicio, marcado por la desaparición de las formas específicas de vida, relación y producción que caracterizaban a aquellas sociedades insulares.
Un paralelo que plantea el autor es muy ilustrativo: en América Latina, pese a la conquista, pervivieron pueblos indígenas con sus lenguas y culturas, gracias a factores como la geografía o el tamaño de las poblaciones.
En Canarias, por el contrario, el proceso de asimilación fue tan efectivo que las formas culturales aborígenes no pudieron sobrevivir como entidades independientes.
EL PAPEL DEL HISTORIADOR: ENTRE LA RIGUROSIDAD Y LA PEDAGOGÍA
Para Sergio Baucells, el historiador no puede ser un mero recopilador de anécdotas ni un romántico del pasado. Su tarea es explicar los porqués, contextualizar los fenómenos y, sobre todo, usar las herramientas conceptuales del materialismo histórico para entender las dinámicas profundas que modelan la historia.
Así, en su enfoque, vemos la impronta de una concepción crítica y dialéctica de la historia: no basta con describir los hechos; hay que comprender las relaciones sociales, los modos de producción, las luchas de poder que hacen que unas culturas sobrevivan y otras desaparezcan.
Su insistencia en el análisis de las fuentes —cronistas, registros arqueológicos, documentos coloniales— nos recuerda que la historia no puede ser un relato libre ni un campo para la fantasía, sino un trabajo minucioso de crítica y reconstrucción.
Sergio Baucells Mesa es doctor en Historia y también posee un doctorado en Prehistoria. Es especialista en el estudio de los procesos de aculturación e identidad en la transición entre las antiguas culturas canarias y la asimilación de la cultura europea tras la conquista. Actualmente, trabaja como profesor de secundaria. Está afiliado al Departamento de Historia de la Universidad de La Laguna y ha sido miembro de los equipos de investigación "Arqueología del territorio. Arqueología de las prácticas sociales" y "Arqueología, historiografía e identidad".
Su investigación se centra fundamentalmente en las fases posteriores a la conquista de las sociedades aborígenes y su interacción con los europeos, analizando los cambios sustanciales y las transformaciones profundas que experimentaron estas sociedades en contacto.
Es autor de los libros "Aculturación y etnicidad: el proceso de interacción entre guanches y europeos (siglos XIV-XVI)" y "Los aborígenes canarios y la reconstrucción de la identidad: de la antítesis a la síntesis", así como de numerosos artículos científicos como "El "pleito de los naturales" y la asimilación guanche: de la identidad étnica a la identidad de clase", "Las fuentes narrativas canarias y la construcción ideológica del indígena" o "El indio canario. Consideraciones en torno a la dialéctica americana como referente a la construcción ideológica del aborigen canario".
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V.F.R. | Domingo, 04 de Mayo de 2025 a las 22:59:08 horas
Miren si nos han robado la identidad que los guanches son sólo los de Tenerife y los de Gran Canaria canariis pero se llaman islas canarias y no islas guanches , esto más bien parece un potaje
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