
LA DESTRUCCIÓN DE SIRIA: UN PLAN IMPERIALISTA EJECUTADO PASO A PASO
¿Qué queda de Siria? Consecuencias y futuros inciertos
Mediante un comunicado remitido a Canarias-semanal, la Coordinación Estatal Contra la OTAN y las Bases ha denunciado la reciente caída de Siria como el resultado de un plan imperialista gestado durante décadas. La guerra, iniciada en 2011 y protagonizada por potencias occidentales y sus aliados, ha culminado en un escenario de caos (...).
Por A. RAMÍREZ PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
Mediante un comunicado remitido a la redacción de Canarias-semanal, la Coordinación Estatal Contra la OTAN y las Bases ha hecho público su análisis sobre la reciente caída del gobierno sirio, atribuyéndola a una estrategia imperialista de larga data en Oriente Medio.
La destrucción planificada de Siria
Según la Coordinación, la desestabilización de Siria se inscribe en una serie de intervenciones occidentales que comenzaron con las revueltas de la "Primavera Árabe" en 2011. Revueltas -apuntan- que aunque nacieron de reivindicaciones legítimas, fueron exacerbadas deliberadamente para facilitar la caída de gobiernos que resistían la influencia occidental, como los de Túnez, Egipto, Libia y Yemen.
El comunicado destaca el documento "A Clean Break: A New Strategy for Securing the Realm", elaborado en 1996 para el entonces primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Este informe proponía una reestructuración de Oriente Medio que incluía la destitución de líderes como Sadam Husein en Irak y la contención de Siria.
La Coordinación Estatal Contra la OTAN y las Bases menciona, asimismo, la declaración del general estadounidense retirado Wesley Clark, quien afirmó que tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 existía un plan para invadir siete países en cinco años, incluyendo Siria.
Intervenciones extranjeras y sus motivaciones
El comunicado señala que, en 2019, la RAND Corporation, un "think tank" vinculado al Pentágono, publicó el informe "Overextending and Unbalancing Russia", donde se recomendaba apoyar a los rebeldes sirios como una estrategia eficaz para hostigar a Rusia.
Resaltan, asimismo, el papel de Turquía bajo el liderazgo de Recep Tayyip Erdogan, quien, con aspiraciones de restaurar la influencia del antiguo imperio otomano, habría importado miles de mercenarios salafistas para desestabilizar Siria y ocupado una franja de su territorio en 2019.
El comunicado menciona también a los Hermanos Musulmanes, organización creada en los años 20 bajo el auspicio del imperio británico, que actualmente cuenta con el respaldo de Turquía y Catar. Según la Coordinación, Siria, con su sistema político basado en el "socialismo panarabista" del partido Baaz, respetaba la multiconfesionalidad y las distintas etnias, defendiendo su soberanía frente a la dominación occidental y apoyando la causa palestina.
Desarrollo del conflicto y actores involucrados
La Coordinación Estatal Contra la OTAN y las Bases afirma que la presencia de miles de mercenarios yihadistas, armados y entrenados por Turquía y financiados por Catar, inició la guerra contra el gobierno sirio a partir de la Primavera Árabe.
"La prensa occidental —denuncian— apoyó a estas fuerzas, presentándolas como “fuerzas democráticas” en contra de un régimen tiránico".
Según el comunicado, desde Idlib, con el apoyo de Turquía, se lanzó la última ofensiva que, en apenas diez días, resultó la caída del gobierno sirio. La Coordinación sostiene que la planificación y coordinación de esta ofensiva evidencian la participación de fuerzas de la OTAN y de Israel.
La Coordinación Estatal Contra la OTAN y las Bases sostiene, igualmente, que Israel aprovechó la situación para atacar a Hezbolá en Líbano, debilitando su capacidad de apoyo al gobierno sirio, y posteriormente dirigió sus esfuerzos contra Siria, destruyendo infraestructuras clave. El comunicado resalta que, a pesar del islamismo político de los nuevos gobernantes, no ha habido expresiones contra Israel ni en defensa de la autodeterminación palestina.
La Coordinación Estatal Contra la OTAN y las Bases concluye que la destrucción de Siria sigue un modelo ya ensayado en países como Afganistán y Libia:
"crear un caos permanente que impida cualquier resistencia a la penetración imperialista, situando la amenaza terrorista en el entorno de Rusia y cortando el flujo de armas desde Irán a la resistencia palestina".
Todo ello, según el comunicado,
"con el objetivo último de desbaratar proyectos como los BRICS y los esfuerzos por construir relaciones internacionales más equitativas y respetuosas con la soberanía de los países".
La Coordinación critica la actitud de los agentes políticos y medios de comunicación
"que han denostado al legítimo gobierno de Siria y ahora presentan a los mercenarios fundamentalistas como combatientes por la libertad que traerán la paz al país".
Por A. RAMÍREZ PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-
Mediante un comunicado remitido a la redacción de Canarias-semanal, la Coordinación Estatal Contra la OTAN y las Bases ha hecho público su análisis sobre la reciente caída del gobierno sirio, atribuyéndola a una estrategia imperialista de larga data en Oriente Medio.
La destrucción planificada de Siria
Según la Coordinación, la desestabilización de Siria se inscribe en una serie de intervenciones occidentales que comenzaron con las revueltas de la "Primavera Árabe" en 2011. Revueltas -apuntan- que aunque nacieron de reivindicaciones legítimas, fueron exacerbadas deliberadamente para facilitar la caída de gobiernos que resistían la influencia occidental, como los de Túnez, Egipto, Libia y Yemen.
El comunicado destaca el documento "A Clean Break: A New Strategy for Securing the Realm", elaborado en 1996 para el entonces primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Este informe proponía una reestructuración de Oriente Medio que incluía la destitución de líderes como Sadam Husein en Irak y la contención de Siria.
La Coordinación Estatal Contra la OTAN y las Bases menciona, asimismo, la declaración del general estadounidense retirado Wesley Clark, quien afirmó que tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 existía un plan para invadir siete países en cinco años, incluyendo Siria.
Intervenciones extranjeras y sus motivaciones
El comunicado señala que, en 2019, la RAND Corporation, un "think tank" vinculado al Pentágono, publicó el informe "Overextending and Unbalancing Russia", donde se recomendaba apoyar a los rebeldes sirios como una estrategia eficaz para hostigar a Rusia.
Resaltan, asimismo, el papel de Turquía bajo el liderazgo de Recep Tayyip Erdogan, quien, con aspiraciones de restaurar la influencia del antiguo imperio otomano, habría importado miles de mercenarios salafistas para desestabilizar Siria y ocupado una franja de su territorio en 2019.
El comunicado menciona también a los Hermanos Musulmanes, organización creada en los años 20 bajo el auspicio del imperio británico, que actualmente cuenta con el respaldo de Turquía y Catar. Según la Coordinación, Siria, con su sistema político basado en el "socialismo panarabista" del partido Baaz, respetaba la multiconfesionalidad y las distintas etnias, defendiendo su soberanía frente a la dominación occidental y apoyando la causa palestina.
Desarrollo del conflicto y actores involucrados
La Coordinación Estatal Contra la OTAN y las Bases afirma que la presencia de miles de mercenarios yihadistas, armados y entrenados por Turquía y financiados por Catar, inició la guerra contra el gobierno sirio a partir de la Primavera Árabe.
"La prensa occidental —denuncian— apoyó a estas fuerzas, presentándolas como “fuerzas democráticas” en contra de un régimen tiránico".
Según el comunicado, desde Idlib, con el apoyo de Turquía, se lanzó la última ofensiva que, en apenas diez días, resultó la caída del gobierno sirio. La Coordinación sostiene que la planificación y coordinación de esta ofensiva evidencian la participación de fuerzas de la OTAN y de Israel.
La Coordinación Estatal Contra la OTAN y las Bases sostiene, igualmente, que Israel aprovechó la situación para atacar a Hezbolá en Líbano, debilitando su capacidad de apoyo al gobierno sirio, y posteriormente dirigió sus esfuerzos contra Siria, destruyendo infraestructuras clave. El comunicado resalta que, a pesar del islamismo político de los nuevos gobernantes, no ha habido expresiones contra Israel ni en defensa de la autodeterminación palestina.
La Coordinación Estatal Contra la OTAN y las Bases concluye que la destrucción de Siria sigue un modelo ya ensayado en países como Afganistán y Libia:
"crear un caos permanente que impida cualquier resistencia a la penetración imperialista, situando la amenaza terrorista en el entorno de Rusia y cortando el flujo de armas desde Irán a la resistencia palestina".
Todo ello, según el comunicado,
"con el objetivo último de desbaratar proyectos como los BRICS y los esfuerzos por construir relaciones internacionales más equitativas y respetuosas con la soberanía de los países".
La Coordinación critica la actitud de los agentes políticos y medios de comunicación
"que han denostado al legítimo gobierno de Siria y ahora presentan a los mercenarios fundamentalistas como combatientes por la libertad que traerán la paz al país".
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